Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Trabajo Final - Conflicto de Monsanto en La Argentina - Introducción A La Negociación MNI UCES
Trabajo Final - Conflicto de Monsanto en La Argentina - Introducción A La Negociación MNI UCES
Trabajo Final
ALUMNAS
Callegari, Melina
Hernandez , Eve
Zuñiga, Laudy
Schwarz , Verena
Introducción 2
Metodología 3
Desarrollo 4
Contexto 4
Monsanto en Argentina 7
Conflicto 10
Actores del conflicto 11
Causas del Conflicto 11
Efectos del Conflicto 12
Posiciones de ambas partes negociadoras 13
Intereses 13
ONU 13
Monsanto (actualmente, Bayer) 13
Gobierno Argentino 14
Agricultores 14
Ecologistas 15
Conclusiones 43
Bibliografía: 45
En este sentido, se pudo observar que, a partir del momento en que las variedades de
semillas genéticamente modificadas (GM) comenzaron a estar disponibles en el
mercado, el número de discusiones por el uso de esta tecnología se ha incrementado.
Así, a pesar de los cuestionamientos en torno a los posibles efectos adversos sobre el
consumo humano (directo o mediado por el consumo animal) y el medio ambiente
(impulsados, en un gran número de casos, por organizaciones ecologistas), la siembra
de estas semillas se expandió abriendo la posibilidad a nuevos debates. Entre ellos,
puede destacarse: el “modelo agrícola” deseable para la Argentina, así como las
consecuencias sociales y ambientales que emergen como consecuencia de la forma
concreta que toma actualmente la acumulación de capital en la rama agraria1.
El Estado Argentino fue pionero no sólo en autorizar la siembra de semillas GM, sino
también en alumbrar un conflicto de alcance internacional por el cobro de regalías en
el cual, la empresa Monsanto (Bayer), vinculada históricamente al desarrollo de
agroquímicos y consolidada también en el sector de las biotecnologías agrarias, resulta
ser parte.
Este enfrentamiento, cuenta con dos momentos: el primero, que se inició desde fines
1
La forma concreta que adoptó la expansión en la producción agrícola, particularmente en lo que refiere
al desarrollo de nuevas tecnologías, el incremento en la escala de capital necesaria para poner en marcha
los procesos de producción, y las consecuentes transformaciones en la estructura social vinculadas con
estos procesos es frecuentemente referida por la literatura especializada como agronegocios o
agribusiness. (Trento, 2019)
En este contexto, teniendo en cuenta que Monsanto ha sido y sigue siendo una de las
empresas que ha creado más controversia a nivel mundial debido al peligro potencial
de sus productos (herbicidas con glifosato), sobre la salud humana, animales, plantas y
sobre el medio ambiente en general, cabe destacar el papel predominante de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) como promotora de la paz y de la
seguridad internacional; del progreso y desarrollo económico social; y del respeto a los
derechos humanos y las libertades individuales, cuyo equipo negociador indagará
sobre esta particular dinámica del conflicto, analizando los siete criterios de la
negociación (que se detallarán a continuación) a fin de lograr aproximarse a una
resolución del conflicto, de ser esto posible.
Metodología
La metodología del presente trabajo, será definir -en primer lugar- el conflicto de la
empresa Monsanto en la Argentina, determinando cuáles son sus causas y efectos,
previo análisis de contexto. Luego, se identificarán las partes involucradas, así como
también sus posiciones e intereses, para luego analizar los siete criterios de la
negociación, que se detallan a continuación:
1. Mejor alternativa al Acuerdo Negociado.
2. Los intereses quedan satisfechos.
Desarrollo
Contexto
Surge de varios estudios científicos que son numerosos los problemas detectados que
causaron graves inconvenientes en las personas: hormonales, malformaciones,y varios
problemas de salud.
Además, en el año 2007, Monsanto fue multado por anunciar que su herbicida
Roundup era biodegradable y no tóxico para los animales domésticos y los niños, y
la Unión Europea ha clasificado al herbicida de Monsanto como no
biodegradable. Por otro lado, los Estados Unidos lo clasifica como "no peligroso", aún
No sólo impactó negativamente en la salud de las personas y de los animales, sino que
además tuvo problemas de sobornos en Indonesia. Monsanto admitió que un alto
directivo de la empresa ordenó a una compañía consultora indonesia dar un soborno
de US$ 50.000 a un funcionario de alto nivel en el Ministerio del Ambiente de
Indonesia en el 2002, a fin de evitar la evaluación del impacto ambiental sobre su
algodón genéticamente modificado. Monsanto ordenó a la compañía disfrazar una
factura para el soborno como "costos de consultoría".
Pero, pese a las denuncias, demandas, alertas y advertencias, el dilema sigue activo.
Los enemigos de Monsanto, son los ecologistas en acción, que piensan que al rechazar
a Monsanto y su biotecnología, no están necesariamente rechazando la tecnología
«per se», sino que reemplazan una tecnología de manipulación, control y beneficios,
que niega la vida, por otra verdaderamente ecológica, diseñada para respetar el
funcionamiento de la naturaleza, mejorar la salud personal y comunitaria, sustentar a
las comunidades que viven de la tierra y operar a una escala genuinamente humana.
