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HORA SANTA “CORPUS CHRISTI”


“Jesucristo: Palabra de vida eterna”
Monición: Hermanos y hermanas hoy nos hemos reunido en actitud de adoración, ante el
sacramento admirable de la Eucaristía, por el cual Cristo permanece realmente presente entre
nosotros. Que nuestra plegaria de esta noche nos ayude a comprender más y más el don que
él Señor nos ha hecho de su Cuerpo y de su Sangre, para que siempre que participemos del
convite pascual, seamos conscientes de la gracia que se nos da.
OFRECIMIENTO
Lector. Iniciamos esta Hora Santa En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos. Amén.
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Decimos todos: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el
fuego de tu amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.
TODOS: Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser tu quien eres y
porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. Quiero y
propongo firmemente enmendarme y confesarme a su tiempo. Ofrezco cuanto bueno hiciere
en satisfacción de mis pecados. Confió en tu bondad y misericordia, que me perdonaras y me
darás gracia para nunca más pecar. AMEN
-CANTO-
PRIMER MOMENTO “JESÚS PAN DE SALVACIÓN”
Monitor: La Palabra de Dios nos guíe en este encuentro personal con Jesús, Palabra hecha
carne y alimento para el hombre. Escuchemos.
Lector: De la Epístola a los Efesios: (1, 3-10) “Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor
Jesucristo que nos ha bendecido en él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos
eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus
ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus
hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su
Hijo amado. Pues por Cristo, por su Sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los
pecados. Él ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia, con toda sabiduría e
inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan que había
proyectado realizar por Cristo, cuando llegara la plenitud de los tiempos: hacer que todas las
cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza”. Palabra de Dios. Todos: Te
alabamos, Señor
Meditación. Salmo 144.
Todos: Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
Que te alaben, Señor, todas tus obras, y que todos tus fieles te bendigan; que proclamen la
gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas.
Todos: Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
Todos vuelven sus ojos hacia ti y les das, a su tiempo, la comida. Abres tu mano generosa y
colmas de favores toda vida.
Todos: Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos
de aquellos que lo buscan, muy cerca está el Señor de quien lo invoca.
Todos: Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
-CANTO-
SEGUNDO MOMENTO “PAN BAJADO DEL CIELO”
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Monitor: Señor Jesucristo, el manso y humilde de Corazón, hoy quieres que te tributemos un
honor espléndido, digno de tu majestad infinita. Lo que en el Jueves Santo nos impiden hacer
las lágrimas por tu Pasión, hoy se nos convierte en gozo desbordante. Nosotros queremos
agradecerte en este día el amor inmenso que te movió en la Última Cena a quedarte
Sacramentado hasta el fin del mundo. Aquí estamos, Señor, mirándote, amándote, y unidos a
toda la Iglesia que hoy te aclama jubilosa.

LECTOR: Jesús, Dios cercanísimo que moras entre nosotros.


TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, Pan de los Ángeles, hecho Pan de los hombres.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, Amor de los amores, Dios que estás aquí.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, manso y humilde, que aceptas nuestros homenajes.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, desconocido del mundo y vivo para los creyentes.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, Hostia pura de nuestros Altares.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, alimento nuestro en la comunión.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, Amigo nuestro en la intimidad de tu Sagrario.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, Rey amoroso en el esplendor de nuestras Custodias.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, que gozas con nuestras flores y nuestros cantos.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, reconocido por la fe viva que nos infundes.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!
LECTOR: Jesús, a quien esperamos ver sin velos en la Gloria.
TODOS: ¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!

TODOS: Que en este admirable Sacramento te has quedado presente Tú mismo para que nos
sea un imposible olvidarnos de ti. Haz que yo viva pendiente de tu presencia adorable, para
corresponder con amor al amor inmenso que has derrochado al darte en Pan de Vida y al
hacerte el compañero de nuestra peregrinación.

LECTOR: Madre María en cuyo seno se amasó el Pan celestial que ahora nos comemos en la
Comunión. Tú, que en la primitiva Iglesia eras comensal asidua cuando los Apóstoles de Jesús
partían el Pan, enséñame a tener hambre de este manjar del Cielo y a hacer compañía al Jesús
que está en el Sagrario.

