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El documento habla sobre la sabiduría de la muerte. Afirma que Dios creó al ser humano para la inmortalidad y que aunque la muerte asusta por el mal, aquellos que confían en la justicia de Dios no deben temerla ni verla como un castigo sino como la antesala de la inmortalidad. También dice que quienes no creen piensan que la muerte es una destrucción pero que si se confía en Dios se comprenderá su verdad y se le seguirá por la eternidad.
El documento habla sobre la sabiduría de la muerte. Afirma que Dios creó al ser humano para la inmortalidad y que aunque la muerte asusta por el mal, aquellos que confían en la justicia de Dios no deben temerla ni verla como un castigo sino como la antesala de la inmortalidad. También dice que quienes no creen piensan que la muerte es una destrucción pero que si se confía en Dios se comprenderá su verdad y se le seguirá por la eternidad.
El documento habla sobre la sabiduría de la muerte. Afirma que Dios creó al ser humano para la inmortalidad y que aunque la muerte asusta por el mal, aquellos que confían en la justicia de Dios no deben temerla ni verla como un castigo sino como la antesala de la inmortalidad. También dice que quienes no creen piensan que la muerte es una destrucción pero que si se confía en Dios se comprenderá su verdad y se le seguirá por la eternidad.
Dios te ha creado para la inmortalidad, y te ha hecho a imagen de su propio ser. Pero la
muerte, que era tan solo un paso hacia el encuentro con Él, se ha convertido, por obra del mal, en una experiencia que asusta. Sin embargo, si confías en la justicia de Dios, y sientes que tu vida está en sus manos, entonces no has de tener miedo ni creer que la muerte es un tormento. La gente que no cree, la que no encuentra sentido, piensa que la muerte es una desgracia, y una destrucción definitiva. Pero tú no tengas miedo y mírala con paz. No pienses que es un castigo, sino la antesala de la inmortalidad. Y aunque la vida tenga sus heridas, tú piensa en lo mucho que Dios te dará tras vivir una vida digna de sí. La plenitud será como el resplandor de un fuego que arde, como el poder de quien gobierna sobre naciones, siempre con Dios como máximo Señor. Si confías en Dios comprenderás su verdad. Si eres fiel a su amor seguirás a su lado. Porque Dios ama a quienes eligió.
(Rezandovoy, adaptación libre de Sabiduría 2, 23; 3, 9)