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GINEBRA Y PRINCIPIOS
UNIDROIT
Derecho Comercial Internacional
Bryan Cigüenza
Alejandro Morales
Alberto Rivas
07/MARZO/2022
INTRODUCCIÓN
LEY UNIFORME DE GINEBRA DE 1930
• ANTECEDENTES
Convenio Que Establece Una Ley Uniforme Sobre Letras De Cambio Y Pagarés.
Ginebra. - 7 de junio de 1930
LEY UNIFORME SOBRE EL CHEQUE.
GINEBRA.
CAPÍTULO I. DE LA EMISIÓN Y DE LA
FORMA DEL CHEQUE
El cheque debe contener:
1. La denominación de cheque, inserta en el mismo título y debe expresarse en el
mismo idioma en que se redacta el resto del título.
2. El nombre del que debe pagar (librado).
3. La indicación del lugar donde el pago debe efectuarse.
4. La indicación de la fecha y del lugar de la emisión del cheque.
5. La firma del que expide el cheque (librador).
Asimismo, se especifica que no tendrá validez alguna cuando falte algunos de los
requisitos anteriormente mencionados. Todos los cheques deben de librarse sobre un
banco, el cual debe tener fondos de los cuales pueda disponer el librador, y debe
existir un acuerdo expreso o tácito sobre que el librador tiene el derecho de disponer
de los fondos por medio de cheques.
No se tomarán como válidas las cláusulas donde se quiera eximir al librador sobre la
garantía de que deberá pagar el cheque.
CAPÍTULO II. DE LA TRANSMISIÓN.
Los cheques que se extienden a una persona determinada son transmisibles por medio
de endosos. Si son extendidos con la cláusula de “no a la orden”, debe realizarse por
medio de una cesión ordinaria. El endoso también puede hacerse en favor del
librador, quien podrá endosas de nuevo el cheque.
Los endosos deben ser puros y simples, no son válidas las condiciones que subordinen
el endoso. Asimismo, el endoso parcial siempre será nulo, así como el endoso del
librado. Y el endoso que se haga al portador será tomado como en blanco. El endoso al
librado solo valdrá como un “recibí”.
Quien endosa el cheque se está obligando a pagarlo. El endosante puede prohibir que
se endose el cheque de nuevo, si hace esto, no responderá ante personas a las que se
endose el cheque. Quien posea un cheque endosable, se le considera como el dueño
legitimo. Los endosos que se hacen en un cheque al portador dan la obligación al
endosante de las disposiciones aplicables al cheque, pero no convierte los cheques “a
la orden”.
CAPÍTULO III. DEL AVAL.
El pago de los cheques puede darse en todo o en parte de su valor bajo fianza de un
aval. Esto fianza se da por un tercero o por un firmante del cheque. El aval puede
escribirse en el cheque o añadirse en un allonge. Se hace por medio de las palabras
“bueno por el aval” o algo equivalente y debe firmarlo el aval. El aval tiene la misma
obligación que el librador. Si este es quien paga el cheque, obtiene el derecho de
cobrar lo pagado al librador.
CAPÍTULO IV. DE LA PRESENTACIÓN Y DEL
PAGO.
Excepto los cheque al portador, pueden ser girados en diferentes cheques idénticos,
cuando sea así, los cheques deben enumerarse en el mismo espacio del título, para
que se consideren como cheques distintos. Cuando se pague uno de ellos, libera de
responsabilidad al librador, sin importar que no haya especificado esto.
CAPÍTULO VIII. DE LAS ALTERACIONES.
Si se altera el contenido de un cheque, todos los que firmen el cheque posterior a esto
quedan obligados referente a lo que se alteró, y los firman anteriormente solo quedan
obligados a lo estipulado originalmente.
CAPÍTULO IX. DE LA PRESCRIPCIÓN
Las acciones del portador contra cualquier obligado del cheque prescriben a los 6
meses, que se comienzan a contar desde que expira el plazo de presentación del
cheque. En el mismo termino prescriben las acciones entre obligados, que comienzan
a contar desde que un obligado reembolso un cheque o desde el día en que se
realizaron acciones contra él. La interrupción de la prescripción sólo produce efectos
contra aquel respecto del cual se ha realizado el acto que la interrumpe.
CAPÍTULO X. DISPOSICIONES GENERALES
• Libertad de contratación.
• Libertad de forma y de prueba.
• Principio de Carácter Vinculante de los Contratos.
• Principio de primacía de las normas de carácter imperativo.