-CANTO-

PLEGARIA A JESUCRISTO EUCARISTÍA

LECTOR 1: La noche en la que fue entregado, nuestro Salvador celebró la Última Cena y confió
a la Iglesia el memorial de su muerte y resurrección, para que lo celebrara perennemente,
hasta su venida. A la luz de este gran misterio, dirijamos a Cristo nuestra oración.

LECTOR 2: Padre Dios, creemos que eres creador de todas las cosas y que te nos has hecho
cercano en el rostro de tu Hijo, concebido de María Virgen por obra del Espíritu Santo, para ser
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nuestra condición y garantía de vida eterna. Creemos, Padre providente, que por la fuerza de
tu Espíritu, el pan y el vino se transforman en el cuerpo y la sangre de tu Hijo, flor de harina
que aligera el hambre del camino.

LECTOR 1: Creemos, Señor Jesús, que tu Encarnación se prolonga en la simiente de tu cuerpo


Eucaristía, para dar de comer a los hambrientos de luz y de verdad, de amor y de perdón, de
gracia y salvación.

LECTOR 2: Creemos que en la Eucaristía te prolongas en la historia, para alimentar la debilidad


del peregrino, y el sueño del que anhela dar fruto en su trabajo. Sabemos que en Belén, la
«Casa del Pan», el Padre Eterno nos regaló, en el vientre de María Virgen, el pan que ofrece a
los hambrientos de infinito.

LECTOR 1: Creemos, Jesús Eucaristía, que estás real y verdaderamente presente en el pan y el
vino consagrados, prolongando tu presencia salvadora y ofreciendo a tus ovejas pastos
abundantes y aguas claras.

LECTOR 2: Creemos que los ojos se engañan al ver pan y nuestra lengua se equivoca al probar
vino, porque estás Tú todo entero, ofrecido en sacrifico y dando vida al mundo, de Paraíso
siempre hambriento.

LECTOR 1: Aquella noche del Cenáculo, al tomar, Señor, el pan y el vino entre tus manos,
estabas ofreciéndolos a todos, por los años y siglos infinitos.

LECTOR 2: Contigo, Cordero de la Alianza, se elevan en cada altar, donde te ofreces al Padre,
los frutos de la tierra y del trabajo del hombre, la vida del creyente, la duda del que busca, la
sonrisa de los niños, los proyectos de los jóvenes, el dolor de los que sufren y la ofrenda del
que da y se da a sus hermanos.

-CANTO-

PRECES POR LOS SACERDOTES

 A nuestro Santísimo Padre el Papa, Dale Señor tu corazón de Buen Pastor.

 A los sucesores de los Apóstoles, Dales Señor, solicitud paternal por sus sacerdotes.

 A los Obispos puestos por el Espíritu Santo, Compromételos con sus ovejas, Señor.

 A los párrocos, Enséñales a servir y a no desear ser servidos, Señor.

 A los confesores y directores espirituales, Hazlos Señor, instrumentos dóciles de tu


Espíritu.

 A los que anuncian tu palabra, Que comuniquen espíritu y vida, Señor.

 A los asistentes de apostolado seglar, Que lo impulsen con su testimonio, Señor.

 A los que trabajan por la juventud, Que la comprometan contigo, Señor.

 A los que trabajan entre los pobres, Haz que te vean y te sirvan en ellos, Señor.

 A los que atienden a los enfermos, Que les enseñen el valor del sufrimiento, Señor.

 A los sacerdotes pobres, Socórrelos, Señor.

 A los sacerdotes enfermos, Sánalos, Señor.

 A los sacerdotes ancianos, Dales alegre esperanza, Señor.

 A los tristes y afligidos, Consuélalos, Señor.


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 A los sacerdotes turbados, Dales tu paz, Señor.

 A los que están en crisis, Muéstrales tu camino, Señor.

 A los calumniados y perseguidos, Defiende su causa, Señor.

 A los sacerdotes tibios, Inflámalos, Señor.

 A los desalentados, Reanímalos, Señor.

 A los que aspiran al sacerdocio, Dales la perseverancia, Señor.

 A todos los sacerdotes, Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia, Señor.

 A todos los sacerdotes, Dales obediencia y amor al Papa, Señor.

 A todos los sacerdotes, Que vivan en comunión con su Obispo, Señor.

