Mieke Bal

“TIEMPOS TRASTORNADOS”
Asignatura: Teoría de la Historia del Arte
Profesor: D. Miguel Ángel Hernández

Encarnación Martínez Segado

 Mieke Bal “TIEMPOS TRASTORNADOS” | Encarnación Martínez Segado

 Sobre Mieke Bal (1946, Países Bajos)

Es una teórica del campo de la literatura. Ella se define como “teórica cultural”.

Es profesora emérita de la cátedra de Teoría Literaria de la Universidad de Ámsterdam.

Anteriormente, también fue profesora de la Academia Real de las Artes y las Ciencias de los
Países Bajos, cofundadora de la Escuela de Análisis Cultural de Ámsterdam en la Universidad de
Ámsterdam y rectora del Instituto de Estudios Culturales de Ámsterdam. Sus áreas de
investigación abarcan desde la Antigüedad bíblica y la clásica hasta el siglo XVII, el arte
contemporáneo, la literatura moderna, el feminismo y las migraciones culturales. Ha
escrito numerosos libros y ensayos, es realizadora de videoarte y películas, así como
realiza labores de curadora en el terreno artístico

Con apenas 25 años, alcanza fama y notoriedad con su texto Narratologie (Teoría de la
Narrativa), donde destaca el concepto de “focalización”1 que empieza a convertirse en un
concepto fundamental de la narrativa y que trata de la “perspectiva”, del enfoque de quien
mira. Comienza a hacer Bal estudios narrativos de la Biblia con su método de focalización
(lectura textual) y va aplicando la teoría narrativa a textos literarios, intentando romper
los límites de la teoría narrativa para moverla hacia otros lugares. Este camino, lleva a
Mieke a lugares distintos de la narrativa. Así, escribe Reading Rembrandt, analizando la
obra de Rembrandt con herramientas impropias de la disciplina de la Historia del Arte
(como veremos en la “Introducción” del texto a analizar).

 Sobre el texto objeto de análisis

El texto objeto de comentario se corresponde con el capítulo 1 del libro de la autora,

Tiempos Trastornados, intitulado “ANÁLISIS” para iniciarnos y ubicarnos sobre las
cuestiones principales que aborda en este texto, todas ellas relacionadas- como el propio
epígrafe del texto indica-, con “Cuestiones del análisis visual”; término este de “análisis
visual” que Mieke Bal antepone y prefiere a otros, tales como “cultura visual” o “estudios
visuales”, por la descategorazión que aquél supone frente a los otros, así como por la
amplitud y apertura del término, que implica a su vez un proceso inacabado en continua
evolución y constante rebelión frente a lo establecido, pensado o admitido).

En este primer capítulo “Análisis”, nos llevará hacia un intrincado, pero no menos
apasionante recorrido sobre los engranajes de su audaz teoría acerca del tema tratado –
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“focalización” es un concepto que proviene de Gerard Genette
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cuestiones de análisis visual-, desgranando para ello los diversos conceptos que aborda
bajo los siguientes epígrafes:

 “Introducción: puntos de partida”

 “De la historia del arte al análisis visual”
 ¿Orígenes?
 El Objeto
 “Visibilidad”
 “El arte que piensa la historia”
 “Agencia visual”
 “Análisis”

A modo de impresión general del texto, tengo que confesar que me acerca a la física
cuántica (espacio y tiempo), donde todo es y no es, a la vez que es en múltiples niveles y
conciencias; nos conduce por un proceso de búsqueda tan primigenia como intelectual
sumamente sofisticado, para el cual debemos despojarnos y desnudarnos de toda idea
preconcebida para intentar ser capaces de ver con la mirada limpia de un recién nacido.
Desprogramar las lecturas preprogramadas y atender al objeto en sí mismo considerado
dialogando con él en el momento en que lo estamos “leyendo”. Otra impresión que me
suscita el texto es el de la deconstrucción; deconstrucción de cada término, concepto,
idea, objeto, cosa, materialidad, presencia y ausencia, significante o significado, cultura
o disciplina.

Aboga Mieke Bal por la “interdisciplinariedad2 de las humanidades”, como punto de

partida que debe de buscar su base metodológica y sus propias estrategias que guíen al
descubrimiento, en los conceptos más que en los métodos dado que os conceptos no son
fijos, sino que viajan entre disciplinas, según nos dice la autora. Borrar y flexibilizar los
límites; reemplazar las metodologías basadas en el paradigma y la disciplina con un
nuevo examen abierto de los conceptos que tienen una historia de "viajes" entre
disciplinas, períodos históricos y contextos, e incluso culturas. Bal, Citando a Rolan
Barthes (al que califica “como uno de los héroes de los estudios culturales”), el estudio
interdisciplinar, tal y como lo planteaba éste, consistiría en <<crear un nuevo objeto que
no pertenezca a nadie>>
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Prefiriendo Bal el prefijo “inter” a otros como “multi” o “trans”, que es atravesar la obra sin afectarla
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La obra de arte habla por sí misma y se desliga de su autor y de su tiempo para dialogar
con el espectador en el tiempo presente, para crear ese objeto nuevo que no pertenece a
nadie. La historia trastornada de Bal es una invitación a pensar la historia del arte en
términos de presente y de presencia.