• Principios de internacionalidad y uniformidad.
• Principio de buena fe y de lealtad negocial.
• Principio de primacía de los usos y las prácticas.
• Principio de llegada.
CAPITULO II. FORMACIÓN Y
APODERAMIENTO DE REPRESENTANTES.
Dado que un contrato se perfecciona con la mera aceptación de una oferta, las
cláusulas del futuro contrato deben ser indicadas en la oferta con suficiente precisión.
Estas ofertas surten efectos cuando llegan al destinatario y puede ser retirada si la
notificación del retiro llega al mismo tiempo que la oferta. Las ofertas pueden
revocarse hasta que se perfecciones el contrato, excepto si se establece que es
irrevocable.Y la oferta se extingue cuando se notifica al oferente sobre su rechazo.
CAPITULO III. VALIDEZ.
La finalidad de este capítulo es dejar claro que el mero acuerdo de las partes es
suficiente para que un contrato quede perfeccionado, modificado o extinguido
válidamente, sin necesidad de otros requisitos que suelen exigirse bajo el derecho
interno.
Este capítulo, de acuerdo con las tendencias más modernas, establece en términos
generales que la validez del contrato no se ve afectada por el hecho de que en el
momento de celebrarse la obligación contraída sea de cumplimiento imposible.
Asimismo, se refiere al error que implica una concepción equivocada de los hechos o
de las circunstancias jurídicas existentes en el momento de celebrarse el contrato.
También, tiene el propósito de resolver el conflicto que puede surgir entre hacer valer
los derechos y remedios relativos a la anulación del contrato en virtud del error o
hacer valer los derechos y remedios por incumplimiento.
CAPITULO IV. INTERPRETACIÓN.
Este capítulo confirma el principio, ampliamente aceptado, en virtud del cual las
obligaciones de las partes no necesariamente se limitan a lo expresamente estipulado
en el contrato. Otras obligaciones pueden ser implícitas. Las obligaciones implícitas
pueden derivarse de prácticas comerciales establecidas entre ellas, o por los usos del
comercio internacional o pueden ser producto del principio de buena fe y lealtad
negocial, y del sentido común en las relaciones contractuales.
También nos habla sobre la cooperación que debe existir entre las partes que debe
ser reciproca, así como determinar el tipo de obligación que se estipula en los
contratos, la cual debe darse de forma expresa; De igual forma debe determinarse el
precio que debe pagarse y sino se hace debe remitirse al precio que se acostumbra a
pagar por esa prestación al momento de celebrarse el contrato. Nos indica también
que un contrato, aunque sea por tiempo indefinido podrá resolverse por una de las
partes si notifica de forma anticipada y razonable; y que puede renunciar a sus
derechos si hay acuerdo entre las dos partes.
CAPITULO VI. CUMPLIMIENTO.
Este capítulo define el “incumplimiento” para los fines de los Principios. Se debe
prestar especial atención a dos características de la definición. La primera es que la
definición de “incumplimiento” incluye tanto las formas de cumplimiento defectuoso o
tardío, como las de incumplimiento total. Por lo tanto, el constructor de un edificio
incurre en incumplimiento si ha cumplido parcialmente conforme al contrato y
parcialmente en forma defectuosa, al igual que si termina de construirlo con retraso. La
segunda característica es que, para los propósitos de los Principios, el concepto de
incumplimiento incluye tanto el incumplimiento no excusable como el excusable. El
incumplimiento puede ser excusable por motivo de la conducta de la otra parte o por
acontecimientos imprevisibles y fuera de su control.
También nos indica las causas por las que una de las partes pueda resolver el contrato
por incumplimiento de una prestación, como ser, que si la prestación se demora tanto
que el perjudicado ya no pueda emplearla para los fines proyectados o el
comportamiento de la parte incumplidora afecta demasiado, da el derecho a resolver
el contrato a la parte afectada. Así como se le da el derecho de restitución a la parte
afectada para que exija la restitución de lo que haya entregado. Y también concede el
derecho al resarcimiento para que exija el resarcimiento de daños y prejuicios por
incumplimiento.
CAPITULO VII. COMPENSACIÓN.
Este capítulo en virtud de los Principios establece que cuando dos partes son
deudoras recíprocas en virtud de un contrato o de otra fuente de obligaciones, cada
parte puede compensar su deuda con la deuda de la otra parte. Por deducción mutua,
las dos deudas se anulan hasta el monto de la deuda menor. La compensación evita la
necesidad de que cada parte cumpla con sus obligaciones por separado. Una primera
condición es que cada parte sea a la vez deudora y acreedora de la otra. Es de hacer
notar que las partes deben serlo dentro de sus mismas capacidades y que las dos
deudas deben ser de la misma naturaleza.
