Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La otra definición es que no hay una definición exacta de lo que son las
competencias, se carece de un significado auténtico y universal, ya que cada
persona le da un significado distinto. Por lo tanto la ausencia de claridad conceptual
se vuelve entre otros un gran problema al querer implementarlas en el área
educativa.
Cuando se habló por primera vez del concepto del término de competencias
educativas o para el trabajo estas sirvieron para segregar, clasificar o filtrar tanto a
las personas en el ámbito educativo como laboral.
Es turno de hablar de las ventajas y desventajas de educar por competencias
o “educar para competir”. Hablemos primero de las ventajas, que consisten en: que
el hombre es el centro del universo y de las cosas, la idea de este enfoque es que el
estudiante sea el centro de la educación, pero ¿realmente lo es? o se enfocan más
en el currículum; formación orientada al desempeño idóneo mediante la integración
del conocer, con el ser y el hacer; alumnos responsables de su aprendizaje; la
escuela es un espacio de aprendizaje.
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE QUERÉTARO
MARIANA ALMANZA VEGA
DIDÁCTICA
ESPAÑOL
SEXTO SEMESTRE
Otras ventajas que señala Sacristán, 2008, son las que se tomaron en
cuenta en el proyecto Tuning: fomenta la transparencia en los perfiles profesionales
y académicos y programas de estudio y favorece un énfasis cada vez mayor en los
resultados; desarrollo del nuevo paradigma de educación centrada en el estudiante
y la necesidad de encauzarse hacia la gestión del conocimiento; se tienen en cuenta
la búsqueda de mayores niveles de empleabilidad y de ciudadanía; el suministro de
un lenguaje más adecuado para el intercambio y el diálogo con los interesados.
Pero todas estas ventajas sólo son promesas para un programa que no
cuestiona las estructuras, instituciones o la cultura que domina en la enseñanza.
Como desventajas, aparte de no tener en claro la definición de
“competencias”, es en segundo lugar que carece de una fundamentación filosófica,
sociológica y psico-didáctico-pedagógica (Guzmán, 2012), por lo que al momento de
querer implementarla en el aula de clases no se dan los resultados esperados. La
insuficiencia de las transformaciones institucionales. Otras desventajas que
podemos encontrar al momento de educar por competencias es que los padres
participan escasamente en el proceso de aprendizaje de sus hijos, existe una
desigualdad e injusticia, las comunidades se tornan solo como observadores
pasivos, existe una formación tecnócrata y centrada solo en crear mano de obra
calificada y barata.
Se ha hablado del estudiante y el impacto negativo y positivo que esta
educación tiene en él pero ¿qué pasa con el docente?. Romero, 2007 menciona que
el profesor se concreta a elaborar la planificación del curso, diseñar el programa,
objetivos y contenidos que respondan a las competencias usando metodología
flexible o aceptable. Evalúa basándose en el proceso formativo y no sólo en el
resultado. (Romero 2007)
Pero, el papel real del docente se reduce a su planeación o carta descriptiva,
documento donde se señalan las actividades a realizar dentro del grupo, con
objetivos determinados a alcanzar al finalizar el tema. De esta manera la práctica
del maestro consiste en solo llenar estos formatos, convirtiendo así su gran labor en
algo meramente técnico y sin la finalidad de crear conocimiento a sus alumnos.
Mucho se dice sobre la labor de los maestros, se le culpa del gran atraso de sus
estudiantes, pero casi no se critica el modelo que tienen que seguir para
supuestamente fomentar el aprendizaje a sus educandos.
Y para finalizar, la evaluación, la misma Romero, 2007 explica que no hay
que confundir evaluar el logro del alumno y la evaluación de la competencia en sí;
quiere decir que esto se realiza a partir de una serie de indicadores que permiten
medir los distintos tipos de eficacia, eficiencia y pertinencia que permitan observar
los avances aptitudinales y de crecimiento diseñadas para la enseñanza. Este
proceso ha de ser de calificación formativa y sumativa.
