Está en la página 1de 14

199811-Sala Social-1-227

Pago de indemnización por accidente de trabajo, daños y


perjuicios

María Luz Barrón Estrada c/ Fortunata Chirari de Peláez

Distrito: Chuquisaca

SENTENCIA

Dentro de la demanda social que sigue María Luz Barrón Estrada,


contra Fortunata Chirari, por pago de indemnización por accidente de
trabajo, daños y perjuicios.

VISTOS: La demanda de fs. 19-20-21; decreto de admisión y traslado


de fs. 21 vta.; memorial de respuesta de fs. 22-23; auto de relación
procesal de fs. 23 vta.; pruebas presentadas y demás documentos
cursantes en obrados: y

CONSIDERANDO: Que, María Luz Barrón Estrada, de las generales


expresadas en el memorial de fs. 19-20 y 21, adjuntando literales de
pruebas y fotografías cursantes a fs. 1 al 18, interpone demanda
social de pago de indemnización por accidente de trabajo, daños y
perjuicios, señalando que en 6 de mayo de 1994 fue contratada como
cocinera por la encargada o responsable del Comedor "Quirpinchaca "
Fortunata Chirari, contrato verbal indeterminado con funciones de
trabajo de hrs. 8,30 hasta hrs. 14.00 atendiendo a más de 80
pensionados. Que, en circunstancia en la que se encontraba
trabajando en 6 de marzo de 1995, por razones no atribuidas a su
persona y cuando procedían al encendido de las cocinas
conjuntamente la Sra. Reyna Poveda quien también trabajaba como
cocinera se cercioraron que había una fuga de gas en gran cantidad
en una de las garrafas, recurriendo en auxilio del esposo de la
encargada del comedor, quien tampoco logro cerrar la válvula
manifestándonos que debíamos quedarnos, volvió conjuntamente su
esposo y en el ínterin haciendo esfuerzos logró cerrar y evitó siga
escapando gas luego de haber inhalado por 20 minutos
impregnándose de gas y sin comprender nuestros alegatos la señora
nos obligó a prender las cocinas trayendo como consecuencia el
incendio de toda su ropa quemándole todo su cuerpo, gran parte del
cuello, cara y manos, como de la misma manera la otra trabajadora
en pequeña escala. Que, conforme al informe del médico forense y
del médico que le ha atendido en su tratamiento no ha tenido la
atención de parte de la encargada del comedor, menos no ha corrido
con los gastos de curación y medicamentos, haciendo gala de su
completa ignorancia, que si no hubiera sido el seguro de su padre,
cuál hubiera sido su destino. Que, conforme a la certificación que
cursa, ella desempeñaba las labores de lavandera, planchado y aseo,
producto del cual recibía la suma de 280.- Bs., trabajo que
desempeñó a partir del 10 de agosto de 1993 en el domicilio de Luz
Barrón Estrada. Que, le es humanamente imposible desplegar trabajo
alguno, padeciendo de incapacidad conforme lo prevé el art. 87-d) de
la L.G.T. en el brazo derecho y que en la actualidad se encuentra en
tratamiento de fisioterapia y que se encuentra imposibilitada de
mover el brazo en lo mínimo. Que pretende el pago de 8.249.- Bs.

CONSIDERANDO: Que, admitida la demanda y corrida en traslado al


demandado por providencia de fs. 21, el demandado mediante
memorial cursante a fs. 22-23 responde señalando, que la
demandante reconoce que nosotros atendimos un comedor
multifamiliar o popular dependiente de ONAMFA, que depende de un
reglamento teniendo como objetivos, que los comedores
multifamiliares son unidades dependientes de la Dirección Regional
de Promoción y Desarrollo Social dependiente de la Junta Nacional de
Solidaridad y Desarrollo Social ahora ONAMFA y que en su art. 2º
señala que tiene por objeto dar solución alternativa al problema que
enfrenta sectores de la población de escasos recursos económicos.
Que, ONAMFA para el funcionamiento les proporciona utensilios y la
alimentación correspondiente, extendiendo en su organización tres
niveles, uno de responsable de la cocina en cuyo ámbito se
encuentran su persona y la demandante y Reyna Poveda y que
ninguna de las tres eran patronos de ninguna, por cuanto los
servicios que prestaban lo hacían para recibir 5 raciones diarias,
raciones que la demandante al no tener a quienes distribuir en su
familia los vendía y reunía mensualmente más o menos la suma de
100.- Bs. Que, nadie recibía remuneración, que estos comedores
familiares no tenían fines de lucro y ventaja económica en favor de
ninguno de sus beneficiarios, estando igualmente prohibido firmar
convenios con instituciones o personas de conformidad al art. 39-f)
del Reglamento, por lo que la demanda es precipitada y que si ella
creía tener derecho debe reclamar a ONAMFA y no a su persona. Que,
el accidente lo ha ocasionado la demandante ya que su descuido le ha
ocasionado lesiones a su persona y a Reyna Poveda. Finaliza la
demandada que entre su persona no ha existido ninguna relación
obrero patronal, por lo que no puede reclamar el pago de sueldos,
indemnizaciones, multas, etc.

