Está en la página 1de 2

Anteriormente los “locos” eran concebidos como animales, como no humanos que debían ser

domados por su exceso de libertad, poco a poco se fomentaba que los “locos” debían sentir miedo
de sí mismos, culpa por lo que les pasaba, así como vergüenza y arrepentimiento a través de
diversos métodos. La Psiquiatría anteriormente, era una institución de poder que, a través de
mecanismos objetivo-científicos legitimaba la reclusión y, haciendo las veces de administradora de
justicia, buscaba el arrepentimiento y la dominación de la persona “enferma”.

Resulta muy interesante el papel de manicomios y hospitales, centros de “reclusión” de locos y


enfermos, ambos incapacitados para trabajar en el seno de una sociedad productiva. Las personas
con trastornos mentales han de enfrentarse, en su vida cotidiana, por tanto, a una doble
dificultad. Por un lado, experimentan los síntomas propios de su trastorno, y por otro lado, deben
hacer frente a los efectos del estigma social asociado a dicho problema de salud mental lo que
generalmente conlleva la propia interiorización del mismo. Paradójicamente, los inconvenientes
derivados de su trastorno son, generalmente episódicos y tratables con una adecuada atención
sanitaria combinada con programas de rehabilitación psicosocial; mientras que, los conflictos que
resultan del estigma social son más permanentes y complejos, por lo que las intervenciones para
erradicarlos son más complicadas. Ambos fenómenos tienen importantes consecuencias en su
calidad de vida y su proceso de integración social.

Teniendo en cuenta lo anterior y todo el control que se ha ejercido a las personas “locas” por los
distintos medios habidos y por haber, nace una organización no gubernamental denominada
Asociación Civil “Radio la colifata, Salud Mental y Comunicación” que surge como una columna
de expresión y de opinión de los internos del Hospital Borda de Buenos Aires en una FM
comunitaria del barrio de San Andrés, que tiene como idea principal poder incluir la voz de
aquellos que han sido excluidos socialmente.

Allí se desarrollan actividades en el área de investigación y brinda servicios en salud mental


utilizando los medios de comunicación para la creación de espacios en salud. Se centra en producir
conocimiento en el cruce de campos de la salud mental y los medios de comunicación, y
desarrollar espacios concretos de intervención para trabajar en la disminución del estigma social
hacia personas que han sido diagnosticadas de algún padecer psíquico, con el objetivo de lograr
una sociedad más tolerante e inclusiva; y la promoción de recursos simbólicos en los usuarios de
servicios de salud mental, favoreciendo procesos de creación de lazo y producción de autonomía
hacia una vida social integrada, saludable, digna y en el ejercicio de sus derechos ciudadanos.

A partir de esa iniciativa se crean otra serie de posibles nuevas significaciones respecto al
problema (estigmatización de las personas “locas”). Generando y promoviendo una gran
construcción colectiva de nuevas representaciones que cuestionen los diferentes mitos.

El camino ante la desmacomialización es en gran medida largo. Tras años y años de


estigmatización, los problemas a los que se enfrentan son bastantes, pero poco a poco se logra el
cambio y una de las mejores herramientas a utilizar es el arte, informar por medio del arte y a
través de los medios de comunicación, se trata de dar a conocer por medio de talleres, charlas,
espacios de escucha, la realidad de estas personas y que ejerzan libremente el derecho a la
expresión, recuperar justamente, la posibilidad de estar sujetos a la cultura reinscribiendo en lo
social su figura, provocando una nueva mirada o, al menos, cuestionando a aquella que se impuso.

También podría gustarte