CAPITULO IX. CESIÓN DE CRÉDITOS,
TRANSFERENCIA DE OBLIGACIONES Y CESIÓN
DE CONTRATOS.
Este capítulo nos regula que es una: “Cesión de créditos” es la transferencia mediante
un acuerdo de una persona (el “cedente”) a otra (el “cesionario”) de un derecho al
pago de una suma de dinero u otra prestación a cargo de un tercero (el “deudor”),
incluyendo una transferencia a modo de garantía.
También nos indica que ciertas categorías de cesión de créditos están normalmente
subordinadas a normas especiales del derecho aplicable y no se encuentran, por lo
tanto, reglamentadas por la presente sección. Y que la cesión de créditos no afecta, en
principio, a los derechos y obligaciones del deudor. Sin embargo, en cierta medida, el
solo hecho que la ejecución sea debida a otro acreedor puede modificar las
condiciones en las cuales la obligación debe ser cumplida
El consentimiento del deudor no es requerido para que la cesión sea válida entre el
cedente y el cesionario a menos que la obligación tenga un carácter esencialmente
personal. Sin embargo, en la práctica es frecuente que el contrato entre el acreedor
originario y el deudor contenga una cláusula limitando o prohibiendo la cesión de
derechos del acreedor pues el deudor puede no desear el cambio de acreedor.
Las cesiones de créditos transfieren a el cesionario todos los derechos que tenga el
cedente a un pago u otra prestación previstas en el contrato en relación con el crédito
cedido y todos los derechos que garanticen el cumplimiento del crédito cedido.
CAPITULO X. PRESCRIPCIÓN.
El ejercicio de los derechos regulados por estos Principios está limitado por la
expiración de un período de tiempo. El período ordinario de prescripción es tres años,
que comienza al día siguiente del día en que el acreedor conoció o debiera haber
conocido los hechos a cuyas resultas el derecho del acreedor puede ser ejercido. En
todo caso, el período máximo de prescripción es diez años, que comienza al día
siguiente del día en que el derecho podía ser ejercido.
El decurso del período de prescripción se suspende:
• Cuando al iniciar un procedimiento judicial, o en el procedimiento judicial ya
iniciado, el acreedor realiza cualquier acto que es reconocido por el derecho del foro
como ejercicio del derecho del acreedor contra el deudor.
• En caso de insolvencia del deudor, cuando el acreedor ejerce sus derechos en los
procedimientos de insolvencia.
• En el caso de procedimientos para disolver la entidad deudora, cuando el acreedor
ejerce sus derechos en los procedimientos de disolución.
También nos indica que el decurso del período de prescripción se suspende cuando al
iniciar un procedimiento arbitral, o en el procedimiento arbitral ya iniciado, el
acreedor realiza cualquier acto que es reconocido por el derecho del tribunal arbitral
como ejercicio del derecho del acreedor contra el deudor. A falta de disposiciones en
el reglamento de arbitraje o de otras reglas que determinen la fecha exacta del
comienzo del procedimiento arbitral, dicho procedimiento se considera comenzado el
día en que el deudor recibe una solicitud para que se adjudique el derecho en disputa.
Y la suspensión dura hasta que se haya dictado una decisión vinculante o hasta que el
procedimiento concluya de otro modo.
INFLUENCIA DE LA LEY UNIFORME DE GINEBRA
EN EL DERECHO COMERCIAL INTERNACIONAL
Los principios de UNIDROIT a lo largo de los años han sido una fuente de influencia
muy grande en el desarrollo del comercio internacional. Esto lo podemos ver en dos
supuestos; su influencia en al interpretación y complementación de las normas
internacionales y su influencia en la construcción, interpretación y complementación
de las leyes nacionales dentro de los limites del derecho comercial internacional.
Primero, su influencia en al interpretación y complementación de las normas
internacionales. Los principios de UNIDROIT como sabemos son de carácter general y
amplio, es por eso por lo que pueden servir de fuente de interpretación y de manera
supletoria para la convención de Viena.
Por otro lado, su influencia en la construcción, interpretación y complementación de las
leyes nacionales dentro de los limites del derecho comercial internacional. Es
importante mencionar que este proceso de interpretación e incorporación de los
principios se ha dado gradual y principalmente en los centros de arbitrajes.