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A MANERA DE INTRODUCIÓN
El mal está presente en el mundo, es difícil negar que hay muchas fuerzas
espirituales trabajando. El demonio hacía su aparición pública en 2015 en el Templo
Satánico de Detroit, EE.UU., cuando se daba a conocer su estatua de bronce de 2.000 libras
y nueve pies de altura, durante una fiesta hedonista en el edificio Lauhoff Corporación el 25
de julio.
Para combatir la influencia del demonio, un grupo local de creyentes rodeó el sitio
con una estatua de bronce de seis pies de altura de san Miguel Arcángel y continuamente
rezaban la oración a san Miguel.
Algunos dicen que debemos exorcizar la nación como se hizo en México, mientras
que otros buscan la vía política para combatir la influencia de Satanás. Al final,
necesitamos hacer algo. Una pregunta importante que debemos hacernos es: ¿A qué le teme
más Satanás?. Menciono dos cosas:
Ocurrió con tanta frecuencia, que san Juan Vianney le puso el demonio el apodo de
El Garras. Incluso decía ¿El garfio y yo? ¡Somos casi amigos!. Sin embargo, el demonio
no habría estado de acuerdo con esa afirmación. El demonio dijo una vez a san Juan María
Vianney una frase que se haría muy famosa: Si hubiese tres sacerdotes como usted, mi
reino [en Francia] se arruinaría.
No es necesario mirar muy lejos para ver muchas historias de hombres y mujeres
que usan sacramentales tales como agua bendita, sal bendita, la Señal de la Cruz, el Rito del
Exorcismo (que se define como un sacramental) y otros objetos sagrados para repeler los
ataques de Satanás.
Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te
llamas? Y él le dijo: Me llamo Legión, porque somos muchos. Entonces le rogaba con
insistencia que no los enviara fuera de la tierra. (Mc. 5, 8-10).
Sobre esta base bíblica del Evangelio podemos decir que un individuo puede ser
poseído por demonios, pero, ¿Qué lleva a un estado tan lamentable y terrible a la vez? ¿Qué
pudo abrir la posibilidad para que un evento así se desencadenara? ¿Es una elección
demoniaca al azar o existen características que como un perfil hacen candidato aun
individuo determinado para ser poseído por demonios? ¿Qué factores inciden en ello?
¿Existe algo que podamos hacer para evitar ser poseídos por demonios o estamos
indefensos ante un ataque de tal magnitud? ¿Pueden los demonios entrar y salir a su antojo
de quien quieran?
Son en realidad muchas las interrogantes motivado del tema en cuestión. Pero solo
una cosa es segura, Jesucristo aparece en la escena humana para deshacer todas las obras
del diablo, porque El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el
principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. (1 Jn. 3,
8). Y no hay nada que se resista a sus Palabras de autoridad.
Estas son algunas causas que vienen a ser como una invitación para que los
demonios incursionen en la vida de una persona:
1. Las prácticas espiritista: para algunos ingenuos este tipo de cosas son pura
superchería. Pero nosotros sabemos la realidad de la existencia de un mundo espiritual que
gobierna a natural. Como existe Dios y los ángeles, existen también el diablo y os
demonios. Toda practica espiritista está expresamente prohibida por Dios. (Lv. 20, 27).
Estas prácticas llegan a ser una amplia puerta abierta para que los demonios incursionen y
reclamen derechos sobre las personas. La tabla güija, por ejemplo, es una de las formas más
más fáciles y rápidas de permitir a los demonios que causen opresión, influencia satánica o
posesión. Al usar este artilugio, se evoca a espíritus demoniacos de manera directa. Aunque
se llame o evoque, sea cual sea el lugar donde esta se encuentre allí no hay libre acceso
para irrumpir Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben.
(Sir. 9, 5).
Los espíritus que se manifiestan en este tipo de prácticas son eminentemente
malignos y toda persona que participe en ellas está exponiéndose a contaminación,
infiltración o posesión demoniacas.
Las herramientas de la brujería son muy variadas: rituales, cánticos, las “tomas”, la
lectura del Tarot, las contras, las sesiones de espiritismo. Existen brujos y brujas que dicen
solamente practicar la “magia banca”, pero no se llamen a engaño porque la magia es
magia, llámese blanca, roja, negra, verde, azul o amarilla. La llaman blanca porque con ello
tergiversan la verdad al decir que se usa solo para hacer el bien y que no causa daño a nadie
y esto es enteramente falso. Además estas prácticas y en general cuales quieran que usen
poderes demoniacos están condenados por Dios: No sea hallado en ti quien haga pasar a
su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni
hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es
abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones
el Señor tu Dios echa estas naciones de delante de ti. (Dt. 18, 10 -12).
