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Cómo Singapur pasó de ser una isla pobre a uno de los países

más ricos del mundo.

Lleno de rascacielos, jet privados y Rolls-Royce, Singapur es el cuarto país


más rico del mundo, apenas superado por Qatar, Luxemburgo y Macao, según
el poder adquisitivo de sus habitantes.
Conocida como "La perla de Asia", esta diminuta ciudad estado con apenas 5,6
millones de habitantes, es actualmente uno de los mayores centros financieros
del mundo, el lugar que produce más millonarios y el más costoso para vivir, de
acuerdo a un estudio del Economist Intelligence Unit.
Pero hace medio siglo era una isla pobre, con muy pocos recursos naturales,
que no prometía un gran futuro.
Tras dejar atrás el dominio británico y lograr la independencia de Malasia en
1965, Singapur se convirtió en un estado autónomo liderado por Lee Kuan
Yew.
El hombre, que ocupó el cargo de primer ministro por más de 30 años, es el
artífice del llamado "milagro económico".
Lee diseñó un amplio programa de reformas para sacar a Singapur de lo que él
describió como el "pozo negro de la miseria y la degradación", y convertirlo en
un país industrializado y moderno, bajo un modelo capitalista con férreo control
estatal.
"Singapur tiene una ubicación geográfica estratégica, justo en la zona más
poblada y de mayor crecimiento del mundo", le dice a BBC Mundo Linda Lim,
profesora especializada en economía política del sudeste asiático, de la
Universidad de Michigan.
Dicha ubicación le ha permitido estar en una ruta clave de comercialización
entre gigantes como China, India y el sudeste asiático.
Desde finales de la década de 1960, el gobierno impulsó grandes programas
de empleo y la construcción de viviendas sociales, una política social que fue
de la mano de un estricto control de la vida privada y la supresión de libertades
individuales (incluyendo la detención de opositores sin llevarlos a juicio y la
aplicación de castigos corporales).
Incluso había órdenes explícitas sobre cómo ser corteses y hasta cómo limpiar
el lavabo.
Con el paso del tiempo, el país impresionó al mundo con sus altos niveles de
educación, sanidad y competitividad económica, al tiempo que atacó la
corrupción, considerado como un mal endémico en la antigua colonia.
¿COMO LO LOGRARON?
En una primera etapa de desarrollo, Singapur se dedicó a la producción de
manufactura intensiva en mano de obra para exportar a mercados de países
desarrollados.
Pero hacia fines de la década de los 90, el país entró en una nueva etapa de
transformación económica que lo llevó a convertirse en un centro financiero
global. Desde entonces, no ha parado de crecer.
Además de la ubicación geográfica, Singapur tiene una serie de ventajas
comparativas, dicen los expertos.
Entre ellas, "una población capaz de hablar chino e inglés, instituciones sólidas
que funcionan y ausencia de corrupción", explica la profesora Lim.
A eso suma una fuerte inversión social en vivienda, salud y educación, que fue
puesta en práctica desde el inicio del programa de transformación económica.
En paralelo, "Singapur entregó generosos incentivos a los inversionistas
extranjeros" para instalarse en el país, agrega Lim, permitió el libre flujo de
capital y firmó importantes acuerdos de libre comercio con Estados Unidos,
China, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y la Unión Europea.
Y entre las razones que explican su éxito, Cowen menciona la inversión en
capital humano, además de "una muy buena gobernanza y política económica
desde el inicio, junto a un ambiente de negocios predecible".
"Estaban en el lugar adecuado y en el momento preciso, cuando el resto de
Asia también comenzaba a crecer", agrega.

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