CONSIDERANDO: Que, con la respuesta negativa a la demanda por


auto de 22 de mayo de presente año se constituyó la relación jurídico
procesal sometiéndose la causa al periodo de prueba común y
perentorio a las partes fijándose los puntos de hecho a probarse,
término que comienza a correr a partir del 26 de mayo conforme se
evidencia de las diligencias de notificación de fs. 23 vta.
CONSIDERANDO: Que durante la vigencia del periodo de prueba las
partes han presentado las pruebas que siguen:

De cargo: Literales originales cursantes de fs. 1 al 18 adjuntas a la


demanda en calidad de prueba preconstituida ratificadas por
memorial de fs. 33; literal del informe médico forense de fs. 32, copia
de contrato de fs. 42 presentado fuera del término de prueba.

Testificales, actas de atestaciones cursantes a fs. 39-40; acta de


confesión cursante a fs. 41.

De descargo: Literal de fs. 26; fotocopias legalizadas de certificados


cursantes a fs. 46 al 50. Testificales, actas de atestaciones cursantes
a fs. 35 al 38.

CONSIDERANDO: Que, analizadas las pruebas de cargo y descargo


presentadas por las partes, se establecen los hechos que siguen:

1) Que, la actora prestó servicios personales como cocinera del


Comedor Popular "Quirpinchaca" bajo contrato verbal efectuado por
la Sra. Fortunata Chirari de Peláez a partir del 6 de mayo de 1994 y
con un salario mensual de 100.- Bs., conforme a las declaraciones de
los testigos Elsa Colque Sandi, María Aurora Durán de Serrudo, actas
cursantes a fs. 39-40, mas la demandada era responsable del
comedor conforme a las actas de atestaciones cursantes a fs. 36-37.

2) Que, en 6 de marzo del presente año sufrió accidente de trabajo


producido por fuga de gas en las instalaciones de la cocina del
comedor popular por imprudencia de la responsable del comedor Sra.
Fortunata Chirari quien ordenó encender las cocinas, sufriendo ambas
quemaduras en sus cuerpos en diferentes grados conforme al informe
del médico forense con un impedimento para el trabajo por 90 días
para la actora.

3) Que, si bien el comedor popular dependía de ONAMFA en su


organización y planificación, éste, era administrado por la encargada
o responsable con todas las atribuciones, toda vez que con el pago
del concepto de las raciones o de la pensión de 35.- Bs., esta
administradora compraba los insumos para la elaboración de los
alimentos del almuerzo y para los segundos, como el menaje para los
comensales conforme a las actas de declaraciones de descargo
cursantes a fs. 37-38.

4) Que, la demandada en la etapa probatoria señala que dependía de


ONAMFA, aspecto éste que debería haberse demostrado el salario que
percibía mensualmente, toda vez que del trabajo que se realiza
forzadamente debe existir un pago, más si la mencionada era
encargada administradora y receptora de los dineros de las raciones o
pensiones que cancelaban los comensales y además que ésta tenía
facultades de disponer el dinero en compra de menaje y otros
(víveres).

5) Que, por el accidente sufrido hubo rompimiento de la relación


obrero patronal intempestivo, más si se infringió en el incumplimiento
a las leyes sociales como son la falta de seguro social para su
curación.

6) Que, la demandante canceló el concepto de sus drogas conforme a


las facturas adjuntas a fs.10 al 17.

