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LA POSVERDAD

Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y
emociones con el fin de influir en la opinión pública y en 
actitudes sociales. 
Posverdad o mentira emotiva es un neologismo que describe la
distorsión deliberada de una realidad en la que los hechos
objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las
emociones y a las creencias personales, con el fin de crear y
modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales.45
En cultura política, se denomina política de la
posverdad (o política pos factual) a aquella en la que el debate
se enmarca en apelaciones a emociones desconectándose de los
detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de
puntos de discusión en los cuales las réplicas fácticas los hechos
son ignoradas. La posverdad difiere de la tradicional disputa
y falsificación de la verdad, dándole una importancia
«secundaria». Se resume como la idea según la cual «el que algo
aparente ser verdad es más importante que la propia verdad».
Para algunos autores la posverdad es
sencillamente mentira (falsedad) o estafa encubiertas con el
término políticamente correcto de «posverdad», expresión que
ocultaría la tradicional propaganda política o el uso de
las relaciones públicas como instrumento de manipulación.
“La posverdad busca distorsionar la verdad y ponernos en contra
unos con otros”
¿Cómo opera?
Varias tendencias en el ámbito de los medios de comunicación
han sido culpadas por el aumento de la percepción de la
posverdad con la falta de rigor y sensibilidad. La confianza en las
principales instituciones, incluidas las estructuras
gubernamentales y de los principales medios de comunicación, ha
alcanzado mínimos históricos en países de todo el mundo. Se ha
sugerido que bajo estas condiciones los medios de noticias luchan
para ganar tracción ante un público más amplio, y, entonces, los
políticos recurren a mensajes cada vez más drásticos.
Los medios sociales añaden una dimensión adicional, ya que las
redes que los usuarios crean pueden convertirse en cámaras de
eco (posiblemente acentuadas por la burbuja de filtro) donde
domina un único punto de vista político y el escrutinio de las
reivindicaciones falla, permitiendo la existencia de un ecosistema
mediático paralelo de sitios web, editoriales y canales
informativos que terminan repitiendo afirmaciones posfácticas sin
refutación. En este entorno, las campañas negativas basadas en
técnicas de posverdad pueden ignorar los controles de veracidad
de los hechos o desestimarlos como motivados por prejuicios.
Muchos medios de noticias están obligados por las normas para
garantizar imparcialidad. En algunos casos, esto conduce a un
balance falso donde los puntos de vista de las minorías reciben un
énfasis indebido y las exageraciones o mentiras contadas durante
las campañas políticas no son adecuadamente cuestionadas.
Los ciclos de noticias de veinticuatro horas, que requieren
informes y análisis constantes, también contribuyen a que los
canales informativos recurran repetidamente a las mismas figuras
públicas, lo que beneficia a los políticos más conocedores de las
relaciones públicas, y conllevaría a que la presentación y la
personalidad del entrevistado tenga un impacto mayor en la
audiencia que los mismos hechos en análisis, mientras que el
proceso de reclamación, derecho a réplica y reconvención puede
proporcionar material para varios días de cobertura de noticias a
expensas de un análisis más profundo del caso.

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