Caso 1.

Cooperativa de Transporte de Taxis Luz de América

La Cooperativa de Transporte de Taxis Luz de América, se encuentra registrada en la

Superintendencia de Economía Popular y Solidaria- SEPS, su creación fue en el año
de 1992, cuenta con 89 unidades, cada socio es propietario de su vehículo; a través de
la autogestión la cooperativa ha conseguido un edificio bajo la figura de comodato
otorgada por el GAD cantonal en los inicios de su funcionamiento.

El permiso de operación recibido es para laborar todos los días (lunes a domingo) las
24 horas, cuentan con tres paradas ubicadas en sectores estratégicos (parque central,
hospital general y terminal), otorgados por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Sin embargo, al interior de la organización se manejan ciertos criterios de
cumplimiento obligatorios, existen turnos fijos de trabajo de 07h00 a 21h00 que los
vehículos deben estar en circulación con un mínimo de 8 diarias por unidad, los
conductores deben estar uniformados y bien presentados.

El modo de trabajo de los socios de la cooperativa es muy diverso, existen socios que
cuentan con otros medios de vida como negocios comerciales, empleados en relación
de dependencia y hasta jubilados, estos contratan choferes para que trabajen en las
unidades, entregan el vehículo a diario y el conductor se hace cargo del combustible,
laboran alrededor de 8 horas y todo lo que perciben en el día depende de su trabajo,
existe un valor fijo que le pagan al dueño del vehículo (socio de la cooperativa) entre
30 y 50 dólares por día; en algunos casos hacen dos turnos, un chofer en la mañana y
otro en la noche.

Por obligación legal cada socio debe afiliarse al seguro social, pero no existe un
control gubernamental, quedando esto a criterio personal de cada socio, en referencia
a las unidades que trabajan con choferes contratados al no ser permanentes es más
complejo el manejo de la afiliación, porque se dan casos que prefieren recibir más
ingresos que estar asegurados.

En la cooperativa los cupos son restringidos, el incremento depende de la

autorización de la ANT, en años anteriores algunos socios que han tenido la
posibilidad económica de invertir en los vehículos han incluido a sus familiares, es
decir, en una misma familia el papá, la mamá y el hijo han seguido el curso de
choferes profesionales para obtener la licencia profesional y cuentan con una unidad
cada uno.

El modo administrativo de la Cooperativa está a cargo del gerente que es uno de los
socios y como no es un trabajo a tiempo completo se le paga hasta un salario básico y
viáticos en el caso de reuniones fuera de la ciudad. El gerente con la demás directiva
realizan sus funciones de administrar el aspecto operativo, administrativo y
organizativo.
En lo operativo organizan la distribución de las unidades por paradas y horarios,
buscan conseguir convenios de abastecimiento de combustible y servicio de
mantenimiento en un solo proveedor para conseguir descuentos.

En lo administrativo manejan los ingresos y gastos de la cooperativa, realizan los

cobros a cada socio de las cuotas ordinarias y extraordinarias, cobran el alquiler de la
sede para eventos sociales facilitados a los socios. En gastos mantienen al día los
pagos de servicios básicos de la sede, pago de la limpieza, pago del sueldo del gerente
y los viáticos, gastos en suministros de oficina y de publicidad radial.

En lo organizativo programan y organizan las reuniones de juntas generales, prevén el

desarrollo de un festejo anual por festividades navideñas con un programa de
integración en donde todos los socios participan. Vigilan que la normativa de la
cooperativa se cumpla. Al ser una cooperativa las decisiones trascendentes las toman
con la participación de todos los socios, en donde cada uno tiene voz y voto.

Las unidades son administradas por cada socio, así los ingresos que se genera esta
actividad es receptado por cada dueño de la unidad, al igual que el mantenimiento de
los vehículos. En el caso de accidentes de tránsito cuentan con un fondo solidario al
interior de la cooperativa que es entregado al socio que ha caído en desgracia.