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Es importante que en algún tiempo, uno implore una visión. Que vaya a la cúspide del Universo, a
una montaña donde encuentre el nido del Cóndor y del Águila. A una montaña donde uno encuentre
la presencia de nuestros antepasados, en el encuentro consigo mismo.
En la búsqueda de visión uno va al templo de nuestros antepasados tal y como ellos lo tenían. Por
eso tenemos el propósito de traer a la gente, para que conozca.
Nosotros creemos que el Gran Espíritu está en todas partes, en todos los lugares; pero nuestra
preferencia, nuestro gusto propio, es encontrarlo en la Montaña, en la Naturaleza.
Por eso se diseñó el atado de los tabacos en el que está incluido el propósito de la persona, la
sinceridad, la humildad, la integridad, la disponibilidad y la voluntad.
La Búsqueda de Visión nos permite encarar las cuatro direcciones en el compromiso de los cuatro
años. Una dirección para cada año.
Este diseño posibilita al individuo ver cómo se cierra un círculo, encontrar respuestas a sus
preguntas; entregarse en la montaña, entregar su vida, acostar su vida, ponerla para que la
enseñanza descienda sobre él y el espíritu de la montaña penetre en su interior para que algún día
este espíritu pueda salir de él hacia la gente.
El ser que va a la búsqueda de visión es un ser que ama y que está ahí para acrecentar su manera
de amar y poder transmitir el cariño, el amor que le han entregado el padre Sol y la Madre Tierra,
el Aire y el Agua. En el día y en la noche está en total alerta tratando de ampliar su percepción y de
recibir la instrucción tal conscientemente como pueda.
Un buscador de visión es aquel que abre un espacio dentro de sí mismo, dejando ir aquellas cosas
que ya conoce bien y que no valen la pena y poniendo cosas mejores que sí valen la pena.
Es el desenredar la propia vida, darle una perspectiva, una alineación y ponerla frente a uno. Esto
está representado por los atados de tabaco que rodean al buscador cuando está plantado en la
montaña.
Él debe comprender que tiene que confeccionar cada uno de esos atados consciente y sólidamente
con un propósito, tal cómo podemos tenerlo en todos los días de nuestra vida.
La búsqueda de visión es encontrarnos y reactivar todo aquello que tenemos guardado en nuestro
interior para poder utilizarlo de manera que nos permita tomar el control de nuestro destino de
nuestra existencia, de toda la potencialidad que hay dentro de nosotros.
La Búsqueda de Visión permite redescubrir la unidad entre el Cielo y la Tierra y nosotros;
comprender las enseñanzas que están tanto en el cielo como en la tierra.
Es abrir una puerta en nuestro corazón por la que todo pueda pasar; todo el misterio que existe
puede realizarse en uno mismo, y de esa manera lograr la unidad total.
Este es el propósito con el que nosotros hemos decidido entregar la custodia de un instrumento
sagrado, la Pipa a quiénes se comprometen con la tradición, pues sabemos que son personas que
han probado y se han probado así mismas su verdadera intención.
La Búsqueda de Visión es el espacio al que vamos a desenterrar todo aquello que nos corresponde
a través de los siglos y a enterrar todo aquello que ya no nos corresponde a través de los siglos.
Es importante hacer esto con conciencia con voluntad con sinceridad con humildad y con integridad.
Estamos invocando al misterio, a las fuerzas del Gran Espíritu para que nos permita continuar y tener
un nuevo tiempo aquí, sobre la Tierra.
La puerta está abierta para todos, sería muy bueno que algún día podamos celebrar está tradición
con la unidad de los hijos de la Tierra.
Una familia espera en un lugar sagrado, con el Fuego encendido y una Pipa para compartir con toda
la Humanidad y todos los seres de la Tierra.
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Este monto no es restituible, pues se utilizará para cubrir los gastos de la preparación de la Búsqueda de
Visión.
El ajuar del buscador de visión
Los buscadores suben a la montaña con sus rezos amarrados. Para ello necesitarán los siguientes:
Hilo de color
Con el que se confeccionarán los rezos de tabaco. El hilo debe ser de lana o algodón teñido del color
que corresponda. El primer año es rojo. Los siguientes años, el hilo será del color que corresponda
según la puerta que se cruce en la montaña.
Siete banderas
Siete mantos de tela de algodón 75m de largo x 15 cm de ancho en los colores: rojo, amarillo, negro,
blanco, verde, morado y azul, para los bastones
Dejar un metro de hilo libre, sin rezos al comienzo y al final. Esto servirá para amarrar a los bastones
cuando los buscadores sean sembrados en la montaña.
Amarrar rezos de tabaco utilizando el hilo rojo. La distancia entre uno y otro rezo es de 4 dedos
juntos de la mano. Los primeros 7 rezos son para cada una de las siete direcciones: Este, Sur, Oeste,
Norte, Madre Tierra, Padre Cielo y el centro nuestro Corazón. Las mujeres rezan al Padre Cielo
primero y los hombres rezan a la madre tierra primero
A medida que se vaya avanzando se debe enrollar el hilo con sus rezos amarrados a la tablita en
forma de zigzag. Esto es para facilitar el orden, de modo que, al desenrollar los rezos en la montaña,
éstos no sé enreden.
• Este rojo
• Sur amarillo
• Oeste negro
• Norte blanco
• Tierra Verde
• Corazón Morado
• Cielo Azul
A continuación algunos videos donde Adán explica cómo amarrar los rezos: