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Benito Ramírez Valverde y


Dr. Héctor Bernal Mendoza
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Maquetación: Isaías Velázquez García
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de la Industria Editorial Mexicana. Registro 3199
Primera edición, enero de 2014
ISBN:978-607-8154-50-0
Impreso en México.
Índice

Autores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Presentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1. Ordenamiento territorial en núcleos agrarios de la mixteca
poblana, Rodríguez-Mendoza, Clara Angélica; Olivares-
Romero, Mario Eduardo; Díaz-Hernández, Hernán y Gua-
darrama-Luyando, Ricardo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2. Asociatividad y acción colectiva como impulso a grupos
sociales, caso Xochimilco, Reyes Pedraza, Juan Carlos. 44
3. Persistencia de la actividad agrícola en las localidades de
San Pedro Benito Juárez y Nexatengo, ante el crecimiento
urbano del municipio de Atlixco, Puebla, Luna-Fernán-
dez, Víctor Genaro; Aliphat Fernández, Mario Manuel;
Caso Barrera, Laura; Ramírez Valverde, Benito; Pérez
Avilés, Ricardo y Ocampo Fletes, Ignacio. . . . . . . . . . . . 69
4. Análisis del sistema productivo leche de bovino en el mu-
nicipio de Tecamachalco, Puebla, Camacho Vera, Joaquín
Huitzilihuitl y Rosales-Noriega, Fabián. . . . . . . . . . . . . . 93
5. Grupos de ahorro y crédito como motor de acciones colec-
tivas en el sector lechero. El caso de dos cajas de ahorro en
la cuenca lechera de Tecamachalco, Camacho-Vera, Joa-
quín Huitzilihuitl; Rojas-Vélez, Yoselina; Pérez-Sánchez
Lilia y Rosales-Noriega, Fabián . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
6. Características de las familias rurales participantes en
el proyecto estratégico para la seguridad alimentaria en el
estado de Puebla, González Ramos, Efraín; Ramírez Val-
[3]
4 Í NDICE

verde, Benito; Paredes Sánchez, Juan Alberto y González


Romo, Adrián. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
7. El papel territorial de los Centros Estatales de Capacita-
ción, Evaluación y Seguimiento de la Calidad de los Servi-
cios Profesionales (cecs) dentro de un nuevo enfoque de
desarrollo de capacidades en el ámbito rural, Bernal Men-
doza, Héctor y Lázaro Galicia, Cecilia. . . . . . . . . . . . . 156
8. Migración interna, pobreza y marginación entre los cam-
pesinos indígenas dedicados a la producción de café en el
estado de Puebla, Ortega Hernández, Alejandro; Ramírez
Valverde, Benito y León Andrade, Marilú. . . . . . . . . . . . . 180
9. Caracterización de la producción familiar en el munici-
pio de Tetela de Ocampo en la Sierra norte del estado de
Puebla, Hernández Treviño, Israel; Rodríguez Hernández.
José Víctor; Macías López, Antonio; López Sánchez, Hi-
ginio; Romero Arenas, Omar y Lima Tapia, Juan Carlos. 202
10. Crisis del café y política social. Distribución de recursos
económicos en municipios cafetaleros de Puebla, México,
Cortés Sánchez, Mariana Betzaidet: Juárez Sánchez, José
Pedro y Ramírez Valverde, Benito. . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
11. La migración como estrategia de reproducción y sus im-
pactos en la sociedad campesina. El caso de San Pablo
Actipan, Tepeaca, Puebla, Palomares Licona, Angélica y
Pérez Avilés, Ricardo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
12. Producción de piñón (Jatropha curcas L.) en vivero, en el
municipio de Santa Inés Ahuatempan, Puebla, De la Rosa
Romero, María de los Ángeles; Aragón García, Agustín;
Juárez Ramón, Dionicio; Jiménez García, Daniel; Pérez-
Torres, Betzabeth Cecilia y López Olguín, Jesús Francisco. 275
Índice de cuadros, figuras, gráficas y mapas. . . . . . . . . . . . . 293
10. Crisis del café y política social.
Distribución de recursos económicos en
municipios cafetaleros de Puebla, México
Cortés Sánchez, Mariana Betzaidet;1
Juárez Sánchez, José Pedro2 y
Ramírez Valverde, Benito3

Resumen
La crisis del sector cafetalero se manifiesta con recurrentes caí-
das del precio del aromático, situación que origina una pérdida en
los ingresos de los productores, lo que genera pobreza y margina-
ción. Ante este contexto, se busca analizar la producción de café y
su relación con la política social que se impulsa a través del pro-
grama de Oportunidades y procampo, así como el Programa de
Fomento Productivo del Café en el Estado de Puebla en los años
2005 y 2010. Se utilizó información generada por el Sistema de
Información Agrícola y Pecuaria, sedesol y coneval. En la in-
terpretación de los resultados se dividió al estado en regiones y se
empleó estadística descriptiva. Los resultados muestran que las re-
giones cafetaleras presentan mayor nivel de pobreza y carencias,

1
Profesor Universidad del Valle de Puebla, Campus Puebla. «mariana_cortes_s@­
hotmail.com».
2
Profesor Investigador Titular Colegio de Postgraduados, Campus Puebla, «pjuarez@
colpos.mx».
3
Profesor Investigador Titular Colegio de Postgraduados, Campus Puebla, «bramirez@­
colpos.mx».
[221]
222 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

ante lo cual se han incrementado ligeramente las aportaciones hechas


por la política social, pero los apoyos productivos se han manteni-
do estancados, afectando la producción del cultivo y a las familias
que habitan las regiones productoras de café.
Palabras clave: café, pobreza, política social, política agrícola.

