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y actores de la vida cotidiana
Una mirada a la comunidad y al promotor
sociotecnológico desde la Red Social de Infocentro
Redacción:
J. Marianny Alves, Indira Granda
Diseño:
J. Marianny Alves
Colaboradores y colaboradoras:
Asociación Civil de Promoción Socio-Cultura Churuata, Doris Ponce, Adriana Gregson
Fundación Infocentro
FI-2009-08
Marzo 2009
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Redacción:
J. Marianny Alves
Indira Granda
Diseño:
J. Marianny Alves
Colaboradores y colaboradoras:
Asociación Civil de Promoción Socio-Cultura Churuata
Doris Ponce
Adriana Gregson
Caracas- Venezuela
Marzo de 2009
3
Contenido
Presentación. Espacios y actores de la vida cotidiana.......................... 4
Introducción. Lo que esperamos encuentres en este módulo de
construcción colectiva............................................................................ 6
El tema de la comunidad para la Red Social de Infocentro .................. 9
El Poder Popular, la fuerza de América Latina ..................................... 13
Promoviendo movimiento ....................................................................22
........................................................ 30
Tenemos mucho más que decir ........................................................... 36
Bibliografía. ¿Qué consultamos y te invitamos a revisar? ...................37
4
Presentación. Espacios y Actores de la Vida Cotidiana
Nosotros, habitantes de estas tierras latinoamericanas levantamos la voz y decimos que este
mundo inmensamente desigual, constituido sobre la base de la dominación y la explotación
perversa del hombre por el hombre está en plena Revolución.
Este es un paso más en el camino que la Red Social de Infocentro está andando, en estas
líneas sólo hemos armado nuestra propia brújula, puesto que es el resultado de diversos
espacios de intercambio de saberes y construcción colectiva de conocimientos, en los que han
participado cientos de facilitadores de todos los espacios del país entre los meses de abril y
mayo del año 2008.
En estas próximas páginas vamos a hablar de nosotros mismos, de los espacios y actores que
en la cotidianeidad tejen sueños, esperanzas y acciones. Rodolfo Walsh dijo, ¿acaso alguien
tiene el privilegio de no incidir en el mundo que lo rodea?, nosotros sabemos,
afortunadamente, que cada una de nuestras acciones por más pequeñas que sean inciden en
el mundo, que hay que empezar en la calle del barrio, en la comunidad, en el pueblo, el
caserío para hacer de éste un maravilloso país en movimiento, un Pueblo en Revolución.
“El Chino” Víctor Valera Mora, en 1961 con voz clara, fuerte y combativa ya lo decía…
Quien no te conozca
dirá que eres una imposible querella.
Libre serás.
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Si los condenados
no arriban a tus playas
hacia ellos irás como otros días.
Comienzo y creo en ti
maravilloso país en movimiento
Estas palabras alentadoras y comprometidas son las más precisas para comenzar este
diálogo de saberes. El Chino Valera Mora, nos estimula con su poesía vigente y comprometida
de militante y guerrillero a continuar el camino, sí, a caminarlo sin vendajes junto con otros que
sueñan y concretan esperanzas en acciones colectivas que están forjando una patria
socialista, esta Patria Grande Bolivariana.
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Introducción. Lo que esperamos encuentres en este módulo de
construcción colectiva
Compañeros y compañeras, esta es la reunión que nos espera. Debemos hacer un alto en el
calor de nuestros espacios y actores de la vida cotidiana. Vamos a encontrar las palabras ya
dichas, las que aún nos faltan y queremos decir, aquellas que en las voces de nuestros
compañeros nos motivan y acompañan para escribir nuestro poema de resistencia y sobre
todo de liberación.
Este trabajo es una invitación, tal como lo hemos dicho, a re-leernos. Es la oportunidad de
compartir nuevamente nuestra visión del espacio cotidiano de acción que llamamos
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comunidad y a su vez nuestra acción transformadora en ella. Todo esto sólo es posible a
través del reconocimiento y la sistematización de nuestras apreciaciones, ideas, saberes, y
prácticas que hemos venido poniendo en común, en espacios de aprendizaje colectivo en
todos los estados del país, particularmente durante los Talleres de Herramientas para el
Trabajo Comunitario, orientados metodológicamente por la Asociación de Promoción Socio-
Cultural Churuata, realizados entre los meses de abril y mayo de 2008 y en el que participaron
cerca de 300 facilitadores y facilitadoras, coordinadores y coordinadores estadales y
regionales y comunidades.
Así que, ¿qué esperamos encuentres en estas páginas?, en principio, un espacio en el que se
conjuguen nuestros saberes con los de otros, que se convierta en una herramienta para
comprender, y fundamentalmente, para hacer. En las páginas siguientes encontraremos un
documento de formación política y metodológica en torno al tema de la comunidad y las
diferentes dimensiones que la constituyen y atraviesan. Por un lado, se establecerá un diálogo
entre los saberes acumulados de la Red Social de Infocentro, para explicar y consensuar el
concepto de comunidad desde una visión socialista, con la intención de visibilizar nuestra
participación en la construcción del Poder Popular y cómo nuestras acciones apuntan a su
empoderamiento. Por otra parte, hemos destinado un espacio en el que se proponen algunas
técnicas participativas de trabajo comunitario, precisamente para apropiarnos de nuevas
herramientas que nos permitan fortalecer nuestras prácticas como sujetos promotores de la
transformación de la realidad.