Según Brian Tokar, autor de «Earth for Sale» (South End Press, 1997) y «The Green
Alternative» (New Society Publishers, 1992) y profesor en el Instituto de Ecología Social
y en el Goddard College, en Plainfield, Vermont, EE.UU.:
“...Si creemos en la democracia, es necesario que podamos elegir qué tecnologías son
las mejores para nuestras comunidades, en lugar de que decidan por nosotros
entidades a las que es muy difícil pedir responsabilidades, como Monsanto. En vez de
tecnologías ideadas para el enriquecimiento continuo de unos pocos, podemos basar
nuestra tecnología en la esperanza de una mayor armonía entre nuestras
comunidades humanas y el mundo material. Nuestra salud, nuestros alimentos y el
futuro de la vida en la Tierra están realmente en juego. Vamos a examinar la verdadera
naturaleza de los productos «estrella» de Monsanto y sus efectos en la salud y el medio
ambiente…”.
Esta expansión geográfica no solo involucró el campo argentino, sino también las
tierras de cultivos de países limítrofes, como Brasil, Paraguay y Bolivia.
Seguidamente, por la falta de una respuesta activa por parte de las autoridades,
Monsanto expresó en 2004, su decisión de retirarse del mercado de la soja, debido
a la ilegalidad característica de ese mercado; focalizándose en cultivos tales
como el maíz. Poco después el gobierno anunció la creación de “Regalías
globales” el cual creaba un fondo de compensación tecnológica, es decir que el
gobierno apoyaba la financiación de Monsanto, a través de un impuesto a los
agricultores.
En el año 2016, se acordó que la única autoridad competente para controlar el tráfico
ilegal de los granos Roundup en el mercado de los granos, es el Estado Argentino. El
Instituto Nacional de Semillas (INASE) celebró acuerdos con otros organismos
públicos y privados, para controlar la legalidad de las semillas. Estos controles
eran a través de test genéticos, que identificaban la proteína propia de la soja RR. Si se
llegase a identificar, el agricultor tenía que acreditar la compra de estas semillas, de lo
contrario serían multados y revocado su derecho de cultivar semillas provenientes de
sus cosechas.
Cabe aclarar que este anteproyecto de Ley resultó ser menos restrictivo respecto del
que había sido formulado en el 2012; mientras que, para algunos sectores resultaba
ser una propuesta interesante, para otros, era inconstitucional y no promovía la venta
legal de semillas ni mecanismos fiables de control. Si bien este proyecto fue
presentado en el Congreso Nacional a mediados de octubre de 2016, ni éste ni
otros introducidos en fecha similar llegaron a ser discutidos.
En este sentido, tras afianzarse, dicho sistema demostró ser particularmente efectivo:
un 94% de la cosecha pasó por los controles a lo largo del 2017. Estos arrojaron que un
15% de los granos había incorporado la biotecnología Intacta. Esta expansión,
asimismo, impactó sobre el uso propio, cuyo volumen comenzó a declinar
marcadamente a partir del año 2013 para las nuevas variedades, muchas de las cuales
incorporan la biotecnología.
2
En marzo de 2015, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), un brazo de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) con sede en Francia, convocó a 17 expertos de 11 países a fin de revisar
toda la investigación disponible públicamente sobre el glifosato (alrededor de 1,000 estudios), concluyendo que
es “probablemente cancerígeno para los humanos”. La IARC también afirmó que las formulaciones basadas en
glifosato, incluido el Roundup, a menudo son más tóxicas que el glifosato solo. Disponible en línea:
http://monsantopapers.lavaca.org/2019/09/20/con-cada-condena-la-compra-de-monsanto-por-parte-de-bayer-luce-
peor/
En este orden de ideas, se puede observar un gran avance en las negociaciones, sin
embargo, el proyecto de Ley no prosperó en el Congreso, ante lo cual el sistema
Bolsatech volvió a ser prorrogado para la campaña 2018/19, dejando el conflicto
latente.
Conflicto
Monsanto (actualmente, Bayer) es una transnacional que quiere cobrar regalías a los
agricultores argentinos que cultivan sus semillas RR2, manifestando que necesita
recuperar su inversión en investigación y desarrollo.
Se plantea que la Ley actual es vieja y que las modificaciones deberían promover las
“inversiones” de las empresas semilleras en nuevos desarrollos para los agricultores
argentinos. El eje de las modificaciones pasa por quitar a los productores el derecho de
● Cobrar (o no) las regalías por las semillas transgénicas RR2 (se discute su
legitimidad), es decir, reformar (o no) reformar la Ley de Semillas en la
Argentina.
● Proteger las ventajas generadas por un modelo agroindustrial fundamentado
en la utilización de las semillas transgénicas y herbicidas con glifosato (RR2).
