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Los gametos son células compuestas por un solo juego de cromosomas (tienen una

versión única de la información genética que determinará las características físicas del
individuo) que durante la fecundación se fusionarán con otro gameto del sexo opuesto
para formar el cigoto. Los gametos femeninos, es decir las células sexuales femeninas, se
denominan óvulos, mientras que los gametos masculinos, es decir las células sexuales
masculinas, se denominan espermatozoides.

El cigoto (del griego ζυγωτός zygōtós 'uncido, unido') es la célula resultante de la unión
del gameto masculino (espermatozoide) con el gameto femenino (óvulo) en
la reproducción sexual de los organismos. La fusión de los gametos va seguida de la
fusión de los núcleos, con lo cual resulta que el núcleo del cigoto posee dos juegos
completos de determinantes genéticos (cromosomas).

La cantidad de espermatozoides que hay en el semen del varón es importante a la hora


de conseguir una gestación pues, aunque en cada eyaculación se liberan de 200 a 500
millones de células espermáticas algunas de esas células son anormales, están muertas
o mueren durante el camino hasta el óvulo, así, para que la cuenta espermática sea
normal es necesario un mínimo de 20 millones de células espermáticas por mililitro de
semen (Jones, 1984).
La fecundación es la unión del espermatozoide con un ovocito secundario; se lleva a cabo
en la ampolla de la trompa de Falopio a través de diversos procesos que permiten la
fusión entre ambos gametos. Previo a esto se requieren cambios en el
espermatozoide, como es la capacitación y la reacción acrosómica.

El ciclo menstrual es la serie de cambios que el cuerpo de la mujer experimenta todos los
meses en preparación para la posibilidad de un embarazo. Cada mes, uno de los ovarios
libera un óvulo en un proceso llamado ovulación. Al mismo tiempo, se producen cambios
hormonales que preparan al útero para el embarazo. A su vez, es el sangrado vaginal
normal que ocurre como parte del ciclo mensual de la mujer. Todos los meses, su cuerpo
se prepara para un posible embarazo.

Si un espermatozoide se une con un óvulo, el óvulo fertilizado se mueve por la trompa de


Falopio hasta el útero. Luego, comienza a dividirse en más y más células, y forma una
bola a medida que crece. Esta bola de células (llamada “blastocisto”) llega a tu útero entre
3 y 4 días después de la fertilización.
El óvulo fertilizado tarda de 6 a 12 días en viajar al útero y fijarse, en un proceso que
se denomina implantación. Los cilios direccionan el óvulo hacia el útero.
El óvulo fecundado debe fijarse en el útero para que el embarazo sea viable.

El período germinal (aproximadamente 14 días de duración) dura desde la concepción


hasta la implantación del óvulo fertilizado en el revestimiento del útero. Por lo general, se
fertiliza en la sección superior de la trompa de Falopio y continúa su viaje hacia el
útero. Como resultado, se forma una nueva celda.

- La placenta produce también las hormonas del embarazo, prepara los senos de la
madre para la lactancia y estimula las contracciones uterinas durante el parto.
- El saco amniótico es una membrana llena de líquido que envuelve al bebé,
protegiéndolo y dándole un espacio para moverse.
- La capa celular exterior del blastocito produce unas estructuras en forma de hilos que
utiliza para adherirse a la pared del útero (implantación)

La semana 5 es el comienzo del "período embrionario"; es decir, cuando se desarrollan


todos los principales sistemas y estructuras del bebé.
- Las células del embrión se multiplican y comienzan a asumir funciones específicas.
- En esta etapa, el embrión tiene una forma redondeada y está formado por dos capas: el
endodermo y el ectodermo.
- El periodo embrionario es la etapa en la que ocurre la formación de todos los aparatos y
sistemas del embrión, proceso conocido como organogénesis; esta fase comprende de la
cuarta a la octava semanas.
- En la cuarta semana el embrión crece un milímetro cada día y se inicia el desarrollo de
las extremidades, el corazón, el sistema digestivo y los órganos de los sentidos.
- En la quinta semana el embrión crece muy deprisa y ahora tiene el tamaño de un
garbanzo (5-6 milímetros). adquiriendo forma humana o de bebé.
- Su cabeza es muy grande respecto al resto del cuerpo y las extremidades muy cortas:
En el rostro se distinguen perfectamente los ojos, la nariz, boca y orejas.
- En la séptima semana los tejidos y órganos formados en la fase embrionaria empiezan a
madurar.

Al final de la octava semana después de la fecundación (10 semanas de embarazo), el


embrión se considera un feto. Durante esta fase, las estructuras ya formadas crecen y se
desarrollan.

