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Igualdad para los animales.

En nuestra mente hemos tenido siempre la idea fija de que nosotros, no


podríamos vivir sin la compañía de alguien, de que en verdad necesitamos
a una persona o ser que nos acompañe en nuestras travesías, en nuestras
tristezas y mucho más, en nuestros placeres y alegrías, pero que pasa
cuando nosotros, realmente realizamos una acción que trasciende en
cambiar un ser por otro ser, ¿A qué me refiero con esta situación? Cuando
nuestro amigo Firulais, camina con nosotros, come con nosotros, y pero
aún, duerme con nosotros, ello es algo que parece inconcebible, pues
estamos tratando de hacer algo que es entender, en verdad entender a
aquellas personas que se sienten mucho más alegres, confiadas y tranquilas
con animalitos que con personas, cuando sienten tanto hastío de falsedades
y humillaciones que les resulta más benéfico el hecho de quedarse en
silencio y disfrutar del juego que tienen lo que podemos llamar mascotas, o
cuando les llaman a comer con una puntualidad que parece más un acto
religioso.

En medio de está escena que presentamos y una suposición únicamente por


principio, entendamos ya que no hay ninguna necesidad de suplir a ningún
ser humano en las relaciones, pero es cuando buscamos un lugar más
cercano para los pequeños seres que fungen como mascota, pues siendo
estos seres hasta cierto punto, incapaces de llevar a cabo tareas titánicas
como el colocarse vacunas o recuperarse de una lesión grave por un
accidente que le hayan logrado engendrar, malamente o por descuido, pues
no son seres autosuficientes para lograr el bienestar óptimo de su calidad de
seres (ni los humanos en sus primeros años de vida podrían llevar a cabo el
autocuidado) por ello apelamos a qué cuando un pequeño animal, dígase
perro o gato, sea destetado y arrojado al mundo de la orfandad, tendrá que
sufrir mil aventuras para poder comer, o conseguir una familia que le
provea de estas cuestiones, sin embargo, no se duda, que puedan conseguir
algo al menos, lo importante es ver cómo suceden estas cuestiones, pues
allí llega el ser humano para rescatarle.

En todo caso es mucho más comprensivo que nosotros hemos de adoptar


una especie de animales y que ellos podrían efectivamente ayudarnos como
una compañía, en el caso de los invidentes, un can, puede ayudarlos a la
navegación de aquellos que están faltos de tan importante sentido, y la
inteligencia de los canes para esa situación, será extraordinaria, pero si
nosotros decidimos optar por el uso de una oveja, en ese caso, nuestra
decisión ha de considerarse extraña, poco ortodoxa y realmente
inexplicable, pero debemos de considerar, que no por el hecho de que un
animal sea lejano a nosotros, otro más ja de ser de igual forma, inútil,
inservible o incapaz, pero, es allí donde en verdad inicia el problema.

Nosotros hemos de encontrar quien es el que merece el respeto de nosotros,


de una o de otra forma, y la respuesta es todos, los animalillos que poseer la
virtud de darnos sus productos para que podamos comer día a día, o de otra
forma para que usemos su vestido y lo llamemos ahora vestido nosotros,
pero no es menos y aún me atrevo a decir que es mucho más, aquel animal
que da su vida(aunque está misma sea quitada a la fuerza) para que
podamos utilizar su cuerpo y componentes como alimento para nuestra
subsistencia, ignorar el hecho de que todos los animales que podríamos
llamar “caseros” no nos hagan tener consideración por sus vidas, nos
hablara de inhumanidad, de insensibilidad de nuestra parte, a ello podría
llamarse especismo, en esta categorización, no podríamos decir, más que es
en realidad el hecho de que no nos importa lo que suceda con otras razas, si
no, solo la de nosotros, y por ello pensamos que no hay sufrimiento fuera
de nosotros, si no, que las demás pequeñas razas insignificantes, como los
ratones y los simios, que están expuestos a experimentos científicos,
pruebas de maquillaje, experimentos de comportamiento, para no llegar a
los humanos y no experimentar con la vida humana, en ello pensamos que
no debemos preocuparnos, más que si pierden la vida estos animales, no
habrá ninguna perdida.

El verdadero animal, es aquel que somete a todo aquello que ha estado en


conjunto con el, no hago esto con el afán de loar a los animales, porque no
es agradable tener una rata a la vista, pero tampoco apoyo el hecho de que
se maltrate a placer y en desmedida, a un ser viviente, no le llamo racional,
si no viviente, que la única culpa que ha tenido es el hecho de nacer y ser
atrapado y utilizado en este tipo de prácticas, lo que debemos de hacer es
un acto de conciencia, en donde, no podemos seguir sometiendo en
sentidos obsoletos a los animales, si no, que en verdad se trate de ejercer un
mínimo o nulo de dolor, para estos seres, pues nos están ayudando, repito,
dando su vida en ciertas ocasiones aunque sea sin su consentimiento o que
muy gustosos lo realicen.

Por último punto hemos de decir que existe un problema gigantesco, que
podríamos señalar de la siguiente manera, cuando comemos un taco de
salsa, en verdad hemos visto perecer un par de plantas que están destinadas
a ello, pero cuando realizamos el hecho de hacer esto mismo, con una
oveja, es completamente distinto, pues podríamos decir que al momento de
querer obtener la vida del pequeño animal, este intentará liberarse de la
muerte, pero, ¿Qué hay antes de su muerte, que hay antes de llegar a su
miseria? Digo esto, porque en realidad me refiero a si a la oveja le
tratamos con dignidad, si no le castigamos con falta de agua, o con falta de
alimento, de proporcionarle un lugar para su descanso, mientras llega el día
final para ella, de limpiar sus necesidades que ha hecho y no golpearla, o
generarle algún maltrato físico, si de verdad hacemos eso, sería bueno en
realidad que podamos justificar que podamos comerla, pero, aún cuando lo
hayamos hecho con el mayor margen de alegría y de amor, pienso yo, que
menos ahora que nunca podríamos sacrificarle, pues, le hemos cogido un
cariño muy especial, y no me refiero a que ahora sea nuestra hermana, o
amiga, pero al menos podremos decir en el momento que efectivamente
hemos podido tratarle como un auténtico ser vivo, no habrá remordimiento
en nosotros, y creo ahora, que una vida llena de alimentos que no
provengan del sacrificio de un animal, que ha tenido que morir para poder
darse a nosotros, será más provechosa y linda, si no que aprendamos a no
tener la necesidad de comer carne y sobrevivamos con lo que es naturaleza
y extremo caso, que se pueda comer un poco, pero viéndolo como último
recurso y no como una primera opción.

Israel Sandoval Hernández.

Bioética.

Grupo: 41

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