Está en la página 1de 13

Republica bolivariana de Venezuela

Universidad nacional experimental Francisco de Miranda


Santa cruz de bucaral municipio union estado falcon
Área: Ciencias del Agro y Mar
Programa: Medicina Veterinaria

Enfermedades de la piel

Profesora: Rafael Rodríguez Bachiller:


Winifer Piña

Mayo 2021
El uso de las especies menores como los ovinos y los caprinos es una
alternativa de producción, Se destacan estas especies por la capacidad adaptativa
a los entornos adversos y por su alta tasa reproductiva, evidenciada en partos
múltiples, lo que conlleva a obtener buena producción de carne. Además, son
reconocidos por presentar resistencia a ciertas enfermedades que suelen ser
letales en otras especies y porque los sistemas de producción aún siguen el
manejo tradicional. Sin embargo, existe un amplio listado de etiologías de
naturaleza infecciosa que pueden producir importantes enfermedades en la
industria ovino-caprina: estos incluyen agentes virales, bacterianos, fúngicos y
parasitarios; algunos son de notificación obligatoria, y ello implica reconocer su
importancia a nivel zoonótico.

Enfermedades de la dermis y epidermis de los ovinos y caprinos

El tejido cutáneo es muy accesible a la observación y a la exploración, por


lo que nos permite analizar las lesiones indicativas de patologías externas de una
forma muy rápida y sencilla. Pero, de la misma manera, observando el aspecto y
distribución de lesiones concretas, también podremos diagnosticar patologías de
etiología interna con signos cutáneos. Las enfermedades de la piel y de la lana
son comunes en los pequeños rumiantes y pueden ocasionar pérdidas
económicas significativas debido al retraso en el desarrollo del animal.

En el ganado ovino adulto, los procesos más comunes son de origen


parasitario, infeccioso y también fotosensibilizante. Los problemas congénitos y
hereditarios son más raros, pero pueden aparecer en cualquier latitud y adquirir
gran importancia cuando se ven implicados los animales reproductores, de
elevado coste. En general, todas estas patologías se manifestarán muy
tempranamente (al nacimiento) o como muchas semanas o pocos meses
después. Patologías Entre los problemas congénitos o hereditarios más conocidos
en la especie ovina podemos destacar: alopecia, hipertricosis, anasarca fetal,
astenia cutánea, fotosensibilización hereditaria, hipotiroidismo congénito (bocio),
epiteliogénesis imperfecta, epidermólisis bullosa e hipertricosis.
La alopecia se caracteriza por una ausencia completa de la cubierta pilosa
o lanar, mientras que la hipertricosis se distingue porque hay menor cantidad
(menor densidad) de pelos o lana que, en el animal normal, pero su distribución es
simétrica y homogénea. En los casos de los defectos pilosos hereditarios, distaros
foliculares, se produce una reducción del número y del tamaño de los folículos y
una anomalía en su desarrollo. Los animales afectados suelen nacer con menor
número de folículos en la cara y miembros. Las referencias bibliográcas son más
abundantes en el ganado vacuno y porcino, pero la problemática no es menos
importante en el ovino.

En la alopecia e hipertricosis la piel expuesta es más brillante y sensible y,


en la mayoría de los casos, más delgada y predispuesta a infecciones
secundarias. Además, los animales afectados soportan mal el frío. En casos de
aplasia folicular congénita, los pelos ordinarios de la cubierta están ausentes, no
así los pelos táctiles, más bastos, situados alrededor de los ojos, en labios y
extremidades. El diagnóstico se comienza por la anamnesis, evaluación física y
biopsia de la piel. En el estudio histológico se aprecian muy bien las anomalías
morfológicas debidas a un desarrollo defectuoso de los folículos pilosos.

Anasarca La anasarca es una enfermedad en la que se produce una


acumulación masiva de fluido seroso en el tejido conjuntivo subcutáneo. Los casos
de anasarca fetal, también denominados Hydrops foetalis, son poco conocidos en
el ganado ovino.