Por último, nos encontraremos con las conclusiones Tenemos mucho más que decir, re-
pensar para lograr consenso, que como sabemos, por razones metodológicas y formativas
debe haber un espacio destinado a consolidar algunas ideas, principios y conceptos, sin
embargo, reconocemos que la discusión sigue abierta, puesto que no hemos dado este
camino para dejar ideas estáticas, sino más bien, para aportar más insumos que generen
nuevas discusiones que pongan sobre la mesa nuestras reinterpretaciones de estos y otros
temas que contribuyan a la construcción del Poder Popular.
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Caricatura I
Tema: El tema de la comunidad para la Red Social Infocentro
Situación: Dentro de un Infocentro un grupo de personas está conversando, entre ellos hay
dos facilitadores.
Facilitador 1: Todos somos comunidad
Personaje 1: Pero, ¿qué es la comunidad?
Facilitador 1: Es un conjunto de personas que conforman un tejido de relaciones, que ha
construido una historia que es parte de su identidad, cuenta con una serie de valores
históricos y culturales, comparte un sentido de pertenencia y ha construido conocimientos
propios, y fundamentalmente, comparte necesidades, inquietudes y aspiraciones.
Personaje 2: y ¿cómo sabemos quienes forman parte de la comunidad?
Facilitador 2: Todos los que hacemos vida en el barrio, los que viven, los que trabajan, los que
estudian, también el grupo de tambor y el de títeres.
Facilitador 1: De todas formas los invito a que revisemos qué hemos dicho, desde la Red
Social de Infocentro, sobre la comunidad.
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El tema de la comunidad para la Red Social Infocentro
Como hemos dicho en los párrafos anteriores, vamos a hacer un paseo por las ideas, aportes,
inquietudes y consensos logrados en intensos debates, con la intención de construir una visión
compartida sobre el tema. Para emprender este camino comenzaremos por identificar los
elementos que caracterizan a la comunidad. El equipo de facilitadoras y facilitadores de
Bolívar, Delta Amacuro y Monagas ha manifestado los siguientes:
vecinales, territoriales, laborales. Estas relaciones están marcadas por una serie de
condiciones, circunstancias, hechos, experiencias, expresiones culturales y características
identitarias construidas históricamente, entonces, la comunidad se constituye por una
construcción histórico-cultural.
Al respecto, Ezequiel Ander-Egg (2003) nos dice, que uno de los alcances del concepto es
cuando “se habla de comunidad para designar al conjunto de personas que comparten una
herencia social común: tradiciones, costumbres, lengua o pertenencia a una misma etnia.
Esto connota, en la misma noción de comunidad, un reconocimiento de una historia, una
identidad, y un destino comunes”.
En esta definición entra un término significativo para nosotros y es el tema del territorio, la
Fundación Infocentro en el empeño de fortalecer los procesos de organización, comunicación
y formación de los sectores populares ha instalado a lo largo y ancho del país centros
tecnológicos que pretenden convertirse en espacios de construcción, investigación, encuentro
y desarrollo de las potencialidades locales.
La Red Social de Infocentro entiende que el territorio es un espacio geográfico definido, en el
que convive un grupo de personas, en el que se pone en común y de manifiesto problemáticas
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e intereses, así como las posibilidades de acción para favorecer el mejoramiento de las
condiciones de vida del colectivo. Ese espacio cotidiano lo llamamos: barrio, sector,
urbanización, aldea. El colectivo de facilitadores y facilitadoras de Delta Amacuro, Bolívar y
Monagas enfatizaban que “el trabajo comunitario es principalmente en los sectores populares
sin olvidar que hay que involucrar a todas aquellas comunidades a que participen en los
procesos”; y son precisamente estos espacios locales en donde se procura facilitar la
apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación, quienes en el
reconocimiento de su condición de clase social obrera, campesina, estudiantil, indígena,
afrodescendiente alzan la voz de la resistencia y construyen posibilidades y realidades
liberadoras.
Caricatura II
Tema: El Poder Popular, la fuerza de América Latina
Situación: El facilitador en la misma reunión anterior con varios miembros de la comunidad
(una mujer embarazada, un adulto mayor, niños, adolescente, adultos)
Personaje 1: Y cómo se ejerce el poder? Si nosotros no lo tenemos…
Facilitador: Claro que lo tenemos, somos el Poder Popular, todos y cada uno con sus aportes
individuales para fortalecer las acciones colectivas y cambiar nuestra realidad actual por una
más justa.
Personaje 2: Además, no estamos solos, los pueblos de América Latina latimos al mismo
compás, hemos vivido historias similares, sabemos que somos la esperanza, la siempre
encendida llama de la lucha.
Facilitador: Compañeros y compañeras, todos y todas somos la fuerza de América Latina.