● Comercializar (o no) localmente dicha tecnología, lo cual influye directamente
sobre las exportaciones argentinas de granos y derivados de soja.
● Restringir (o no) el alcance de la propiedad intelectual ante los nuevos
desarrollos de la soja transgénica.
● Preservar (o no) el status quo acerca del cobro de las regalías y sobre quien
recae el control.
● Aceptar (o no) un proyecto de Ley que modifique la LS.
● Imponer sus propias condiciones de cobro (Monsanto).
● Imponer su propio sistema paraestatal de control y cobro. (Gobierno Nacional).
● Llevar (o no) el conflicto ante organismos internacionales. (Monsanto ha
iniciado acciones legales en el exterior, mientras que, la Argentina prefiere
llevar adelante el conflicto dentro del marco jurídico aplicable a nivel nacional).
● Buscar apoyo en la Unión Europea. (Monsanto)
● Buscar apoyo en aliados del Cono Sur (Gobierno Nacional).
● Alianzas estratégicas con las principales asociaciones agrarias. (Ambos
negociadores lo han hecho)
● Continuar invirtiendo en el país o detener su actividad (Monsanto).
Intereses
ONU
Gobierno Argentino
Agricultores
● Poder cultivar libremente las semillas RR , para poder competir con naciones
líderes en la producción de soja.
Asociaciones agrarias:
-CRA: los derechos sobre el grano terminan, una vez que la semilla entra al
campo, perteneciendo así al productor.
Ecologistas
Intereses:
La anterior situación se define por tener una zona de negociación limitada, puesto que
cada parte posee intereses contrapuestos, es decir los niveles de complementariedad
entre las partes son bajos.
Un MAAN para esta situación, sería la promulgación y sanción de una nueva Ley
de semillas que derogue la anterior y que contemple un mecanismo gradual de pago
de regalías por la semilla Roundup 1; que regule el cultivo, que defina los términos de
comercialización y acopio de la semilla Roundup 2; asimismo, que aborde la protección
medioambiental de zonas protegidas.
En la primera mitad del 2014, el gobierno argentino consideró este MANN, al presentar
un nuevo anteproyecto de ley de semillas, que buscó conciliar intereses contrapuestos
y asegurar la coexistencia de grandes capitales de la industria agroquímica y la
agricultura familiar, a su vez este anteproyecto manifestó la necesidad de incluir
autoridades de control como la CONASE, encargada de asesorar a la autoridad de
aplicación de la ley, el Instituto Nacional de Semillas (INASE), mediante la creación de
un registro nacional de usuarios de semillas y el control sobre la
comercialización ilegal.
Para el gobierno argentino, el costo que representa elegir este MANN, sería la
utilización de recursos escasos como lo son el tiempo, el conocimiento, la información
y el activo humano para redactar una nueva Ley de semillas. A su vez, el capital
invertido para captar estos recursos sería otro costo de esta mejor alternativa al
acuerdo negociado. Pertinente a Monsanto (Bayer) el costo que implica crear una
nueva Ley de Semillas, es perder la posibilidad de cobrar las regalías por su producto y
perder poder sobre la estructura del mercado nacional y transnacional de semillas de
soja RR.
Respecto a las partes negociadoras como lo son los ecologistas, los pequeños y
medianos agricultores, los costos que surgen ante una nueva Ley de Semillas, están
relacionados con la disminución o una fuerte modificación de su poder de negociación,
cabe resaltar que hubo experiencias anteriores, tales como la Ley de bosques
sancionada en el año 2007 la Ley de Emergencia territorial del 2006, que no lograron
captar el MANN de los grupos reseñados, al aplicarse de forma limitada.
Esta mejor alternativa al acuerdo negociado si bien parece ser resolutiva, traería como
consecuencias el quiebre de la relación entre el gobierno y Monsanto (Bayer), una
posible partida de la multinacional a otro país; este punto en particular ilustra uno
de los conceptos revisados en la materia, el cual es cómo las partes se necesitan
mutuamente y cómo el poder de negociación es limitado; puesto que si llegase a irse la
organización del país, eso implicaría la pérdida de múltiples puestos de trabajo y el
recrudecimiento de las condiciones socioeconómicas del país.
Por lo tanto, si Monsanto (Bayer) se retira del país (de acuerdo a la metodología de
Harvard asumiera un enfoque duro) se eliminaría cualquier posibilidad de negociación
y no lograria su interés principal; por lo tanto una reacción abrupta por una parte
posee implicaciones en las otras.
Una de las consecuencias de este MANN, es que el gobierno pierda credibilidad como
ente de control y de distribución de los recursos de forma equitativa, debido a que
este transfiere la responsabilidad a organismos multilaterales; relacionado a lo
anterior, otra consecuencia es que ninguna de las partes satisfagan sus intereses, con
la decisión final del organismo multilateral.