10.1 Introducción
La crisis económica del sector agrícola en México ha generado
graves problemas sociales como pobreza y migración, los cuales
se han intentado mitigar a través de la proletarización del campe-
sinado, al incluirlo en sectores complementarios al agrícola y a
una política social, a través de programas específicos de transfe-
rencias monetarias. Es importante destacar que la crisis del sector
cafetalero se manifestó de forma clara a partir de los ochenta del
siglo pasado, cuando la producción nacional cayó, de ser el cuarto
productor mundial pasó a ocupar el noveno sitio. Este hecho obe-
deció al cambio de política económica que promueve la apertura
comercial, la cual en el sector agrícola impulsa la desregulación
del sector cafetalero. Al mismo tiempo, la Organización Interna-
cional del Café (oic) liberaba el mercado del aromático -ya que
anteriormente establecía mecanismos de regulación del mercado a
través de cuotas- y también decidió liberar su precio y el proceso
comercial. Este tipo de políticas y el comportamiento del mercado
internacional, el cual presentaba una sobre oferta y un crecimiento
escaso de la demanda, generaron una caída de los precios y de los
ingresos de los productores (Flores, et ál., 2002: 9).
El proceso de liberación comercial inició a partir de 1989 en
México con la apertura comercial y la aplicación de medidas de
abandono al sector cafetalero; es por ello que desapareció el Insti-
tuto Mexicano del Café (inmecafe), el cual fue fundado en 1958
para realizar funciones de investigación, experimentación, asisten-
cia técnica y comercialización, y fue dinamizado en 1973 mediante
el otorgamiento de anticipos para labores de cultivo a través de se-
tecientos centros receptores, acción con la que se logró desplazar
a muchos intermediarios en el periodo de 1982-1983, así como
captar el 43.5% de la producción (Paré, 1990: 3). Al desaparecer
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 223
el inmecafe, surgió el Consejo Mexicano del Café (cmc), el cual
dirigió su política a apoyar las grandes empresas agroexportadoras
y dejó de participar en la comercialización del grano (Pérez, 2006:
72), además de funcionar como un organismo que sirve para con-
certar, informar y promover. Por otra parte, el gobierno mexicano
dejó de apoyar la producción a través de la asistencia técnica, fi-
nanciamiento, por lo que cesó la promoción al consumo del café.
La comercialización del café es controlada por cuatro compa-
ñías trasnacionales ligadas con empresas nacionales; entre las que
destacan Nestlé, Atlantic Coffee, empresa norteamericana relacio-
nada con Agroindustrias de México S.A. (amsa), Newmann Kaffe
Gruppe, empresa alemana asociada con Café California, S.A. de
C.V. y Volcafé, empresa suiza enlazada a Beneficiadora y Expor-
tadora de Cafés Finos, S.A. (becafisa) (Mestries, 2003: 128). Las
acciones que el gobierno mexicano ejecutó entre 1995 y 1999 para
el impulso del café fueron en su mayor parte dirigidas a estable-
cer viveros así como actividades de rehabilitación y renovación
de cafetos (Aragón, 2006: 16). Actualmente, se puede decir que la
política cafetalera ha reducido considerablemente los apoyos a los
cafeticultores en comparación con décadas anteriores.
La crisis que sufre el sector cafetalero también ha obedecido a
la estructura de la propiedad de la tierra; actualmente, las unidades
productivas tienen características que incrementan su problemática,
ya que la mayoría se componen de pequeñas parcelas de tierra que
son divididas entre sus familiares con el paso del tiempo. Esta estra-
tegia reduce la producción y productividad, así como sus pequeñas
ganancias y su capacidad de subsistencia en el sistema económico.
Al respecto, Moguel y Toledo (1996: 41) mencionan que más de
la mitad del total de la producción se realiza en parcelas de entre
cinco y diez hectáreas, en donde la mayoría pertenecen a ejidos y
a comunidades indígenas. En este contexto se puede decir que la
producción de café en México se da básicamente en comunidades
y regiones que poseen severas carencias en la dotación y funcio-
namiento de todo tipo de servicios y de infraestructura básica. Las
zonas cafetaleras coinciden con el mapa de la pobreza extrema na-
cional, por lo que las familias cafetaleras enfrentan cotidianamente
múltiples necesidades en los rubros de la salud, educación, comu-
224 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

nicación, transporte, las cuales también encarecen y condicionan


su forma de vida (Aranda, 2004).
La crisis del café generada por la disminución en los precios y la
baja producción ha provocado que los ingresos por la venta de café
ni siquiera alcancen, en ocasiones, a cubrir el costo de producción,
agudizando aún más las difíciles condiciones de las familias cam-
pesinas. La actual crisis en el mercado del café está destruyendo el
medio de vida de veinticinco millones de familias en el mundo y.
los principales efectos son la disminución del consumo de alimen-
tos, la diversificación de las actividades productivas, desempleo,
migración, y pobreza (Rivadeneyra y Ramírez, 2006: 10). El pe-
riodo de regulación cafetalera en México se produjo en el periodo
comprendido entre los años 1960 y 1989 cuando desapareció in-
mecafe; aunado a ello, en 1989 las principales zonas productoras
se vieron afectadas por inclemencias del tiempo, momento a par-
tir del que se instrumentaron programas de emergencia financiados
por pronasol y finalmente, por la sedesol. Con estos programas
se beneficiaron los productores que tenían hasta dos hectáreas de
cafetos, quienes en general se encontraban en condiciones de po-
breza extrema (Salinas, 2000: 192).
A partir de 1994, con la firma del Tratado de Libre Comercio
con América del Norte (tlcan), se profundizó la desregulación
económica y se empezaron a introducir programas de transferencias
monetarias de focalización directa. Los más importantes en México
han sido el Programa de Apoyos Directos al Campo (procampo)
y el Programa de Educación, Salud y Alimentación (progresa),
cuyo nombre cambió a Programa de Desarrollo Humano Oportu-
nidades en el año 2000. De acuerdo con Chiapa (2009: 11), estos
programas representan un esfuerzo por parte del gobierno mexi-
cano para reasignar los recursos públicos hacia la población más
pobre en las zonas rurales. Además, el autor menciona que pro-
campo es un programa que otorga transferencias monetarias por
hectárea cultivada, el cual en 2006 benefició al 52% de los hoga-
res rurales en condición de pobreza a escala nacional. Un aspecto
relevante fue que los jornaleros agrícolas quedaban fuera del pro-
campo, pero progresa/Oportunidades sí los incluyó, beneficiando
al 68% de los hogares rurales pobres en el país (Chiapa, 2009: 12).
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 225
Cabe señalar que las transferencias de progresa/Oportunidades
representaron el 2.5% del ingreso del 20% de los hogares que se
encontraban arriba de la línea de pobreza, mientras que para los
pobres representó el 8% (Chiapa, 2009: 6).