COMO LIBERARSE
Este pequeño manual está escrito especialmente para aquellos que se sienten
oprimidos o abiertamente atacados por demonios y espíritus malignos, y están tratando de
librar sus hogares de la influencia o presencia de demonios y entidades maléficas.
¿Por qué permite Dios que el demonio ataque a los místicos o a cualquier persona
de esta forma? Sin dudad, es para acercarnos más a Él. Dios permite, a veces, que los
demonios nos salten, para que nos volvamos a Él en la oración, con una renovada confianza
en su amor y preocupación por nosotros. Al extraordinario sacerdote san Juan María
Vianney (Francia, 1786 – 1859), quien dormía en una humilde cama de paja, el diablo
intentó quemarlo durante el descanso de la noche, el místico comentó alguna vez que: El
diablo es como un perro sujetado a una cadena, él puede ir tan lejos como lo permita Dios.
Así que la primera regla a recordar es que Dios tiene el control absoluto, el diablo
nada puede hacer sin el permiso de Dios.
Dios busca siempre sacar bien de todos. Él sabe sacar el bien incluso del mal, si se
lo permitimos porque sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo
aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito. (Rm. 8. 28).
El mayor ejemplo de cómo Dios saca bien del mal es la Pasión, Muerte y
Resurrección de nuestro Señor Jesucristo: El Evangelio de San Juan dice que en la Última
Cena entró Satanás en Judas Iscariote, luego traicionó a Jesús –seguro que conocemos la
historia-. Jesús fue capturado, torturado, fue colgado en el madreo de la Cruz, y murió en
medio de los más terribles vejámenes. ¿Pero fue la muerte del Hijo de Dios, en este acto de
pura maldad, una victoria para Satanás y los demonios? ¡No! De hecho, fue la derrota de
Satanás, porque a través de la muerte de Jesús en la Cruz que podemos ser perdonados de
nuestros pecados, si deseamos serlo. Por lo que fácilmente se puede ver cómo Dios puede y
transforma el mal por bien.
Entonces, ¿cómo todo esto se correlaciona con todos aquellos que están luchando
con los demonios, y quieren liberase de los malos espíritus? En primer lugar tenemos que
buscar la forma en que Jesús luchó para echar fuera a los demonios. Veamos cómo se narra
en la Santa Palabra: Y llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos. Y cuando
El salió de la barca, enseguida vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con
un espíritu inmundo, que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni
aun con cadenas; porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él
había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para
dominarlo. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos
e hiriéndose con piedras. Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de El; y
gritando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te
imploro por Dios que no me atormentes. Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu
inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo: Me llamo Legión, porque somos
muchos. Entonces le rogaba con insistencia que no los enviara fuera de la tierra. Y había
allí una gran piara de cerdos paciendo junto al monte. Y los demonios le rogaron,
diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. Y El les dio permiso. Y
saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se
precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron. (Mc.5, 1 – 13).
ORACIÓN Y AYUNO
Este binomio son las principales armas espirituales a ser usadas para librarse de los
demonios y espíritus malignos. Jesús dijo que la oración en primer lugar, porque ella es la
primer arma y más importante para ser utilizada contra el diablo. ¡Esto debe enfatizarse lo
suficiente! La oración nos une a Dios y nos acerca a Él y solo Dios puede librarnos de las
malévolas presencias demoniacas. ¡No podemos hacer nada si Él, que nos sostiene!
Y la otra arma que Jesús menciona es el ayuno. Esto se explica por sí, pero lo que
frecuentemente olvidamos es el espíritu que debe acompañar el ayuno. Hemos de ayunar de
comida con un espíritu de sacrificio en reparación por nuestros pecados. Nuestros pecados
son los que nos separan de Dios, por lo que debemos ayunar con un espíritu de total
penitencia y reparación, lo cual nos pone en la disposición para que Dios nos perdone.
Dios nos ama. Y porque Él nos ama, el diablo y sus súbditos nos odian, porque
odian a Dios. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte
cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de
vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los
mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el
Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis
padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él
sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. (1 Pe. 5, 6 -11).
Satanás y los demonios jamás han hecho ni harán un tratado de paz. Son heraldos de
la guerra, es lo único por lo que trabajan. Ellos vagan por el mundo buscando
constantemente la ruina de la humanidad para arrastrarnos al infierno. Por lo tanto, tenemos
que hacer frente a los malos espíritus con valentía. Tenemos que aprender a luchar la buena
batalla. No podemos huir temeroso porque ¡La redención no es una opción!
Junto con la oración y el ayuno, los creyentes podemos usar las verdaderas almas
contra las fuerzas del mal. Y la confesión sacramental es el más importante de los
sacramentos (también conocido como Reconciliación), en donde los pecados son
confesados a Dios y se obtiene la misericordia de su perdón. El creyente libre de pecado
encuentra el estado de gracia y nada tiene que temer al diablo y a sus obras.