 Que todos los sacerdotes, Sean uno como Tú y el Padre, Señor.

 Que todos los sacerdotes, Promuevan la justicia con que Tú eres justo.

 Que todos los sacerdotes, Colaboren en la unidad del presbiterio, Señor.

 Que todos los sacerdotes, llenos de Ti, vivan con alegría en el celibato, Señor.

 A todos los sacerdotes, Dales la plenitud de tu Espíritu y transfórmalos en Ti, Señor.

 HACEMOS LA ORACION POR LAS VOCACIONES

ORACION FINAL:

Creo, Jesús mío, que estáis en el Santísimo Sacramento del Altar, tan real y
verdaderamente como estabais en Belén, como estabais en la cruz y como
estáis ahora en el cielo. Espero en Vos, que sois poderoso y bueno, para
santificar mi alma y salvarme. Os amo con todo mi corazón, porque sois la
Bondad infinita, digno de ser amado de todas las criaturas del Cielo y de la
tierra; y me habéis amado hasta derramar vuestra sangre y dar vuestra vida en
la cruz por mi.

Vengo aquí a buscar un refugio contra la corrupción del mundo. En el mundo


todo es falsedad y mentira; vengo a Vos que sois la Verdad eterna. Te
encomendamos nuestro país Guatemala que está lleno de abismos de
iniquidad; vengo a Vos que sois el único Camino de la felicidad. En el mundo
todo es sensualidad y pecado; vengo a Vos que sois Vida y Santidad de las
almas. ¡Dadle luz a nuestro pueblo, Señor! Para que luchemos por la dignidad
de las personas y por la justicia y la paz que nuestras familias necesitan. Ayuda a
nuestro país a salir de la oscuridad de la corrupción e impunidad y fortalece la
vida de quienes lucha dia a dia por instaurar una sociedad en valores de tu
reino, todo te lo pedimos a ti que vive y reinas por los siglos de los siglos. Amen.
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QUINTO MOMENTO “CORDERO BAJADO DEL CIELO”

MONITOR: Sacramento de la caridad, la Santísima Eucaristía es el don que

Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada

hombre. En este admirable Sacramento se manifiesta el amor «más grande»,

aquel que impulsa a «dar la vida por los propios amigos». En efecto, Jesús

«los amó hasta el extremo». Con esta expresión, el evangelista presenta el

gesto de infinita humildad de Jesús: antes de morir por nosotros en la cruz,

ciñéndose una toalla, lava los pies a sus discípulos. Del mismo modo, en el

Sacramento eucarístico Jesús sigue amándonos «hasta el extremo», hasta

el don de su cuerpo y de su sangre.

LECTOR: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo

resucitaré el ultimo día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre

verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en Mí,

Y yo en él". "Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el

Padre, también el que me coma vivirá por mí". Palabra de Dios

(Jn 6, 48-57)

LECTOR. Te doy gracias, Jesús, mi Dios y Redentor, por haber venido al

mundo para salvarnos; por instituir el admirable Sacramento de la Eucaristía

y quedarte con nosotros hasta el fin del mundo.

TODOS: Te adoramos cordero de Dios

LECTOR. Te doy gracias por haber ocultado bajo las especies eucarísticas

tu infinita Majestad y Hermosura, cuya contemplación hace las delicias de

los ángeles. Así me inspiras confianza para acercarme al trono de tu

Misericordia.

TODOS: Te adoramos cordero de Dios

LECTOR. Te doy gracias, Jesús mío, porque te me das a Ti mismo en el

Santísimo Sacramento y tanto lo enriqueces con el tesoro de tu amor que

no hay otro don mayor para mí.


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TODOS: Te adoramos cordero de Dios

LECTOR. Te doy gracias por haberte hecho alimento para mí y ofrecerte

constantemente en sacrificio a tu eterno Padre por mi salvación.

TODOS: Te adoramos cordero de Dios

LECTOR. Te doy gracias a ti Dios y Sacerdote, por ofrecerte a ti mismo

como sacrificio diariamente sobre nuestros altares en adoración y homenaje

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a la Santísima Trinidad, perfeccionando nuestra pobre y defectuosa

adoración.

TODOS: Te adoramos cordero de Dios

LECTOR. Te doy gracias por actualizar aquí diariamente el sacrificio de la

Cruz ofrecido en el Calvario, así satisfaces por nosotros, pobres pecadores,

a la Divina Justicia.

