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¿CUANTO DE DIOS TIENE CRISTO?

Hay muchos que hace a Cristo un ser creado y otros que hacen de Él “uno que sale del Padre”.
Los que creen en lo segundo, andan por nuestras Iglesias enseñando su teoría, que a su vez
deriva de algunos hermanos que se separaron de la Iglesia adventista hace algunos años.

Los que creen que Jesús “sale del padre” también afirman que Él “procede del padre”. Ese
proceder –afirman ellos- hace de Cristo alguien que no tiene todos los atributos de Dios Padre.
“es Dios, pero no en el sentido amplio como lo es el padre” “El padre es PADRE y el Hijo es
emanado, nacido, salido del Padre”.

Aunque ellos ajuntan una gran cantidad de escrituras a su favor, siempre encuentro
inconsistente sus creencias a la luz de toda la palabra de Dios.

En ese tratado me propongo exponer, no las inconsistencias de ellos, sino el punto de vista
escrituristico, sobre la naturaleza divina de Cristo, teniendo en cuenta lo que la sierva del
señor dijo: “Dios desea que sean escudriñadas las Escrituras: la fuente de la ciencia que está
por encima de toda teoría humana”. (M. S. T.I pág.286.) Maravilloso es estudiar
diligentemente las sagradas escrituras, con la finalidad de oír la vos de Dios hablándonos y
ayudándonos a descubrir cada verdad revelada en su palabra. No obstante debemos
reconocer nuestras limitaciones, sobre todo cuando queremos estudiar a Cristo nuestro
salvador. Nuestra mente finita es tan limitada que no llegara a comprender todo sobre su
naturaleza divina y humana, ya que en Él se encuentra todos los misterios de la deidad.

“Los hombres más talentosos de la tierra podrían hallar abundante motivo de placer -desde
ahora hasta el juicio- por todas las facultades otorgadas por el Señor, en ensalzar el carácter de
Cristo. Pero aun así no lograrían presentarlo como Él es. Los misterios de la redención,
incluyendo el carácter divino-humano de Cristo, su encarnación, su expiación por el pecado,
podrían emplear las plumas y las facultades mentales más agudas de los hombres más sabios a
partir de ahora hasta que Jesús sea revelado en las nubes del cielo en poder y gran gloria. Sin
embargo, aunque esos hombres pusieran toda su capacidad para tratar de ofrecer una
representación de Cristo y su obra, la misma estaría lejos de la realidad”. (A. O. pág. 258, 3 de
septiembre).

El primer punto que quiero exponer es que Cristo es Dios en el sentido más pleno de la
palabra.

Nuestros amigos arrianos1 siempre aluden a un texto clave para afirmar que el único Dios
verdadero es Jehová: “Ustedes son mis testigos —es la expresión de Jehová—, aun mi siervo a
quien he escogido, para que sepan y tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el
Mismo. Antes de mí no fue formado Dios alguno, y después de mí continuó sin que lo
hubiera”. (Isa 43:10 TNM.) Este texto afirma contundentemente lo que siglos atrás se le había
enseñado a Israel en Dt. 6: 4. “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. Volveremos a
tocar este texto más adelante en su momento, pero lo que quiero recalcar, es la unicidad de
Dios. Dios es uno y uno es su nombre. No hay dos, ni tres ni cuatro, es solo uno y único.

Nuestros amigos que niegan la deidad de Cristo afirman que Él es derivado del padre, por el
hecho de ser engendrado y por la gran cantidad de veces que en la Biblia se le llama Hijo de
Dios. Pero hay un problema con esto. Afirmar que el padre es el único Dios y que luego su hijo
también es llamado Dios, entonces tenemos a dos dioses, y entonces no estaríamos de
acuerdo con lo que dice Isaías.
1. Siempre cuando mencione a arrianos, me estaré refiriendo a todos aquellos que creen como creía Arrio, presbítero de Alejandría en el siglo II “Cristo
es la primera creación de Dios” por lo tanto decía Arrio” Él no puede ser Dios ya que es el hijo de Dios”. Esta postura teológica puede verse
representada por nuestros amigos testigos de Jehová y también por algunos sectores del adventismo.
Ahora creo conveniente leer el mismo texto pero en una versión diferente a la TNM. Pero esta
vez teniendo en cuenta las reglas de la hermenéutica que afirman que debemos leer el
contexto. Empezaremos por el verso 7 y nos extenderemos hasta el 12. Y luego veremos los
contextos mediatos.

“todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los creé, los formé y los hice. Sacad al
pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. Congréguense a una todas las
naciones, y júntense todos los pueblos: ¿Quién de ellos hay que nos dé nuevas de esto, y que
nos haga oír las cosas primeras? Presenten sus testigos, y justifíquense; oigan, y digan: Es
Verdad. Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí; para que me
conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será
después de mí. Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Yo anuncié, y salvé, e hice oír,
y no hubo entre vosotros dios extraño. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo
soy Dios. Is. 43: 7 -12.

Si Ud. Gusta puede leer todo el capítulo en donde encontrará el sentido más amplio del tema
que se está tratando.

Lo que Dios está haciendo en estos textos es una especie de invitación a un debate entre Él y
los dioses paganos. En la invitación, Dios quiere que cada dios presente sus testigos y Él
presentara los suyos. Israel será el testigo de Dios. Pues todas las obras pasadas de Dios son la
prueba de que no hay dios fuera de Él. El pueblo (testigo) tendría que proclamar esta gran
verdad ante las naciones, ya que había sido redimido, libertado, salvado de entre sus
opresores.

Ahora el punto central que nos ocupa hoy, es este: “para que me conozcáis y creáis, y
entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí”.
(Verso 10.) ¿Quién es el que está hablando aquí? Si el padre es el único Dios verdadero,
entonces está diciendo que el hijo no puede ser Dios. Esta declaración hecha por los suelos el
concepto semiarriano de que Cristo fue declarado Dios en su engendramiento.

Ahora, ¿qué tal si el que está hablando aquí no es el padre? Analicemos algunos textos de este
capítulo para ver que el que está hablando aquí no es el padre sino el hijo. Empecemos por
esta grandiosa declaración del verso 10: “antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después
de mí”.

El segundo punto es que Él es uno con el padre

El tercer punto es que Él es igual que el Padre, no obstante es una persona distinta al padre.

1. Siempre cuando mencione a arrianos, me estaré refiriendo a todos aquellos que creen como creía Arrio, presbítero de Alejandría en el siglo II “Cristo
es la primera creación de Dios” por lo tanto decía Arrio” Él no puede ser Dios ya que es el hijo de Dios”. Esta postura teológica puede verse
representada por nuestros amigos testigos de Jehová y también por algunos sectores del adventismo.

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