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El Poder Popular, la fuerza de América Latina
“El poder popular es un poder infinito, no tiene límites. Cuando
se despierta, cuando se organiza, cuando se desata, no tiene
límites, puede mover montañas, puede hacer milagros, el poder
popular despierto, en movimiento, organizado”.
Hugo Chávez Frías
El Poder Popular vive en la comunidad que se organiza, decide, se expresa y construye desde
una visión compartida la comunidad que desea... Es la oportunidad que tiene el pueblo de
decir lo logramos, lo hicimos, pensábamos que era imposible, pero juntos a pesar de las
dificultades en un esfuerzo colectivo lo pudimos hacer...
En este momento cuando América Latina está transitando una época de transformaciones
políticas y culturales, el Poder Popular despierta para hacerse protagonista a través de la
participación y la organización de los pueblos. Eso significa, tal como dice Alejandro
(2004:209), “pasar de ser sujetos producto de las cirscuntacias a ser actores protagonistas,
tener proyectos, sentirse con posibilidad de hacer, lo cual, logicamente se entrelaza con la
necesidad de experiencias colectivas y solidarias que alimentan estas acciones”.
Con esa idea se relaciona la del autogobierno local. Que significa la apropiación de
funciones de gobierno y manejo de asuntos públicos -tradicionalmente competencia de
alcaldías u otras entidades del llamado poder constituido-, por parte de organizaciones locales
o comunitarias (para el caso venezolano son los consejos comunales). Esta forma de gobierno
se rebela ante el llamado modelo representativo de democracia donde prácticamente la
participación política se reduce al ejercicio del voto electoral efectuado en los períodos
correspondientes para elegir representantes políticos y delegar en ellos la intervención sobre
la vida pública.
Marta Hanecker, en su trabajo “De los consejos comunales a las comunas”, apunta algo sobre
ello: “Hay que pasar de la cultura del ciudadano/a que mendiga a la cultura del ciudadano/a
que conquista, que toma decisiones; que ejecuta y controla; que autogestiona, que
autogobierna. Hay que pasar —como dice Aristóbulo Istúriz— del gobierno para el pueblo al
auto gobierno del pueblo, a que el pueblo asuma el poder”.
De ahí la urgencia de que la clase popular se deslastre de formas de pensar, sentir y actuar
que bloquean la participación y el protagonismo, tan reforzadas durante años por gobiernos
paternalistas y clientelares orientados a devaluar iniciativas de organización y movilización
progresista. No obstante, no son los únicos objetos de cambio y apropiación del nuevo
paradigma de participación y protagonismo, operarios de la administración pública también
han de reconocer la nueva fuerza popular innovadora que trasforma sus funciones. Harnecker,
al respecto: “Para lograr ese autogobierno del pueblo es necesaria una etapa de transición en
que los alcaldes, los equipos de participación de las alcaldías, los facilitadores, gobiernen con
la gente, para que tanto la gente como ellos aprendan a gobernar......Apoyo que no suplanta,
sino facilita, que descubre las potencialidades de la gente y las encamina, ahorrando el
proceso de aprendizaje por ensayo y error”
transformación de éste desde adentro supone la total sintonía con los intereses y necesidades
del pueblo, se trata de asumirse como entes políticos que le obedecen a través de la
habilitación de mecanismos de participación y control sobre su gestión, a fin de que sean
útiles a la consolidación y el fortalecimiento del poder del pueblo: el Poder Popular. En nuestro
caso particular, la Fundación Infocentro, ha asumido como misión: “Facilitar el proceso de
apropiación de las tecnologías de información y comunicación por parte de los sectores
populares, mediante la consolidación de espacios tecnológicos comunitarios que faciliten la
construcción colectiva y transferencia de saberes y conocimientos, las relaciones socialistas
de colaboración y de coordinación, para fortalecer el desarrollo de las potencialidades locales,
las redes sociales y el poder comunal”
Por este llamado, desde la Red Social de Infocentro estamos en el camino de construcción de
la Nueva Institucionalidad, y en ese marco, discutir cómo ésta se corresponde con el
empoderamiento popular que pretendemos continuar impulsando, y que necesariamente debe
apuntar a re-pensar la institución que tenemos, que queremos y sobre todo la que estamos
constituyendo en cada una de las acciones concretas y cotidianas.
Los Infocentros, “en el marco del proceso de cambio, colocamos las tecnologías de la
información y la comunicación en función de apoyar el trabajo social que hacen los distintos
grupos comunitarios”;1 entonces, la nueva institución que estamos forjando es una que se
encuentra travesada en su práctica por los principios socialistas. Estos principios no son
abstractos, o al menos no deben entenderse de esta manera, puesto que la justicia, la
equidad, la organización, la participación, la solidaridad y cooperación, han de ser sustantivas
en cada una de las acciones y políticas estratégicas que emprende el Estado venezolano para
alcanzar el máximo nivel de desarrollo del pueblo, de nuestra Latinoamérica y el mundo.
Estamos viviendo en el país un proceso de cambio que influye en el accionar comunitario. Sin
embargo, no podemos esperar que las comunidades cambien de un día para otro, es un
proceso lento y debemos asumirlo teniendo paciencia y constancia.