Intereses:
Los intereses de la firma y el estado están en sintonía con el concepto del “Arte de la
renta” expuesto por Harvey (2005), este concepto alude a la necesidad del capital de
adquirir algo único para generar valor. En el contexto del “agribusiness”, el valor
Tocante a los otros actores involucrados como la ONU y los ecologistas, sus intereses
son los que poseen mayor similitud, ambos tienen énfasis en la disminución del uso de
herbicidas y que las empresas agroquímicas (Monsanto-Bayer) asuman sus
responsabilidades, ante la comercialización masiva de agrotóxicos.
Los costos que posee este MANN para el gobierno argentino están ligados al tiempo,
tal como se reseñó en secciones anteriores, el poder responder a las demandas de los
diversos grupos involucrados, mediante estrategias conciliadoras requieren
inversiones intensivas en capital, tiempo y conocimiento. En cuanto a los actores, como
lo son los ecologistas y los agricultores de mediana y pequeña escala, es la
superposición de sus otras iniciativas, al tener un fuerte énfasis en el establecimiento
Entre las consecuencias que pueden surgir de este MANN, sería el quiebre absoluto de
las vías de comunicación entre las partes, si no se llegase a contemplar y a validar sus
intereses y aportes al proyecto de innovación tecnológica.
Monsanto:
Respecto a este punto, cabe destacar que sea cual sea la demanda o la “posición”, a las
partes involucradas en una negociación, les importa alcanzar un resultado que
satisfaga sus intereses subyacentes (Fisher, R. y Ertel, D., 1998).
● Este punto está vinculado con el interés del estado de no someterse ante
las acciones arbitrarias de Monsanto (Bayer), puesto que si el gobierno
formaliza y toma un rol más activo en el control de la comercialización
de las semillas; desaparecía el vínculo existente entre las lagunas legales
que poseen los derechos de propiedad intelectual y los controles
arbitrarios que hace Monsanto.
Un buen resultado debe encontrarse entre las mejores formas posibles de tratar con
los intereses divergentes. Cuando se habla de “opciones” se quiere decir acuerdos o
partes de un posible acuerdo. (Fisher, R. y Ertel, D., 1998).
Resulta relevante otorgar “valor” a las diferencias, reflexionando sobre las variables en
juego dentro de la negociación.
En este sentido, se considera que las diferencias facilitan la negociación y crean valor.
Respecto a este punto, es oportuno precisar que, se deben encontrar normas externas
que se puedan utilizar como si fueran una espada para persuadir a los demás de que
se les trata con justicia y además actúen como escudos que protegen de los “atracos”.
(Fisher, R. y Ertel, D., 1998).
3
Un buen resultado debe parecer mejor que cualquier otra alternativa que no se halle sobre la mesa de
negociaciones, mejor que las cosas que se puede hacer por sí mismos o con los otros. (Fisher, R. y Ertel,
D., 1998).
Asimismo, resulta de utilidad pensar en los procesos “imparciales” (suele ser más
conveniente sugerir formas de toma de decisiones antes que forzar una decisión).
Además, se debe preparar para ayudar a explicar el acuerdo (toda decisión en una
negociación debe ser explicada a alguien y es vital ofrecer los criterios válidos y
suficientes que justifiquen dicha decisión).
Asimismo, se debe tener en cuenta que una argumentación única para un acuerdo no
satisface a todos.
El acuerdo será justo para las partes siempre y cuando cumpla con criterios
persuasivos de justicia, es decir, con la normativa legal aplicable en la materia.
En este orden de ideas, se dictó la Resolución N° 141 de fecha 30 de marzo de 2021 del
Instituto Nacional de Semillas, publicada en el Boletín Oficial el 31 de marzo de 2021,
la cual en su Artículo 1° sustituye: “…el Artículo 1º de la Resolución Nº 207 del 23 de
junio del 2016 del INSTITUTO NACIONAL DE SEMILLAS, organismo descentralizado en
la órbita del ex - MINISTERIO DE AGROINDUSTRIA, el que quedará redactado de la
siguiente manera: ´Artículo 1º - Para la cosecha de soja Campaña 2020/2021, le serán
extraídas al productor o remitente DOS (2) muestras de grano en el primer punto de
entrega, para la verificación de la identidad varietal de la semilla y el cumplimiento del
Artículo 27 y concordantes de la Ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas N°
20.247´”.
Por otra parte, consideramos como otro criterio justo, las perspectivas a nivel
mundial acerca de la materia en cuestión. De este modo, puede resultar de utilidad,
comparar nuestro modelo agrario, nuestras normas y formas de ejercer el control, así
como también, las patentes, acerca de las semillas genéticamente modificadas,
respecto a los modelos implementados en el exterior; es decir, el análisis y el
desarrollo a nivel global acerca de estas nuevas tecnologías, y el uso del herbicida:
glifosato. Así, el criterio tomado en varios países del exterior propone una legitimidad
para avanzar con la reducción o erradicación del uso de los agroquímicos en la
Argentina.
5. Un compromiso inteligente
En este sentido, los intereses propios son siempre definidos en primer lugar, para
luego comprender en una segunda instancia, en qué medida estos intereses son
compatibles con los de la contraparte.