Astenia cutánea: también conocida como síndrome de Ehlers-Danlos,


dermatosparaxis o piel rota, es una enfermedad que compromete la integridad
estructural de la piel, o más especícamente del tejido conjuntivo. En todas las
especies está causada por un defecto en la producción del colágeno. En ovinos
está asociada con la decencia en la actividad de una enzima, la propeptidasa, que
da lugar a una reducción de aminopropéptidos precursores de colágeno, el pro
colágeno, con inadecuada formación del gel de colágeno, que está con estructura
y función alteradas. En estos casos el problema no estaba relacionado con una
decencia de aminopropeptidasa.
En esta colagenopatía, que agrupa diversas enfermedades congénito-
hereditarias, los animales afectados presentan hiperextensibilidad, fragilidad de la
piel y elasticidad disminuida, lo que favorece que la piel se rompa fácilmente y
deja heridas extensas con forma de boca de pez. En general, estas heridas
sangran poco o nada y, de no existir roces o infecciones secundarias, pueden
curarse rápidamente, dando lugar a unas más cicatrices blancas, como papel de
fumar. Normalmente, en los animales de producción, las heridas se curan de
forma lenta, debido a los constantes roces de la piel péndula, con la formación de
hematomas e higromas, complicados con infecciones secundarias.

Dermatitis

La Dermatofitosis, es una infección epidérmica, que se presenta como una


dermatitis exudativa, caracterizada por la formación de costras duras que se
adhieren firmemente a la piel afectada. El agente causal es el Dermatophilus
congolensis. Se la ha observado en varias especies de animales domésticos
(bovinos, ovinos, equinos y caprinos) y salvajes, principalmente herbívoros. Se la
conoce como estreptotricosis cutánea en bovinos, equinos y caprinos. En los
ovinos la entidad similar se denomina, lana de piedra o lana de palo. La
distribución es mundial, con mayor prevalencia en zonas tropicales y su
presentación más frecuente es en otoños húmedos.

Transmisión Los insectos posiblemente actúan como vectores mecánicos


de la infección. El tiempo cálido y húmedo predispone a la enfermedad. La fuente
habitual de contagio son los animales enfermos o portadores crónicos. En algunos
casos plantas con espinas, e inclusive lluvias copiosas, pueden lesionar la capa
lipídica y queratinosa de la piel facilitando el ingreso de las esporas a la epidermis.
Richards y Pier (1966), observaron que la enfermedad puede ser transmitida por la
picadura de moscas (Stomoxis calcitrans, Mosca doméstica) luego de alimentarse
en áreas con lesiones húmedas. En el ovino, las lesiones postesquila constituyen
una importante vía de entrada de la infección y el peine de la máquina puede
contribuir a la transferencia de organismos de animales enfermos a los sanos. La
piel natural y la cera o grasa de la lana actúan como barreras eficaces para evitar
la infección.

Patogenia Una vez que el microorganismo superó la barrera cutánea el D.


congolensis invade la epidermis (especialmente el folículo piloso o lanoso)
produciendo una dermatitis aguda y rápida carnificación de la zona infectada. A
menudo se asocia una invasión bacteriana secundaria que produce un copioso
exudado. En el ovino se produce un apelmazamiento de las fibras de lana y al
secarse forma una mecha en forma de lápiz e inclusive formaciones de mayor
diámetro (lana de palo).

Síntomas Clínicos

En el ovino las costras son más gruesas (hasta 3 cm de espesor), rugosas,


circulares y a menudo pigmentadas. Se distribuyen generalmente en la zona
lateral y ventral. El vellón pierde prácticamente todo el valor comercial. Existen dos
rasgos importantes de la enfermedad: la extensión y persistencia de las lesiones.
Normalmente tiene poco efecto sobre la salud general del animal. En la mayoría
de los animales la infección cura en unas tres semanas y las costras se separan
de la piel dejando debajo una piel suave sin pelos o lana; sin embargo, en ovinos,
particularmente Merino, la infección puede pasar a un estado crónico produciendo
las masas córneas que caracterizan la “lana de palo” o “lana de piedra”. En el
ovino la infección por D. congolensis puede presentarse de otra forma originando
una dermatitis interdigital. Se la conoce con el nombre de pietín frutilla (strawberry
footrot) porque al desprenderse la costra deja una superficie sangrante en el área
interdigital.

Diagnóstico Un diagnóstico preciso requiere la identificación del


microorganismo mediante el aislamiento en medios de cultivos y/o la observación
directa en extendidos, a partir de costras previamente desmenuzadas en solución
fisiológica. Se recomienda fijar los extendidos con alcohol metílico y teñirlos con
colorante de Giemsa. La observación microscópica con objetivo de inmersión
(100x), pone de manifiesto la presencia de elementos hifales típicos. El cultivo
puede realizarse en agar sangre a partir de material emulsionado en solución
fisiológica estéril. D. congolensis desarrolla lentamente formando pequeñas
colonias de aproximadamente 1 mm de diámetro a las 48-72 horas. El cultivo
puede realizarse en forma aerobia pero también crece en atmósfera anaerobia.