EL AGUA BENDITA
Santa Teresa de Ávila (España, 1515 – 1582) venció al demonio con el poder del
agua bendita. Esta religiosa, mística y Doctora de la Iglesia del siglo XVI que en sus
memorias relató que no hay nada como el agua bendita para hacer huir a los demonios y
evitar que regresen. Lo que no es tan conocido son las experiencias que la llevaron a esa
conclusión, que ella describe en su autobiografía El libro de la vida.
En otro momento, santa Teresa contó que el demonio estuvo cinco horas
atormentándola con tan terribles dolores y desasosiego interior y exterior, que no sabía si
podía soportar más. Las que estaban conmigo estaban espantadas y no sabían qué hacer ni
yo cómo valerme.
La santa admitió que solo encontró alivio después de pedir agua bendita y arrojarla
al lugar donde vio a un demonio cerca. Es en la explicación de este hecho que se da a
conocer su cita más famosa. Tras muchas ocasiones, tengo la experiencia de que no hay
nada como el agua bendita para hacer huir a los demonios y evitar que regresen. De la
cruz también huyen, mas vuelven. Debe ser grande la virtud del agua bendita.
Por expreso poder y voluntad de Dios la Santísima Virgen María, los ángeles y los
santos nos ayudan en nuestra lucha contra el mal, Jesús nos dio a su Madre mientras moría,
suspendido entre el Cielo y la Tierra pendiendo de la Cruz. Y al lado de Jesús, nuestra
Madre del Cielo es nuestra mayor ayuda y defensora contra el demonio y sus secuaces. Y la
mejor oración para pedir su bondadoso auxilio es el Santo Rosario. El rosario es una cadena
que defiende todo espíritu maligno.
Junto a Ella, los Ángeles y los Santos son especialmente poderoso en contra de la
maldad del diablo. San Miguel, Arcángel, por ejemplo, su oración que es poderosísima se
ha sido recitada por más de un siglo. San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé
nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos
suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a
Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la
perdición de las almas. Amén.
A lo largo de los siglos las reliquias han demostrado también ser muy eficaces
contra los demonios: medallas de santos, aceites bendecidos, ramo bendito, incienso
consagrado, imágenes sagradas, campanas bendecidas, escapularios, entre otras. Siempre
que sea posible es recomendable mantener alguna reliquia.
Los sacramentales son signos sagrados, por medio de los cuales se reciben efectos
espirituales y que son actos públicos de culto y santificación. Pueden ser cosas o acciones,
bendecidas por la intercesión de la Iglesia. Ellos fueron instituidos por la Iglesia, a
diferencia de los sacramentos, que fueron instituidos por Cristo. Tienen ciertas semejanzas
con los sacramentos. Son signos de la oración de la Iglesia y nos disponen para recibir la
gracia. Entre los sacramentales principalmente figuran las bendiciones de personas, de la
mesa, de objetos y lugares. por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de
Jesucristo y haciendo sobre ellos la señal de la señal de la Santa Cruz.
Agua bendita. El agua bendita tiene un doble significado: nos recuerda nuestro
bautismo y también es un símbolo de purificación espiritual. Se dice que el agua bendita
tiene un gran poder contra el diablo, ya que el diablo no puede soportar esta agua limpia
porque él es impuro para toda la eternidad. Es un recordatorio del agua que manó del
costado de Cristo, que es un símbolo del bautismo, y nos trae a la mente el día de la derrota
del diablo (la crucifixión de Cristo).
Es una costumbre antigua tener pilas o fuentes de agua bendita en las paredes de las
casa. Son cálices simples o elaborados que contienen agua bendita que puede usarse para
bendecirse uno mismo durante el día. Es especialmente útil disponerlas junto a las puertas
para salir de la casa y en los dormitorios de los familiares. De esa manera, nos mantenemos
siempre fijos en Cristo y nos recordamos que hemos de permanecer puros. También nos
facilita el tener el agua bendita a mano cuando es necesario repeler cualquier influencia del
Maligno.
Las velas tienen un profundo simbolismo y una larga y bella historia en la Iglesia.
Desde los tiempos mas tempranos fueron usadas al otorgar los Sacramentos excepto en el
de Penitencia, al igual que en otras ocasiones: las utilizamos en las procesiones, en el altar
y las encendemos como una forma de extender nuestras oraciones.
Las campanas también tienen un gran poder espiritual. Cuando se instala una
campana nueva en una iglesia, tradicionalmente es bautizada o consagrada por el obispo o
sacerdote local. Las ceremonias antiguas imitaban la del bautismo y la ceremonia actual
sigue requiriendo del uso de agua bendita. Las campanas también reciben un nombre en
honor de un santo patrón particular, aunque muchas se nombran en honor de la Santísima
Virgen María. En la oración de bendición se dice: Siempre que suene, huya el enemigo del
bien, que el pueblo cristiano escuche la llamada a la fe, que aterrorice al imperio de Satán,
que tu pueblo se fortalezca al ser llamado a unirse al Señor y que el Espíritu Santo esté con
los fieles igual que se deleitaba de estar con David cuando tocaba su arpa. así cuando el
repique de esta campana resuene en las nubes traiga una legión de ángeles que vigile la
asamblea de tu Iglesia, los primeros frutos de los fieles y aspiren a tu protección eterna en
su cuerpo y espíritu.