En este contexto, cabe destacar que un compromiso sólo tomará lugar si es de fácil
comprensión y puede ser verificado por ambas partes.
Por otra parte, el gobierno Argentino al comprometerse a llevar un registro sobre las
ventas de las semillas y así, Monsanto pueda cobrar las regalías, podría cobrar
impuestos a los agricultores que las utilizan y de esta manera, romper el vínculo que
actualmente existe entre los derechos de propiedad intelectual y los controles
arbitrarios por parte de Monsanto.
6. Buena Comunicación
En este sentido, se debe pensar, por adelantado, qué es lo que se quiere escuchar y
qué se va a decir en una negociación. (Fisher, R. y Ertel, D., 1998).
Para llevar adelante una comunicación efectiva, y por ende, una negociación
estratégica, se debe escuchar el mensaje completo y pensar cómo emitir mensajes
que la otra parte pueda oír y comprender, encontrándose en condiciones de tener una
comunicación de doble vía; es decir, la emisión y recepción efectiva de mensajes,
eliminando prejuicios y deteniendo el diálogo internos.
Tal y como sostiene Ury; (1993), “La negociación no se limita a la actividad de sentarse
formalmente a una mesa, uno frente a otro, a discutir un asunto contencioso: es una
actividad sin ceremonia ni protocolo en que usted se empeña cuando trata de
conseguir algo que necesita o desea de otra persona”. El subrayado nos pertenece
Al respecto, resulta de aplicación lo dicho por Ury; (1993), en cuanto a que: “Con cada
´sí´ que usted obtiene de su oponente, la tensión se reduce. A medida que usted
acumule asentimiento, aunque sea sólo con respecto a lo que el otro está diciendo,
crea un clima en que hay más probabilidad de que él diga sí a una propuesta
sustantiva”. (El subrayado nos pertenece) De este modo, con cada accionar del
gobierno que se aproximaba a los intereses de Monsanto, se fue acumulando
asentimiento, que permitió reducir la tensión entre ambos, tal y como se desarrollará
en este apartado.
Teniendo en cuenta que la Argentina fue el segundo país del mundo en el cual se liberó
la soja RR, facilitando el cultivo de soja en cantidades masivas, durante décadas, las
políticas de los distintos gobiernos no han hecho sino reafirmar la expansión del
agronegocio, a través de comunicados oficiales y promulgando resoluciones a fin de
regular el mercado de semillas. A su vez, la intervención estatal estuvo marcada por
diversos actores, entre ellos, organismos estatales como la Secretaría de
Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGPYA) y el Instituto Nacional de Semillas
(INASE), quienes sirvieron de apoyo a la política de gobierno.
En cuanto al avance en la siembra de variedades de soja RR, cabe destacar que, una
buena parte de las semillas sembradas había sido reproducida al amparo del derecho
de uso propio; mientras que, una porción no menor del mercado estaba constituida
por semillas de “bolsa blanca”, esto es, reproducidas ilegalmente para su venta, por lo
que no pagaban regalías a los obtentores, ni tampoco, consecuentemente, a
Monsanto. Así, el uso de semillas no certificadas volvió a expandirse a partir de 1996
(para el 2001, la venta ilegal de semillas ascendería a un 30 %).
En lo que respecta a esta primera fase, podemos destacar que, en marzo de 1996, la
SAGPYA aprobaría la comercialización de variedades que incorporan esta
De este modo, se puede observar que, en vez de haber una comunicación directa y
fluida entre las partes a fin de resolver el conflicto, Monsanto optó, en esta
primera etapa, por realizar alianzas manteniéndose al margen del mismo. Tal y como
sostiene Ury; (1993) “…recurra a los medios de comunicación para pedir cubrimiento y
editoriales de apoyo. Recurra a terceros para frenar los ataques. La presencia de un
tercero puede disuadir a su oponente de amenazar o atacar”, lo cual formó parte de la
estrategia de Monsanto. (El subrayado no obra en el original)
A mediados del 2003, con el nuevo gobierno de Néstor Kirchner), la SAGPYA promulgó
Por su parte, en alianza con Monsanto, los obtentores seguían presionando por
modificar la legislación en el seno de la Comisión Nacional de Semillas (CONASE), de la
cual emergería un proyecto de ley para adecuar la legislación argentina, implicando
mayores restricciones a la reproducción de semillas para uso propio (estableciendo
una limitación a la superficie sembrada), y también el pago de regalías; sin embargo,
este proyecto no prosperó.
En enero del 2004, Monsanto anunció que debido a la caída de sus ganancias
interrumpiría sus actividades en la Argentina vinculadas con el programa de
mejoramiento de variedades de soja y dejaría de vender semillas
Estos anuncios fueron interpretados como una nueva presión al gobierno para
establecer regulaciones más estrictas. Nuevos intentos por modificar la legislación
aplicable, implementando un nuevo sistema de regalías (regalías globales), tampoco
prosperó.
