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CAUDALES DE PROYECTO EN UNA RED DE RIEGO

E. Camacho1 (p), J. Reca2, R. López3, J. Roldán1

1
Departamento de Agronomía. Universidad de Córdoba. Spain
2
Departamento de Ingeniería Rural. Universidad de Almería. Spain
3
Departamento de Física Aplicada. Universidad de Córdoba. Spain

Abstract

The discharges in irrigation networks operating on demand are based in statistics


approaches. Two methods are compared. One method is based in equation of Clément, this is
the traditional method. The new method is based in a Weibull distribution, which expresses the
demanding discharge, and on the exponential distribution, which represents the distribution of the
time between two succesive demands.

INTRODUCCIÓN

La determinación de los caudales de proyecto que sirven para el dimensionamiento de una


red de riego dependen, fundamentalmente, del sistema de riego y de la organización del riego.
Conviene a su vez recordar que existe también mucha relación entre el sistema de riego y la
organización del mismo. Así, los métodos de riego por superficie adoptan un riego por turnos, y el
riego por aspersión adopta una organización más flexible como es a la demanda. Con esta
modalidad, el agricultor no tiene más limitaciones para el uso del agua que las impuestas por su
propia boca de riego, y éstas son limitaciones en cuanto a presión y caudal. El agricultor es libre
de elegir el horario y tiempo de riego. Mientras que en el riego por turnos el caudal de cada uno
de los tramos es igual al caudal acumulado resultante del producto del caudal ficticio continuo por
la superficie servida, en el riego a la demanda los caudales circulantes por cada uno de los tramos
de la red serán en todo instante una función aleatoria, ya que no se sabe ni el número de bocas de
riego abiertas ni el caudal que por cada una de ellas se deriva. En este tipo de redes,
evidentemente, el máximo caudal circulante sería el que corresponde a la máxima demanda, es
decir, la correspondiente a todas las bocas de riego abiertas. Esta situación rara vez se va a
producir, por lo que el dimensionamiento de la red de riego con estos caudales
sobredimensionaría de forma excesiva la red. Para evitar este problema, los caudales circulantes
son determinados mediante procedimientos estadísticos.

La ecuación estadística más usada hasta la fecha ha sido propuesta por Clément (1966) y
Clément y Galand (1979). Esta ecuación supone una distribución binomial de la apertura de las
bocas de riego y una distribución normal de la garantía de suministro. La nueva fórmula supone
una distribución Weibull, que define la aleatoriedad de los caudales circulantes, y la distribución
exponencial para definir el tiempo entre dos demandas consecutivas (Mavropoulos, 1997).

METODOLOGÍA

Para la aplicación de la fórmula propuesta por Clément (1966) es necesario que el


proyectista determine los denominados parámetros de riego, a partir de los cuales se dimensiona
la red de riego a la demanda. Dichos parámetros son:

- Caudal ficticio continuo: es el caudal que de manera continua se aplica para satisfacer
las necesidades de las plantas (N) en el tiempo disponible dentro del período punta (t):

N
q = (1)
t

(generalmente se expresa en l/s ha).

- Grado de libertad: se define como el cociente entre el caudal que se aplica realmente
en la boca de riego y el caudal ficticio continuo. También se puede definir como el cociente entre
el tiempo disponible para el riego (t) y el tiempo de riego necesario en el período punta (t’):

t
GL = (2)
t'

En realidad, este parámetro es el coeficiente de seguridad del caudal que se concede al


agricultor para que pueda completar el riego. Depende, por tanto, de la superficie de la parcela y
son, por tanto, variables (Granados, 1990; Clément y Galand, 1979).

- Rendimiento de la red: mientras que el grado de libertad es el parámetro que


representa la seguridad del agricultor, el rendimiento de la red es el coeficiente de seguridad de la
red para responder a demandas superiores a las previstas en el diseño. Este coeficiente de
seguridad permite cubrir mayores capacidades de transporte de las previstas debido, por
ejemplo, a cambios de alternativa de cultivos, posibles fugas, etc.

El rendimiento de la red es, por tanto, el cociente entre el tiempo (t’’) en el que la red está
capacitada para transportar la dotación diaria y el tiempo (t) disponible para riego:

t''
r= (3)
t

Generalmente, el valor de r es cercano a la unidad, aconsejándose normalmente:


t −2
r=
t
- Garantía de suministro: es el valor en porcentaje de la probabilidad estadística de
que los caudales circulantes por la red en el período punta no superen a los de diseño. Suele ser
siempre superior al 90%.

Evidentemente, la definición de todos estos parámetros de riego está referida al período


punta de necesidades. La red quedará, por tanto, sobredimensionada para el resto de la
campaña. López y col. (1996) aplicaron, sin embargo, las hipótesis de Clément a lo largo de la
campaña con el objeto de dimensionar y valorar energéticamente los sistemas de impulsión.

