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Hay cinco categorías de obstáculos que frenan los esfuerzos de las familias rurales, que llevan a
la necesidad de diseñar otros tantos tipos de programas y políticas de desarrollo rural. Las
prioridades relativas de estos programas y políticas se definen en cada caso concreto: [1068]
5. Capital físico privado: insuficiencias en tierras e infraestructura de riego en las fincas, así como
de las inversiones en ganadería, fruticultura y otros bienes de producción.
Esta perspectiva del desarrollo rural es similar al marco para el desarrollo agrícola propuesto
anteriormente en este capítulo. La principal diferencia es que los esfuerzos de desarrollo rural se
concentran en las familias rurales y en aumentar su capacidad para controlar las condiciones
externas y mejorar sus niveles de vida, ya sea a través de la agricultura o de otras ocupaciones.
Obviamente, el desarrollo agrícola también destaca estos aspectos, pero la orientación de las
estrategias agrícolas es más hacia la producción agrícola per se.
Tanto el capital humano como el capital físico privado representan formas de capital poseídas por
las familias rurales. El capital social representa la capacidad de las comunidades y otras
asociaciones locales para trabajar juntas. La construcción de capital social se ve facilitada por los
más altos niveles de capital humano y también por políticas adecuadas. La infraestructura física y
la infraestructura institucional son formas de capital del más amplio contexto que rodea a las
comunidades rurales. Aumentar su disponibilidad normalmente requiere de esfuerzos nacionales o
regionales, más bien que contribuciones puramente locales.
Cada programa específico de desarrollo rural no puede proporcionar todas esas formas de capital,
pero puede vincularse a estrategias nacionales (rurales o agrícolas) que identifiquen las
necesidades de infraestructura institucional y desarrollen políticas para satisfacerlas. Los
programas de desarrollo rural son instrumentos muy adecuados para fortalecer las
primeras tres formas de capital: humano, social e infraestructura física. Además, a pesar de
que las instituciones financieras internacionales son a menudo renuentes a estos préstamos o
donaciones, el fortalecimiento del capital físico privado de los pobres rurales es un poderoso
instrumento para aliviar la pobreza en el contexto de programas de desarrollo rural. Puesto que las
reformas agrarias apoyadas por el mercado - a menudo subsidiadas - financian el capital físico
privado, debería ser posible extender esa financiación a otros tipos de inversiones en fincas,
tomando precauciones de que los beneficiarios sean adecuadamente seleccionados.