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BANCO MUNDIAL

El Banco Mundial ofrece una amplia gama de servicios y soluciones para


asegurarse de que los países clientes puedan aprovechar el poder del
desarrollo digital.

Sus actividades en el sector se basan en un enfoque ecosistémico para la


transformación digital que implica una estrecha colaboración en todo el Grupo
Banco Mundial y se centra en cinco elementos clave que, combinados, forman
la base de las economías digitales fuertes e inclusivas:

 La infraestructura digital (redes de banda ancha fija y móvil, cables de


fibra óptica, etc.) es el pilar de la economía digital. El acceso a la
conectividad digital debería ser universal, seguro y asequible.

 Los servicios financieros digitales y la identificación digital permiten a las


personas, las empresas y los Gobiernos interactuar y realizar
transacciones.

 La innovación y los emprendimientos digitales necesitan un ecosistema


adecuado de regulaciones del Gobierno y acceso a financiamiento.

 Las plataformas digitales, incluidos el comercio y el gobierno


electrónicos, impulsan el uso y fomentan la actividad económica.

 Los conocimientos y las habilidades digitales crean una fuerza laboral


experta en temas digitales y aumentan la competitividad.
La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 sumió a la economía en una
recesión que indujo un repunte de la pobreza. El Gobierno desplegó diferentes
iniciativas para proteger a la población más vulnerable tales como
transferencias en efectivo y diferimiento de créditos. Sin embargo, la crisis
sanitaria desnudó algunas debilidades estructurales como la reducida
capacidad del sistema de salud, el limitado impacto de la poca focalización en
los programas de protección social, la alta informalidad laboral y los elevados
desequilibrios macroeconómicos.

Las limitadas reservas de gas, un mercado regional cada vez más desafiante y
esfuerzos globales por descarbonizar el sector energético, hacen necesario
buscar alternativas a la exportación de gas. Todavía existen algunas
oportunidades remanentes en este ámbito que, sumadas al importante
potencial minero de Bolivia, podrían aprovecharse mejorando el ambiente de
inversiones, principalmente en los campos de la regulación laboral y tributaria,
con miras a dinamizar la inversión privada y la productividad, a tiempo de
reducir la alta informalidad. Para que este crecimiento sea sostenible a largo
plazo es necesario tomar recaudos para evitar la degradación del medio
ambiente y mitigar los efectos de cambio climático sobre la población y la
actividad económica. Ello requiere afrontar temas críticos como la alta
deforestación, la contaminación y la sobre explotación de algunas cuencas,
asociada al crecimiento de las ciudades y la actividad minera de pequeña
escala, y los posibles efectos adversos de actividades extractivas sobre
ecosistemas delicados como las áreas protegidas y los salares.

El Programa del Grupo Banco Mundial (GBM) en el Estado Plurinacional de


Bolivia se guía por el Marco de Alianza con el País para el periodo fiscal 2016-
2021 (MAP). El portafolio actual de financiamiento para proyectos de inversión
se centra en las áreas de transporte, salud, desarrollo rural y agricultura,
resiliencia urbana y protección social y empleo.

La cartera del Banco Mundial comprende siete proyectos de inversión por un


monto de US$ 1.098 millones. Además, se está iniciando la preparación del
nuevo Marco de Alianza con el País para los próximos cinco años, el cual
constituirá el paraguas bajo el cual se prepararán nuevas operaciones de
financiamiento y asistencia técnica para apoyar los objetivos de desarrollo de
Bolivia.

En junio de 2018 se presentó al Directorio del GBM el Reporte de Desempeño


y Aprendizaje del MAP y se ajustaron los pilares y objetivos de este Marco
como sigue: 

Pilares:

 Promover el crecimiento amplio e inclusivo;

 Apoyar la sostenibilidad ambiental y la resiliencia al cambio climático

Objetivos:

 Mejorar las condiciones de los caminos y aumentar la conectividad de


comunidades vulnerables en áreas seleccionadas;

 Incrementar el acceso a determinados servicios básicos de calidad en


las comunidades más pobres;

 Mejorar las oportunidades para la generación de ingresos, el acceso a


mercados y el aumento sostenible de la productividad;

 Mejorar la base de información para proporcionar datos económicos y


sociales de calidad para la planificación y evaluación de políticas
públicas;

 Fortalecer la capacidad de gestión del cambio climático y reducir la


vulnerabilidad a desastres naturales.

Por su parte, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en


inglés), institución del Grupo Banco Mundial que apoya el desarrollo del sector
privado, continuará enfocándose en las inversiones en los sectores financiero,
agroindustrial, manufactura y servicios. Estas inversiones buscan fomentar el
desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, promover el comercio
exterior y proteger los recursos naturales a través de la implementación de
mejores prácticas mundiales en materia de sostenibilidad ambiental.
Con la finalidad de incrementar la conectividad y el acceso a servicios,
el Proyecto Carretero del Corredor de Conexión en Santa Cruz, tramo San
Ignacio de Velasco – San José de Chiquitos, de 208 Km, completará una
carretera de la red vial fundamental que comunica Bolivia y Brasil, cierra el
circuito turístico de la Chiquitanía y forma parte del Corredor Bioceánico Este-
Oeste. Este proyecto fue aprobado el año 2017.

La Corporación Financiera Internacional (IFC), el Organismo Multilateral de


Garantía de Inversiones (MIGA) y el Centro Internacional de Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) centran sus actividades en el
fortalecimiento del sector privado de los países en desarrollo. A través de estas
instituciones, el Grupo Banco Mundial proporciona financiamiento, asistencia
técnica, seguro contra riesgos políticos y solución de diferencias a las
empresas privadas, incluidas instituciones financieras.

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