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MINIMALISMO

El minimalismo surge a finales de la década del 60 en Nueva York, pero sus orígenes están
anclados en Europa, en las primeras ideas del arquitecto alemán Ludwig Mies Van Der Rohe, uno
de los arquitectos más importantes de este siglo.
Ludwig Mies Van Der Rohe elabora sus ideas acerca de la pureza de las formas (precursoras del
minimalismo) durante el ejercicio de su cargo en la dirección de la Escuela de Arte y Diseño de la
Bauhaus, en Alemania, a finales de los años 30. Poco tiempo después, y debido al proceso de la
segunda guerra mundial, emigra a Estados Unidos, país donde ya era conocido como arquitecto y
diseñador influyente, y se nacionaliza estadounidense.
Entre 1963 y 1965 un número de artistas en new york comienza de forma independiente, a exhibir
obras internacionales, los cuales, para varios críticos, tenían en común lo suficiente como para ser
discutidas, exhibidas y, por otra parte, hechas públicas, como algo parecido a un movimiento. Se
acuñaron varios nombres como “Arte ABC”, “Arte reiterativo” y “literalismo”, pero fue “arte
minimizar” o “minimalismo” la etiqueta se adhirió. Y si el ensayo “arte minimal” de Richard
wollheim, publicado ya en 1965, bautizo el movimiento, cuya existencia es negada por los artistas
asociados a él, resulta una ironía del destino para el texto de wollheim que no habla de ninguna de
los artistas cuya obra vino a calificarse más tarde como “minimal”.
Desde mediado de los sesenta el adjetivo minimalismo se ha estirado y ensanchado para cubrir un
marco tan amplio de escultura y pintura (y otras formas de arte), que se han perdido cualesquiera
que fuera los limites determinados que pudo alguna vez haber tenido (o no). Casi cualquiera obra
de aspecto aproximadamente geométrico, vagamente austero, más o menos monocromático, y
generalmente abstracto ha sido o es probable que se etiquetara como minimal en un momento u
otro. Y, la inversa, casi todo lo etiquetado como minimal será visto automáticamente como
completamente austero, monocromático, abstracto, etc., sin consideración a su apariencia real.
Además, nombres colectivos como minimalismo no solo sirve para homogenizar conjuntos de
obras que puede que solo se aparezca superficialmente; simultáneamente; separan esa obra de
otro material que puede ser solo superficialmente diferente. A historia del arte después de los
cincuenta se cubre de nuevas clasificaciones: “neo- dada”, “montaje”, “pop art”, “abstracción
posthistórica”, etc.; y para la mayor parte de la obra catalogada bajo un título, ha sido aislada en la
crítica, las exposiciones, la historia del arte y el periodismo y alejada de la obra denominada de
cualquier otra manera. Solo con una infrecuencia relativa los críticos han advertido relaciones
entre obras de categorías aparentemente exclusivas, aunque se puede sostener que los artistas
han estado haciéndolo desde el principio.
Actualmente se habla mucho de minimalismo. Este concepto se ha vuelto cada vez más recurrente
y muchas personas se identifican como minimalistas. Inicialmente, el término se refería a
manifestaciones artísticas y culturales ocurridas en distintas épocas del siglo XX. Se basaron en
utilizar solo el mínimo de elementos estructurales como forma de expresar el arte y la
comunicación.
Sin embargo, con el tiempo, esta idea también se ha ido incorporando a otras áreas de la
expresión humana y se ha convertido en una forma de vida.

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