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“Año 

del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO


SANCHEZ CARRION

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

CICLO:
V

TEMA:

“EL PORQUÉ DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL


CORPORATIVA”

INTEGRANTES:

 MONTES RACACHA, MAILLIS KATHERIN


 PACHECO VÁSQUEZ, ANDREA EDITH
 POZADA CHAVEZ FARID
 ARTEAGA VILLARREAL CÉSAR ANTONIO
 RIOS GUARDALES, ALEJANDRO

DOCENTE:

DR. CABANILLAS SULCA JAVIER

HUACHO – PERÚ
2022
LA CUESTIÓN MORAL O EL MORAL CASE
A partir de un criterio moral, es notable que las organizaciones y empresas económicas
poseen un papel social que jugar en la sociedad y que en dichos instantes es de una
relevancia extraordinaria por el efecto social y medioambiental que poseen sus
actuaciones. No reclaman únicamente la ética personal de los individuos que conforman
la organización, sino que ven en la organización en sí misma un ente con responsabilidad
propia económica, social y medioambiental a la que exigen comportamientos acordes con
esa responsabilidad.

A ellas, como al resto de empresas, privadas o públicas, con o sin ánimo de lucro, les
exigen las mismas responsabilidades sociales y medioambientales que se exigirían a
cualquier sujeto. Entre los denominados activistas de la RSC se encontrarían las empresas
sociales, de custodia de la naturaleza y de los derechos humanos, de cooperación al
desarrollo, la empresas religiosas y demás empresas sindicales, de clientes, etc que exigen
a las organizaciones un comportamiento más respetuoso con la sociedad, con la
naturaleza y en especial con los equipos de interés con menor poder negociador. En
particular trabajan por proteger los derechos de los más débiles y más perjudicados por
los efectos contradictorios de la globalización y de la liberalización y exigen a las
organizaciones y a los gobiernos más mediación social.

Aunque el número de personas «concienciados» es en aspecto diminuto, la existencia de


las empresas multiplica el efecto de sus denuncias y contribuyen a que sean varios los
habitantes susceptibles a mensajes negativos denunciados por aquéllas. El argumento a
favor de la RSE es puesto que un argumento moral que no entra a examinar las ventajas
económicos de que las organizaciones asuman estas tácticas de administración.

CUESTIÓN DE NEGOCIOS O BUSINESS CASE

El enfoque de la voluntariedad o business case argumenta a favor de la Responsabilidad


Social Corporativa (RSC), en función del beneficio que esta estrategia puede suponer
para el negocio, para la empresa. De ahí que se denomine el «business case for corporate
social responsibility». Fundamentalmente, este enfoque se basa en los vínculos existentes
o potenciales entre la calidad de las relaciones de la empresa con sus stakeholders y sus
resultados económicos.
Bajo el paraguas del business case se recogen una serie de argumentaciones
teóricas que pretender convencer a los accionistas y a los gestores de que la RSE es buena
para sus propios intereses a la vez que lo es para toda la sociedad. No se trata de un juego
de suma cero sino de ganar-ganar. Además del capital financiero y de los activos
tangibles, las empresas cuentan con un capital social, humano e intelectual al que hay que
prestar atención para poder obtener el máximo retorno a los recursos utilizados con una
visión de largo plazo Cada vez más, los empleados, los accionistas y los clientes valoran
esos activos intangibles difíciles de comercializar y que constituyen la reputación externa
y la cultura interna de la empresa.
También se produce el denominado «First mover advantage», el gestor que,
adelantándose o bien yendo más allá de sus obligaciones legales, realiza una estrategia de
RSC pro-activa, se verá beneficiado en el largo plazo al situarse en una posición de
ventaja competitiva en el mercado, ya que por exigencia legal o por exigencia de los
consumidores e inversores, todos deberán ir incorporando medidas de gestión
responsable.

Las empresas que están sometidas a este escrutinio de los inversores son empresas
grandes y trasnacionales que cotizan en los mercados financieros internacionales y en
cuyo capital participan fuertemente inversores institucionales cada vez más preocupados
por la RSC. Quedan fuera de esa valoración, el resto de empresa más pequeña y
medianas que por no cotizar en los mercados financieros no se ven sometidas a dicha
presión de forma directa. No obstante, la responsabilidad social de las grandes empresas
se extiende a toda su cadena de valor (proveedores y socios comerciales) a los que debe
trasladar los valores y compromisos que ella haya asumido en esta materia. Por lo que
tarde o temprano las pymes se verán abocadas a cumplir con estos estándares, al igual
que ha ocurrido con los de calidad y medioambiente.
Un estudio realizado recientemente por M. Orlitzky, F. L. Schmidt y S. L. Rynes
(2003) en el que se hace un estudio cuantitativo basado en un meta-análisis de 52
estudios empíricos sobre la relación entre performance social y financiera sobre una
muestra de 33.878 observaciones concluye que existe una relación positiva entre ambas
variables. Igualmente confirma la existencia de un círculo virtuoso de manera que un
mejor comportamiento social trae consigo unos mejores resultados financieros y a la
inversa, sin poder determinar qué prelación temporal existe entre ambas variables.
De acuerdo a sus resultados, la reputación obtenida por la empresa está fuertemente
relacionada con la PF en la medida en que si se mejora la comunicación con terceros
acerca de la gestión de la responsabilidad social de la empresa se ofrece una mejor
imagen a los clientes, inversores, bancos y proveedores y atraerá a los mejores
empleados. Por su parte, la argumentación de que invertir en responsabilidad social
ayuda a la empresa a desarrollar nuevas competencias, recursos y capacidades que
repercuten satisfactoriamente en la cultura de la empresa, su tecnología, estructura y
recursos humanos y por tanto mejora la eficiencia y los resultados financieros tiene
menos consistencia desde el punto de vista empírico. Por último, consideran que la
mezcla de stakeholders, los errores de muestra y de medida dificultan la obtención de
resultados concluyentes por lo que abogan para futuros estudios porque una definición
más estricta de la performance social que sólo mida y tenga en cuenta los resultados del
comportamiento social y medioambiental y por qué el concepto de stakeholder sea
también más restrictivo.