Paralelamente, tras amenazar con iniciar juicios en los países importadores de grano o
de sus derivados (donde sí poseía la patente) para cobrar regalías, la empresa inició
conversaciones con las asociaciones agrarias, en las que se proponía modificar la
forma de cobro: en lugar de cobrar por la reproducción de semillas para uso propio
buscaba hacerlo en las terminales portuarias al momento de embarcar el grano.
Por otro lado, nuevos intentos por llegar a un acuerdo con las entidades agrarias en
cuanto al cobro de regalías tecnológicas sobre la venta de grano, fueron fallidos, por lo
que Monsanto, advirtió que comenzaría a retener 3 US$/tn de soja al momento
del embarque por medio de los capitales exportadores.
Un nuevo anteproyecto de ley, el cual estipulaba siete años para el cobro de regalías,
fue presentado por la SAGPYA a principios del 2005, sin embargo, Monsanto rechazó
nuevamente los términos del proyecto. Así, encontrándose estancadas las
negociaciones, volvió a amenazar con iniciar acciones legales en países de la Unión
Europea. Por su parte, la SAGPYA comenzó a buscar apoyo entre sus pares del Cono
Sur para rechazar de manera conjunta el intento por cobrar sobre la venta de granos,
lo cual se terminó logrando.
En este contexto, teniendo que ninguna de las negociaciones llevadas a cabo por
Monsanto con el Gobierno Nacional, así como también, con las entidades agrarias,
resultaron exitosas, se puede observar una gran falla en la comunicación. Esto puede
deberse a varios motivos, las presiones e influencias de los actores secundarios y
grupos de poder (entidades agrarias), del contexto (cada vez que asume un nuevo
gobierno, cambian las políticas y sus dirigentes), y los roles de cada parte negociadora:
el gobierno nacional, quien obra en defensa de intereses de orden público, y la
empresa multinacional que defiende sus propios intereses (privados) de obtener la
patente y cobrar libremente las regalías.
Cabe remarcar también, que los intentos del gobierno nacional de negociar con
Monsanto, por lo general, se dieron tras las amenazas y presiones que ejercía esa
empresa contra aquél, es decir, una vez que el conflicto ya había escalado a otro nivel
de complejidad y/o de gravedad. Por lo tanto, si las partes en una negociación no
están realmente abiertas al diálogo, como observamos en este caso, difícilmente
se pueda arribar a un acuerdo en la negociación. Asimismo, consideramos que:
“creer saber a la perfección lo que la otra parte piensa y siente” (Ury; 1993) es lo que
pudo haber estado ocurriendo en el caso en cuestión, motivo por el cual los
anteproyectos de ley no prosperaron, debido a no satisfacer los intereses y
necesidades de las partes. A su vez, se puede observar una posición dura por parte de
Monsanto, ya que difícilmente cedía y colaboraba ante las pretensiones de la otra
parte, a fin de lograr un acuerdo.
En este sentido, resulta aplicable lo que sostiene Ury; (1993) en cuanto a que:
“Amenazar es anunciar la intención de lesionar, perjudicar o castigar al oponente.
Hasta este momento, el accionar del gobierno había resultado fundamental para hacer
frente a las pretensiones de Monsanto, sin embargo, a partir del 2012, el escenario
comenzó a cambiar a favor de esta empresa. Argentina había logrado patentes
propias y anticipado la instalación de una planta de procesamiento en la provincia de
Córdoba, lo que significaba que Monsanto volvería a invertir en el país.
En este contexto, el conflicto adquiriría una nueva dinámica. Sin embargo, los
intentos por llevar el anteproyecto al Congreso, no pudieron prosperar.
El último episodio del conflicto tuvo lugar a mediados del 2016, cuando el gobierno de
Macri envió al Congreso un proyecto de ley para modificar la LS, a partir de la
regulación de dos aspectos principales: por una parte, el pago de la propiedad
intelectual se agotaría en la semilla (esto es, en su compra o reproducción) y sería
efectuado únicamente a los obtentores; por otra parte, permitían reproducir semilla
para uso propio al 80 % del total de agricultores, lo que significaba que hasta el 60 %
de la producción podría pagar regalías. Cabe destacar, asimismo, que el proyecto
establecía que el pago de regalías sobre la semilla sería de “orden público”.
Se trata de un proyecto mucho menos restrictivo respecto del que había sido
formulado en el 2012, de manera tal que la CRA lo calificó de “interesante”, mientras
que la FAA señaló: “el uso propio es más acotado de lo que proponemos”, sin
rechazarlo por completo. En cuanto a la Asociación de Semilleros Argentinos, no
lograron modificar el proyecto acorde a sus propuestas, y acabaron por rechazarlo con
críticas al gobierno, argumentando tanto su carácter “inconstitucional” como el hecho
de que no promovería la venta legal de semillas ni mecanismos fiables de control. Si
bien este proyecto fue presentado en el Congreso a mediados de octubre de
2016, ni éste ni otros introducidos en fecha similar llegaron a ser discutidos.