7) Que, la actora no ha solicita los beneficios sociales por lo que


corresponde este rubro en carácter de extra petita.

CONSIDERANDO: Que, el proteccionismo es uno de los fundamentos


principal del derecho del trabajo, en razón de estar destinado a la
tutela de los derechos de los trabajadores, aspecto éste señalado en
el art. 3-g) Cód. Proc. Trab.

CONSIDERANDO: Conforme a la abundante jurisprudencia el


accidente de trabajo debe ser consecuencia del trabajo, aspecto que
en la especie se ha producido toda vez que las cocinas funcionaban a
gas licuado y que existía fuga del mismo.

CONSIDERANDO: Que, la incapacidad para el trabajo lo determina el


órgano profesional legalmente señalado, aspecto que en el presente
caso y conforme al informe del médico forense, el impedimento para
el trabajo es de 90 días.

POR TANTO: El suscrito Juez del Trabajo y de la Seguridad Social del


Distrito de Cochabamba, administrando justicia en primera instancia,
en nombre de la ley, por la jurisdicción y competencia que por ella
ejerce, FALLA: Declarando PROBADA en parte la demanda de fs. 19 al
21 sin costas debiendo el demandado cancelar los conceptos que
sigue:

Sueldo salario indemnizable: Bs. 100.-.

1) Indemnización por accidente conforme al informe

médico forense 90 días Bs. 300.-

2) Desahucio Bs. 300.-

3) Indemnización: 10 meses Bs. 83.-

4) Vacación 1) mes Bs. 33.-


5) Aguinaldo: 3 duodécimas Bs. 24.99

Total parcial. Bs. 740,99

6) No estando asegurada al Seguro Social, corresponde

la devolución de los gastos médicos conforme a las

facturas adjuntas de a fs. 10 al 17. Bs. 609.-

Total Bs. 1.349,99

A efectos de la infracción a leyes sociales debe notificarse a la


Jefatura del Trabajo y aplique las sanciones pertinentes. Son
1.349,99 suma ésta que debe ser cancelada dentro de tercero día
bajo conminatoria de apremio, más lo establecido en el D.S. Nº
23381 del 29 -XII-92.

Esta sentencia de la que se tomará razón donde corresponde, es


dictada en Sucre a 22 de septiembre de 1995.

Fdo.- Dr. Jaime Taboada Silva.- Juez del Trabajo y S.S.

Ante mí: Abel A. Iporre Muñoz.- Secretario.

AUTO DE VISTA

Sucre, 26 de agosto de 1997.

VISTOS: El recurso de apelación de fs. 55-56 interpuesto por Martín


Caballero Alvarado, apoderado de Fortunata Chirari de Peláez, con
personería acreditada a fs. 27 con el poder notariado de fs. 25, contra
la sentencia de fs. 52-53 dictada por el Juez 1º del Trabajo y de
Seguridad Social de Chuquisaca, en el proceso social de pago de
indemnización por el accidente de trabajo, daños y perjuicios seguido
por María Luz Barrón Estrada, los antecedentes del proceso, lo
alegado por las partes; y

CONSIDERANDO: Que, planteada la acción de fs. 19-20-21 por María


Luz Barrón Estrada, mayor de 18 años de edad según el C.I. Nº
3656507, adjuntando prueba literal y fotografías de fs. 1 a 18,
demandando el pago de indemnización por accidente de trabajo,
daños y perjuicios contra Fortunata Chirari de Peláez en su condición
de administradora responsable del Comedor Multifamiliar Popular
Quirpinchaca dependiente de la Dirección Regional de Promoción y
Desarrollo Social "ONAMFA" refiriendo que el 6 de mayo de 1994 fue
contratada verbalmente por la indicada responsable del comedor por
tiempo indefinido para desempeñar el cargo de cocinera de horas
8:30 a 14:00, con el sueldo mensual de Bs. 100.- atendiendo a más
de 80 pensionados, que en 6 de marzo de 1995 en circunstancias no
atribuidas a su persona y menos a la otra cocinera de nombre Reyna
Poveda, se percataron ambas de la fuga de gas de una de las
garrafas, acudiendo en su ayuda el esposo de la responsable, el que
no pudo cerrar la válvula, ordenándoles permanecer en la cocina
hasta que conjuntamente con su esposa presente allí lograron
controlar la situación momento en el que la responsable Fortunata
Chirari de Peláez sin comprender que todavía existía contaminación
de gas en sus ropas, en forma autoritaria y amenazante ordenó
encender las cocinas originando que dice, nos veamos envueltas en
llamas con el grave resultado de haber sufrido quemaduras en gran
parte del cuerpo de la actora y, de menos gravedad de la otra
cocinera, sin haber recibido ninguna asistencia médica y farmacéutica
de la responsable del comedor.

