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Zulma Yugar fue invitada por la UNESCO para ser parte del Jurado Internacional
para las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad en
representacion de América Latina y Caribe, tambien fue nombrada Embajadora
por la Paz Mundial.
Hablamé del mar, marinero es un single de 1978 que presenta dos canciones, la
propia Hablamé del mar, MARINERO, aunque esta versión es al parecer del 2010,
en cualquier caso es una gran canción que reclama el acceso al mar para Bolivia,
el único país sudamericano sin costa.
La otra pieza del single es la conocida Canción con todos.
En 1981 Zulma Yugar lanza su primer gran éxito con su famosa Piel morena, con
una serie de temas clásidos, irrepetibles e inolvidables para los fans de su música,
acompañada por Rolito Encinas.
Quizá el más importante de ellos sea precisamente Piel morena, tremenda
composición de J. C. Paredes, uno de los primigenios integrantes de Savia
Andina, y he de decir que se trata de una de las canciones románticas que
conozco de toda la música andina, una pieza de enorme dimensión que cuenta
con unas melodías cargadas de sentimiento como pocas, variadas y originales,
con un excelente acompañamiento de quena, una de las obras cumbre para Z.
Yugar.
Novia Santa Cruz es otra pieza que Savia Andina interpretó solamente de forma
instrumental, pero que Z. Yugar le da otra dimensión con su portentosa voz,
además de una instrumentación más compleja, este carnaval dedicado al
departamento boliviano de Santa Cruz de la Sierra es obra de Otero y O. Salinas.
Ya a un ritmo más pausado y evocador interpreta Z. Yugar el Condorcito, también
de J. C. Paredes, un lamento triste que ensalza al pueblo del altiplano
personificándolo con el cóndor de los Andes, la letra es especialmente bella y
emotiva.
La vida por mi Bolivia es una cueca de G. Rojas de corte también patriótico
ejecutada a un ritmo muy vivo y con el acompañamiento de una buena
instrumentación, con otra excelente letra cargada de significado. Noche de Luna
llena es otro carnaval del mismo compositor, que incluye un órgano de iglesia,
también con ritmo muy marcado y acompañando un buen juego de quenas.
Palomitay es un kaluyo clásico de T. Vargas que cobra gran belleza con la voz de
Z. Yugar, que la canta en quechua y español, y que se lamenta por un amor no
correspondido. Diez pasitos es una alegre polka de Díaz y G. Rojas en la que
destaca el curioso y simpático estribillo aderezado con increibles notas de quena,
y en la que también se habla del desamor.
Y por último Quiero es un taquirari de C. Bárcena también de corte romántico en el
que podemos comprobar como Z. Yugar es capaz de definir con su voz
perfectamente las notas de una melodía con muchos cambios de registros.
En 1982 Zulma Yugar saca un nuevo disco aparentemente sin título pero con
títulos nuevamente interesantes y colaboradores de la talla de los hermanos Arias
Paz, Óscar Castro, Primo Gorena, Omar Valdivieso y el vocalista Carlos López.
Tonada de remedios es una tonada folklórica de Tupiza donde la voz de Z. Yugar
se grabó y se mezcló para ser acompañada además por coros y violines, con un
excelente resultado final.
Volvemos a encontrar otro tema clásico de Los Kjarkas: Surimana, que significa
"agua de rocío", compuesto por U. Hermosa y cantado en quechua y español,
aunque dada su pobre instrumentación me quedo con la versión Kjarkas. También
de este conjunto es la bella Niña de las trenzas negras, y pese a la portentosa voz
de Z. Yugar, la instrumentación deja de nuevo mucho que desear. Y solo por ser
nuevamente un tema de Los Kjarkas con la voz de Z. Yugar, Wayayay es otro
tema destacable, su calidad es indiscutible, pero no supone ningún aporte nuevo
para la música de Zulma.
Tampoco aporta nada nuevo Salaque, aunque es interesante solo por oir la voz de
nuestra Zulma, no obstante, la versión de Sukay es muy superior, aunque aquí se
entienda perfectamente la letra de la canción, tanto en quechua como en español.
Z. Yugar vuelve a valerse de G. Arias y toma de él la canción de Mujer obrera, que
Savia Andina interpretaría 7 años después, tema dedicado a la mujer trabajadora
con un estilo muy cuidado, es especialmente bella su letra. También de corte
social es el tema Los mineros, que nada tiene que ver con los temas homónimos
de Rumillajta y Savia Andina, pero que coincide en el ensalzamiento de unos
trabajadores vitales para la economía del país, aunque no siempre se les
reconozca.
Tarope es un taquirari folklórico que esta vez si supone una novedad en el trabajo
de Z. Yugar, de corte romántico, que queda especialmente bello con la voz de la
cantante, especialmente cuando su voz se desdobla.
Y Oración al Sol es una cantata de Ramírez y Luna inspirada en la adoración de
los antiguos aymaras al astro rey, con una letra especialmente emotiva y con un
aire muy folklórico, poco frecuente en esta artista.
Imillita es otro buen disco de Z. Yugar grabado en 1989 donde el tema central
Imillita, "hermanita" en español, es una sikuriada de G. Yáñez en homenaje al
pueblo aymara, que pese a contar con la voz de Z. Yugar y unas buenas
melodías, los sikus no están muy a la altura en el interludio.
Pascualita es una canción serranense cantada a coros masculinos junto con Z.
Yugar, de corte muy folklórico, y que se ejecuta a un excelente ritmo bastante
alegre.
Las ninfas es una cueca compuesta por Sáenz, Glaure y Durán que cuenta con
una bella letra romántica al son de una bella melodía muy melancólica.
Mama Q'antila es una hermosa plegaria de J. Flores al parecer dedicada a una
virgen o beata llamada así veladora de los mineros, con un estilo un tanto
ancestral y místico, es cantado por varias voces masculinas además de la propia
de Z. Yugar.
Viento pasajero es una cueca de M. Casaloza que trata del abandono por parte de
un ser querido, cantada con mucha melancolía, y que cuenta con una excelente
melodía. Otra ilusión es una polka de R. Arias, igualmente romántica, que cuenta
con un buen acompañamiento de guitarra.
Y Llamerita es un alegre tinku de A. Cámara de estilo muy folklórico y cantado en
quechua, donde Z. Yugar canta con la voz desdoblada, recurso que a ella siempre
le ha dado buenos resultados.
Añadir que en este disco, además de los colaboradores habituales, intervinieron
entre otros un guitarrista japonés llamado Takaatsu Kinoshita y el famoso quenista
Fernando Jiménez.