Intertemporalidad también, con la prioridad del tiempo presente. Crisis del tiempo lineal.
El pasado no es extranjero, sino que también pertenece al presente. Hay que preguntarse
¿cuál es el tiempo de la obra y del sujeto?, ¿cuál es el modo de escribir sobre historia del
arte? Anacronismo y heterocronía, serán conceptos que cobran vigencia en la obra de
Mieke Bal.

El arte y lo visual como algo performativo y transformativo de la sociedad y el individuo,

la necesidad de entender y defender el arte que es político sin ser temáticamente sobre
política (Doris Salcedo); la capacidad de movernos a la acción en el dominio socio-
político. En el caso de Doris Salcedo, su obra es clara y explícitamente política, aunque
nunca "en voz alta", por lo que nunca se convierte en propaganda de una causa en
particular. Si su trabajo es político, se debe a la intensidad con la que crea objetos en
entornos que cambian nuestra relación afectiva con temas de la política mundial como la
violencia, la exclusión y las formas en que incluso el duelo se vuelve imposible. Así, en
su instalación Palimpesto (2017), habla de una tragedia humana aceptada e invisible: el
ahogamiento de los inmigrantes (tema de los inmigrantes que también aborda en el texto
analizado con el vídeo del artista murciano Gonzalo Ballester Mimoune, 2006). En
Palimpesto, realiza una protesta ante ese horror (“de lo que no se puede hablar”, en
palabras de la propia Salcedo). Y cuando no se puede hablar de algo, hay que afectar a la
gente de otra forma, con otro lenguaje: el artístico. Utiliza para ello dos materiales
superpuestos y contrapuestos, el agua y la arena, de los que emergen y desparecen dejando
una tenue huella los nombres de inmigrantes ahogados. Esos nombres ponen de
manifiesto la personificación, a la persona individual (no una masa anónima). La escritura
débil significa que el proceso de olvido ya estaba en curso. Dicen que “de lo que no se
puede hablar hay callarse”, pero Salcedo replica, ella dice no!, hay que mostrarlo o hay
que escribirlo!. La transparencia y la evaporación es una metáfora sutil de los casos de
ahogamiento; gotas de agua que son también metáforas de las lágrimas por el duelo ante
esa terrible muerte y pérdida. La conciencia de la fragilidad de los objetos, hace que el
espectador sienta el dolor de su debilidad y se acerca con cuidado. La obra de Salcedo
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desafía así la materialidad, sugiriendo la imaginación antropomórfica, como el deseo de

proyectar formas humanas incluso donde dichas formas están ausentes.

Importancia de la presencia, algo en la imagen que está más allá del significado, que nos
afecta a los sentidos. Importancia de la visualidad (y no porque el sentido de la vista sea
el sentido privilegiado que tradicionalmente se le ha dado) que para Bal no es un concepto
claro y delimitado, ni tampoco sinónimo de materialidad. Se pregunta Bal ¿qué sucede
cuando la gente mira y qué surge con ese acto? Para ella lo fundamental es que la visión
es en sí misma sinestésica, esto es, la asimilación conjunta de varios tipos de sensaciones
de diferentes sentidos en un mismo acto (como lo sería oír colores, ver sonidos, tener
sensaciones gustativas al tocar un objeto).

El acto de mirar, como un acto performativo, afectivo que se produce en el presente; como
un acto de interpretación que en tanto interpretación puede influir en la manera de ver y
de imaginar posibilidades de cambio, la capacidad de movernos a la acción en el dominio
político-social. El acto performativo no es; se produce, sucede y lleva tiempo. Tiene un
pasado y un futuro, y por lo tanto, un presente. Desde la lingüística y la filosofía del
lenguaje, se toma la noción de que las expresiones hacen algo: realizan un acto que
produce un evento. En el arte, esto implica la indispensable participación del visitante del
museo o del espectador de la obra, sin la cual la obra de arte no es nada, solo un objeto
muerto. El lector es importante en la obra de arte. Para Mieke la lectura produce la obra,
produce el significado de la obra. A ella le interesa más la lectura que el objeto en sí; es
tan importante cómo leemos la obra como la obra en sí misma considerada.

Según comentó el profesor Miguel Ángel Hernández, en este texto Mieke Bal atenta
contra los fundamentos de la Historia del Arte tradicional, lo que motivó que los
directores de las editoriales de Historia del Arte españoles decidieron en un primer
momento no traducirlo. Actualmente (y felizmente), ha sido traducido y publicado en el
año 2016 por la editorial AKAL.
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