¿Qué les parece esa última línea? El sacerdote ruega que cuando el repique de esta
campana resuene en las nubes traiga una legión de ángeles que vigile la asamblea de tu
Iglesia. ¡Las campanas bendecidas no son en absoluto ordinarias! Así que, la próxima vez
que escuchemos una campana de bendecida, recordemos el poder espiritual que tiene y
ofrezcamos una breve oración a Dios, dándole gracias por las muchas bendiciones de la
vida.
Los sacramentales del aceite, el agua y la sal se pueden utilizar unidos o separados,
lo mismo que en las comidas diarias para toda la familia, siempre en oración con fe y
devoción.
Los creyentes podemos tomar los tres sacramentales mezclando en un vaso agua,
unos granos de sal y una gota de aceite, para descontaminarnos de todo lo malo que nos
hayan hecho, se toma este vaso y se reza sobre él Credo, el Ave María, a san Miguel, a san
José y extendiendo las manos sobre la mezcla la oración de la santa medicina:
También se puede signar con ellos en la frente, diciendo: (✠) me sello, me libero y
me sano con el poder del Padre; en el pecho diciendo: (✠) me sello, me libero y me sano
con el poder del Hijo y las manos, diciendo: (✠) me sello, me libero y me sano con el poder
del Espíritu Santo.
Para la casa. Se mezcla en un balde agua, una cucharada de sal y una de aceite
exorcizado. Luego se comienza a asperjar (rociar) desde la última parte de la casa, por
ejemplo desde la terraza o solar o la última habitación (o sea, desde atrás hacia la entrada de
la casa o lugar que se desee) y a medida que se va rociando se puede ir rezando el Santo
Rosario, asperjando especialmente en las esquinas, en las puertas y el techo.
Es importante tener en cuenta que la puerta es una de las partes más importantes de
un hogar. A través de ella entramos y salimos, recibimos a las visitas y nos despedimos de
viejos amigos. Es un lugar de tristeza y de alegría, de partidas y de llegadas. Por eso,
deberíamos invocar la presencia de Dios, rezar en ella para que Dios bendiga y proteja
nuestra puerta y nuestro hogar. Para ello, una de las formas más habituales es recurrir a la
oración de bendición tradicional del hogar en Epifanía. Sin embargo, no es la única manera
de invocar la bendición de Dios sobre nuestra puerta y hogar.
A continuación les facilito una oración alternativa que puede pronunciar cualquiera,
sacerdote o laico:
Oremos. Que la paz de Dios descienda sobre esta casa y sobre todos quienes
habitan en ella. Señor Santísimo, Padre Todopoderoso, Dios Eterno: Eres Alfa y Omega,
comienzo y fin. Velas por nosotros desde el nacimiento hasta la muerte. Dígnate, pues, a
bendecir la puerta de nuestra casa. En tu bondad, envía a Tus santos ángeles del cielo
para vigilar, proteger, acompañar, consolar y alentar a quienes residen en esta casa.
Cuando crucemos esta puerta, atráenos más profundamente hacia tu presencia y que reine
en este lugar un espíritu de humildad, bondad, dulzura y gratitud. Oh Señor, Tú eres la
puerta de la vida eterna. Bendice todas nuestras entradas y salidas y vierte sobre nosotros
gracias en abundancia. Te rezamos para que bendigas y santifiques esta casa, como
bendijiste la casa de Abraham, Isaac y Jacob, y que entre las paredes de esta casa residan
los Ángeles de tu luz y los guarden a ella y a sus moradores. Que esta bendición descienda
sobre esta casa y sobre quienes viven en ella, ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
En conclusión. Junto con las santas reliquias, las medallas bendecidas especialmente
la de san Benito, las estampas con oraciones y bendiciones como la Cédula de san Ignacio y
los sacramentales, para resumir algunas de las armas espirituales para librarse el creyente o
las casas de los malos espíritus también tenemos la oración, el ayuno espiritual de
reparación por los pecados, la confesión, la Santa Comunión, la Adoración Eucarística, el
rezo del Santo Rosario, las oraciones a los ángeles y a los santos, para pedir con fe su ayuda
celestial y la intercesión. Por último, si siente que en su casa hay indicios de sucesos
paranormales o de infestación demoniaca, busque obtener la bendición de exorcismo del
lugar realizada por un sacerdote.