Colectivo de facilitadores y facilitadoras de Distrito Capital, Miranda y Vargas (mayo de 2009)
La cuestión está es en la consciencia que tengamos con respecto a las acciones que
podemos emprender de forma autogestionaria, esto nos ayudará a identificar nuestro potencial
y sobre todo las condiciones o elementos existentes dentro de la comunidad, sus fortalezas y
debilidades, además de los retos que nos depara nuestra condición actual y las ideas que
tengamos acerca del futuro. La Fundación Infocentro, está incitando este debate, no podría
ser de otra forma, la Red Social de Infocentro es un tejido social de acción y reflexión que se
alimenta de estas dos dimensiones (la organización social e institucional) que aun cuando
históricamente han sido antagónicas, no necesariamente lo son. Y es que la nueva
institución es la que se reconoce como espacio en construcción y producto de los retos,
procesos y realidades sociales.
¿Cómo las acciones que hemos venido realizando desde los Infocentros contribuye con
el fortalecimiento del poder popular?
Con el uso de nuestra plataforma tecnológica se han generado redes sociales entre las
comunidades, esto es un aporte importante ya que existe un intercambio de nuestros saberes,
es tener autonomía para impulsar nuestros propios desafíos y la posibilidad de construir
nuestras propias propuestas a partir de la experiencia acumulada, resistiendo ante el
bombardeo mediático que permanentemente niega la posibilidad de transmitir nuestras formas
de lucha. Desde los infocentros estamos apostando por un modelo de comunicación distinto,
es la oportunidad de acceder al conocimiento y junto con la comunidad transformarlo en
nuevos aprendizajes, creemos en la educación popular y alternativa donde reivindicamos los
saberes populares, donde nos identificamos como pueblo y vemos como las TIC se convierten
en un medio para fortalecer nuestra multiculturalidad, rescatar nuestras tradiciones y nuestras
raíces históricas para enfrentar el modelo colonial, capitalista y globalizante.
Desde la Conquista los invasores se introdujeron en nuestras tierras, no nos pidieron permiso
para entrar. A los legítimos propietarios los sometieron a un estado esclavista que se ha
venido sucediendo hasta nuestros días.
Los usurpadores, que se adueñaron de bienes ajenos, al morir fueron heredando su botín a
las nuevas generaciones. La tierra robada viene siendo fortalecida con agronegocios de
empresas trasnacionales, que pretenden arrancarlo todo, hasta lo más profundo de esa tierra,
sus ahora llamados “recursos” naturales.
Sin embargo, cuando esta nuestra historia no se olvida, cuando se transmite de generación en
generación pero no sólo con la oralidad, sino con las entrañas, es posible encontrar allí un
cambio. Un cambio en continuidad. Una lucha de siglos que nunca se abandonó, que la
sostenemos y la podemos ganar.
A 1.974 mts sobre el mar se extiende la Aldea San Siguán de Cunén del Departamento del
Quiché (Guatemala). Una rica quebrada que con sus inmensos sembradíos ocupa hoy 10
caballerías y 30 manzanas de propiedad comunal.
Cuentan Maximiliano y Rosa que esta comunidad kiché de alrededor de 200 familias conocía
su historia de saqueo y sometimiento que comenzó con sus abuelos ya que “fue a ellos a
quienes les quitaron la tierra y cuando comenzó la nuestra esclavitud (…) les comenzaron a
cobrar renta para trabajar. Eso es algo que desde pequeños supimos. Además vimos y fuimos
parte del trabajo esclavo de nuestros padres. Acá se daba con chicote. Ya nuestros padres
decían ‘ay si ustedes pudieran comprar esta finca. Cualquier rato ustedes ya no siembran”.
Hace ocho años la comunidad nombró a Maximiliano Pérez parte del Comité de Tierra quien
salió a buscar apoyo porque veía que estaban todos muy distantes, divididos debido a las
distintas religiones. Allí, un grupo de compañeros y compañeras hablaron con el pastor, con
el cura, con quienes ofician las celebraciones mayas y se acordó un trabajo: “unificar el
camino hacia la recuperación de nuestras tierras”. Ciento treinta familias de San Siguán,
miembros del Comité de Unidad Campesina (CUC) pidieron apoyo a esta su organización, ya
que decidieron que se de comienzo a una investigación de registro catrastal. La Aldea San
Siguán había sido adjudicada en 1889 al ex presidente represor de Guatemala Manuel
Lisandro Barillas quien se la dejó a la familia Botrán. Familia terrateniente de este país,
actualmente involucrada en la producción de agrocombustibles.
”San Siguán era Ejido Municipal y la ley dice que el alcalde es el que puede adjudicar la tierra
entonces. “Nosotros dijimos muchas veces al alcalde y él sabe que llevamos siglos aquí,
somos una comunidad 100% indígena, campesina. Las casas las hicimos nosotros, todos los
servicios le pusimos, el agua potable, la escuela, todos son recursos de la comunidad y no los
puso la supuesta dueña de la finca”.
Esta su historia no se olvidó. A través de la palabra, la memoria heredó a las nuevas
generaciones la firme permanencia en la lucha por la recuperación de sus tierras. Lucha que
logró la entrega de la escritura de la Aldea a manos de la comunidad el 22 de marzo de 2008.
