1ros Años – HISTORIA DE LA SALVACIÓN (3)

El Rey Salomón, la división, el exilio, la liberación y reconstrucción del Reino.

Hay una parte del “Martín Fierro” de José Hernández (escritor argentino, en 1872) que dice:
"Los hermanos sean unidos porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que
sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera"
Y ESO FUE JUSTAMENTE LO QUE PASÓ CON LAS 12 TRIBUS… VAMOS A VER:

Habíamos quedado con que David había recibido la promesa de Dios: su hijo iba a edificar el Templo, y un descendiente
de su trono reinaría para siempre. El reino estaba en paz, ya no había enemigos con los cuales luchar.
El reino crece y se comienza a vivir en la abundancia… pero no para todos!
Había que “mantener” al rey, al ejército, a la corte del rey… y de eso se encargaba el pueblo.
Como David era de la tribu de Judá, ésta tribu estaba exenta de pagar el mantenimiento del rey, por lo que las otras 11
tribus se hacían cargo de todo (y esto no les agradaba mucho…)

Al morir David, el nuevo rey será su hijo Salomón.

Salomón era un rey muy sabio… durante su reinado el reino crecerá en esplendor y cultura.
Va a edificar el Templo, que será una maravilla por su estructura y sus materiales (traídos del exterior porque en Israel
no había materiales, ni madera suficiente ni metales preciosos).
Durante su reinado va a comenzar a escribirse la historia entre Dios y el pueblo elegido (los primeros libros del Antiguo
Testamento).
También va a gastar mucho (especialmente en sus varias esposas). Pero era tan buen rey, que el pueblo seguía
manteniéndolo.

Pero cuando Salomón muere, cambian las cosas: su sucesor Roboam, no era querido por todos.
Y entonces comienza la SEPARACIÓN (CISMA)
Las tribus del centro y el norte del reino, lo desconocen como rey y se separan FORMANDO DOS REINOS: el reino de
ISRAEL al norte y el reino de JUDÁ al sur.
Al estar separados, se volvieron débiles.
En el 721 antes de Cristo, los ASIRIOS conquistan Israel. Se llevan a la mayoría de la población a su territorio e Israel
queda destruido.
En el 587 antes de Cristo, los BABILONIOS conquistan Judá, luego de 10 años de guerra. También se llevan a la mayoría
de la gente para Babilonia. Y el gran Templo de Jerusalén, que había construido Salomón, será destruido. Esto fue como
“el golpe final” para el pueblo judío: parecía que Dios los había abandonado!! Habían perdido la Tierra Prometida!

Estas etapas se denominan “el Exilio” o destierro (fueron obligados a irse de su tierra) y serán los Profetas los que
mantendrán vivo en el pueblo el recuerdo de la fidelidad de Dios (que siempre cumple sus promesas) acerca del que
vendría a REINAR PARA SIEMPRE…

Entonces va a llegar Ciro, el rey de Persia, que va a conquistar toda esa zona, y va a devolver la libertad a los cautivos
extranjeros.
¡Por fin van a poder regresar a su tierra!!!
Fue tan terrible la experiencia del destierro, que al volver se unen y se ponen de acuerdo en muchas cosas… También se
reconstruye el Templo (ya no con tanto esplendor) y comienza una NUEVA ETAPA.
Mientras habían estado separados Israel y Judá, siguieron escribiendo la historia entre Dios y su pueblo. Y cuando
volvieron a reunirse unieron esos escritos: se van formando así más “libros” en su colección sagrada.
Todo eso va a formar parte también de lo que conocemos como Antiguo Testamento.

Esdras y Nehemías fueron unos de los Profetas que acompañaron esta “reconstrucción”, que fue muy, pero muy
importante en lo social y religioso…
El reino se va a llamar ISRAEL y su capital seguirá siendo JERUSALÉN.