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Elohím nuestro y Elohím de nuestros padres. Dt. 30:19 dice que Tú pones
delante de mí la vida y la muerte, maldición y bendición, y que debo escoger
vida si yo y mis generaciones futuras quieren vivir. Sé que Satán puede operar
en cualquier área de oscuridad que yo aún deje en mi vida. Éxodo 20:5 y 34:7
y que si adoro a otros dioses, aun la tercera y cuarta generación sufrirán por
alejarme de Ti. Quizás haya habido personas en mi vida que han abierto puertas
de maldición que se han posado sobre mí, para lo cual yo invoco el poder de la
sangre de Yeshúa para romper estas maldiciones. Quizás la prosperidad en mi
familia de ciertos problemas médicos sean por causa de maldiciones
generacionales, y no son de origen “fisiológico” o “genético”- áreas de las que
sin embargo Tú tienes el control. Depende de mí asegurarme que Satán no tenga
acceso nunca más a mí, ni a mi siguiente generación, la sangre de Yeshúa lo
detenga aquí y ahora. Me levanto y peleo mi liberación. Ha Satán, Yeshúa murió
para liberarme de toda enfermedad, opresión y miseria, yo no estaré más sentada
atrás y permitiendo que el enemigo tome más terreno de mí. Adonái Yeshúa,
Libera en mi hoy Tu poder y armas. Revelación 12:11 dice que Satán es
superado por la sangre del cordero, por la palabra de nuestro testimonio, y por
menospreciar nuestras vidas hasta la muerte. Ahora aplico la sangre de Yeshúa
y su poder con hisopo y fe, sobre todo mi ser, y ordeno que el enemigo y su
huestes deben ahora mismo “salir de mí”. Las cosas de las cuales yo oro, mi
testimonio, es positivo, y no negativo, tengo la victoria en lugar de la derrota,
la fuerza en lugar de debilidad. Por mi fe en Yeshúa el Mashíaj, rechazo el
pecado que me rodea, y no permitiré a mí misma o a mis hijos, o familia ser
atrapados por áreas de oscuridad, por no confesarlas. (1 Samuel 3:13) quizás
otros han tenido una influencia en mí, o quizás yo me he atrapado a mí misma
dentro de áreas de oscuridad donde los demonios operan y tal vez no he cerrado
las puertas a esos poderes. Adonái Yeshúa. Ahora TE CONFIESO MI
PECADO Y TODA NEGATIVIDAD que he estado hablando, y expulso a la
oscuridad con Tu luz Viviente y rompo el poder del maligno con el Poder de la
sangre derramada de Yeshúa. ME ARREPIENTO Y REGRESO, CAMBIO MI
MENTE. Yo no me vuelvo a poner a mí misma en las manos del satan nunca
más, mas voluntariamente yo Te seguiré Mi Amado Adonái Yeshúa en estas
áreas de mi vida. El arrepentimiento será mi estilo de vida. Yo VIVIRE PARA
TI y guardaré mi libertad. Tu unción destruye el yugo ahora. Mientras yo viva
en tu luz, mi unción se fortalecerá. Yo clamo la sangre de Yeshúa para que tu
unción venga sobre mí. Yo APLICO LA SANGRE de Yeshúa, sabiendo que tu
sangre destruye las maldiciones que yo sufro, y ahora confieso la INIQUIDAD
DE MIS ANTEPASADOS... (Lev 25:40-42)... en el nombre de ADONÁI
YESHÚA.