Sin embargo esto no es suficiente o no se aplica como debería de ser, se
requiere trabajar más en el desarrollo de la meta evaluación, es decir, en la
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE QUERÉTARO
MARIANA ALMANZA VEGA
DIDÁCTICA
ESPAÑOL
SEXTO SEMESTRE
evaluación de la evaluación, la cual incluya las agencias y organismos implicados en
el proceso de la educación.
¿Qué pasa con los alumnos que no logran tener buenos resultados en sus
evaluaciones? Se les excluye e incluso etiqueta como “deficientes” creando ya
aspectos de desigualdad educativa, política y social entrando ya en otro tema que
quizás en otro momento se analice más a fondo.
Para concluir, no cabe duda que la educación basada en competencias o
“educar para competir” presenta ciertas ventajas como bien se han mencionado, sin
embargo a estas alturas se pueden observar más carencias. Iniciando esto por la
falta de una fundamentación, el origen y el aspecto para el que se diseñó y por
último la falta del propio concepto que no deja muy en claro a qué se refiere este
tipo de educación.
Al final el objetivo de estas competencias es crear personas capaces de
seguir un método tecnocrático, que no cuestione, que no piense, que no reflexione
sobre su realidad. Es un modelo laboral disfrazado de educación que a final de
cuentas quiere seguir produciendo mano de obra para los altos mandos.
Por ello, los docentes deben saber el origen de todo aquello que se les
plantea, cuestionarse el por qué y para qué. Se ha dicho incluso que son las mismas
prácticas tradicionalistas con distinto nombre, pero no, ni siquiera se le podría
considerar eso. Es un método pensado por y para gente que se preocupa por el
ámbito económico, no para llevarlo a cabo en un salón de clases, por tanto no existe
relación entre aprendizaje y competencia.
Tomemos en cuenta que el programa plantea que debe llevarse a cabo una
serie de aprendizajes para poder conseguir la competencia deseada, cuando
realmente lo primero que necesitamos es ser competente en cierta actividad para
lograr el aprendizaje deseado. Por esa parte también es deficiente y contradictorio.
Todos los puntos mencionados a lo largo de este escrito reflejan,
desgraciadamente, el por qué los alumnos se ven limitados a querer conocer, ser
dueños de su aprendizaje. Claramente el estudiante no le interesa aprender porque
no se le han brindado las herramientas necesarias, por lo tanto queda atrapado en
un mundo ignorante del que muchas veces es difícil escapar.
Hay que replantear la idea o lo que se espera al momento de educar, no es
solo transmitir conocimientos para poder crear una competencia que nos marca el
currículum. En una tarea así se deben tomar en cuenta aspectos institucionales,
académicos y hasta culturales. No dejemos que cualquier autoridad nos conduzca a
pensar que la educación por competencias es el evangelio de la educación.
No se trata de mirar a esta educación como el enemigo, es verdad que
carece de ciertos aspectos importantes, pero si eres un buen maestro, no importan
los contenidos, llenar la carta descriptiva o realizar una buena evaluación, sino el
crear alumnos críticos, que pregunten, sean curiosos porque es la única manera de
crear personas nuevas y pensantes, capaces de enfrentarse al día con día. No dejar
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE QUERÉTARO
MARIANA ALMANZA VEGA
DIDÁCTICA
ESPAÑOL
SEXTO SEMESTRE
tan importante labor a un modelo que fue pensado para trabajadores de mano
barata.
Referencias:
- Guzmán, F. (2012). Revista Iberoamericana de Educación. El concepto de
competencias. Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la
Ciencia y la Cultura.
- Romero, N. L. (2007, Julio 04). ¿Y qué son las competencias? ¿Quién las
construye? ¿Por qué competencias? In Enseñar por competencias.
- Gimeno, J. (2008). Educar por competencias, ¿qué hay de nuevo?. Morata. España.
2ª edición. ISBN: 978- 7112-528-6