TODOS: Te adoramos cordero de Dios

LECTOR. Te doy gracias, Jesús amadísimo, por haberte hecho la Víctima

inapreciable que merece plenitud de favores celestiales. Despierta en mi tal

confianza que desciendan gracias cada vez más abundantes y fructuosas

sobre mi alma. Te vivo agradecido por ofrecerte a ti mismo en acción de

gracias a Dios por todos los beneficios espirituales y temporales que Él me

ha otorgado.

TODOS: Te adoramos cordero de Dios

LECTOR. En unión con tu propio ofrecimiento en el santo Sacrificio de la

Misa te pido esta gracia particular concédemelo, si es conforme a tu Santa

Voluntad. Quiero también recibir de Ti la gracia de perseverar en tu amor y

servicio fielmente, una santa muerte y la eternidad contigo en el Cielo.

Amén.

-CANTO-

PLEGARIA A JESUCRISTO EUCARISTÍA

LECTOR 1: La noche en la que fue entregado, nuestro Salvador celebró la

Última Cena y confió a la Iglesia el memorial de su muerte y resurrección,

para que lo celebrara perennemente, hasta su venida. A la luz de este gran

misterio, dirijamos a Cristo nuestra oración.


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LECTOR 2: Padre Dios, creemos que eres creador de todas las cosas y

que te nos has hecho cercano en el rostro de tu Hijo, concebido de María

Virgen por obra del Espíritu Santo, para ser nuestra condición y garantía de

vida eterna.

Creemos, Padre providente, que por la fuerza de tu Espíritu, el pan y

el vino se transforman en el cuerpo y la sangre de tu Hijo, flor de harina que

aligera el hambre del camino.

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LECTOR 1: Creemos, Señor Jesús, que tu Encarnación se prolonga en la

simiente de tu cuerpo Eucaristía, para dar de comer a los hambrientos de

luz y de verdad, de amor y de perdón, de gracia y salvación.

LECTOR 2: Creemos que en la Eucaristía te prolongas en la historia, para

alimentar la debilidad del peregrino, y el sueño del que anhela dar fruto en

su trabajo. Sabemos que en Belén, la «Casa del Pan», el Padre Eterno nos

regaló, en el vientre de María Virgen, el pan que ofrece a los hambrientos

de infinito.

LECTOR 1: Creemos, Jesús Eucaristía, que estás real y verdaderamente

presente en el pan y el vino consagrados, prolongando tu presencia

salvadora y ofreciendo a tus ovejas pastos abundantes y aguas claras.

LECTOR 2: Creemos que los ojos se engañan al ver pan y nuestra lengua

se equivoca al probar vino, porque estás Tú todo entero, ofrecido en

sacrifico y dando vida al mundo, de Paraíso siempre hambriento.

LECTOR 1: Aquella noche del Cenáculo, al tomar, Señor, el pan y el vino

entre tus manos, estabas ofreciéndolos a todos, por los años y siglos

infinitos.

LECTOR 2: Contigo, Cordero de la Alianza, se elevan en cada altar, donde

te ofreces al Padre, los frutos de la tierra y del trabajo del hombre, la vida

del creyente, la duda del que busca, la sonrisa de los niños, los proyectos

de los jóvenes, el dolor de los que sufren y la ofrenda del que da y se da a

sus hermanos.

-CANTO-

PRECES POR LOS SACERDOTES

 A nuestro Santísimo Padre el Papa, Dale Señor tu corazón de Buen


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Pastor.

 A los sucesores de los Apóstoles, Dales Señor, solicitud paternal por

sus sacerdotes.

 A los Obispos puestos por el Espíritu Santo, Compromételos con sus

ovejas, Señor.

 A los párrocos, Enséñales a servir y a no desear ser servidos, Señor.

 A los confesores y directores espirituales, Hazlos Señor, instrumentos

dóciles de tu Espíritu.

 A los que anuncian tu palabra, Que comuniquen espíritu y vida,

Señor.

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 A los asistentes de apostolado seglar, Que lo impulsen con su

testimonio, Señor.

 A los que trabajan por la juventud, Que la comprometan contigo,

Señor.