10.2 La crisis del café ante un mercado imperfecto


En el mercado neoliberal los pequeños productores se enfrentan
a las fuerzas del mercado, las cuales no permiten la libre compe-
tencia, por lo que el mercado se comporta de modo oligopólico, en
donde dominan unas cuantas empresas, existen problemas de oli-
gopsonio para la producción y las comercializadoras imponen el
precio. Tanto la sobreoferta de café por parte de los pequeños pro-
ductores como la correspondiente a la producción de café de mala
calidad procedente de Asia han generado una disminución de pre-
cios, los cuales son establecidos por la oferta mundial del café, los
fondos de inversión especulativos de Nueva York y por las estruc-
turas imperfectas de los mercados del café. Aunado a lo anterior,
Mestries (2003: 128) menciona que el mercado cafetalero ha sido
sumamente inestable, con enormes fluctuaciones de precios en
un mismo año y altibajos cíclicos con duración promedio de cin-
co años, consecuencia de las variaciones bruscas de la producción
por factores climáticos y socioeconómicos en los principales países
productores, así como por las variaciones de consumo per cápi-
ta de los países importadores y las oscilaciones acentuadas por la
política especulativa de las empresas torrefactoras trasnacionales
y de los operadores de bolsa. El resultado de este fenómeno es el
incremento de las ganancias de las grandes empresas trasnaciona-
les al aumentar las ventas al por menor de los países consumidores,
mientras que los países exportadores reducen sus ingresos.
El problema del mercado del café no sólo se deriva de la pro-
ducción y la comercialización, sino también del consumo, ya que
la demanda del café presenta un comportamiento no sujeto a va-
riaciones significativas, tanto en el mercado interno como externo
(Martínez y Salinas, 2004: 311), ya que genera que el consumo
no tenga incrementos significativos ante el cambio en los precios.
Aunado a ello, en México el consumo per cápita de café tostado
226 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

y molido ha sido desplazado por el consumo de refrescos y por el


café soluble (Guerra, et ál., 2012), lo que mantiene asimétricas las
relaciones comerciales.
También se puede decir que el problema del sector cafetalero
no sólo ha afectado la disminución de los ingresos de sus produc-
tores ocasionada por los bajos precios, sino que también existen
problemas de costos, ya que la reducción del tamaño de la unidad
de producción ocasionada por las formas de tenencia de la tierra
ha generado el crecimiento de unidades productivas con un menor
volumen de producción. Esta situación reduce aún más los niveles
de productividad y por tanto de rendimiento, lo que ha desalen-
tado a los productores a continuar con el cultivo del café (Pérez
y Echánove, 2006: 78). Los hechos anteriores han implicado que
la reducción de los ingresos y el incremento de los costos en las
unidades de producción tengan un doble impacto negativo en los
beneficios, lo que ha generado un círculo vicioso donde la falta de
recursos económicos no permite que se genere inversión suficien-
te para adoptar la tecnología que compense la baja productividad
derivada de un sistema agrícola de tipo minifundista. Por estas ra-
zones, el famoso «libre mercado» no ha generado las condiciones
que permitirían la tan anhelada eficiencia económica.
De acuerdo con Figueroa (1990: 22), la racionalidad económi-
ca de las unidades económicas locales se ha tenido que ajustar a
un ambiente económico global, donde las empresas trasnaciona-
les buscan maximizar las ganancias tomando en cuenta el mínimo
riesgo asegurado por su comportamiento monopólico, mientras
que las unidades familiares campesinas priorizan la minimización
del riesgo, es decir, muestran aversión al riesgo motivada por las
consideraciones con respecto a las opciones de ingreso que en-
frentan. Esto ha generado que los campesinos opten por dejar sus
tierras y reduzcan la inversión, agravando el problema de la pro-
ducción. En ese sentido, Paré (1990: 2) menciona que los procesos
de globalización comercial del sector cafetalero han provocado
una transformación profunda en la economía local de las zonas
alejadas que presentan altos índices de marginación, creando así
una estructura agraria polarizada y la predominancia de los intere-
ses del capital privado, con su lógica depredadora de los recursos
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 227
naturales y sus tendencias monopólicas que generan mayores des-
igualdades sociales.
A pesar de esta problemática, la producción de café mexicano
busca incrementar su participación en el mercado internacional,
aprovechando las inflexiones en los precios internacionales; sin
embargo, se enfrenta a un contexto inestable en el que existe una
carencia total de política agrícola eficaz y aunque existen pro-
gramas de fomento, éstos han venido disminuyendo la aportación
de recursos financieros reales y no tienen un enfoque integral de
los encadenamientos productivos, además de que la mayor parte
de los planes rectores que deberían de orientar su accionar son de
baja calidad (Grupo Intergerencial de Desarrollo rural-México,
2007). En síntesis, los problemas por los que atraviesa el sector
agrícola, y particularmente el sector cafetalero, requieren de la
creación de una base que eleve la productividad, el nivel de in-
versión y fomente una mejoría en la rentabilidad económica, la
cual disminuya la incertidumbre bajo la cual operan los agricul-
tores. Estas condiciones no se han podido cubrir con la liberación
del mercado del café.

10.3 La política social en espacios cafetaleros pobres


Se puede decir que el mercado por sí solo no puede corregir
la desigualdad regional, ya que este mecanismo funciona para
la asignación eficiente de recursos, mas no para resolver el pro-
blema de la inequidad o desigualdad social. Al respecto, Guillén
(2007) menciona que el mercado no redistribuye el ingreso ni
crea estructuras productivas articuladas. Pero aún así, la políti-
ca social es considerada residual en términos de importancia, ya
que el modelo económico neoliberal se centra en la idea de que
el crecimiento económico es primero. En consecuencia, las polí-
ticas sociales son marginadas y a menudo se centran en mitigar
los efectos no deseados del cambio económico, en vez de fomen-
tar activamente un mejor desarrollo social para todos. El enfoque
residual y asistencialista que ha prevalecido durante más de dos
décadas ha incrementado las tensiones sociales y el malestar po-
lítico en un gran número de países (Ortiz, 2007: 7).
228 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

