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Delgado Vicencio Yadira Saraí

TIA UNO 2022-2

Ensayo sobre conferencia de Tatiana Bilbao

30 de mayo

El paisaje del futuro social

La tipología en común de cualquier programa arquitectónico destaca que depende


totalmente de un ritmo espacial proporcional al ritual que se lleva a cabo en dicho
espacio, en el que se pone en funcionamiento situaciones muy específicas obedeciendo
al programa referenciado en el mismo. Este espacio llevando una regularidad y
generando una casi liturgia, se sigue casi simbólicamente y sensorialmente a la
envolvente que no es más que otro cuerpo extendido de nuestro primer refugio. Con
esta espacialidad se van conservando recuerdos, como ella misma menciona más del
sitio que de la gente, porque es habitual que la distribución de lo físico-espiritual
aterrizado no es planeada de la misma manera en todo momento, así como ninguno
hace las cosas de la misma manera como definir un proyecto.

Y la manera en cómo define este cuerpo que posteriormente se llama arquitectura lo


maneja humanísticamente cuando se crea una responsabilidad y no como visión social,
diciendo que nuestra profesión se dedica a generar espacios construidos para que el
hombre pueda desarrollar sus vidas, para utilizar mejor su calidad de vida según sus
propias necesidades. Esa gran responsabilidad social que infiltra en sus proyectos, hace
que sus “mayores retos y las mayores satisfacciones sin duda se encuentren en el
ámbito de vivienda, porque no es fácil responder y generar el hábitat o el refugio para
otros”. Bilbao no cree en la arquitectura totalitaria que sale de una sola cabeza y para
ella un proyecto jamás llega a terminarse, pues la arquitectura es un espacio humano
y, como tal, su evolución nunca se detiene.

Gracias a lo que la arquitecta Tatiana expuso a grandes rasgos se logró capturar que
como arquitectos debemos de salir de la paradoja infinita podría ser de descuidar
nuestra propia reproducción creativa por la producción que constantemente está en el
exterior, bombardeándonos como noticias amarillistas, moldeándonos para algo que no
es totalmente innovador, y generándonos esta idea de que si no producimos no tenemos
derecho a cuidar nuestro propio motor de búsqueda por hallar nuestra auténtica pasión.

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