San Siguán recuperó aquello que un día le fue saqueado: la tierra, “y ese día dijimos ya no
hay dueño de finca aquí, se terminaron los chicotazos, todos nos reunimos en la escuela y eso
fue una sola marimba.”
Tomado de: http://proyectosuri.blogspot.com
El 4 de febrero de 2002, el Presidente Chávez, firma el decreto 1666 que, da inicio al proceso
de regularización de tenencia de la tierra en barrios y urbanizaciones populares, promueve la
rehabilitación integral de los asentamientos populares y somete a discusión un proyecto de
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ley, con el fin de dotar de una base legislativa más sólida. El decreto también crea los Comités
de Tierra Urbana (CTU), una organización autónoma que se extiende a nivel nacional
promoviendo la regularización y legalización de sus tierras.
Los integrantes del CTU se eligen en una asamblea convocada en un sector donde exista un
máximo de 200 viviendas. El CTU tiene la responsabilidad de adelantar los trámites para la
regularización jurídica de las tierras donde se han levantado las viviendas, lo cual, además de
democratizar la propiedad, ofrece seguridad jurídica a los pobladores de las comunidades
populares, al convertir en activos los únicos bienes con los que cuentan millones de familias.
Se han establecido como una organización de base con una importante incidencia en las
políticas de democratización de la ciudad. Participan activamente en las luchas de las
comunidades donde hacen presencia por reinvidicar los derechos ciudadanos haciendo la
lucha colectiva, promueven la organización y la participacion de los pobladores y son una
forma de resistencia organizada a la estructura salvaje del capital que confisca el derecho a la
tierra y a una vida digna en la ciudad.
Tomado de:
Antillano, A. (2005). La lucha por el reconocimiento y la inclusión en los barrios
populares: La experiencia de los Comités de Tierra Urbana. En Revista de Ciencias de
Economía y Ciencias Sociales. Vol 11. N° 003. En:
http://http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/177/17731112.pdf
Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información. Folleto informativo
sobre los CTU. 2008.
Las experiencias de los infocentros vinculadas al poder popular, pueden verse en:
http://www.infocentro.gob.ve; sección II Encuentro de Experiencias y Experiencias
desde los infocentros.
Hemos compartido estas dos experiencias que tienen lugar en nuestra América Latina, que al
igual que muchas otras que conocemos nos invitan a profundizar en la idea de la
organización comunitaria.
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Aún cuando todas y todos los integrantes de una comunidad reconocen problemáticas e
intereses, no necesariamente son los más urgentes, importantes y profundos, puesto que esto
sólo puede reconocerse en el diálogo franco y abierto de todos los afectados e interesados
que conforman el colectivo. Para organizarnos, en principio hay que generar espacios de
encuentro que vayan abriendo los caminos parar consolidar la integración y el intercambio de
la comunidad. Estos no son espacios aislados, o al menos así no pueden concebirse, sino
más bien constituirse en una práctica permanente que posibilite comprender, profundizar y, de
ser necesario, reorientar nuestra acción colectiva.
Cuando revisamos colectivamente la realidad concreta, lo que hacemos y las razones que
sustentan nuestro hacer “se produce la oportunidad de reconocimiento crítico de nuestra
práctica social. Así se irán haciendo evidentes las disfunciones, las contradicciones, las
carencias: nuestro desconocimiento o conocimiento parcial de la realidad, la inadecuación o
indefinición de nuestros objetivos, la insuficiencia o desorientación de nuestra acción... Pero
también descubriremos nuestras capacidades y potencialidades, nuestros valores
compartidos, nuestras formas culturales de conocimiento y expresión de la realidad, y todo ello
reforzará nuestra cohesión e identidad colectiva y nuestra motivación para actuar juntos.”
(Bustillos y Vargas, 2006)
Uno de los problemas que afecta a la comunidad o que imposibilita su organización es la
carencia de metodologías que ayuden a consolidar las fuerzas sociales y potencialidades que
hay dentro de ella, al respecto “una metodología de trabajo flexible, creativa, coherente y
científica. La ausencia de estos criterios ha sido motivo de frustraciones y de pérdida de
tiempo por parte de los dirigentes comunitarios. ”3
Por ello, el esfuerzo de la Red Social de Infocentro en construir metodologías de trabajo
colectivo que favorezcan y promuevan en la comunidad espacios de participación y acción
planificada y con fines comunes y reconocidos por todos.
Promoviendo Movimiento
Caricatura IV
Tema: El promotor comunitario
Situación: El facilitador esté en una reunión con varios miembros de la comunidad (una
mujer embarazada, un adulto mayor, niños, adolescente, adultos)
Personaje 1: Vamos a hacer una actividad para que la comunidad se conozca.
Facilitador: Podemos organizar unos juegos tradicionales en la cancha de la comunidad. Y de
manera simultánea hacemos una feria de comida popular, en la que cada familia lleva algún
alimento para compartir.
Personaje 2: Si claro, la idea es que la gente se conozca en un espacio de celebración, para
ir creando lazos afectivos. Recordemos que cada cosa que hacemos, por más pequeña que
sea, es un paso más para mejorar la vida de la comunidad.