La dotación de la boca de riego será:

t
d = q ⋅S ⋅ = q ⋅ S ⋅ GL
t'
(4)

donde S es la superficie en ha que abastece la boca de riego.

Si definimos p como la probabilidad de funcionamiento de la boca de riego y teniendo en


cuenta las ecuaciones (2) y (3):

t' 1
p= = (5)
t '' r ⋅ GL

Método de Clément

Clément (1966) consideraba que la garantía de suministro (GS) sigue una distribución
normal, que todas las bocas de riego eran iguales y siempre que funcionaban lo hacían con la
máxima dotación. En este caso, la aleatoriedad del riego considera boca de riego totalmente
abierta (probabilidad p) o totalmente cerrada (1 - p). La probabilidad que en un momento dado
estén x bocas abiertas de un total de n se puede determinar considerando una distribución
binomial:

 n
p( x ) =   p x (1 − p ) n − x (6)
 x

siendo la media y desviación típica:

µ = np
(7)
σ = np(1 − p) (8)

Si se considera que el número de bocas de riego es muy grande, la función de distribución


se aproxima a una normal. En este caso, x será:

x = np + U np(1 − p)
(9)

donde U es la variable tipificada de la distribución normal. Se determina según la garantía de


suministro (Granados, 1990).

El caudal circulante por el tramo será, según la ecuación (9):

Q = xd = npd + U npd 2 (1 − p ) (10)

Si las bocas de riego alimentan a superficies diferentes, la ecuación anterior se puede


expresar como:

Q= ∑ p id i + U ∑ pi d i2 (1 − p i ) (11)

la cual constituye la conocida “primera fórmula de Clément”.

Distribución tipo Weibull

Si consideramos que el caudal en un tramo y en cualquier instante se puede expresar


mediante la ecuación:

1
Q = β + γT α
(12)

donde T es el tiempo necesario para completar una tarea (en este caso, el tiempo que transcurre
entre dos aperturas sucesivas), considerando que se ajusta una función de distribución tipo
Weibull y que según la ecuación (12):

α
 Q − β
T= 
 γ 

la función de distribución Weibull será:


α
 Q −β 
− 
 γ 
F(Q) = P( X < Q) = 1 − e Q >β (13)

El parámetro α representa la forma de la distribución, es decir, la asimetría (si α = 3’6,


la asimetría es nula), β representa la posición de la distribución respecto al eje de abcisas, γ
representa la dispersión de la distribución de caudales.

Cuando el tiempo entre dos aperturas tiene a cero (T à 0) la probabilidad de apertura


sera p=1. En este caso siempre funciona la boca de riego, siendo el caudal el máximo y según la
ecuación 12 resulta:

Q = Q max = β = npd (14)

Cuando el tiempo entre dos aperturas tiende a hacerse muy grande (T à ∞ ) la


probabilidad de funcionamiento será nula (p=0) y el caudal, por tanto, será también nulo. Cuando
T=1, según la ecuación 12:

Q = β+ γ (15)

y según la ecuación 13 y teniendo en cuenta la ecuación anterior

F(Q) = 1 − e −1 = 0.6321 (16)

Esto significa que para esta condición la probabilidad de que el caudal sea menor o igual que la
suma β +γ es de 0.6321. Si se considera que el parámetro de posición β representa el 50% del
caudal punta y el 16.21% restante es el parámetro de dispersión, Mavrapoulos (1997) propone la
siguiente ecuación para expresar el caudal punta:

Q = npd + 05284
. np(1 − p )dT1 α (17)

La probabilidad de funcionamiento de la boca de riego puede expresarse en función de


una distribución exponencial:

p = e−T λ (18)

Despejando T de la ecuación anterior:

T = − λLn ( p ) (19)

El parámetro λ de la distribución exponencial puede calcularse de la condición de que para


T=1hr. con p=0.5, resulta λ =1.443 hr.
Sustituyendo la ecuación 19 en la 17 resulta:

Q = npd + 05284
. np(1 − p)dα −λLn( p) (20)

Si las bocas de riego fuesen diferentes la ecuación anterior se expresaría como:

Q = ∑ pi d i + 0.5284∑ p i (1 − pi )d i α − λLn( pi ) (21)

Mavrapolulos (1997) considera que la ecuación 21 pude ser afectada en el segundo sumando de
su segundo término de un coeficiente de mayoración que dependerá, básicamente, de la
experiencia del proyectista.

APLICACIÓN

Para hacer más flexibe el contraste de la ecuación de Clément (ecuación 10) y la


ecuación considerando la distribución Weibull (ecuación 20), se ha considerado que todas las
bocas de riego son iguales, es decir que abastecen a la misma superficie y que la dotación es la
misma. Asimismo se ha considerado una garantía de suministro del 96% (U=1.75) para la
ecuación de Clément. La dotación en todas las bocas de riego es de 12 l/s.