- Un cambio notable durante el período fetal es la ralentización relativa del crecimiento de


la cabeza en comparación con el del resto del cuerpo.
- Se forman los principales vasos sanguíneos y continúa el desarrollo de los órganos
internos.
- En el tercer mes los genitales del feto ya están formados y diferenciados
- A finales del cuarto o quinto mes la madre suele sentir el movimiento fetal.
- En el cuarto y quinto mes el feto puede oír y responder a estímulos.
- Para el quinto mes el feto ya duerme y despierta, succiona y cambia de posición.
- Hacia el final del sexto mes se forman los ojos, párpados y pestañas.
- En el sexto y séptimo mes el cerebro se desarrolla y es capaz de controlar algunas
funciones corporales, aumenta de peso y se incrementa la grasa corporal.
- En los 2 últimos meses de embarazo los huesos están completamente desarrollados.
- Al final del noveno mes han crecido las uñas y los extremos de los dedos de manos y
pies.
La exposición a partículas pequeñas del aire, llamadas PM2. 5, aumenta el riesgo de
resultados adversos que incluyen además la restricción de crecimiento fetal, y el parto
prematuro. El aumento de los niveles de ozono durante el primer trimestre de la gestación
se asocia con mayor prevalencia de preeclampsia.
Se llama teratógeno a cualquier sustancia que cruza la barrera placentaria,
daña el embrión o feto y ocasiona defectos congénitos. El momento en que tiene lugar la
exposición a los teratógenos es particularmente importante, porque existe un periodo
crítico en que se desarrollan los órganos y partes del cuerpo y durante el cual resulta más
dañina la exposición a los teratógenos. Los Teratógenos incluyen medicamentos,
infecciones, estados derivados de la maternidad y los agentes físicos tales como las
radiaciones ionizantes.
Los efectos que la exposición a la radiación produce en la salud del feto
pueden ser graves, incluso si la dosis es demasiado baja para enfermar a la madre. Estos
efectos incluyen aborto espontáneo, atrofia de crecimiento, deformidades, anomalías en la
función cerebral y cáncer.
Todos los embarazos implican algunos riesgos. Puede
tener problemas debido a un problema de salud que tenía antes de quedar embarazada,
pero esto puede afectar su salud, la de su bebé, o ambos. Algunos problemas de salud
comunes que pueden complicar el embarazo son: Hipertensión arterial, síndrome de
ovario poliquístico, problemas renales, enfermedades autoinmunitarias, enfermedades de
la tiroides, obesidad, VIH y sida, cáncer o infecciones.
La edad afecta al número de óvulos que pueden ser obtenidos tras
una hiperestimulación ovárica controlada. La ligera disminución de los partos llevados a
término en mujeres con edad avanzada indica que la calidad citoplasmática afecta a la
redistribución del material genético y a otros mecanismos celulares.
Es importante en el control prenatal mantener una alimentación variada y
equilibrada para favorecer la salud materna y el desarrollo y crecimiento del bebé; incluir
todos los tipos de alimentos, propiciar la ingesta de agua, y realizar al menos cuatro
comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena). La carencia de vitaminas,
minerales y proteínas en la dieta de la mujer embarazada puede afectar de manera
adversa el embrión.
Se ha encontrado que el esperma de hombres alcohólicos es
muy anormal. La exposición a radiación, plomo, tabaco, arsénico, mercurio, ciertos
solventes y diversos pesticidas puede contribuir a la esterilidad masculina, a disminuir la
cuenta espermática o anormalidades genéticas en las células espermáticas.
Las complicaciones durante el embarazo son problemas de salud que se dan durante el
período de gestación. Pueden afectar la salud de la madre, del bebé, o ambas. Algunas
mujeres padecen problemas de salud antes de quedar embarazadas, lo cual puede
desencadenar complicaciones.

: Demasiado o muy poco líquido amniótico en


el saco que contiene al feto puede significar un problema para el embarazo.
Se trata de un vómito prolongado y persistente que puede
deshidratar a la mujer y le quita los nutrientes necesarios para fortalecer el crecimiento
fetal.
Un aborto espontáneo es la pérdida del
embarazo que se presenta hasta las 20 semanas de gestación. La mayoría ocurre antes
de las 12 semanas. Los abortos espontáneos suceden en alrededor del 15% de los
embarazos, y generalmente se deben a anormalidades genéticas o cromosómicas.
Se caracteriza por alta presión sanguínea, saturación de agua de los tejidos
(edema) indicada por hinchazón de cara y extremidades o por el rápido aumento de peso,
albúmina en la orina, dolores de cabeza, visión borrosa y eclampsia (convulsiones). Si no
es tratada, la toxemia puede ser fatal para la madre y el embrión o feto.
La preeclampsia, antes conocida como toxemia, se
caracteriza por la hipertensión inducida durante el embarazo.
Se refiere a la separación prematura de la placenta de la pared
uterina, en general porque la placenta crece parcial o completamente sobre la abertura
cervical.
Un embarazo ectópico es el desarrollo del feto fuera del útero. Esto
puede ocurrir en las trompas de Falopio, el canal del cuello del útero o la cavidad pélvica
(vientre).
El embarazo extrauterino ocurre cuando el óvulo fertilizado se
adhiere a la pared de la trompa de Falopio y crece ahí y no dentro del útero.
Ocurre cuando una madre con sangre tipo Rh negativo lleva un
feto con sangre Rh positivo

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