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4
Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y
ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que
vendisteis para Egipto. 5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os
pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida
me envió Dios delante de vosotros.
La transfiguración de Jesús
4
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a
Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas
tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán
sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y
cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y
estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los
postes de tu casa, y en tus puertas.
3
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según
su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada
en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de
Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada
para ser manifestada en el tiempo postrero. 6 En lo cual vosotros
os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida
a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual
aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis
sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os
alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de
vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Llamamiento a una vida santa
13
Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed
sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá
cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes, no
os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra
ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed
también vosotros santos en toda vuestra manera de
vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 17 Y
si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga
según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de
vuestra peregrinación; 18 sabiendo que fuisteis rescatados de
vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros
padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la
sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación, 20 ya destinado desde antes de la fundación del
mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de
vosotros, 21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de
los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza
sean en Dios.
22
Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la
verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido,
amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 23 siendo
renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la
palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 24 Porque:
Santiago 1
2
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia. 4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que
seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el
cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será
dada. 6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es
semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y
echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor. 8 El hombre de doble ánimo es
inconstante en todos sus caminos.
Soportando las pruebas
12
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque
cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que
Dios ha prometido a los que le aman. 13 Cuando alguno es
tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no
puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada
uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da
a luz la muerte.
16
Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo
don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el
cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 Él, de su
voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que
seamos primicias de sus criaturas.
Hacedores de la palabra
19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para
oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del
hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando
toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar
vuestras almas.
22
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de
la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre
que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se
considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el
que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y
persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la
obra, este será bienaventurado en lo que hace.
26
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su
lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es
vana. 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es
esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y
guardarse sin mancha del mundo.
1 Juan 2
El nuevo mandamiento
7
Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el
mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este
mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el
principio. 8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que
es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van
pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 9 El que dice que está en
la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10 El que
ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay
tropiezo. 11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y
anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le
han cegado los ojos.
12
Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han
sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres,
porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a
vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo
a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14 Os he
escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es
desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois
fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis
vencido al maligno.
15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si
alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos
de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino
del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre.
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De manera que Dios está llamando una iglesia, un pueblo que tenga la
capacidad de preservar lo que se le encargó, ese tesoro escondido
para muchos, eso que él mismo ha depositado dentro de nosotros.
La pregunta que deberíamos hacernos es ¿qué fue lo que Dios ha
depositado dentro de nosotros que merece la pena preservar?
Dios ha depositado una gracia, esa gracia manifiesta un poder.
Dios sabía desde un principio que no podía dejar una iglesia que no
estuviera vestida de ciertas características que le permitieran
sobrevivir en medio de un mundo lleno de caos y confusión.
Por eso Jesús, estaba convencido que ese grupo de personas que él
escogió debería tener o ser revestido de un gran poder.
Y antes de partir les dice: Esperen en Jerusalén, hasta que ustedes
sean revestidos del poder…
Lucas 24: 49
49 Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros;
más vosotros quedaos en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis
investidos con poder de lo alto.
Esa dinamita del cielo que explotar esa enfermedad, esa depresión, lo
que sea que te esté atormentando hay poder en el Nombre de Jesús.
2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de
la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis
cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Hoy mas que nunca Dios quiere que nosotros estemos dispuestos a
pelear la buena batalla de la fe…
Hebreos 1:3
3
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de
su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de
su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados
por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las
alturas,
18
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
En el arca de pacto habían dos elementos que hablaban de
preservación…
LA VARA DE AARON.
Daba frutos 4 veces al año.
No tenía savia alguna.
Estaba conectada a la presencia de Dios.
Para que un ministerio, para que una directiva, para que un liderazgo
dé fruto debe estar conectado a la presencia de Dios
UNA PORCIÓN PEQUEÑA DEL MANÁ
Pero el maná no se podía guardar de un día para otro porque se
descomponía, pero ese trozo pequeño de maná no se dañaba por
cuanto estaba en la presencia de Dios
La única forma que una iglesia se va a preservar en la presencia de
Dios.
Matrimonio, tus negocios.
El mundo está en caos, los valores se están perdiendo, pero en medio
de todo esto Dios está levantando hombres y mujeres que se atreven
a preservar la esencia de Dios.
Salmos 1
Las corrientes.
Los vientos.
MATEO 7
24
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le
compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la
roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada
sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no
las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su
casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y
cayó, y fue grande su ruina.
Efesios 2:2-3
2
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente
de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los
cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los
deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de
los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo
que los demás.
Efesios 4:14-16
14
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera
de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es
la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien
concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se
ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Gálatas 5:22-23
22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales
cosas no hay ley.
La prueba que viene a tu vida, viene para identificar el tipo de esencia
que una persona tiene
Daniel 3
Rescatados del horno de fuego
3 El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era
de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el
campo de Dura, en la provincia de Babilonia. 2 Y envió el rey
Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados
y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los
gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación
de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado. 3 Fueron,
pues, reunidos los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores,
tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las
provincias, a la dedicación de la estatua que el rey
Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la
estatua que había levantado el rey Nabucodonosor. 4 Y el
pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh
pueblos, naciones y lenguas, 5 que al oír el son de la bocina, de la
flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo
instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro
que el rey Nabucodonosor ha levantado; 6 y cualquiera que no se
postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno
de fuego ardiendo. 7 Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de
la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la
zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos,
naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que
el rey Nabucodonosor había levantado.
8
Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y
acusaron maliciosamente a los judíos. 9 Hablaron y dijeron al rey
Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. 10 Tú, oh rey, has dado
una ley que todo hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta,
del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo
instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro; 11 y el
que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de
fuego ardiendo. 12 Hay unos varones judíos, los cuales pusiste
sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y
Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no
adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado.
13
Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que le
trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos
estos varones delante del rey. 14 Habló Nabucodonosor y les dijo:
¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis
a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado? 15 Ahora,
pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la
flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo
instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he
hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis
echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios
será aquel que os libre de mis manos?
16
Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey
Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos
sobre este asunto. 17 He aquí nuestro Dios a quien servimos
puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh
rey, nos librará. 18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus
dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has
levantado. 19 Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se
demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-
nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo
acostumbrado. 20 Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en
su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para
echarlos en el horno de fuego ardiendo. 21 Entonces estos
varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes
y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego
ardiendo. 22 Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían
calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían
alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. 23 Y estos tres varones,
Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de
fuego ardiendo.
24
Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó
apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres
varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es
verdad, oh rey. 25 Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos,
que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el
aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
26
Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de
fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del
Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego
salieron de en medio del fuego. 27 Y se juntaron los sátrapas, los
gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a
estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre
sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado;
sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego
tenían. 28 Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de
ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a
sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del
rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro
dios que su Dios. 29 Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación
o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y
Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar;
por cuanto no hay dios que pueda librar como este. 30 Entonces el
rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de
Babilonia.
Final…
27
Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le
dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.
José les dio de comer a sus hermanos para demostrarles que todo lo
malo que le hicieron lo pudieron dañar
1 corintios 2