CONSIDERANDO: Que admitida la acción mediante providencia de fs.


21 vta. corrida en traslado a la demandada, ésta mediante memorial
de fs. 22-23 responde en forma negativa a las pretensiones de la
actora, señalando que no hubo ninguna relación obrero patronal con
la demandante, que el Comedor Multifamiliar Popular Quirpichaca al
igual que los demás comedores era una unidad dependiente de la
Dirección Regional de Promoción y Desarrollo Social de la Junta
Nacional de Solidaridad Social ONANFA, sujeto en cuanto a su
funcionamiento a reglamentación interna, que no perseguía ánimo de
lucro que tiene por objeto dar solución alternativa a la población de
escasos recursos, que la demanda era precipitada en contra de su
persona, cuando debía dirigirse contra ONAMFA, si consideraba tener
derecho.

Que, con la respuesta negativa a la demanda, mediante auto de fs.


23 vta. se constituye la relación jurídica procesal, sometiéndose la
causa a prueba, señalándose los puntos de hecho a probar, de
conformidad con el art. 149 del Cód. Proc. Trab.

Que, durante la vigencia del término probatorio las partes aportan las
suyas; de cargo, literales de fs. 1 a 18 adjuntas a la demanda en
calidad de preconstituidas, ratificadas con memorial de fs. 33,
informes médico forenses de fs. 3 y 32, testificales de fs. 39-40, acta
de confesión de fs. 41.

De descargo, literales de fs. 26, fotocopias legalizadas de fs. 45 a 51,


testificales, actas de fs. 35 a 38.
CONSIDERANDO: Que, observando y aplicando el principio de
proteccionismo antes referido y que funda la aplicación de las leyes
laborales, así como del examen de la prueba aportada el juez de la
causa dicta la sentencia de fs. 52-53 declarando probada en parte la
demanda de fs. 19-20-21, sin costas, disponiendo el pago de Bs.
1.349,99 por los conceptos detallados en el fallo.

Que, notificadas con la sentencia la demandada a fs. 55-56 mediante


el apoderado Martín Caballero Alvarado plantea recurso ordinario de
apelación contra dicha sentencia considerándola gravosa y
atentatoria, reiterando lo ya manifestado en memoriales que cursan
en el proceso, de no haber existido relación obrero patronal entre
ambas partes, que cualquier exigencia indemnizatoria debía ser
dirigida a ONAMFA y que, por ser menor de edad, actora debió ser
representada por sus padres, de conformidad a lo dispuesto por el
art. 68 del Cód. Proc. Trab.

Que, la actora al responder al traslado corrido con la apelación


señalada ser mayor de 18 años, haber actuado con plena capacidad
de conformidad a lo dispuesto por el art. 68 del Código antes citado,
no teniendo necesidad de la intervención de sus padres ni de las
autoridades de protección al menor, que la apelación planteada es
simplemente con el ánimo de retardar el cumplimiento de la ley.

CONSIDERANDO: Que, de los antecedentes del proceso se establece


la existencia de la relación obrero patronal entre Fortunata Chirari de
Peláez, administradora responsable del Comedor Quirpinchaca y
María Luz Barrón Estrada desde el 6 de mayo de 1994 al 6 de marzo
de 1995, con arreglo a los arts. 2 y 6 de la L.G.T. con relación al 5 de
su Decreto Reglamentario aspecto no desvirtuado por la demandada
conforme al principio de la inversión de la prueba en materia social
dispuesto por los arts. 3-h), 66 y 150 del Cód. Proc. Trab.