En este contexto, las políticas sociales se implementan para sa-


tisfacer las necesidades básicas de una sociedad y se considera que
son discutibles, ya que no existe consenso entre el nivel de parti-
cipación del estado y el mercado, aunque en las últimas décadas
las políticas de ajuste estructural se basan en este último, al cual
se considera un elemento fundamental para el desarrollo; sin em-
bargo, es claro que la política social debe de establecer estrategias
diferenciadas en función de la pobreza estructural y de la nueva po-
breza. La primera incluye a los sectores marginados de la sociedad,
que permanecen tradicionalmente excluidos del circuito formal de
la economía a causa de la estructura de la producción heterogénea
y tienen acceso limitado e insuficiente tanto a la oferta de empleo
como a la educación. Mientras, los nuevos pobres integran los gru-
pos sociales que debido a las crisis económicas y a la política de
ajuste estructural perdieron su empleo (Stalh, 1994: 48).
En este sentido, la población dedicada al sector cafetalero ha
venido disminuyendo de manera permanente las condiciones ma-
teriales que se requieren para satisfacer sus necesidades básicas al
presentar claros problemas productivos que les hacen caer dentro
de la pobreza estructural y para salir de ella se requieren políticas
específicas. Se considera que la pobreza se caracteriza por generar
desigualdades, no sólo económicas sino también las asociadas con
la desigualdad acumulativa; es decir, las que se relacionan con la
propiedad diferenciada de bienes y recursos para la producción u
obtención de rentas, tales como tierras, recursos naturales, capital
(inmuebles, equipo y maquinaria) y recursos financieros, así como
también, las relacionadas con la desigualdad de género, étnica y
lugar de residencia (Jusidman, 2009: 191).
Para reducir las desigualdades en el desarrollo de las diferentes
regiones bajo el modelo neoliberal, se establece la intervención del
Estado sólo como un complemento del sistema de mercado para
paliar las desigualdades económicas. La intervención estatal se jus-
tifica cuando una situación real difiere de las metas establecidas por
sus creadores y cuando el sistema no las alcanzará por sí mismo.
Con las políticas de ajuste estructural, este modelo promueve una
nueva articulación del mercado y el Estado como base del bien-
estar social que implica la transformación de mercancías en gran
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 229
parte de los bienes y servicios sociales, así el gobierno y el sector
privado serán los encargados de proveer educación, salud y otros
servicios sociales (Medrano, 1997: 85). Dentro de este modelo se
considera que el Estado no es el único actor de la política social
y se afirma que debe ser sólo uno entre varios participantes en la
aportación de recursos (Franco, 1996: 1).En esta relación los be-
neficiarios también son incluidos.
Se puede decir que las políticas sociales son generalmente de
carácter redistributivo, ya que comportan administración de recur-
sos y capacidades entre ciudadanos (Moreno, 2003: 2). Además
combinan algún grado de diversidad (limitada y en descenso) en
la provisión de los principales servicios sociales básicos, con pro-
gramas focalizados en la lucha contra la pobreza (Sánchez, 2008:
301). Las nuevas políticas sociales focalizadas y descentralizadas
fueron diseñadas para atender asistencialmente las emergencias al
menor costo posible (Guardiola, 2010: 3).
El desarrollo exige la eliminación de las principales fuentes
de privación de la libertad: la pobreza y la escasez de oportuni-
dades económicas y sociales. La pobreza se puede definir desde
dos perspectivas, la absoluta y la relativa. Desde la perspecti-
va absoluta se considera que es posible identificar un conjunto
de necesidades básicas, cuya insatisfacción caracteriza la pobre-
za, independientemente de cómo se distribuyan los estándares de
vida dentro de una sociedad (Fresneda, 2007: 14). Según esta de-
finición, la pobreza no toma en cuenta al sistema social en el que
vivimos, sino simplemente la diferencia entre los ingresos des-
de una perspectiva individual. La visión relativa de la pobreza de
acuerdo con Fresneda (2007) se define en cada contexto históri-
co con la condición que afecta a quienes tienen sentimientos de
privación respecto a otros en su propia sociedad, o bien, el esta-
do de quienes tienen condiciones objetivas de privación respecto
a un estándar social.
Al hablar de necesidades elementales, tenemos que especificar
que éstas comprenden tres grandes grupos. El primero incluye las
necesidades de alimentación diaria; el segundo, las necesidades de
educación y salud que corresponden a las necesidades de capaci-
dad; y el tercero, la necesidad de contar con una vivienda digna.
230 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

Cubrir estas necesidades es fundamental para una sociedad, ya que


esto permitiría mejorar las oportunidades de desarrollo social. De
acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, la pobre-
za se divide en tres grandes rubros: la pobreza alimentaria, que se
refiere a la población que cuenta con un ingreso per cápita insufi-
ciente para adquirir una alimentación mínimamente aceptable; la
pobreza de capacidades, que considera a la población que si bien
puede cubrir sus necesidades mínimas de alimentación, cuenta con
un ingreso per cápita insuficiente como para realizar las inversiones
mínimamente aceptables en la educación y la salud de cada uno de
los miembros del hogar-Por último, la pobreza patrimonial inclu-
ye la población que cuenta con un ingreso per cápita insuficiente
para adquirir mínimos indispensables de vivienda, vestido, calzado
y transporte para cada uno de los miembros del hogar (Presidencia
de la República, 2007), aunque puede cubrir sus necesidades mí-
nimas de alimentación, educación y salud.
Se puede decir que la reducción de la pobreza también se refle-
jará en una menor desigualdad en la distribución del ingreso para
generar la igualdad de oportunidades. Sin embargo, la dispersión
poblacional afecta significativamente esta variable y se convierte
en un reto para llevar a cabo la asignación del gasto, por lo que
se vuelve fundamental en el modelo. En los últimos años, el país
ha atravesado por una serie de crisis recurrentes y profundas, lo
que ha generado problemas económicos y disminución del pre-
supuesto asignado por parte del estado al desarrollo social, los
cuales han repercutido en la atención de la población pobre. Es
así como el Estado, al no impulsar una política agrícola adecuada
ante los procesos de apertura comercial, ha tenido que recurrir a
la política social, entendiendo a ésta como el conjunto coherente
de principios y acciones gestionados por el Estado que determinan
la distribución y el control social del bienestar de una población
por la vía política (Herrera y Castón, 2003: 240). Pero a pesar de
la política social implementada, el gobierno se caracteriza por dar
prioridad a la política económica, subordinando la política social
y esto se manifiesta en la asignación presupuestal. Esta situación
ha sido particularmente aguda en las políticas y los programas
orientados a la superación de la pobreza (Ochoa, 2006: 5).
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 231
10.4 Objetivos y metodología
El objetivo de la investigación es analizar la producción de café
y su relación con la política social que se impulsa a través de los
programas Oportunidades, procampo y del Programa de Fomen-
to Productivo del Café en el Estado de Puebla en los años 2005
y 2010. La presente investigación es deductiva, se realizó una re-
copilación de información estadística sobre la política social y el
funcionamiento del mercado imperfecto del café. La información so-
bre el monto de recursos y familias, la producción, los rendimientos
y los precios del café fueron obtenidos del Sistema de Información
Agrícola y Pecuaria (siap). La información sobre las aportaciones
otorgadas por el programa Oportunidades fueron recopilados de la
Secretaría de Desarrollo Social (sedesol) y los datos obtenidos so-
bre pobreza alimentaria, de capacidades y de patrimonio, así como
los datos de carencias alimentaria, de calidad, espacios de vivien-
da y rezago educativo fueron obtenidos del Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (coneval). La in-
formación de los apoyos otorgados por el Programa de Apoyos
Directos al Campo (procampo) y por el Programa de Fomen-
to Productivo del Café se obtuvo de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa) a
través del portal de subsidios al campo. En la interpretación de los
resultados, se utilizó estadística descriptiva.
Puebla es uno de los cuatro estados productores de café más im-
portantes en México, pues entre 1997 y2009 aportó el 19.2% de
la producción nacional. Este aromático se produce en cincuenta y
cinco de los doscientos diecisiete municipios; la región que cuen-
ta con una mayor cantidad de municipios cafetaleros es la Sierra
Norte con veintiséis municipios, la segunda región en importan-
cia es la Nororiental, con veintidós municipios y las regiones con
menor cantidad de municipios que producen café son Tehuacán,
con cinco municipios y Serdán con dos. En el siguiente cuadro se
muestran los municipios productores de café por región.
El análisis se realizó en el estado de Puebla, el cual tiene una
superficie de 33 919 km2 que representa el 1.7% de la superficie del
país; se ubica al norte 20º 50’, al sur 17º 52’ de latitud norte, al este
232 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

