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PREPARACIÓN DE EXTRACTOS

VEGETALES II: MACERADOS ACUOSOS


por Lourdes | Ene 30, 2015 | Tutoriales | 15 Comentarios
Le toca el turno a los macerados acuosos. Cuando queremos extraer los
principios hidrosolubles de una planta utilizamos el agua. Pero no la
corriente del grifo; para ello emplearemos agua destilada o agua
mineral de mineralización débil.
Los podemos hacer en frío, o en caliente preparando infusiones o
decocciones. Generalmente elegiremos para las flores y hojas el método en
frío o las infusiones, y la decocciones las dejaremos para cortezas, raíces y
algunas semillas.
MACERADO EN FRÍO
El agua fría es un buen solvente y en ella podemos macerar infinidad de
plantas para después utilizar el extracto en la fase acuosa de nuestras
cremas.
Habitualmente se hace una maceración al 10%, así, por ejemplo, para 100
ml de extracto pesaremos 10 gr de la planta a utilizar y la pondremos en 90
ml de agua fría (recordad que tiene que ser agua destilada o agua mineral
de mineralización débil). Lógicamente la cantidad resultante no serán 100
ml, ya que la planta, al ser seca, absorberá buena parte del agua. Hay que
tener esto en cuenta para calcular las cantidades en función de la fórmula a
la que vayamos a incorporar el extracto.
Vamos a ver su preparación:
1. En un frasco, limpio y esterilizado, y que cierre bien, echamos la cantidad de
agua necesaria, pesamos la planta y la incorporamos.
2. Se remueve bien y lo dejamos durante 24 horas en un lugar fresco y
oscuro (un buen sitio es la nevera), agitando de vez en cuando.
3. Pasadas las 24 horas lo filtramos con un filtro de café o una tela muy tupida.
Es importante que esté muy bien filtrado para evitar la proliferación de
microorganismos, además de que hace bastante feo encontrar puntitos
oscuros por una crema.
4. Si no lo vamos a utilizar en el momento, lo guardaremos en la nevera, en un
frasco esterilizado y le pondremos conservante.
MACERADO EN CALIENTE
En este caso la cantidad habitual de planta es de unos 50 gr por litro de
agua. Se puede poner más sin problemas, todo depende del uso que le
queramos dar.
INFUSIONES
Para hacer una infusión tenemos que poner la planta a utilizar en un
recipiente y añadirle agua hirviendo o casi a punto de hervir. Se tapa y se
deja reposar entre 3 y 10 minutos dependiendo de la planta. Una vez
pasado el tiempo de reposo se filtra y se siguen los mismos pasos que para
la maceración en frío.
DECOCCIONES
La única diferencia con las infusiones es que en este caso pondremos las
raíces o cortezas a hervir con el agua unos 15 minutos. Una vez hervidas
los pasos a seguir son los mismos que para la maceración en frío.
¡IMPORTANTE!
Es muy, muy importante seguir unas normas estrictas de higiene con los
macerados acuosos ya que son muy sensibles a los microorganismos. Hay
que esterilizar todo lo que utilicemos para realizarlos y en el caso de no
utilizarlos inmediatamente ponerles un conservante y guardar en la nevera.
Próxima entrega: las tinturas. 
Aquí tenéis la anterior entrega sobre oleatos, seguro que os puede
interesar.
¡Qué tengáis un buen día!

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