Que, siendo el Comedor Quirpinchaca dependencia de ONAMFA en


cuanto a organización y planificación como servicio social en cambio
su administración, manejo económico y funcionamiento estaba a
cargo de la encargada responsable que es la que contrató los
servicios de la demandante con las condiciones de subordinación,
horario y salario, como señalan los arts. 2 y 5 de la L.G.T. y su
Reglamento, respectivamente, concordante con los arts. 1 y 2 del
D.S. Nº 23570 de 26 de julio de 1993.

Que, el accidente, como se acredita por el certificado médico legal de


fs. 3 corroborado por los de fs. 2, 4 y 5, por las características y
efectos que tuvo conlleva la incapacidad física de trabajo de la actora
por la naturaleza de labores que cumplía e implica la conclusión de
esa relación laboral, por causas ajenas a ella, con las
responsabilidades legales consiguientes en aplicación del art. único
del D.S. Nº 2274 de 30 de noviembre de 1950 elevado a D.L. Nº
2689 en 22 de agosto de 1951, los arts. 13 y 89 de la L.G.T. así
como los arts. 8 y 92 de su Decreto Reglamentario; más aún si la
demandada incurrió en infracción de leyes sociales al haber omitido la
afiliación de su personal al seguro social en cumplimiento del art. 6
del Código de Seguridad Social, Ley de 14 de diciembre de 1956,
concordante con el art. 7 de su Reglamento.

Que, si bien la actora no demanda el pago de beneficios sociales,


debe tenerse presente que por imperio de los arts. 4 de la L.G.T., 162
y 5. de la C.P.E. los derechos sociales de los trabajadores son
irrenunciables, que no se reconoce ningún género de servidumbre sin
la justa retribución por el trabajo, corresponde el reconocimiento de
los mismos como se tiene dicho precedentemente, conforme a la
atribución otorgada al juzgador por los arts. 3-g), 64 y 202-c) del
Código Procesal Laboral.

CONSIDERANDO: Que, a fs. 64 y vta., este tribunal se pronuncia


respecto a la sentencia dictada por el juez anulando obrados y
reponiendo al estado de declarar ejecutoriada la sentencia con el
fundamento de no haberse cumplido con las previsiones de los arts.
227 del Cód. Pdto. Civ. y 205 del Cód. Proc. Trab., fallo que ha dado
lugar a la anulatoria por parte del Supremo Tribunal de Justicia de la
Nación, razón por la que se vuelve a dictar el presente auto de vista
pronunciándose en el fondo de la causa.

Que, habiendo el a quo pronunciado la sentencia de fs. 52-53 con las


facultades conferidas por los arts. 3-j) 153 y 158 del Código adjetivo
laboral, ha obrado con criterio legal y correcta aplicación de las
normas legales que se alegan como violadas, aún cuando omitiendo
la referencia de las razones, fundamentos y normas legales aplicables
a la misma, a que se refiere la segunda parte del inc. a) del art. 202
del precitado Código. No siendo evidente la infracción invocada del
art. 68 del Cód. Proc. Trab., en cuanto el mismo otorga plena
capacidad legal para actuar por sí en juicio social a los mayores de 18
años, extremo que se ha acreditado en obrados, fs. 18, al haber
cumplido esa edad la actora en noviembre de 1994, varios meses
antes de la interposición de la acción en mayo de 1995.

POR TANTO: La Sala Social y Administrativa de la R. Corte Superior


del Distrito Judicial de Chuquisaca con la facultad prevista por el art.
107-1) de la L.G. J. y lo preceptuado por el art. 237-1) del Cód. Pdto.
Civ., CONFIRMA la sentencia apelada de fs. 52-53 dictada por el Juez
1º del Trabajo y de la Seguridad Social de Chuquisaca, con costas en
ambas instancias.
Se apercibe al inferior por la presentación en la forma de la sentencia
de fs. 52-53, las faltas gramaticales en que incurre y el no
cumplimiento estricto del art. 202-a), in fine del Cód. Proc.Trab.

Vocal relator: Dr. Humberto Tardío Torres.

Regístrese.

Fdo.- Dres.: Humberto Tardío Torres.- Marcelo Vargas Vacaflor.-


Mario A. Ortiz Cerezo.

Ante mí: Lic. Marina Durán de Civera.- Secretaria de Cámara.

DICTAMEN FISCAL

SEÑORES PRESIDENTE Y MINISTROS DE LA EXCMA.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

DICTAMINA:

En el proceso social que por beneficios sociales sigue María Luz


Barrón Estrada, contra Fortunata Chirari de Peláez. La parte
demandada, mediante su representante Martín Caballero Alvarado,
interpone recurso de casación con su escrito de fs. 94-96, contra el
auto de vista cursante a fs. 87-89, que al confirmar la sentencia de
primera instancia corriente a fs. 52-53, declara probada la demanda.

De la revisión y análisis de las pruebas examinadas por los tribunales


de grado, que son incensurables en casación, al no existir errores de
hecho, ni de derecho, se colige, que la actora evidentemente trabajó
en el Comedor Popular "Quirpinchaca", bajo contrato verbal, y a
partir del 6 de mayo de 1994. Así también se constata que fue
Fortunata Chirari de Peláez quien contrató a la actora, con un haber
mensual de Bs. 100.-, conforme a declaraciones testificales corrientes
a fs. 39-40; además, por testimonios de fs. 36-37, se tiene que la
responsable en dicho Comedor Popular, era la actual demandada.

Siendo la demandada, quien contrató a la actora, además la


responsable y administradora del Comedor Popular Quirpinchaca,
para fines del Derecho Laboral, es también la responsable de
asegurar a sus dependientes, siendo, en caso contrario, la directa
responsable de cualquier accidente de trabajo, tal cual sucedió
lamentablemente con la actora en 6 de marzo de 1995, al sufrir
quemaduras en su fuente de trabajo, con el consiguiente
impedimento de trabajar por más de 90 días.
Queda también sumamente clara la figura de dependencia y
subordinación, con un haber mensual, entre la actora y la
demandante, situación que durante el proceso no desvirtúa la parte
demandada, como era su obligación. Más, por el contrario al gozar de
un status de administradora, al realizar las compras de insumos y
todo el manejo económico y no llegar a probar nunca que percibía un
sueldo por parte de ONAMFA, es la directa responsable de las
consecuencias de dicho accidente.

El proteccionismo adoptado, de la doctrina laboral, por nuestra


legislación, nos muestra el espíritu que se manifiesta en todo un
conglomerado de normas legales, cual es la protección a la parte más
débil en la relación obrero-patronal. Por lo que no corresponde y no
se debe querer interpretar artículo por artículo, olvidando el espíritu
de todo un sistema jurídico, ya que al querer interpretarse un artículo
de manera aislada y de manera textual, tomando en cuenta sólo "la
letra muerta de la ley", puede dar lugar a supuestas contradicciones,
situación en la cual es necesario recurrir a la intención del legislador,
cual es el espíritu de toda norma.

Así tenemos, que si bien es cierto que el art. 68 del Cód. Proc. Trab.,
establece que en todo proceso laboral, donde participe un menor,
deben también participar sus padres o tutores, o en su caso algún
representante del Organismo Protector del Menor, lo hace en función
y respondiendo al proteccionismo doctrinal adoptado por nuestra
legislación, con la intención de proteger aún más todavía al menor
trabajador, por su condición de menor. En el presente caso, si bien
no se da esta participación, hay que tener en cuenta los siguientes
aspectos: El representante de la parte demandada, ahora recurrente,
pudo mucho antes, hacer esta observación, no recién en la última
etapa, "como guardando un as bajo la manga", cuando se ve perdido,
ya que la parte llamada a este tipo de reclamos debería ser el menor
afectado, cuando se ve perjudicado por la no participación de sus
tutores, y no así la parte contraria, con la única finalidad de alargar
un proceso, y el consiguiente perjuicio al menor, olvidando el
proteccionismo laboral, proceso que por conciencia social merece
toda la celeridad que los administradores de justicia puedan imponer
en él.

