Cuando el Contador Público y Auditor es llamado a examinar los estados
financieros preparados por una empresa, el objetivo final e su actuación profesional será el de dar un dictamen en el que se hagan constar que dichos estados presentan razonablemente la situación financiera y los resultados de la operación y el flujo de efectivo de conformidad con principios de contabilidad generalmente aceptados. Para estar en condiciones de dar ese dictamen de una manera objetiva y con características profesionales, el Contador Público y Auditor necesita obtener una serie de conocimientos e informaciones sobre los propios estados financieros y sobre la empresa a que se refiere; dicho dictamen no puede emitirse sin que el contador público haya obtenido con certeza razonable, la convicción de:
La autenticidad de los hechos y fenómenos que los estados financieros
reflejan.
Los criterios y métodos usados para reflejar en la contabilidad y en los
estados financieros dichos hechos y fenómenos.
Que los métodos usados son conforme a los principios contables que la profesión acepta generalmente y que éstos han sido aplicados consistentemente.
El trabajo de Auditoria tiene, por consiguiente, como finalidad inmediata, el
proporcionar al propio auditor los elementos de juicio y de convicción necesaria para poder dar su dictamen de una manera objetiva y profesional. El dictamen formará parte del informe que el Contador Público y Auditor presentará a su cliente después del examen a los estados financieros de acuerdo con normas de Auditoria generalmente aceptadas.
Objetivos de los Informes del Contador Público y Auditor
Presentar a la dirección de la empresa, un resumen de todos los aspectos relacionados con las actividades administrativas, financieras y de operación. Importancia del Informe
En primer lugar, en la práctica profesional el informe es fundamental, ya que
frecuentemente es lo único que el público ve del trabajo del contador público y auditor, y en segundo lugar, sirve para la toma de decisiones financieras y operativas del negocio. Esa importancia que el informe tiene para el propio auditor, para su cliente y para los interesados que van a descansar en él, hace necesario que también se establezcan normas que regulen la calidad y requisitos mínimos del informe. A esas normas se les conoce como “normas del dictamen e información” y son las que se presentan a continuación:
1ra. El dictamen contiene la opinión en la que se debe indicar si los estados
financieros se presentan de acuerdo con principios de contabilidad generalmente aceptados. 2da. El dictamen debe identificar aquellas circunstancias en las que los principios de contabilidad no han sido observados en el período sujeto a revisión de manera consistente con el período anterior, añadiendo un párrafo explicativo en su dictamen. 3ra. Las revelaciones informativas contenidas en los estados financieros deben considerarse como razonables adecuadas a menos que el dictamen se indique lo contrario. 4ta. El dictamen debe contener ya sea una expresión de opinión sobre los estados financieros, tomados en conjunto, o una aseveración de que una opinión no puede ser expresada, se debe establecer las razones para ello. En todos los casos en que el nombre del auditor está asociado con los estados financieros, el dictamen debe contener una explicación clara de la índole de la Auditoria y el grado de responsabilidad del auditor. El objetivo de la cuarta norma es evitar una interpretación equivocada del grado de responsabilidad del auditor cuando su nombre esté asociado con los estados financieros. La referencia a los estados financieros “tomados en conjunto”, en la cuarta norma relativa al dictamen, aplica tanto para un grupo completo de estados financieros como para un estado financiero individual (por ejemplo, para un balance general), para uno o más períodos presentados. El auditor puede expresar una opinión sin salvedad sobre uno de los estados financieros, y expresar una opinión con salvedad, adversa o abstenerse de opinar sobre otro, si las circunstancias lo ameritan.