96º 43’, al oeste 99º 04’ de longitud y colinda al norte con Hidalgo
y parte de Veracruz; al este con Veracruz, al sur con Oaxaca y Gue-
rrero y al Oeste con Guerrero, Morelos, México, Tlaxcala e Hidalgo.
En cuanto a su división política, el estado cuenta con 4,930 locali-
dades, 217 municipios y lo integran 7 regiones socioeconómicas:
la Norte, Nororiental, Angelópolis, Valle de Atlixco y Matamoros,
Valle Serdán, la Mixteca y Tehuacán y Sierra Negra.

Cuadro 10.1
Municipios cafetaleros por región en el estado de Puebla

Sierra Norte Nororiental Tehuacán y S. N. Serdán


Ahuacatlán Acateno Ajalpan Chichiquila
Amixtlán Atempan Coyomeapan Quimixtlán
Camocuautla Atlequizayan Eloxochitlán  
Chiconcuautla Ayotoxco de Guerrero San Sebastián Tlacotepec  
Coatepec Caxhuacan Zoquitlán  
Cuautempan Cuetzalan del Progreso  
Hermenegildo G. Huehuetla  
Huauchinango Hueyapan  
Jalpan Hueytamalco  
Jópala Hueytlalpan  
Naupan Huitzilan de Serdán  
Olintla Ixtepec  
Pahuatlán Jonotla  
Pantepec Tenampulco  
San Felipe Tepatlán Teziutlán  
Tepango de Rodríguez Tlatlauquitepec  
Tepetzintla Tuzamapan de Galeana  
Tlacuilotepec Xochitlán de Vicente S.  
Tlaola Yaonáhuac  
Tlapacoya Zacapoaxtla  
Tlaxco Zapotitlán de Méndez  
Venustiano Carranza Zoquiapan  
Xicotepec  
Zacatlán  
Zihuateutla  
Zongozotla      
Fuente: Elaboración propia con base en la información proporcionado por el siap.
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 233
El estado tiene una Población Económicamente Activa (pea)
de 2 446 090 personas; el sector primario concentra el 36.9% de la
PEA, el 24.9% el secundario y el 35.1% el sector terciario. Como se
puede apreciar, el sector primario tiene un peso importante dentro
de la economía del estado y recientemente se observa un proce-
so de terciarización de la economía. De acuerdo con el coneval
(2007), para el año 2005 el 59% de la población total del estado
de Puebla se encontraba en condiciones de pobreza alimentaria.
Es decir, que 3.2 millones de personas no contaban con un ingre-
so suficiente para satisfacer sus necesidades de salud, educación,
alimentación, vivienda, vestido y transporte público, aunque des-
tinaran todo su ingreso a ello.

10.5 Relación de la producción de café


y la política social en el estado de Puebla
Actualmente, entre los principales productores de café en el mun-
do destacan Brasil, Colombia, Indonesia, Vietnam y México, los
cuales en su conjunto producen el 54% de la producción mundial
y específicamente, México produce alrededor del 5% (Rivadeneyra
y Ramírez, 2006: 3). En el ámbito nacional, Chiapas es el primer
productor de café con una participación del 34.8%, Veracruz con
un 25.2%, Oaxaca y Puebla con un 28%, por lo que cuatro estados
aportan el 88% de la producción nacional (Centro de Estudios de
las Finanzas Públicas, 2001: 5).
Entre las regiones productoras de café en el estado de Puebla,
destacan la Sierra Norte con veintiséis municipios de treinta y cin-
co, lo que implica que el 74.28% de los municipios se dedica a
esta actividad; la Sierra Nororiental tiene veintiún municipios de
veintiocho, es decir, que el 75% de los municipios se dedican a la
producción de café; la región Serdán tiene sólo dos municipios de
treinta y uno, es decir el 6.4%, mientras que en Tehuacán y la Sierra
Negra participan cinco municipios de once (45%). Con respecto a
la evolución histórica de la producción de café en el estado, se sabe
que en los primeros años de 1980 se tuvieron incrementos impor-
tantes; sin embargo, a partir de 1985 su crecimiento fue lento y en
el año 2000 se presentó una caída significativa en la producción del
234 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

48%, en el periodo del 2009 al 2010. Esta situación se debe funda-


mentalmente a la apertura comercial del aromático y a la falta de
una política de apoyo a las plantaciones.

Gráfica 10.1
Producción de café
en el estado de Puebla (ton) 1980-2010

Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por el siap.

Al analizar la producción de café a escala regional, se encontró


que la región de la Sierra Norte tiene el mayor número de munici-
pios productores de café y el mayor volumen de producción, pues
en el año 2009 generó el 80% de la producción estatal; sin embar-
go, para 2010 disminuyó su participación en un 60%, al tener una
caída en su producción del 61% con respecto al 2009. La segun-
da región productora de café en el estado es la Nororiente, que en
el año 2003 producía el 18% del total estatal y su participación se
ha venido incrementando; para 2010 logró aportar el 34% de la
producción estatal, misma que creció en un 26%. Existen otras re-
giones productoras de café aunque de forma marginal, como son
las de Serdán, Tehuacán y Sierra Negra; en ambos casos, la par-
ticipación en la producción fue de 2 y 3% respectivamente y de
forma similar, su producción no sólo no se ha incrementado en el
tiempo sino que ha disminuido. Durante el año 2010 la caída fue
del 25% y 37%, respectivamente.
La drástica caída tiene su origen en los bajos niveles de produc-
ción y en el abandono de los cafetales. A nivel estatal, el rendimiento
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 235
Cuadro 10.2
Producción y tasa de crecimiento
del café cereza en Puebla (2003-2010)