Sobre el reclamo hecho por el recurrente, respecto a que se notificó a


Martín Calderón fs. 53-, y no así a Martín Caballero Alvarado, cual es
el nombre correcto del recurrente, es necesario tener en cuenta lo
siguiente: 1) A fs. 53, está la firma del recurrente Martín Caballero
Alvarado; 2) la apelación de fs. 55-56 la realiza Martín Caballero
Alvarado, firmando al pie de la misma, lo que significa que la
notificación se la realizó a este señor, existiendo solamente un error
en la escritura del nombre en la notificación de fs. 53, equivocación
cometida por parte del Oficial de Diligencias. La temeridad con que se
plantean estos dos intentos de nulidad, disfrazados en normas legales
que pueden prestarse a confusión, denota mala fe, no debiendo
prestarse a ello ningún profesional, ya que la dignificante profesión
de abogado, es la aplicación del derecho, no por el mero afán de
aplicarlo, sino con una sola finalidad, cual es la búsqueda de la
verdad y sobre todo de la justicia.

Por todo lo expuesto, corresponde que la Excma. Corte Suprema de


Justicia de la Nación en aplicación de lo normado por el art. 273 del
Cód. Pdto. Civ., declare INFUNDADO, con costas, el presente recurso
de casación por no haberse probado la violación de ninguna de las
normas legales acusadas por el recurrente. Sea con llamada de
atención y en su caso multa al juez Dr. Jaime Taboada por no dar
cumplimiento al art. 68 del Cód. Proc., incumplimiento que podía
haber ocasionado perjuicios en la parte actora, de igual forma se
proceda con el oficial de diligencias de dicho juzgado -de firma
ilegible-, que realizó la notificación de fs. 53, por no tener cuidado en
el desempeño de su trabajo.

Sucre, 14 de mayo de 1998.

Dr. Manuel Durán Pacheco

Fiscal de Sala Suprema

AUTO SUPREMO

VISTOS: El recurso de nulidad de fs. 94-96, interpuesto por Martín


Caballero Alvarado, apoderado de Fortunata Chirari de Peláez, contra
el A.V. de fs. 87-89, pronunciado por la Sala Social y Administrativa
de la R. Corte Superior del Distrito Judicial de Chuquisaca, en el
proceso social sobre el pago de indemnización por accidente de
trabajo, daños y perjuicios seguido por María Luz Barrón Estrada
contra la recurrente; los antecedentes de la materia, dictamen del
Fiscal de Sala Suprema de fs 101-103 y

CONSIDERANDO: Que presentada la demanda a fs. 19-21, por la que


María Luz Barrón Estrada pide como indemnización por accidente de
trabajo el pago de la suma de Bs.8.249.-, el Juez del Trabajo y
Seguridad Social de Chuquisaca dictó sentencia a fs. 52-53,
declarando probada en parte la demanda, sin costas, disponiendo que
se cancela la suma de Bs. 1.349,99, apelada la sentencia a fs. 55-56,
la Sala Social, de Minería y Administrativa de la R. Corte Superior del
Distrito Judicial de Chuquisaca, pronunció A.V. a fs. 64, anulando
obrados hasta fs. 54, inclusive, y repuso obrados al estado de
declararse ejecutoriada la sentencia apelada de fs. 52-53; interpuesto
recurso de nulidad de fs. 70-71, por Martín Caballero AIvarado,
apoderado de Fortunata Chirari de Peláez, se pronunció el A.S. Nº
161 de 24 de julio de 1997 (fs. 84-85), anulando obrados con
reposición hasta fs. 64, inclusive, "al estado de que la Corte ad quem
dicte nuevo auto de vista con arreglo a ley", en cumplimiento a este
auto supremo, el tribunal ad quem dictó nuevo A.V. a fs. 87-89,
confirmando la sentencia apelada de fs. 52-53, con costas en ambas
instancias, circunstancia por la que el apoderado de la demandada, a
fs. 94-96, interpuso recurso de nulidad contra el A.V. de fs. 87-89,
que se pasa a analizar.

CONSIDERANDO. Que los jueces de grado con facultad propia,


incensurable en casación, al no haber incurrido en error de derecho ni
de hecho, ni faltar a ninguna regla de criterio legal, han apreciado y
valorado las pruebas aportadas por los sujetos procesales.

De la revisión de antecedentes y de su confrontación con las


disposiciones supuestamente violadas y de las que rigen la materia,
se extrae los siguientes resultados:

1.- La falta de notificación con la sentencia de primer grado, aducida


por el recurrente como motivo de nulidad procesal, carece de
justificación jurídica, porque al apelar de dicha resolución mediante
memorial de fs. 55-56, no denunció dicha falta ni solicitó nulidad de
obrados por ese motivo y aunque a fs. 53 se notificó a Martín
Calderón y no al apoderado de la demandada y recurrente Martín
Caballero Alvarado, se produjo la notificación tácita de éste por efecto
de la saca del expediente y respectiva apelación por aquél, en
conformidad con el art. 136 del Cód. Pdto. Civ.