Tratamiento En casos agudos el curso de la infección suele ser corto y los


animales se recuperan espontáneamente. El clima seco favorece la recuperación.
Las aplicaciones de antisépticos en forma tópica son de dudoso valor porque el
medicamento no tiene acción sobre las hifas que se encuentran en el interior del
folículo lanoso o piloso, aunque contribuyen a reducir la diseminación a través de
la destrucción de los organismos presentes en las costras. Si son muchos los
animales afectados se puede utilizar sulfato de zinc al 0,2-0,5% en baños de
inmersión o aspersión. Se han ensayado diferentes tratamientos por vía
parenteral. Las infecciones persistentes pueden ser curadas con una sola
inyección de 45000-70000 UI/Kg de penicilina G procaínica y 45-70 mg/kg de
estreptomicina. En ovinos una sola inyección de 20 mg/kg de oxitetraciclina de
acción prolongada (L.A.) ha dado buenos resultados.

Enfermedades infectocontagiosas

Enfermedades virales

La ectima contagiosa, comúnmente llamado boca costrosa, es una


enfermedad contagiosa de caprinos y ovinos causada por un virus del genero
parapoxvirus. La enfermedad recibe otros nombres tales como: dermatitis pustular
contagiosa, estomatitis postular contagiosa, orf, boca costrosa, estomatitis
ulcerativa y boquera.

La ectima contagiosa es común en caprinos en el mundo entero, y puede


producir, dolorosas, espesas lesiones con costras en los labios y las encías. Los
caprinos infectados usualmente se curan completamente, sin cicatrices después
de una a cuatro semanas. Sin embargo, en casos severos la ocurrencia de
infecciones secundarias puede prolongar este periodo. El consumo de alimento
puede deprimirse originando pérdida de peso.
La ectima contagiosa no se limita a la boca. Un cabrito con lesiones puede
transmitir la infección a las tetas de la madre durante el amamantamiento. Las
lesiones que aparecen en la ubre son dolorosas, y la cabra puede impedir que la
cría mame y provocar que aparezca mastitis. La enfermedad puede también
transmitirse de animales infectados a otros animales. Adicionalmente, las costras
los cuales han contaminado el ambiente pueden ser otra fuente de infección. Los
equipos de ordeño y el material de cama contaminado por las cabras infectadas
pueden ser otras fuentes de infección. Las lesiones presentan costras, y pueden
secundariamente infectarse con bacterias tales como estafilococos y otras. En los
casos en los cuales las infecciones secundarias son severas, se recomiendan
antibióticos. ¿A pesar de que los labios y las encías son las áreas principalmente
afectadas, se han reportado lesiones en la cara, orejas, banda coronaria??,
escroto, tetas, vulva, cuello, pecho y flancos.

El virus que causa la enfermedad, es muy resistente y persiste por largos


periodos lejos del hospedero en las costras secas de un animal infectado. La
recuperación de la enfermedad proporciona inmunidad por lo menos por un año.
La transmisión de inmunidad de la cabra al cabrito por medio del calostro no ha
sido totalmente comprobada. Los cabritos muy jóvenes severamente afectados
pueden morir.

Diagnostico

El diagnostico usualmente se basa en la apariencia clínica. Las pruebas de


laboratorio pueden ser empleadas para confirmar la enfermedad.

Tratamiento

En casos leves, puede no ser necesario aplicar tratamiento, en los casos


más severos la aplicación de ungüentos suavizantes puede ayudar. Es importante
asegurarse de que los animales afectados estén comiendo y bebiendo. Alimentos
suaves y palatales pueden ayudar a mantener el consumo de alimento. Si las
infecciones secundarias son severas puede ser necesario emplear antibióticos.
Las cabras lecheras con lesiones en las ubres deberán ordeñarse de últimas y
aplicar un ungüento antiséptico a la ubre para controlar la proliferación bacteriana
hasta que ocurra la recuperación.

Enfermedades bacterianas

Pododermatitis:

La Pododermatitis en ovinos y caprinos es una enfermedad producida por la


asociación de factores del ecosistema, el clima y dos bacterias: Dichelobacter
nodosus y Bacteroides necrophorus, aunque en algunos casos pueden asociarse
más bacterias en forma inespecífica.

Esta enfermedad se presenta en las ovejas y cabras en forma estacional,


en época de lluvias o en zonas del país húmedas (trópico húmedo), o cuando
pastorean en terrenos bajos que conservan humedad en el suelo, o se ven
forzadas a permanecer en corrales mal drenados con suelo lodoso.

¿Cómo detectar la Pododermatitis en ovinos y caprinos?