Facilitador: Sí, por eso hay que estimular a la comunidad, y en este caso, promover una
nueva práctica en nuestra cotidianeidad.
Personaje 3. Bueno empecemos a organizar... ¿Cómo vamos a convocar?...
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Promoviendo Movimiento
¿Quién es el Promotor de Infocentro?
Mucho hemos conversado acerca del perfil del facilitador de Infocentro, intensas discusiones
en diferentes momentos y espacios nos ha convocado a reflexionar e inventar sobre la base
de nuestro quehacer un perfil, una fotografía del facilitador. Pero para ello es necesario que
revisemos si “facilitador” logra dar cuenta del sujeto que en la realidad encontramos en estos
espacios tecnológicos, y sobre todo, de aquel que sobre la marcha vamos configurando en lo
cotidiano.
Es necesario construir colectivamente el perfil del facilitador, porque nuestro trabajo no puede
reproducir la práctica del clientelismo o caer en el error de creer que somos los que sabemos.
Colectivo de facilitadores y facilitadoras de Bolívar, Delta Amacuro y Monagas (mayo, 2008)
El interés es en principio, poder caracterizar y explicar lo que hacemos. Poder abstraernos de
nuestra acción cotidiana con la intención de reconocernos y valorar nuestro hacer, con sus
aciertos y desaciertos, construir un mapa de ideas, realidades y sueños con rostros y voces,
donde hablemos de nosotros, de un colectivo fortalecido, que aprende de él mismo junto con
otros, que se problematiza frente a su realidad y construye alternativas de transformación
desde adentro.
Para lograr este objetivo, vamos en principio, a vincular las ideas que respecto al papel del
promotor sociotecnológico hemos debatido. El primer consenso es que dada la acción
promotora, animadora y de acompañamiento de los facilitadores, en cada uno de los territorios
sociales en torno a los infocentros donde hacen vida, se ha reconfigurado su perfil. No
podemos hablar solamente de un facilitador de herramientas tecnológicas y metodológicas, de
información y de conocimientos; ya que dejaríamos por fuera diversos elementos y
dimensiones que constituyen la labor cotidiana y comprometida de estos actores.
Hemos consensuado que nos reconocemos como promotores sociotecnológicos, pero para
ello fue necesario debatir las dimensiones del trabajo de los facilitadores y facilitadoras de la
Red Social Infocentro, ahora nos dedicaremos a hacer un recorrido por las ideas que
derivaron en la constitución de este sujeto articulador y transformador.
Sabemos que no es unívoco el concepto de promotor, y menos el de promotor
sociotecnológico, adjetivo que nos caracteriza de una manera particular; por ello en los
espacios de formación nos hemos dado a la tarea de construir colectivamente el nuestro:
Y por supuesto que estas ideas están estrechamente ligadas con el sentido de pertenencia
que como promotores y miembros de la comunidad sentimos y compartimos; además que
estas iniciativas están enmarcadas en un proyecto de patria socialista. Al respecto el colectivo
de facilitadores y facilitadoras de Distrito Capital, Miranda y Vargas nos dice que:
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Nosotros facilitamos, promovemos, generamos procesos con las comunidades. Para ello es
indispensable tener un fuerte compromiso social revolucionario y sentido de pertenencia a la
comunidad.
(Mayo, 2008)
está en “reelaborar los objetivos de nuestra acción colectiva, revisar y adecuar los métodos y
técnicas de actuación, llevar a cabo una nueva práctica para transformar y mejorar la vida
colectiva y dar respuesta a las necesidades e intereses del grupo social” (Vargas, Bustillos y
Marfán; 2007)
Dentro y fuera del infocentros somos sujetos capaces de transformar las realidades de la
comunidad. Por eso somos acompañantes de procesos y no de actividades aisladas.
Aprender haciendo, transformando, ayudando a transformar.
(Mayo, 2008)
Comunicador popular:
“El modelo impositivo -de la comunicación- sirve para dominar, pero no sirve para crear
conciencia crítica ni para generar un proceso liberador. Sólo cuando la gente comienza a decir
su propia palabra, empieza a pensar por sí misma y a liberarse”. (Kaplún, 1978).5
4 Vargas, Bustillos y Marfán: Técnicas participativas para la Educación Popular. Madrid, 2007
5 Kaplún. El comunicador popular. Alejandro y Vidal (compiladores): Comunicación y educación popular. La
Habana, 2004
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Esto quiere decir, que el promotor sociotecnológico, anima y acompaña esta posibilidad, cada
uno de los espacios tecnológicos se han convertido en cuna de diversos proyectos de
comunicación popular y en otros casos lugar de encuentro para potenciarlos. El colectivo de
facilitadores y facilitadoras de Aragua, Carabobo y Guárico nos dice que “nosotros los
promotores junto a las comunidades debemos formarnos en el uso de las herramientas de la
comunicación sólo apropiándonos ellas podremos combatir la desinformación y el terrorismo
comunicacional impuesto por los medios masivos de comunicación privados” (Mayo, 2008).