En este contexto, se puede observar una comunicación mucho más fluida entre
Monsanto y el Gobierno en esta segunda fase de conflicto. Esto se debió a que la
política de gobierno resultó ser favorable para Monsanto, por lo que no tuvo necesidad
de recurrir a las amenazas y a las advertencias como en el primer período del conflicto.
Sin embargo, la dinámica del conflicto se modificó no sólo por dicho motivo, sino que
también, influyó la estrategia de Monsanto de colocarse en una posición mucho
más favorable: ya que la amenaza de no comercializar localmente dicha tecnología,
llevaría a la Argentina a competir por la exportación de granos y derivados de soja. Es
así como, la representación de la fracción más concentrada de la clase terrateniente,
encarnada en la SRA, como la cabeza del propio gobierno nacional comenzaron a
mostrarse más dispuestos que antes a hacer concesiones.
Por otro lado, en cuanto a Monsanto, se puede observar que ha utilizado medios de
comunicación masiva como, por ejemplo, la web para realizar sus comunicados
oficiales. Así, antes de la adquisición por parte de Bayer, Monsanto afirmó en un sitio
web que el glifosato es “aproximadamente la mitad de tóxico que la sal de mesa y más
de 10 veces menos tóxico que la cafeína”. De este modo, ha sostenido la aprobación
del compuesto por parte de agencias reguladoras en todo el mundo, incluso Australia,
Canadá, la Unión Europea, Japón y los EE.UU, así como también, reafirmado la postura
de muchos agricultores que se encuentran a favor del glifosato por su efectivo uso en
campo. Cabe aclarar la importancia de las semillas, ya que, su posesión, reproducción
y comercio define la soberanía alimentaria de un país.
Los anuncios de Monsanto -y luego, de Bayer- se han dado por lo general a través de
las noticias y/o páginas oficiales de la compañía, como, por ejemplo, cuando el
Así, los diversos intentos del gobierno (tanto de Cristina Kirchner como de Macri)
por modificar la denominada Ley de Semillas, favoreciendo el poder de las
multinacionales para el control de la comercialización de estas, prohibiendo su uso
libre y gratuito, favorecería a Monsanto, demostrando un acercamiento a sus
intereses, que le permitiría cerrar el conflicto latente; en noviembre de 2018, esta ley
obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados.
Respecto a este punto, cabe destacar que, las negociaciones más importantes se
realizan con personas o instituciones con las cuales se ha negociado antes, debido a
que las partes ya se conocen.
No obstante ello, aunque en toda negociación sea mejor mantener una buena relación
antes que llegar al enfrentamiento, es importante tener en cuenta que en
determinadas situaciones hay que evaluar la importancia de la relación, sobre todo
cuando el principal objetivo es el cierre de la operación con las mejores condiciones
para uno mismo (Sáez, 2005).
Hacia principios del 2010 y hasta la década actual, el conflicto inició una segunda fase
en la que se evidencia una marcada transformación en el accionar del gobierno,
que ya no fue capaz de contener los embates de Monsanto. Así, la empresa logró
imponer un esquema de regalías adecuado a sus propósitos.
No obstante ello, cabe remarcar, que la duración del conflicto (casi tres décadas), así
como también, los diversos actores intervinientes en el mismo, han desgastado a
las partes. Las amenazas, advertencias y las presiones ejercidas por Monsanto, llevó a
enfrentamientos con el gobierno nacional en torno a la disputa en cuestión. Dicho
puede verse reflejado en la cantidad de intentos y negociaciones para reformar la Ley
de Semillas que no prosperaron.
Este cambio en el accionar del gobierno nacional, y los intentos por modificar la
legislación aplicable en la materia, reafirmando la expansión del agronegocio, ha
permitido que ambas partes se abrieran al diálogo y al consenso. Sin embargo, los
intentos por lograr un acuerdo, no fueron suficientes, dejando latente el conflicto, ya
que, ninguno de los proyectos de Ley propuestos, han sido discutidos (a la fecha) por
ambas Cámaras del Congreso Nacional.
Así, con miras a lograr un acuerdo definitivo entre las partes, proponemos mejorar la
comunicación entre ellas, y construir una buena relación, que sea constante en el
tiempo, para que permita no sólo llevar adelante una negociación exitosa en la
actualidad, sino también, cumplir los términos del posible acuerdo en armonía. Sólo
así, podrán abordar la temática en cuestión (y futuros debates) en buenos términos,
manteniendo una relación duradera en el tiempo, que les permita ampliar las opciones
que satisfagan sus intereses en torno a la expansión del agronegocio en la Argentina.
Corto plazo:
● Revisar las deficiencias del proceso comunicacional, con el fin de proponer una
agenda de negociación más abarcativa.
● Enmarcar los futuros debates del conflicto sobre la base de una agroindustria
sostenible y rentable.
Mediano plazo:
● Procurar llevar adelante una negociación colaborativa, que les permita a las
partes arribar a un acuerdo: ganar-ganar.