2.- Que entre María Luz Barrón Estrada, como demandante y


Fortunata Chirari de Peláez como demandada, existió relación obrero
patronal a partir del día 6 de mayo de 1994, hasta el día 6 de marzo
de 1995, fecha en que la misma se interrumpió debido al accidente
de trabajo ocasionado por la fuga de gas de una cocina y a cuya
consecuencia la demandante sufrió quemaduras de 2º grado en la
cara, el cuello, los antebrazos y las manos.

3.- Que la relación laboral de la demandante, como cocinera y la


demandada, como administradora del Comedor Multifamiliar
"Quirpinchaca", que es fundamento de la demanda de fs. 19-21, no
ha sido desvirtuada por la última de las citadas ya que no dio
cumplimiento a la carga de la prueba que le corresponde, con
sujeción a los arts. 3-h), 66 y 150 del Cód. Proc. Trab.

4.- Que por el informe de fs. 26, emitido por la Responsable del
Proyecto Comedores Multifamiliares Area de la Mujer, Departamento
de Desarrollo Social "ONAMFA", se constata que Fortunata Chirari de
Peláez era la 'responsable" del Comedor "Quirpinchaca", desde la
fecha de su fundación (4 de agosto de 1989), quien directamente
disponía los recursos económicos obtenidos para el funcionamiento de
dicho comedor.

5.- Que María Luz Barrón Estrada presentó la demanda de fs. 19-21
en 8 de mayo de 1995, a la edad de más de 18 años, según nota de
cargo de fs. 21 que en fotocopia autenticada cursa a fs. 18, donde
consta que la actora nació en 26 de noviembre de 1976; en tal virtud
actuó con la capacidad especial de acción que le concede el art. 68
del Cód. Proc. Trab. que dispone: "los trabajadores de ambos sexos,
cumplidos los 18 años, tienen plena capacidad para actuar por sí en
un juicio social".

6.- Que la demandada está obligada a cubrir los importes de las


facturas de fs. 10-17, que aproximadamente alcanzan al 50 % de la
indemnización por el accidente de trabajo que sufrió la actora y
demás beneficios de ley, máxime si la demandada no cumplió con su
obligación de afiliar a aquélla al Seguro Social contra lo previsto por
el art. 6 del Código de Seguridad Social.

7.- Que de conformidad con los arts. 4 de la L. G. T. y 162-II de la C.


P. E., los derechos y beneficios reconocidos a los trabajadores, no
pueden renunciarse y son nulas las convenciones contrarías o que
tiendan a burlar sus efectos.

Oue por todo lo expuesto el tribunal ad quem, al confirmar la


sentencia del juez a quo, obró con corrección y legalidad, no siendo
evidentes las infracciones acusadas en el recurso de casación.

POR TANTO: La Sala Social y Administrativa de la Excma. Corte


Suprema de Justicia de la Nación, con la facultad conferida por el art.
60-1) de la L. O. J. y de acuerdo con el dictamen del Fiscal de Sala
Suprema de fs. 103, declara INFUNDADO el recurso de casación de
fs. 94-96, con costas. Se recomienda al juez a quo usar en sus
resoluciones y sentencias material de mayor resistencia que el papel
sábana y se apercibe al Secretario y Oficial de Diligencias del mismo
juzgado, al primero por la ambigua nota de fs. 51 vta. para pasar a
despacho del juez el expediente, al decir "año en curso" sin
especificar dicho año y, al segundo, por la incorrecta notificación de
fs. 53 con la sentencia que le precede.

Relator: Ministro Dr. Eduardo Terrazas Espinoza.

Regístrese y devuélvase.

Fdo.- Dr. Eduardo Terrazas Espinoza.


Dr. Luis Alberto Alípaz Alcázar.

Sucre, 30 de noviembre de 1998.

Proveído: Dr. Rodolfo Mérida Rendón.- Secretario de Cámara.

También podría gustarte