Articulador:
El promotor sociotecnológico, en este sentido, toma la tarea de “sensibilizar a la comunidad y
a las instituciones para tender a resolver de forma conjunta sus problemáticas… analizando,
profundizando, compartiendo criterios, poniendo en común experiencias, opiniones e ideas –
en colectivo- que enriquezcan el quehacer. Favoreciendo desde la acción-reflexión-acción
nuevas alternativas y actuaciones”. (Asociación Cultural La Kalle, 2007)
El colectivo de facilitadores y facilitadoras de Bolívar, Delta Amacuro y Monagas nos dice que:
El promotor de infocentro debe verse a sí mismo como parte de la comunidad y no como una
autoridad, en ese sentido, debe promover organización y participación. La cuestión es que eso
trascienda a otras comunidades, vinculándolas y a su vez que pueda acompañar en la
articulación de éstas con otras instituciones, dando por entendido que la relación entre
comunidad-infocentro viene en un proceso claro de integración de esfuerzos y trabajo.
(Mayo, 2008)
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Lo transversal:
En este apartado, aunque suene un tanto ambiguo, es un intento por condensar las diversas
características y funciones del promotor sociotecnológico, que nutren las grandes dimensiones
del perfil que hemos venido trabajando en este capítulo, reconociendo que sin el compromiso
con nosotros mismos y con los que están junto a nosotros, con las pequeñas pero necesarias
tareas que cotidianamente hacemos y que encierran dentro de sí un significado
profundamente transformador, no podremos avanzar hacia esa sociedad más justa, solidaria y
socialista.
El facilitador debe ser integral, saber que lo tecnológico apoya la organización comunitaria y
que ésta es orientada por ideales político-ideológicos. Debe estar enamorado de lo que hace,
ser humilde, abandonar la idea del protagonismo, tener dedicación y compromiso.
Colectivo de facilitadores y facilitadoras de Cojedes, Portuguesa y Yaracuy
(Mayo, 2008)
Vamos a aclarar un tanto el panorama de las muchas actitudes y acciones cotidianas que
encierra el trabajo del promotor sociotecnológico de la Red Social de Infocentro:
• Gestionar los espacios tecnológicos llamados Infocentros, la cuestión del uso y
apropiación del espacio físico, pero sobre todo la apropiación de las herramientas
tecnológicas. La inclusión de los diversos actores de la comunidad sin discriminación
de ningún tipo.
• Movilizar a la comunidad mediante acciones concretas a través de alguna actividad
que ayude a la cohesión y/o encuentro, en el caso de ser necesario, para generar y
acordar labores locales concretas.
• Planificar y programar estas acciones junto a la comunidad, de tal forma de llevarlas a
la realidad.
• Contribuir en la reconstrucción de la historia de la comunidad, no solamente para
conocerla, sino para que a partir del reconocimiento de nuestra historia podemos
saber qué hacer y cómo hacerlo, qué necesitamos y qué tenemos; y cómo la identidad
de pueblo, localidad, comunidad nos proporciona un sentido de pertenencia y de
compromiso con las propias causas, sueños y proyectos.
Esto implica fundamentalmente según Vargas, Bustillos y Marfán (2007) lo siguiente:
• “El conocimiento del medio, del entorno, del contexto social donde vive y
se desenvuelve el grupo.
• El reconocimiento de los valores culturales, ideológicos, que determinan,
en ese grupo o colectivo, su visión y comprensión (subjetiva) de la
realidad y orientan su actuación.
• La identificación de la propia práctica
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¿Qué pasa con la acción sin la reflexión? Pregunta necesaria, sabemos que sin la valoración
de nuestras acciones es difícil caminar, puesto que no damos la oportunidad de develar los
desaciertos y sus razones, así como los aciertos y sus razones. Cuando damos por natural lo
que pasa, los efectos de una acción, las consecuencias de un hecho particular o las
circunstancias que encierra un momento histórico estamos cayendo en el juego de la
reproducción del pensamiento dominante, actuando como dominados en una situación que
aparentemente es “normal o lógica”.
La evaluación no es un momento final, o por lo menos así no está planteado para aquellos que
estamos haciendo un trabajo permanente y continuo en la comunidad. La evaluación es un
momento necesario en toda experiencia vivida, pero sobre todo ha de ser una práctica
permanente que alimente la acción presente y las futuras.
La evaluación de nuestra práctica nos permite ver qué queremos construir y la dirección del
trabajo que hacemos, es decir, hacia donde queremos ir.
En los encuentros de formación se deben recoger elementos para mejorar nuestras prácticas,
no como recetas, pero si como insumo para favorecer nuestra reinterpretación del trabajo de
la Red Social de Infocentro.
Equipo de facilitadores y facilitadoras de Bolívar, Delta Amacuro y Monagas (Mayo 2008)
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Pasos del proceso metodológico de la educación popular, que complementa la dimensión de Sujeto
transformador ¿educador popular?
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Este concepto de Educación Popular nos convoca. Creemos firmemente en que estamos
contribuyendo en la construcción de una sociedad profundamente democrática, en
correspondencia con el proyecto del socialismo del siglo XXI.
Primero y principal: toda asamblea debe tener objetivos claros y reiteradamente presentes
en su convocatoria y realización.