Largo plazo:
● Derogar la Ley de Semillas y reemplazarla por una nueva ley que regule de
forma más abarcativa y clara el uso del glifosato y la comercialización de las
semillas en el mercado local y transnacional.
Conclusiones
Así, pudimos detectar que los actores involucrados directamente en este conflicto, a
parte de la empresa Monsanto (Bayer) -demandada en reiteradas oportunidades
debido a su actividad- son: el Gobierno Argentino, así como también, los grandes y
pequeños agricultores, diversas ONGs y grupos ecologistas; principalmente, la ONU,
quien defiende los derechos humanos y exige a las empresas de agroquímicos que se
responsabilicen por las consecuencias de su actividad, ya que repercute negativamente
De este modo, para llevar a cabo una negociación exitosa se deberán tener en cuenta
las habilidades comunicacionales y de negociación. Principalmente, los siete elementos
de una negociación colaborativa, a fin de arribar a un acuerdo ganar/ganar entre las
partes involucradas.
En este sentido, el presente trabajo identificó que las fallas en el proceso comunicativo
de las partes (que se definen por ser “una actividad sin ceremonia ni protocolo”) es
uno de los principales ejes del conflicto, dado que las acciones comunicativas no han
servido a los propósitos de aceptar las diferencias, crear relaciones de confianza y de
llegar a un acuerdo mutuo.
Las brechas comunicacionales de este conflicto están relacionadas con las dificultades
en la toma de decisiones, ya que las partes no cuentan con la información y con la
capacidad para identificar obstáculos en la negociación para crear relaciones
mutuamente beneficiosas. Las principales partes involucradas de este conflicto,
emprendieron acciones tácticas encaminadas a obtener resultados individuales.
Asimismo, tal como se abordó a lo largo del presente trabajo, las partes tienen una
Bibliografía
● Belada, A.P. (2017). Regulación de los agroquímicos en la argentina: hacia una ley general de
presupuestos mínimos regulatorios. Repositorio del Departamento de Derecho, Universidad de San
Andrés. Disponible en línea:
https://repositorio.udesa.edu.ar/jspui/bitstream/10908/15623/1/%5BP%5D%5BW%5D%20T.%20G.
%20Abo.%20Paz%20Belada%2C%20Alejandro.pdf
● Bronstein, H (2011). “Monsanto firma pacto con agricultores Argentina por transgénicos”, Reuters.
Recuperado de:
https://www.reuters.com/article/granos-argentina-regalias-idARN0715122820110607
● Cámara de Diputados de la Nación Argentina. (2006) CONFLICTO SUSCITADO ANTE LA PRETENSIÓN
DE LA EMPRESA MONSANTO DE COBRAR REGALÍAS POR EXPORTACIONES DE HARINA, POROTOS DE
SOJA. EXPRESAR APOYO A LAS ESTRATEGIAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO NACIONAL. Proyecto
de Resolución. (Expediente 0443-D-2006) Disponible en línea:
https://www.hcdn.gob.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=0443-D-2006
● Carta de las Naciones Unidas. Propósitos (Art. 1°). Disponible en línea:
https://www.un.org/es/about-us/un-charter
● Centenera, M. (2016). “Argentina pone fin al conflicto con Monsanto por el control de la soja
transgénica”, El País. Recuperado de:
https://elpais.com/economia/2016/06/23/actualidad/1466707698_720893.htm
● Elver H. & Pūras, D. (2018). “La sentencia de Monsanto, una ´victoria para los derechos humanos´.
Noticias ONU -Mirada Global, Historias Humanas. Sección Derechos Humanos. 15/08/2018.
Disponible en línea: https://news.un.org/es/story/2018/08/1439712
● Fischer R., Ury W., Patton B. (1991). “SI de acuerdo! Como negociar sin ceder”. Editorial Colombia
Nueva Ltda. Quinta reimpresión. 123 p.
● Fisher R. y Ertel D. (1998) “Si... de acuerdo! En la Práctica”. Colombia; Editorial Norma.
● Fragale, A. R. (2005), “Choosing the Path to Bargaining Power: An Empirical Comparison of BATNAs
and Contributions in Negotiation”. Journal of Applied Psychology. Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/7966113_Choosing_the_Path_to_Bargaining_Power_An_E
mpirical_Comparison_of_BATNAs_and_Contributions_in_Negotiation
● Girardi E., (2021). “Comunicación y Negociación”. Material del curso: “Introducción a la
Negociación”. Maestría en Negocios Internacionales. Universidad de Ciencias Empresariales y
Sociales (UCES).
● Girardi E., (2021). “Consideraciones acerca del negociar”. Material del curso: “Introducción a la
Negociación”. Maestría en Negocios Internacionales. Universidad de Ciencias Empresariales y
Sociales (UCES).
● Girardi E., (2021). “Negociación colaborativa: siete elementos”. Material del curso: “Introducción a
la Negociación”. Maestría en Negocios Internacionales. Universidad de Ciencias Empresariales y