Para detectar el dolor, se comprime manualmente el dedo y el animal retira


la pata manifestando el dolor. Se revisa la suela del o los dedos afectados,
frecuentemente está “abombada” y blanda, fluctuante a la palpación.

En muchos casos al realizar estas maniobras de exploración, la compresión


del dedo o la suela, determina la salida de pus fuertemente mal oliente por los
bordes de la suela o por el borde coronario de la uña.

Los animales afectados deben ser separados del resto del rebaño, en este
caso la medida es válida considerando que D. nodosus es parásito obligado del
pie y no sobrevive en el ambiente, de tal forma que la transmisión es directa:
animal enfermo-animal sano. La separación facilita la vigilancia y el tratamiento de
los enfermos, que deben ser mantenidos en un corral con piso seco y bien
drenado.

El tratamiento de la Pododermatitis en Ovinos inicia por desbridar la lesión


cuando a la palpación se siente la suela o la uña fluctuante, esta maniobra permite
la salida del pus, pero más importante, asegura la oxigenación de los tejidos
afectados.

Se limpia la lesión con cualquier producto antiséptico, excepto agua


oxigenada y se aplican tratamientos locales con suspensiones o pomadas con
antibióticos. El cloranfenicol al 10% en etanol de 70 es un buen tratamiento,
aunque actualmente no es fácil conseguir este antibiótico.

en la Pododermatitis en Ovinos y caprinos los tratamientos con aceite


quemado, alquitranes, aguarrás, vinagre, creosota, han demostrado ser ineficaces
y en muchos casos retrasan la curación. Tampoco se debe cubrir el dedo
lesionado; los plásticos u otros materiales con los que se improvisan “botas” para
estos animales están contraindicados, pues impiden la entrada de oxígeno a la
lesión y favorecen el crecimiento de las bacterias.

Queratoconjuntivitis infecciosa. 

La queratoconjuntivitis infecciosa del ganado bovino, ovino y caprino se


caracteriza por blefarospasmo, conjuntivitis, lagrimeo y grado variable de
opacificación y ulceración corneales.

En las ovejas, la infección con Chlamydia psittaci es más común. Las


infecciones que no son producidas por clamidobacterias pueden ser consecuencia
de microorganismos parecidos a las Rickettsias (Colesiota
conjunctivae), Mycoplasma spp, y bacterias aeróbicas, particularmente Neisseria
ovis.

En las cabras, las infecciones por micoplasmas son las más comunes,


aunque se han aislado también bacterias aeróbicas. Aunque gran parte del
síndrome en cabritos es causado por Mycoplasma agalactiae (véase AGALACTIA
CONTAGIOSA, P 1124), es también causado por otros micoplasmas,
particularmente M. conjunctivae.
Diagnóstico

En todas las especies, el diagnóstico precoz se basa en los síntomas


oculares y en la enfermedad sistémica concomitante. Es importante diferenciar
que las lesiones no sean consecuencia de cuerpos extraños o de parásitos (véase
Microfilarias gusanos del ojo en grandes animales, arriba).

Prevención y tratamiento

El tratamiento adecuado es de suma importancia para reducir o prevenir la


propagación de la infección en el ganado bovino, ovino y caprino. Cuando es
posible, resulta beneficiosa la separación de los animales afectados de los
normales. Puede ser útil el aislamiento temporal y el tratamiento preventivo de los
animales de reciente introducción en el rebaño, porque algunos de éstos pueden
ser portadores asintomáticos.

El tratamiento sistemático se puede incrementar con el uso tópico de


antibióticos, con una inyección subconjuntival, o ambos. Las preparaciones
oftálmicas de uso tópico deben aplicarse al menos tres veces al día para que sean
eficaces y, por consiguiente, el uso tópico a menudo no es ni económico o
práctico.

Los antibióticos eficaces en e, uso tópico incluyen el antibiótico triple,


la gentamicina y una combinación de oxitetraciclina y polimixina B en forma de
ungüento. En los animales gravemente afectados podría ayudar un tarso pálpebra.
adicional, es decir, una tarsorrafia parcial que protegerá la córnea de la luz solar,
del tiempo que se administra una inyección subconjuntival.

Enfermedades parasitarias

Pediculosis:

Los piojos son pequeños insectos (1 a 2 mm de largo) desprovistos de


alas que afectan a los ovinos en todo el mundo. La mayoría de las especies ovinas
son específicas de ovejas o cabras.
La especie más importante para ovinos es Bovicola ovis (=Damalinia ovis),
el piojo masticador del pelo de las ovejas, que se encuentra allí donde se crían
ovinos. Además de Bovicola ovis, hay varias especies de piojos
hematófagos chupadores que atacan a los ovinos. Las especies principales
son Linognathus pedalis, el piojo del pie de las ovejas, que se
encuentra sobre todo en las patas y en el vientre, y Linognathus ovillus, el piojo de
la oveja. Sus efectos sobre las ovejas son similares a los del piojo masticador.