CONVOCATORIA:
La convocatoria debe incluir de manera clara y concisa:
Casi siempre es necesario conversar un poco con los convocados de tal forma de aclarar
dudas o de estimular la asistencia de los convocados.
Hay que hacer seguimiento de la oportuna entrega de la convocatoria a todas y cada una de
las personas, además de la receptividad de la misma, esto nos permitirá tener mayor dominio
de la situación y tomar decisiones previas al encuentro en cuanto a su organización y temario.
Ya en la Asamblea…
9 Asunto o acción
9 Lugar
9 Hora y fecha
9 Logística, recursos y participantes
9 Información a la comunidad o colectivo
9 Designación de responsables
Cada vez que en nuestro barrio, en nuestro pueblito, en nuestra comunidad indígena
montamos una reunión, por insignificante que pudiera parecernos, vamos tejiendo el hilo
invisible de la trama de solidaridad que cubre el luminoso firmamento del conocimiento mutuo,
el respecto mutuo y el apoyo mutuo. Ahí avanzamos paso a paso para ir superando problemas
que nos agobian en un proceso donde a la vez abrimos mareas de nuevos y renovados
valores.
Cada participante escribirá en una hoja lo que cree podrían ser los pasos para
solucionar los problemas o responder a los intereses planteados por la comunidad en
el diagnóstico. Debe detallar como sería y funcionaría.
Ya en los grupos cada participante en sus respectivos grupos deberá poner en común
lo que ha pensado y escrito. Para ello se da un espacio de tiempo prudencial con la
intención que cada grupo construya su modelo colectivo.
Se pasa a la plenaria para que cada grupo presente su modelo ideal escrito en un
papelógrafo.
El orientador, en esta parte, debe estar muy atento, puesto que debe hacer registro
abierto al momento. Además en el caso de invisibilizar elementos importantes
(culturales, económicos, organizativos, etc) debe hacer preguntas a la plenaria para
que dichos aspectos se discutan y se tomen en cuenta. El resultado de esto debería
ser un modelo colectivo, que si bien aún es muy amplio en los siguientes pasos se van
a precisar las acciones concretas. No debes olvidar que lo importante es que sea
factible y las propuestas encierren diversas cualidades.
Para detallar estas necesidades urgentes a resolver y tareas que se puedan hacer,
vamos a elaborar un Plan de Acción (esto podría hacerse en los grupos o en plenaria):
Debemos responder fundamentalmente las siguientes preguntas:
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Si se trabaja en grupos esta última parte es necesario llevar a plenaria los planes de
cada grupo de tal forma de identificar si estamos programando las mismas acciones o
acciones simultáneas, si hay aspectos que no están claros, es decir, consolidar un solo
Plan de acción, con la idea de trabajar articuladamente.
Nota: Esta dinámica pudiera ser extensa y agotadora, así que toma el pulso de la
dinámica y si consideras que se debe hacer en varias sesiones, hazlo.
El promotor sociocultural debe tener aplicar los 3 Mutuos en su relación con la comunidad.
Apoyo Mutuo
Respeto Mutuo
Conocimiento Mutuo
Respeto Mutuo:
Respetar los valores, costumbres e ideas de la comunidad, así como sus compromisos con
ella.
Ganarse, con su modo de actuar y ser, el respecto de la comunidad.
Conocimiento Mutuo:
Interesarse por conocer lo que pasa en la comunidad, como si fuera algo de sí mismo.
Darle a conocer oportuna y claramente a la comunidad todo lo que se relacione con las
responsabilidades y acciones que puedan afectarla desde el trabajo que uno hace.
Apoyo Mutuo:
En el apoyo a la comunidad está la máxima expresión de vocación de servicio del promotor.
Desde el apoyo de la comunidad se obtienen recursos materiales, espirituales y éticos propios
del pueblo y fuente principal del desarrollo como promotor.
Tenemos mucho más que decir
Sí, es una afirmación, Tenemos mucho más que decir, en cada debate lo confirmamos, aún
nos faltan infinitas cosas por decir y sobre todo por hacer. Cada grito, lamento, canto,
consigna, manifiesto, murmullo, clamor nos encuentra. El verbo se ha convertido en verdadera
acción.
En este capítulo quisiéramos hacer una suerte de conclusión acerca de los temas que nos han
ocupado en las páginas anteriores, pero afortunadamente tenemos la certeza que esto se irá
reconstruyendo, y que nuevos signos y luchas nos transformarán e indudablemente nuestras
acciones también.
Para despedirnos, o más bien, decir hasta luego, dejamos estas palabras que para nosotros
representa un canto de esperanza que queremos compartir, y es que sabemos que pronto…
Bibliografía. ¿Qué consultamos y te invitamos a revisar?
Martínez, Radamés (s/f): Organizar la comunidad. Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.
Vargas, Bustillos y Marfán (2007): Técnicas Participativas para la Educación Popular Tomo
I. Editorial Popular, Madrid.
Valera Mora, Víctor (2002): Obras completas, Víctor Valera Mora. Fundarte, Caracas.
Rodríguez Pérez, Oscar (2006): Panfleto. La Mancha Ediciones, Caracas.
Sotillo, Oscar (2008): Por decir algo. La Mancha Ediciones. Caracas.