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SALVE A SEÑOR SAN JOSE.

Dios te salve Señor San José patrón de la Nación has que yo salga
triunfante de esta santa creación tu me des la bendición y me guíes por
buen camino; pues tu serás mi padre. María tu esposa, mi madre y a la
hora de mi muerte has que mi alma se salve, oh Dios te salve José por el
más duro dolor, que me libres un temblor cuando en camino me viera y si
en mi cas estuviere, de una muerte repentina, de rayo o lengua maligna, de
un mal hombre o malhechor ¡oh San José de mi vida líbrame por tu amor,
pues esta Santa oración me sea valida a cada hora, de una peste
asoladora, no muera sin confesión, tu me des la bendición. ¡María me cubra
con su manto! Gloria al Padre al Hijo y gloria al Espíritu Santo. defiéndeme
con tu mano poderosa y a la hora de mi muerte tenga un a muerte dichosa,
Amén.
Recomienda su Santidad que las personas que se hagan de esta oración,
no la triga rodando y aunque no sepa leer la cargue sobre su cuerpo, para
libarse de la muerte repentina, de rayos principalmente de malos enemigos
que quieran hacernos mal y de todas las personas que la traigan en su
compañía tendrá que recibir la bendición todos los días a la hora de la misa
que está celebrando la Santa Casa de Roma, por la intención de los que
tengan esta oración.
ORACION
Viernes, era Viernes de luz, cuando Jesucristo padeció en la Cruz, el sol
vistió de luto. La luna se oscureció. Las estrellas y la tierra temblaron
cuando el traidor de Pilatos sentencia a Jesús con crueles escarnios a
muerte de cruz y el que esto rezare con gran devoción le daré gloria y todo
su amor y no morirá sin confesión, ni tribulado. Virgen de amor celestial,
que en tu vientre a Dios tuviste y con amor maternal, todo el mundo
redimiste, eres la escala del cielo, arca de la Trinidad, donde se eleva la
Ostia y el Cáliz en el altar, eres Madre de Jesús que cubrió muerte de cruz,
corona, espinas y clavos, perdona nuestros pecados y danos eterna luz.
Amen.

CONSAGRACION A SEÑOR SAN JOSE.

Implorando su Patrocinio en la vida y especialmente a la hora de la muerte.


(Con aprobación eclesiástica)
poderosísimo Protector y amantísimo Padre mío Señor San José, Esposo
de María Santísima excelsa Madre de Dios y Señora nuestra, custodio y
virginal Padre de Jesús y especial abogado de los agonizantes. Yo ……
confiado en vuestra amorosa piedad, os elijo en este día por mi particular
Protector, Abogado y Defensor para todas las acciones de mi vida y la
agonía de mi muerte y desde hoy me consagro por siervo esclavo, hijo y
devoto vuestro y totalmente me entrego a Vos con perfecta donación.
Recibíd mi sincera consagración, Padre mío, usad conmigo la misericordia
en la tremenda hora y agonía de mi muerte. Y cuando me faltaren energías
y luz a mis ojos y mi lengua no pueda invocaros, acordaos, abogado mío,
de las súplicas que ahora os presento para aquel terrible tránsito, válgame
entonces vuestro Patrocinio por el cual yo muera santamente. Amen.
San José cuando la agonía de la muerte me llegaré tu patrocinio me
ampare, y el de Jesús y María, amen.
Jesús, José y María, bendecidnos ahora y en la agonía de nuestra muerte.
Jesús José y María os doy el cuerpo y el alma mía.
Jesús José y María, asistidme en mi última agonía
Jesús José y María, expíe con vos el ama mia. Así sea. Amén
De l

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