Los piojos son muy activos y causan una fuerte irritación al ganado que
reacciona rascándose, mordiéndose y restregándose contra todo tipo de objetos.
Esto daña la lana lo que resulta en pérdidas considerables de producción. Si no,
los piojos no parecen causar otros detrimentos a la salud de las ovejas, salvo en
casos de infestaciones masivas. L. ovillus puede transmitir el
holoparásito Eperythrozoon ovis.

La sarna ovina es una enfermedad contagiosa altamente pleurítica


causada por el ácaro Psoroptes ovis. Las ovejas afectadas desarrollan lesiones
grandes cubiertas por una costra amarillenta y escamosa, acompañadas de daño
en la lana y el cuero. Puede ocurrir emaciación e infecciones bacterianas
secundarias en animales no tratados, las ovejas preñadas pueden parir corderos
más pequeños, y los corderos que se infestan pueden perder peso rápidamente y
morir. La sarna ovina es una preocupación desde el punto de vista, del bienestar
animal, debido al dolor y la irritación causados por los ácaros.

Período de incubación El período de incubación varía de pocas semanas


a varios meses en las ovejas infectadas naturalmente. Las infestaciones
experimentales normalmente se hacen evidentes en de 10 a 35 días, y, son
seguidas por la rápida expansión de las lesiones.

Signos clínicos Los casos leves y los primeros estadios de la enfermedad


más grave, son caracterizados por exudados serosos y pequeñas máculas
eritematosas, con coloración amarilla/anaranjada de la lana cerca de la piel. Estas
máculas ocurren principalmente en los hombros y el cuello, en primera instancia. A
medida que la enfermedad progresa, se desarrollan grandes lesiones cubiertas de
una costra amarillenta y escamosa, principalmente en las partes con más lana del
cuerpo. Las costras se adhieren ligeramente a la piel con un fluido viscoso. La
lana se afloja y se cae en mechones, y puede existir alopecia extensiva. En las
áreas de alopecia, la piel se engrosa y se vuelve hiperqueratósica, con varios
abscesos pequeños (5-20 mm de diámetro).

En algunos casos, se pueden observar colonias de ácaros marrón oscuro.


Las lesiones por la sarna ovina pueden diseminarse rápidamente y afectar
grandes partes del cuerpo. Debido a que las lesiones son intensamente pruríticas,
es frecuente que se produzca daño secundario por rascado, frotación y
mordeduras. Algunas ovejas afectadas muestran un reflejo de “mordisqueo” sin
ninguna estimulación externa, y las ovejas más afectadas tienen este reflejo al
tocar las costras, algunos animales pueden dejarse caer de costado, con
opistótonos y movimientos masticatorios que pueden durar hasta 10 minutos.

Diagnóstico

Clínico Se debe sospechar de la sarna ovina en los animales que


presentan lesiones costrosas intensamente pruríticas y alopécicas. Las primeras
etapas pueden estar caracterizadas por máculas eritematosas y coloración de la
lana. Las primeras lesiones normalmente ocurren en los hombros, espalda y el
cuello; sin embargo, pueden diseminarse a gran parte del cuerpo.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial incluye dermatofitosis (dermatitis micótica),


pediculosis (piojos), tiña, otras formas de sarna causada por Chorioptes,
Demodex, Psorergates ovis, Sarcoptes scabiei, u otros ácaros, infestación con la
falsa garrapata de la oveja, fotosensibilización de diferentes causas, y putrefacción
del vellón/amarillo canario causado por baños en soluciones contaminadas con
Pseudomonas aeruginosa. Las altas cargas de garrapatas también pueden causar
irritación y anemia. Otras enfermedades como la viruela ovina también pueden
asemejarse a la sarna ovina.

Control La sarna ovina puede ser tratada con administraciones


subcutáneas de ivermectina, doramectina o moxidectina, o con acaricidas
administrados como baños o pulverizaciones. Los animales deben permanecer en
cuarentena para prevenir la propagación de los ácaros. También se debe evitar la
transmisión a la fauna silvestre. En las zonas endémicas, todas las ovejas que
ingresen a un establecimiento libre de sarna ovina deben ser tratadas y aisladas.

También podría gustarte