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Elogio a la locura. Erasmo de Róterdam.

Erasmo en el escrito, propone un sinnúmero de cuestiones que podrían


escandalizar a más de uno, en muchos sentidos, pues, el hecho de decir que la
sabiduría es un medio en donde solo se ejercitan aquellos que son necios, no
nos deja mucha defensa para aquellos que cultivamos las letras y que hemos
decidido el camino de las humanidades para nuestro sustento de vida, quizás
podríamos modificarlo, pero esta situación en realidad resulta muy complicada
en el sentido de que tendría que erradicarse en todo el mundo la carrera que se
ha llevado ya milenariamente en práctica, solo por alguna persona ha hecho
manifiesto que es necesario redirigir nuestro destino, que si bien es un
sobresaliente, no es más grande que un par de filósofos de envergadura.

En el elogio a la locura, tenemos distintos matices, haciendo eco de que sí


bien, ignorar ciertas cosas no nos hace precisamente los seres más
respetables de nuestro entorno, al menos nos salva de la injusticia de la
ignorancia, si en algún momento nuestro amigo Platón, hubiese escrito algo
semejante, hubiese sido sumamente peligroso, pues imaginemos que alguien
siguiera esa línea, o que toda la Filosofía, en verdad siguiese esa línea, ahora
se vería a la razón, como una enemiga, como el enemigo a vencer y ello no
sería difícil, pues en mi consideración la mayoría de la población, optar por
ignorar muchas cosas, y en primera voluntad, lo hacen porque es más cómodo
ignorar ciertas verdades que desgarrarían desde el inicio al fin todas sus
creencias y estabilidad emocional y mental, ejemplifico esto que digo, en la
manera que si alguien que sufre por el calor del mundo y se queja de ello, pero,
éste a menudo, suele quemar llantas, y se le explica que su acción es
colaboradora de este efecto y sus complicaciones generadas por tal situación,
dirá que es mejor que me calle o que ya no le diga nada.

Pero podríamos mostrar que el autor, primeramente hace este análisis en el


sentido de que es en verdad difícil, poder centrar y hacer elogios a aquello que
siempre de ha hecho, que es hora de cambiar la forma y el contenido de
nuestro discurso, pues a pesar de ello, podría tomarse como un arma de doble
filo, no haciéndose notar quizás el sarcasmo que ocupa en algunas ocasiones,
por ejemplo, cuando una persona ha escrito un par de palabras y que cree
tener humildemente la talla de alguien como Homero, como Virgilio o un poco
más reciente, Huidobro o Neruda, para Róterdam, es realmente increíble como
estás personas no tienen empacho ni se conforman con aceptar que su obra
está a evolución aún, o que es miserablemente pequeña en comparación con
tan grandes titanes; apoyemos también el caso del presunto estulto,
comprendo bien si el podría decir en su defensa que efectivamente no tiene
ninguna necesidad de escribir o seguir la línea de tal o cuál escritor, y que por
ejemplo, su escritura ni la ha emulador a nadie, si no que si estilo es único y
original, que el escribe como “Raúl Guille”, por mencionar algún nombre, en
medio de la locura, tampoco parece muy desatinada la postura que presentan
algunos estultos.

No sólo es de una manera tomar en serio estricto lo que nos ha dicho, ni por
ello hemos de tomar como bandera esto mismo que el autor dice, debemos
tener una mente crítica con los pronunciamientos que el hace, en verdad será
necesaria nuestra propia autocrítica, pero lo que representa en verdad la
estulticia, es llegar a ciertas situaciones o personas con menos complejos en
nuestra base de vida, pues si bien, siendo estultos también, no tendríamos que
preocuparnos de si nuestra obra, por cierto, es aceptada, porque escribiríamos
con vehemencia pero por gusto, antes que por aceptación y reconocimiento,
aún, de aquellos que nos rodean, por esto y para esto, se aconseja también
que nuestra necesidad o el modo de relacionarnos con nuestros amigos de
vida cotidiana, se acepte la locura, para no caer en prejuicios, para llevar una
vida mucho más cercana al desinterés, a la inmediatez, no caer en
acomplejamientos, pues sí los sentimientos comienzan a razonarse, hemos de
tener muchos problemas, si pensamos porque nuestros amigos, son éstos y no
aquellos, si comenzamos por mezclar la materialidad o a poner ciertos cánones
para hacernos de su compañía o de condicionarlos para la nuestra, esto de
verdad sería estulto.

Pero también se tiene que mencionar que es importante no caer en el error que
se ha mencionado y vivido durante mucho tiempo, haciendo una fuerte crítica a
aquellos que han vivido a costa de otros, que han llevado sus lujos y suplir más
que sus necesidades, sus extravagancias a merced del apoyo del pueblo, pues
el momento estelar en mi escrito, es la crítica que se arroja sobre aquellos que
son los sacerdotes, obispos y todos aquellos que se han encargado y
autoafirmado como representantes de Dios en la tierra, y es que las máximas
autoridades, aquellas personas a las que no se tiene que negar absolutamente
nada es a este cuerpo que ha sido fiel, fiel siempre, no importa el lujo
desmedido del que se tiene en registro sus ropas, pues ellos son los pastores
del pueblo de Dios, pero no sé representan tan bien, por las acciones, pues en
ellas dejan mucho que desear, me mientras algunos desgraciados no tienen
que comer, los otros señores glotones, no conciben sino ciertos alimentos, y
con refractarios y todo aquel aditamento, por muy estúpido que sea, no, no hay
ningún problema, tiene lugar y es vigente aquí, y siendo los abandonados de
Dios y de sus súbditos, pues, ellos no se regocijan en convivir con los
mendigos, miserables y muertos de hambre, enfermos y la parte más
marginada de la sociedad, es indigna de convivir con un ser tan estudiado, tan
importante para Dios mismo, podría ensuciarlo, podría que Dios mismo se
sienta avergonzado si el cardenal es visto compartiendo su mesa con los
limosneros del pueblo, que dirá el santo padre, con que clase de personas se
relaciona mi “secre”, si no fuera una extrañeza y rara evocación, Dios mismo,
diría, Santo Dios, que pasa.

Pero todo lo dicho antes tiene un significado que si se me permite aplicar lo


diré, en verdad se menciona mucho a San Pablo en el nuevo testamento, como
pilar fundamental de lo que debe hacer cualquier cristiano, y siendo está una
invención de un pueblo griego (Antioquía), mencionaba como prioritario el
trabajo para manutención de si mismo, que no se fuese una carga para los
demás, con manos y fuerza debía trabajarse para sustento de un participé de la
comunidad y ayuda de los otros, pero, ello solo como colecta, en ningún
momento vivir de “gorra” como ahora se ha visto, pues Jesús mismo, el
nazareno, tiene su fama de haber sido carpintero, si el mismo hijo de Dios
trabajo, ¿Qué inhibe a los sacerdotes, cardenales y frailes mismos de hacerlo
ellos también? ¿Es que ahora mismo el humano a superado y es mucho más
que el redentor? No es una crítica ni tampoco estoy en contra de la forma de
vida de todos los mencionados aquí, pero si me permito hacer estas preguntas,
pues cuestionar y lanzar palabras al aire acerca de la deidad, (en el supuesto
de Dios-Yave) sería meternos en problemas, ¿Podríamos acaso entender los
pensamientos del forjador del universo, o corregirle diciendo que nadie merece
nuestra mirada, ni el mismo a quien comenzamos sirviendo? ello sencillamente
es otra cuestión ya.

Israel Sandoval Hernández. Filosofía del Renacimiento.

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