Producción en toneladas por año


Región
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Norte 212,206 233,174 185,054 184,146 175,134 232,777 208,255 81,013
Nororiental 90,325 101,625 87,062 87,969 67,976 46,775 36,285 45,820
Serdán 7,225 7,581 6,114 6,114 5,509 9,619 7,101 4,265
Tehuacán y
7,395 7,380 7,380 7,380 7,380 9,477 7,380 4,663
Sierra Negra
Total estatal 317,151 349,761 285,610 285,610 255,999 298,648 259,021 135,760
Tasa de crecimiento anual
Norte   10% -21% 0% -5% 33% -11% -61%
Nororiental   13% -14% 1% -23% -31% -22% 26%
Serdán   5% -19% 0% -10% 75% -26% -40%
Tehuacán y
  0% 0% 0% 0% 28% -22% -37%
Sierra Negra
Total estatal   10% -18% 0% -10% 17% -13% -48%
Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por el siap.

por hectárea disminuyó drásticamente, ya que pasó de 4.2 ton/ha en


el año 2003 a 2.1 ton/ha en el 2010. En la región Norte, la reduc-
ción en la producción fue significativa, pues en 2003 el rendimiento
por hectárea y por municipio era de 4.23 ton/ha y para 2010 dis-
minuyó a 2.5 ton/ha. En la región Nororiente, la producción cayó
en mayor medida, pues pasó de 5 ton/ha en 2003 a 1.92 ton/ha en
2010. Las regiones con menores niveles de producción se han man-
tenido relativamente constantes, pues en 2010 las regiones Serdán
y Tehuacán así como Sierra Negra tenían una producción de 1.5 y
1.38 ton/ha, respectivamente. Esta tendencia negativa en la produc-
ción es similar a la que se presenta a nivel nacional y se explica
por la presencia del minifundio, con una superficie promedio de
1.92 hectáreas, mucho menor que la reportada en el censo de 1992,
que era de 2.69 (Bartra, 2006: 154). También obedece a la políti-
ca seguida en la producción de café, que consiste básicamente en
el retiro del estado del fomento de la producción y en la apertura
del comercio del aromático.
236 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

Cuadro 10.3
Rendimiento promedio
de café cereza en Puebla (2003-2010)

Rendimiento/tonelada por hectárea por año


Regiones
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Norte 4.23 4.54 3.81 3.83 3.69 4.40 3.95 2.50
Nororiental 5.00 5.00 4.50 4.44 2.90 2.47 1.68 1.92
Serdán 1.80 2.50 2.00 2.00 1.50 3.00 2.00 1.50
Tehuacán y Sierra Negra 1.50 1.50 1.50 1.50 1.50 1.86 1.44 1.38
Rend/promedio estatal 4.2 4.3 3.8 3.8 3.1 3.4 2.8 2.1
Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por el siap.

En lo que respecta a los precios del café cereza, se observa que


éstos se han incrementado en términos reales entre los años 2003
y 2010, especialmente en la región Serdán y Nororiente. Asimis-
mo, se observó que la región Norte ha tenido en los últimos años
uno de los mejores precios en el estado, ya que en años anteriores
mostraba menos competitividad. 2009 fue el único año en donde
los precios disminuyeron de forma generalizada en las tres regiones
más importantes del estado, al reducirse en un 23.1%, después de
haber elevado sus precios un 44.6% en el año 2008, lo cual mues-
tra la volatilidad que tienen los precios del café.

Cuadro 10.4
Precios promedio de café cereza
por tonelada (2003-2010)

2010=100 (pesos /tonelada)


Regiones 
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Norte 1,672 1,779 2,704 2,607 2,988 4,455 4,137 4,617
Nororiental 1,661 1,719 3,848 3,659 3,794 4,484 3,898 5,587
Serdán 3,806 3,635 3,814 3,680 3,776 6,286 3,198 5,936
Tehuacán y
1,384 1,322 1,907 1,840 3,540 1,953 4,832 4,943
Sierra Negra
Promedio estatal 2,131 2,114 3,068 2,947 3,524 4,294 4,016 5,271
Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por siap.
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 237
Una de las alternativas de producción que se ha seguido a esca-
la nacional para generar desarrollo comunitario y regional ante la
crisis de este sector, es la producción de café orgánico; sin embar-
go, en este sentido el estado de Puebla se encuentra muy rezagado,
ya que según la Certificadora Mexicana de Productos y Procesos
Ecológicos, S.C. en 2005 sólo dos municipios han obtenido certifi-
cación en estos procesos, mientras que Chiapas y Oaxaca producen
el 90% del total nacional (Escamilla, et ál., 2005: 9).
En el aspecto social, en el estado de Puebla los municipios
productores de café poseen un grado de marginación entre alto
y muy alto, donde cabe mencionar que y los espacios que no se
dedican a la producción de café tienen menores niveles de mar-
ginación. También se encontró que los municipios productores
de café tienen un mayor rezago escolar, el cual alcanzó al 37.7%
de la población, en comparación con el 33.1% de la población de
los municipios que no son productores de café. La región cafe­
talera con mayor rezago educativo fue Serdán con el 47.6% de su
población, le siguieron Tehuacán y Sierra Negra (44%), la Sierra
Norte (38%) y la Sierra Nororiente (34.6%). Este rezago escolar
en parte obedece a que los productores de café generalmente son
indígenas y a que los espacios en los que habitan están clasificados
principalmente como de muy alta y alta marginación (Rivadene-
yra y Ramírez, 2006: 9).
La población de los municipios productores de café tenía en 2005
un porcentaje mucho más alto de pobreza alimentaria (53.8%) que
los no productores (32.5%). En este contexto, en la región Tehuacán
y Sierra Negra es más marcada la brecha de pobreza alimentaria, ya
que del total de habitantes de los municipios cafetaleros, el 66.2%
se ubicaba en pobreza alimentaria, mientras que los afectados de
los municipios no cafetaleros sumaban 40.7%. En la región sierra
Norte, la diferencia era menor pero seguía siendo significativa, pues
la población de los municipios productores de café tenía un porcen-
taje de pobreza alimentaria del 52.6%, mientras que el porcentaje
de los no productores de café era del 37.4%. En la región Noro-
riente la brecha era menor, ya que el 49.5% de la población de los
municipios cafetaleros padecía pobreza alimentaria, en compara-
ción con el 40.1% de la población en los municipios no cafetaleros.
238 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

En 2010 se abandonó el término de pobreza alimentaria y ahora


se expresa a través del concepto de carencias por acceso a la ali-
mentación. En este sentido, se tiene que en el estado el 29.3% de
la población presentaba este tipo de carencias, pero es importante
señalar que los municipios no cafetaleros tienen un menor por-
centaje de personas en esta situación (27.81%) y es mayor en los
municipios cafetaleros (34.01%), especialmente en la región de
Serdán (37%) y la región de Tehuacán y Sierra Negra (37.9%), se-
guidas por las regiones Sierra Norte (35%) la Nororiente (31.4%).

