Las “cartografías ecosóficas”1 que habría que instituir tendrán de particular el hecho:

- de que no asumirán únicamente dimensiones del presente, sino también las del futuro. Se
preocuparán tanto de lo que será la vida humana sobre la tierra en treinta años como de lo
que serán los transportes urbanos en tres años.

- implican una elección de responsabilidad para las generaciones por venir, y Guattari cita:
Hans Jonas, filósofo respecto de lo que llama “ética de la responsabilidad”2.

Es inevitable que algunas elecciones a largo plazo se choquen con elecciones de intereses
a corto plazo. Los grupos sociales involucrados por tales apuestas deben ser llevados a
deliberar sobre esto, a modificar sus hábitos y coordenadas mentales, a adoptar nuevos
universos de valores, y a postular un sentido humano a las futuras transformaciones
tecnológicas. En una palabra, a arbitrar el presente en nombre del porvenir.

No se trata de caer nuevamente en visiones totalitarias y autoritarias de la historia,

mesianismos que, en nombre de las “ciudades futuras” o del equilibrio ecológico, pretendan
regentear la vida de todos y cada uno.

Núcleo de incertidumbre

- Cada “cartografía” representa una visión particular del mundo, la cual, por más que sea
adoptada por una gran número de individuos, encierra siempre en su seno un núcleo de
incertidumbre3 Es en verdad su capital más precioso. Es a partir de él que puede
constituirse una auténtica escucha del otro.

- La escucha de la disparidad, de la singularidad, de la marginalidad, incluso de la locura, no

depende solamente de un imperativo de tolerancia y de fraternidad. Constituye una
propedéutica esencial, un llamado permanente a:

- este orden de incertidumbre,

- a una puesta al desnudo de las potencias del caos que acosan siempre a las estructuras
dominantes, imbuidas en sí mismas, autosuficientes. A estas estructuras, se las puede
invertir o volver a darles sentido, recargándolas de potencialidades, desplegando a partir de
ellas nuevas líneas de fuga creativas.

- En el seno de todo estado de cosas se debe localizar un punto de huida del sentido, a
través de la impaciencia de que el otro no adopta mi punto de vista, a través de la mala
voluntad de la realidad en plegarse a mis deseos. Esta adversidad, no tengo sólamente que

1 F. Guattari, Para una refundación de las máquinas sociales, pp. 375 - 378; p. 388.
2 Hans Jonas, Le Principe responsabilité. Une éthique pour la civilisation technologique, Paris,
Éditions du Cerf, 1990. En español: El principio de responsabilidad. Ensayo de una ética para la
civilización tecnológica, Editorial Herder, Barcelona, 1995; cf.:
https://movimientosaberrantes.net/hans-jonas-el-principio-de-responsabilidad-una-etica-para-la-
civilizacion-tecnologica-1990-citado-por-f-guattari-en-por-una-refundacion-de-las-maquinas-sociales-
1992/
3 Principio de incertidumbre incertidumbre de Heisenberg https://es.wikipedia.org/wiki/Relaci
%C3%B3n_de_indeterminaci%C3%B3n_de_Heisenberg
aceptarla, sino también amarla por sí misma; tengo que buscarla, dialogar con ella,
excavarla, ahondarla. Es ella la que me hará salir de mi narcisismo, de mi ceguera
burocrática,
- la que me restituirá un sentido de la finitud que toda subjetividad mass-mediática
infantilizante se dedica a ocultar.

- La democracia ecosófica no se abandonara a la comodidad del acuerdo consensual: se

investirá en la metamodalización disensual. Con ella, la responsabilidad sale del sí mismo
para pensar al otro.

- Sin la promoción de semejante subjetividad de la diferencia, de la atipia, de la utopía,

nuestra época podría volcarse hacia atroces conflictos de identidad, como los que sufren los
pueblos de la ex-Yugoslavia.

- Seguirá siendo vano apelar a la moral y al respeto de los derechos. La subjetividad se

hunde en el vacío de las apuestas de ganancia y de poder.

- El rechazo del estatus de los medios de comunicación actuales, asociado a la búsqueda

de nuevas interactividades sociales, de una creatividad institucional y de un enriquecimiento
de los universos de valores, constituiría ya una etapa importante en vías de una refundación
de las prácticas sociales, económicas, políticas, estéticas, e incluso psicoanalíticas.

[Tomar como situación la cinematografía; por ejemplo: Teorema, Pasolini, Deleuze]