En la figura 1 puede verse la comparación entre las dos ecuaciones para 100, 200 y 300
bocas de riego y en función de la probabilidad de funcionamiento. Lógicamente a mayor
probabilidad de funcionamiento el caudal circulante es mayor. También se observa como los
caudales calculados según la distribución Weibull son ligeramente superiores a los calculados
según Clément, salvo cuando la probabilidad de funcionamiento es elevada.
FIGURA 1 . Comparación de los caudales según la ecuación de Clément y la distribución Weibull para un
gran número de bocas de riego.

Sin embargo cuando el número de bocas de riego es pequeño (ver figura 2) los caudales
circulantes según la ecuación de Clément son superiores (para n=30 y n=10), en este caso, a los
calculados según la distribución Weibull. Esto coincide con los resultados obtenidos por
Clemmens (1986), el cuál demostró que para pocas bocas de riego la ecuación de Clément es
inapropiada. Además para esta ecuación cuando la probabilidad de funcionamiento es elevada los
caudales circulantes se hacen mayores que los caudales máximos (obtenidos cuando todas las
bocas de riego estén abiertas), algo que parece incongruente.
FIGURA 2 . Comparación de los caudales según la ecuación de Clément y la distribución Weibull para
pequeño número de bocas de riego.

Una gran aplicación de la ecuación según la distribución Weibull es su uso adimensional.


Si consideramos como caudal de referencia:

Q R = nd (22)

y dividiendo la ecuación 20 por el caudal de referencia obtenemos:

Q
Q* = = p + 0.5284p(1 − p) α −λLn( p) (23)
QR

Esto permitirá representar el caudal adimensional en función de la probabilidad de


funcionamiento de las bocas de riego (ver figura 3) y ser independiente del número de bocas de
riego.
FIGURA 3. Caudal adimensional en función de la probabilidad de funcionamiento..

Suponiendo como caso práctico una red con 100 bocas de riego iguales, una superficie
servida por las bocas de riego de 20 ha, un rendimiento de la red igual a 1 y una dotación por
boca de riego de 12 l/s. La probabilidad de funcionamiento será según la ecuación 5 y teniendo
en cuenta el GL correspondiente a 20 ha (Granados, 1990):

1 1
p= = = 0.666
r ⋅ GL 1 ⋅ 15
.

y entrando con este valor de p en la figura 3 obtenemos un Q*=0.7678, a su vez teniendo en


cuenta la ecuación 23 el caudal de proyecto será:

Q = 0.7678 ⋅100 ⋅ 12 = 92136


. l/ s

CONCLUSIONES

Al igual que la tradicional fórmula de Clément la nueva fórmula permite el cálculo de


caudales de diseño para una red de riego a la demanda. No obstante es necesario un contraste de
ambas fórmulas con los caudales realmente circulantes. En este aspecto se abre una interesante
línea de investigación. Cuando ambas fórmulas sean contrastadas estaremos en condiciones de
decir cual de ellas se ajusta más a la realidad.

El uso de esta nueva fórmula permite en casos sencillos, en los que todas las bocas de
riego son iguales, adimensionalizar los caudales y determinar de forma fácil y rápida el caudal
circulante por la red. Por tanto se podrá dimensionar tanto la red de distribución como la estación
de bombeo.

REFERENCIAS

Clemmens, A. J. 1986. Canal Capacities for Demand under Surface Irrigation. Journal of
Irrigation and Drainage Engineering. 112(4): 331-347.
Clément. R. 1966. Calcul des débits dans les réseaux d´irrigation fonctionant a la demande. La
Houille Blanche, nº5.
Clément, R. y A. Galand. 1979. Irrigation par aspersison et réseaux collectifs de distribution sous
pression. Editorial Eyrolles.
Granados, A. 1990. Infraestructuras de regadíos: redes colectivas de riego a presión (2ª
edición). E.T.S. Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Universidad Politécnica de Madrid.
López, R., J. Reca, E. Camacho, J. Roldán y M. Alcaide. 1995. Valoración energética y diseño
óptimo de impulsiones con caudal variable. Ingeniería del Agua. 2(1): 19-24.
Mavropoulos, T.I. 1997. Sviluppo di una nuova formula per il calcolo delle portate di punta nelle
reti irrigue con esercizio alla domanda. Riv. di Irr. e Dren. 44(2): 27-35.

CORRESPONDENCIA A:

Emilio Camacho Poyato


Departamento de Agronomía. Universidad de Córdoba
Avda. Menéndez Pidal s.n.
14080 CORDOBA
E-MAIL: ecamacho@uco.es

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