Cuadro 10.5
Carencia por acceso a alimentación y pobreza patrimonial
en las regiones cafetaleras y no cafetaleras de Puebla (2010)

Carencia por acceso a la


Pobreza patrimonial en %
alimentación en %
Región
Región no Región Región no Región
cafetalera cafetalera cafetalera cafetalera
Norte 29.06 35.03 70.44 81.87
Nororiental 30.23 31.42 70.94 79.03
Serdán 27.69 37.03 68.98 93.09
Angelópolis 25.25   60.68
Atlixco y
27.43   63.70
Matamoros
Mixteca 28.82   65.16
Tehuacán y
29.18 37.93 73.62 89.78
Sierra Negra
Total estatal 27.81 34.02 66.21 82.15
Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por coneval.

En lo que respecta a las condiciones de pobreza de capacidades


en el año 2005, las brechas entre los municipios productores y no
productores eran más acentuadas, pues en la población de los mu-
nicipios no cafetaleros el porcentaje era del 42%, mientras que en
los municipios productores de café el porcentaje ascendía al 63.1%;
estas diferencias entre las regiones se presentan especialmente en la
región Serdán, en la cual los municipios cafetaleros presentaban
un porcentaje de pobreza de capacidades del 81.28%. En términos
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 239
generales, la pobreza de capacidades en los municipios cafetaleros
es realmente alta, ya que más del 55% de su población enfrentaba
este tipo de pobreza, lo cual es alarmante. Sin embargo, la pobre-
za de patrimonio es más acuciante, ya que alcanzó al 69.9% de la
población del estado y las diferencias generadas también son cla-
ras entre productores y no productores de café porque el 82.15%
de la población de las regiones productoras de café estaba en po-
breza patrimonial, mientras que en las regiones no cafetaleras el
porcentaje de afectados, alcanzaba el 66.21% de sus habitantes.
En 2010, los indicadores de medición de pobreza cambiaron en
lo que respecta a las carencias por calidad y espacios en vivienda
en el estado, pues el porcentaje fue del 30.2%. En este renglón, las
regiones y los productores de café tuvieron un porcentaje mayor
tanto en la media estatal (38.7%) como en los espacios no producto-
res de café (21.7%). La región en donde las diferencias fueron más
significativas fue la de Tehuacán y Sierra Negra al tener una mayor
brecha, ya que el porcentaje para los productores cafetaleros fue de
45.72%, mientras que para los no cafetaleros alcanzó el 23.88%.

Cuadro 10.6
Carencia por calidad y espacios de vivienda en las regiones
cafetaleras y no cafetaleras de Puebla (2010)

Regiones Región no cafetalera% Región cafetalera%


Norte 26.38 38.55
Nororiental 33.37 37.54
Serdán 21.35 36.50
Angelópolis 18.03  
Atlixco y Matamoros 20.92  
Mixteca 21.51  
Tehuacán y Sierra Negra 23.88 45.72
Total estatal 21.77 38.77
Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por coneval.

En este contexto de pobreza y marginación, el gobierno partici-


pa a través de la política social con el programa Oportunidades, el
cual entre 2006 y 2009 ha venido incrementando los recursos eco-
nómicos otorgados, fundamentalmente a los municipios cafetaleros,
240 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

con porcentajes relativamente mayores. En 2006, las regiones que


mayores recursos tenían, sin considerar a los municipios cafeta­
leros, eran las de Tehuacán y sierra Negra, seguidas de sierra Norte
y Nororiente. Sin embargo, en 2007 las tendencias cambiaron y se
comenzó a incrementar significativamente la cantidad de recursos
asignados a las regiones Angelópolis y Serdán, hecho que coincidió
con la disminución de recursos a la región Noro­riente. Para 2009,
las regiones que más recursos percibieron eran Tehuacán y Sierra
Negra, Angelópolis y Sierra Norte.

Gráfica 10.2
Recursos otorgados por Oportunidades
en las regiones del estado

Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por sedesol.

Al analizar la asignación económica del programa Oportunidades


por región entre los municipios productores de café, encontramos
que la región que recibió mayores aportaciones en promedio por
municipio fue Tehuacán y sierra Negra, seguida de las regiones
Serdán, sierra Norte, y por último, la región Nororiente.
Otro programa importante que apoya económicamente a los es-
pacios rurales a través de programas productivos, especialmente los
de carácter agrícola, es el procampo. Con respecto a su compor-
tamiento, éste tiene pocas variaciones, especialmente en la Sierra
Norte y Nororiente, en donde los recursos tienen una gran rele-
vancia en la producción del café. Es importante mencionar que la
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 241
Gráfica 10.3
Recursos otorgados por Oportunidades
a las regiones productoras de café

Fuente: Elaboración propia con base en información proporcionada por sedesol.

Gráfica 10.4
Recursos otorgados por procampo
en las regiones del estado de Puebla

Fuente: «www.subsidiosalcampo.org.mx/mexico/estados/puebla».

región Tehuacán y sierra Negra es la que recibió más apoyo por


municipio, seguida por la región Serdán.
Entre los años 2006 y 2008, los recursos aportados por pro-
campo disminuyeron en todas las regiones productoras de café,
especialmente en la región Nororiente, pues tan sólo de 2007 a
2008 los recursos aportados disminuyeron un 7.57%. Para 2009,
en las regiones cafetaleras hubo incrementos en la asignación de
recursos en un 6.8%, especialmente en la región Tehuacán, cuyo
242 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

subsidio ascendió al 9.14%. De 2005 a 2009, sólo el 2.9% del to-


tal de recursos asignados por procampo se destinó al fomento del
café, como puede apreciarse en la siguiente figura.

Gráfica 10.5
Programas de subsidio al campo
en el estado de Puebla (1994-2009)

Fuente: «www.subsidiosalcampo.org.mx/mexico/estados/puebla/».