UNA CUESTION ECONOMICA O ECONOMY CASE


Desde un punto de vista puramente macroeconómico, la gestión con criterios de RSC
ciertamente contribuye al desarrollo sostenible y equilibrado del planeta. Si lo que
buscamos es la creación de riqueza sostenible sin agotar los recursos naturales y
minimizando el impacto ambiental de nuestra generación, pensando en las generaciones
futuras, entonces claramente Todos tenemos que mejorar nuestros procesos para que sean
precisamente eso.

Pero claramente no todos los estados se centran en la conservación del medio ambiente, no
evalúan o controlan las emisiones de los gases de efecto invernadero hacia la atmosfera, ya
que esto solamente propiciara que sus empresas bajen contundentemente su valor en el
mercado mundial, esto quiere decir que la economía mundial se basa principalmente en
que esta tome como base el cambio climático.

Diferentes inversores han desarrollado planes para cumplir su rol con la sociedad y a su
vez con sus compañías elaborando diferentes mecanismos para que así estos tengan
mayores ganancias y mantengan su visión a largo plazo.
UNA CUESTIÓN SOCIAL O SOCIAL CASE
Es uno de los debates centrales sobre la RSC es entre dos posibles modelos:
 Deben ser las empresas las que se autorregulen y voluntariamente vayan implantando
estrategias y sistemas de gestión enfocados a la RSC
 Debe haber un mínimo de regulación que establezca unas pautas sobre lo que debe ser
su actuación social y medioambiental y que garantice que la información llega a todas
las partes interesadas

Liderado en especial por las organizaciones, en lo cual tiene relación con los puntos clásicos de
buen régimen las cosas de un enfoque voluntarista a otro reglamentista.

A partir de los movimientos sociales y sindicales se viene abogando por un enfoque mixto, o
sea, ¿está bien dejar a la idea privada las elecciones que están afectando a la optimización en la
administración y en el costo la voluntariedad en verdad solucionar los graves inconvenientes
como el calentamiento global o la pobreza?
responsabilidad social tienen que ser considerados como de interés público y no privado
debido a que las elecciones sobre la utilización, consumo y deterioro del capital natural, social
y humano, están afectando a toda la sociedad presente y venidera. Ser la sociedad, por medio
de sus representantes públicos, quienes decidan los parámetros al uso de estos recursos y las
preguntas simples de RSC que tienen que garantizarse desde los poderes públicos.
Además, como ya se ha comentado, no todos los trabajos empíricos han encontrado una
positiva relación entre RSC y beneficios
«Hay multitud de gestores socialmente responsables. El problema es el de un sistema
predatorio que les dificulta la supervivencia. Esto crea un terrible dilema para los gestores con
una visión social real. O bien tendrán que comprometer su visión, o bien correrán el gran riesgo
de ser expulsados del sistema». Precisamente para mitigar esos problemas, se reclama algún
tipo de marco legal referente en relación a la RSC.
El business case y el voluntarismo en RSC parte de la premisa de que gestionando los impactos
sociales y medioambientales una empresa mejorará su gestión de riesgos y obtendrá mejores
resultados. El mercado presionará para que así sea y recompensará a los buenos y castigará a
los malos. Sin embargo, esta afirmación se basa en una hipótesis con algunas fragilidades:
1. Los mecanismos de mercado parten de la base de que los consumidores están bien
informados y deciden libremente en función de dicha información, pero esto no es
realmente así.

2. Un problema añadido al anterior es la falta de incentivos para que las empresas


incorporen estos criterios a su gestión. Aunque sí puede haberlo desde un punto de
vista estratégico, desde un punto de vista táctico u operativo los mercados de valores
todavía no valoran adecuadamente resultados a largo plazo.

3. Existen en la actualidad numerosos códigos de conducta y estándares promovidos por


diferentes instituciones públicas y privadas que están generando una cierta confusión
sobre lo que realmente es la responsabilidad social empresarial y lo que la sociedad
espera de las empresas.

4. El último argumento a favor del social case es el del Bien Común. El debate sobre la
RSC no es otra cosa que el debate de las externalidades negativas de la actividad de la
empresa sobre el medio ambiente y la sociedad. No hay bienes públicos más claros.
CONCLUSION:

Hay muchos enfoques diferentes de la RSC y todos proporcionan argumentos coherentes para
demostrar, desde un punto de vista económico, social y ético, la necesidad de integración
Algunos temas de RSC no son solo privados, sino que también penetran en la esfera pública.
Entre otros, aspectos como la salud, la degradación ambiental, los efectos nocivos de ciertos
productos, la educación, la investigación y el desarrollo, e incluso algunas políticas
monetarias y fiscales y el comercio internacional. Con una actitud responsable, las
administraciones públicas (locales, autonómicas, nacionales e internacionales) también
deberían premiar a las empresas que se comporten socialmente mediante la contratación, los
créditos a la exportación o el simple reconocimiento y uso de criterios de sostenibilidad en la
gestión de la inversión pública y la concesión de crédito
BIBLIOGRAFIA:

 EL PORQUÉ DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA (Marta de la Cuesta


González) Recuperado de:
file:///c:/users/admin/downloads/responsabilidad-social-corporativa%

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