 A los que trabajan entre los pobres, Haz que te vean y te sirvan en

ellos, Señor.

 A los que atienden a los enfermos, Que les enseñen el valor del

sufrimiento, Señor.

 A los sacerdotes pobres, Socórrelos, Señor.

 A los sacerdotes enfermos, Sánalos, Señor.

 A los sacerdotes ancianos, Dales alegre esperanza, Señor.

 A los tristes y afligidos, Consuélalos, Señor.

 A los sacerdotes turbados, Dales tu paz, Señor.

 A los que están en crisis, Muéstrales tu camino, Señor.

 A los calumniados y perseguidos, Defiende su causa, Señor.

 A los sacerdotes tibios, Inflámalos, Señor.

 A los desalentados, Reanímalos, Señor.

 A los que aspiran al sacerdocio, Dales la perseverancia, Señor.

 A todos los sacerdotes, Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia, Señor.

 A todos los sacerdotes, Dales obediencia y amor al Papa, Señor.

 A todos los sacerdotes, Que vivan en comunión con su Obispo,

Señor.

 Que todos los sacerdotes, Sean uno como Tú y el Padre, Señor.

 Que todos los sacerdotes, Promuevan la justicia con que Tú eres

justo.

 Que todos los sacerdotes, Colaboren en la unidad del presbiterio,

Señor.

 Que todos los sacerdotes, llenos de Ti, vivan con alegría en el

celibato, Señor.

 A todos los sacerdotes, Dales la plenitud de tu Espíritu y

transfórmalos en Ti, Señor.

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES


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¡Oh Jesús! Pastor eterno de las almas, dígnate mirar con ojos de

misericordia a tu pueblo amado. ¡Señor! danos vocaciones, danos

sacerdotes, religiosos y consagrados santos. Te lo pedimos por la

Inmaculada Virgen María tu dulce y Santa Madre. ¡Oh Jesús!, danos

sacerdotes, religiosos y consagrados según tu corazón.

-CANTO-

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MONITOR. Gracias, Jesús mío, por la bondad con que nos habéis recibido

y permitido gozar de vuestra presencia y compañía amorosas.

Volvemos a nuestras ocupaciones. Nuestro corazón queda contigo. En

nuestro trabajo y en nuestros descansos nos acordaremos de Ti, y

procuraremos vivir con la dignidad que merece vuestra amistad divina.

Danos vuestra bendición y concédenos todas las gracias, que necesitamos,

para amarte y servirte con la mayor fidelidad. Bendice, Señor, a nuestro

Santísimo Padre el Papa, vuestro Vicario en la tierra; ilumínale, santifícale y

líbrale de todos sus enemigos. Bendice a vuestra Iglesia Santa y haced que

su luz brille en todas las naciones; y que los paganos conozcan y adoren al

único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.

LECTOR: Señor Jesús, tus nos has prometido habitar siempre con

nosotros. Tú verdaderamente llamaste a todos los cristianos a acercarse y

compartir tu Cuerpo y tu Sangre. Pero nuestros pecados nos han dividido y

no está en nuestro poder compartir juntos la Santa Eucaristía. Nosotros

confesamos nuestro pecado y te pedimos: perdónanos y ayúdanos a tomar

los caminos de la reconciliación según tu voluntad. A M E N

ORACIÓN FINAL

Señor mío, Jesucristo, por el amor que tienes a los seres humanos invitas y

recibes, noche y día, a los que quieren visitarte.

Reconozco, lleno de fe, tu presencia entre nosotros.

Te adoro desde la fragilidad de mi existencia.

Te doy gracias por el don de tu persona en este sacramento

y por la oportunidad de venir a visitarte.

He venido hasta ti, Señor, para agradecerte este don precioso de la

eucaristía; para compensar en algo las desatenciones que recibes;

y porque deseo adorarte en todos los templos y capillas del mundo dónde

esperas que muchos te visiten. Jesús mío, te amo con todo mí ser.

Me arrepiento porque no siempre he hecho lo que es de tu agrado.

Si me ayudas con tu gracia podré vivir en actitud de sincera conversión y

vencer todas las tentaciones. Por eso me consagro plenamente a ti y pongo

en tus manos mi vida, mis proyectos, las personas que amo y todo cuanto

tengo.
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-CANTO-

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