Si se comparan los montos totales de los apoyos otorgados por


Oportunidades con los proporcionados por procampo en las re-
giones cafetaleras, se puede apreciar que este último sólo representó
el 10.1% durante el periodo 2006-2009. Esto implica que el estado
tiene una perspectiva de acción que favorece a una política social y
no a las políticas que tienen impactos productivos, especialmente los
agrícolas. Al analizar la forma en que se han asignado los recursos
del Programa de Fomento Productivo del Café entre 2005 y2009,
se aprecia que la región Norte es la que más recursos recibió por
municipio, pues de los recursos que recibe de procampo, el Pro-
grama de Fomento al Café representó el 38.7%. La segunda región
en la cual el Programa de Fomento al Café tiene un peso importante
con respecto a los recursos de procampo, es la región Nororien-
te (26.4%); en cambio, las regiones que menor peso tienen en el
programa son Tehuacán y Sierra Negra (9.2%) y Serdán (5.5%).
Si bien la asignación de los apoyos otorgados por el Progra-
ma de Fomento Productivo al Café son porcentualmente bajos, se
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 243
Cuadro 10.7
Apoyos de procampo y del Programa
de Fomento Productivo al Café entre las regiones
del Estado de Puebla, 2010=100 (2005-2009)

Programa
procampo
Fomento Productivo al Café
Apoyo de procampo para las regiones productoras de café
N. de
Apoyo Apoyo
beneficiados
Regiones 2006 2007 2008 2009 2005-2009 2005-2009 2005-2009

Sierra Norte 1,564,951 1,442,334 1,365,897 1,379,124 5,339,122 2,064,714 15,909


Nororiental 1,886,060 1,817,098 1,597,693 1,606,154 6,403,864 1,687,836 12,916
Serdán 3,416,803 3,179,670 2,974,785 2,964,771 11,631,331 637,441 522
Tehuacán
y Sierra 5,660,553 5,287,690 4,966,411 5,147,765 19,559,773 1,772,683 3,778
Negra
Total estatal 2,157,762 2,012,083 1,853,751 1,880,164 7,333,287 1,841,086 33,125

Fuente: «www.subsidiosalcampo.org.mx/mexico/estados/puebla/».

tiene que por proyecto existen grandes variaciones en la forma de


asignación entre los diferentes municipios en el Estado de Puebla;
por ejemplo, el municipio cafetalero que recibió menos apoyos
en el estado fue Xochitlán, ubicado en la región Nororiente, con
$575.00 pesos, con los cuales se apoyó un solo proyecto, mientras
que el municipio que más recursos recibió fue Hueytamalco, con
$9’160,000.00 de pesos para apoyar, 2,878 proyectos, recibiendo
en promedio $3,182.00 pesos por cada uno; Cuetzalan del Progreso
recibió $6, 682,000.00 de pesos, suficientes para apoyar 3009 pro-
yectos, cada uno de los cuales recibió en promedio $2,220.00 pesos.

10.6 Conclusiones
En términos generales, se puede decir que el sector cafetalero
en Puebla atraviesa por una grave crisis, ya que presenta tasas de
crecimiento negativas y una significativa disminución tanto en la
producción como en los rendimientos por hectárea. Una de las re-
giones que mayores efectos negativos ha presentado, especialmente
por su importancia en el volumen de producción, es la Región Sie-
rra Norte, la cual generaba el 80% de la producción estatal, pasando
244 1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l

al 60% con una disminución drástica de su producción de 4.2 a


2.5 ton/ha entre los años 2003 y 2010.
Aunado a estos aspectos, la región Sierra Norte tiene grandes
problemas de pobreza, especialmente de pobreza alimentaria, la
cual se agrava en las regiones cafetaleras, donde ocupa el tercer
lugar de los diferentes indicadores de pobreza, sea alimentaria, de
capacidades o de patrimonio, con respecto a las otras regiones cafe-
taleras. En términos de carencias, la pobreza alimentaria ocupó en
2010 el segundo lugar, hecho que tiene relación con la asignación
de recursos por parte de la política social, ya que los recursos asig-
nados por parte del programa Oportunidades se han incrementado,
aunque en menor medida que en otras regiones, porque al inicio del
periodo de estudio era la segunda región que absorbía más recursos
del programa; sin embargo, para 2009 pasó a la tercera posición.
En lo que respecta a apoyos productivos a través del programa
procampo, esta región es la que menos recursos recibe en pro-
medio, pero a la vez fue a la que se le asignaron más recursos del
Programa de Fomento al Café durante el periodo de estudio; no
obstante, si se considera que es la región que mayor número de
municipios productores tiene, se convierte en la región que menos
recursos recibe por municipio. Esto implica que ha sido una región
que en términos de política social parece relativamente consecuen-
te al incrementar los recursos otorgados por Oportunidades, pero
en términos productivos se ha quedado a la deriva debido a que los
apoyos económicos a la producción no tienen variaciones signi-
ficativas, especialmente los otorgados al sector cafetalero, el cual
quedará muy lejos de tener los recursos para sostener una produc-
ción sustentable en lo económico, social y ecológico.
La segunda región productora de café es la Nororiente, la cual
en 2010 fue la única en presentar tasas de crecimiento positivas en
su producción, por lo que incrementó su participación en el total de
la producción estatal; sin embargo, a pesar de ello, su producción
por hectárea cayó significativamente, pasando de 5 a 1.92 ton/ha
de 2003 a 2010. En términos de pobreza, esta región es la que
presenta los niveles más bajos con respecto a las demás regiones
cafetaleras, así como la que recibe menos recursos por parte del
programa Oportunidades; en términos de los programas producti-
1 0 . C risis del caf é y pol í tica s o c i a l 245
vos hacia el campo, también es la que menos recursos recibe por
parte de procampo y del Programa del Fomento al Café, por lo
que incrementó el volumen de producción, que puede deberse al
incremento en los precios en esta región; por tanto, no se debe a un
proceso estructural que cambie la dinámica productiva en la región.
Las regiones que tienen una participación marginal en la produc-
ción del café son Serdán y Tehuacán y Sierra Negra. La primera
presenta una disminución de la producción, aunada a los índices
altos de pobreza, especialmente de patrimonio con un alto rezago
educativo, y aunque es la región que recibe menos recursos por par-
te del programa Oportunidades, por municipio es la segunda región
en importancia respecto al otorgamiento de apoyos productivos por
parte de procampo, además de ser la segunda región cafetalera en
recibir apoyos promedio por municipio por parte del Programa de
Fomento al Café durante el periodo de estudio. La región Tehua-
cán y Sierra Negra es la que tiene menores niveles de producción
entre sus cinco municipios productores, además de los mayores ni-
veles de pobreza, especialmente de la pobreza de patrimonio (2005)
y de la carencia de vivienda digna (2010), por lo que es la región
cafetalera que más recursos recibe por parte del programa Oportu-
nidades. También es la región que más apoyo recibe por parte de
procampo y por municipio, también es la que mayores apoyos ha
recibido por parte del Programa de Fomento al Café.
En términos generales, se puede apreciar cómo las regiones cafe-
taleras presentan un mayor nivel de pobreza y de carencias; además
de observar cómo la política social incrementa sus aportaciones;
sin embargo, la participación de los programas a los apoyos pro-
ductivos agrícolas se ha mantenido sin grandes variaciones, con lo
cual, sólo se mantiene a la población en condiciones marginales,
sin solucionar los problemas estructurales, y haciendo que las re-
giones cafetaleras queden más desprotegidas ante la dinámica del
mercado internacional.

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