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El sistema nervioso está formado por el sistema nervioso central y el sistema nervioso

periférico, ambos transmiten, según el caso, información motora o sensitiva. El sistema


nervioso central está integrado por el cerebro, el cerebelo, el tronco cerebral y la médula
espinal, mientras que el sistema nervioso periférico está constituido por los nervios, que
salen o entran en la médula espinal (nervios raquídeos) o el tronco cerebral (nervios
craneales).
Regulación de los movimientos (Vía motora extrapiramidal) El sistema nervioso central
posee un sistema de vigilancia sofisticado. Trata e interpreta la información sensorial
recibida del área motora (corteza cerebral), del tronco cerebral y de los receptores
sensoriales situados en todos los tejidos (hueso, músculo, tendón, ligamento, piel, etc.).
De modo especial, dispone de información permanente sobre el estado y la posición de las
distintas partes del cuerpo en el espacio. El cerebelo controla la bipedestación y el
equilibrio. Sincroniza las contracciones de los diferentes músculos esqueléticos y produce
movimientos coordinados. La ejecución de movimientos intencionados y terminados
(movimientos voluntarios) depende del sistema nervioso central que integra la
información sensorial, programa el movimiento (sincronización, etc.) y transmite las
órdenes de contracción al músculo. La orden, una vez lanzada, se transmite al sistema
nervioso periférico que toma el relevo y ordena la contracción al músculo por medio de
los nervios motores. Los músculos, órganos efectores, responden contrayéndose. El
conjunto de esta actividad motora global, consciente o no, que se manifiesta en el marco
del movimiento está controlado por las vías motoras extrapiramidales. Se trata de las vías
neurológicas de la motricidad que se sitúan fuera del haz piramidal. Dado que activan
grupos musculares enteros, desempeñan un papel en la regulación de los movimientos y
el tono muscular. El sistema extrapiramidal, en asociación con el cerebelo, controla el
tono, la coordinación del gesto y la adaptación postural.
SISTEMA EXTRAPIRAMIDAL
El sistema extrapiramidal interviene en el control del movimiento voluntario y del tono
muscular, y participa en la producción de los movimientos automáticos y asociados. Se
llama sistema extrapiramidal ya que la mayor�a de sus fibras descendentes no pasan
por las pir�mides bulbares.

¿QUE TRASMITE EL SISTEMA EXTRAPIRAMIDAL ?


El sistema Extrapiramidal, se distingue del piramidal por su constitución, desarrollo y funciones.
Constituye el aparato motor tónico más antiguo filogenéticamente, en el que evolutivamente el
sistema Piramidal está ausente, el Extrapiramidal resulta ser la parte superior del encéfalo, que
percibe la excitación de los órganos de recepción y trasmite los impulsos a la musculatura

mediante mecanismos automáticos de la médula espinal, en consecuencia, aparecen los


movimientos automatizados.
 
Este sistema motor está formado por los n�cleos de la base y
n�cleos que complementan la actividad del Sistema Piramidal,
participando en el control de la actividad motora cortical, como
tambi�n en funciones cognitivas.
 
Su Funci�n es: Mantener el balance, postura y equilibrio mientras se
realizan movimientos voluntarios. Tambi�n controla movimientos
asociados o involuntarios.
Por lo tanto, este sistema tiene por funci�n el control autom�tico del
tono muscular y de los movimientos asociados que acompa�an a los
movimientos voluntarios.
Por ejemplo, al hacer una flexi�n del muslo, voluntariamente se esta
manejando el miembro inferior derecho, y en forma involuntaria, todo
el resto de la musculatura del cuerpo hace mantener el equilibrio y el
tono muscular, esto �ltimo es controlado por el sistema
extrapiramidal.
 ¿QUE NOS INDICA SU ALTERACIÓN?
Cuando esta Lesi�nado el sistema extrapiramidal se manifiesta en:
Alteraciones en la calidad de los movimientos.
Alteraciones de Tono Muscular (Rigidez).
Aparici�n de Temblores.
Hay una enfermedad que cuando se presentan alteraciones del
sistema extrapiramidal con estas caracter�stica se llama Parkinson.
CONSIDERACIONES CLÍNICAS
 
La enfermedad de Parkinson es una de las entidades que con mayor frecuencia se
presenta y es un representante importante de los síndromes extrapiramidales,
aunque no es la única, pues existen otros cuadros de menos incidencia como la
corea, atetosis, hemibalismo, mioclonías, espasmos de torción, entre otros.

¿Cómo evaluarla clinicamente? 

La espasticidad severa puede dar lugar a contracturas permanentes muy sintomáticas. Los
paciente con espasticidad de extremidades derechas, presentan una postura típica, con flexión de
la extremidad superior y extensión de la inferior.

Velocidad de los movimientos alternantes: La bradicinesia, o reducción de la velocidad con que


pueden realizarse los movimientos alternantes (movimientos laterales de la lengua o sacarla y
retraerla con rapidez, abrir y cerrar los dos primeros dedos de la mano haciendo la pinza, abrir y
cerrar el puño, movimientos de prono-supinación del antebrazo, golpeteo de los pies en el suelo,
nos avisa de un trastorno neurológico. Además de la velocidad, deben evaluarse también la
amplitud, el ritmo y la precisión con los que se realizan los movimientos.

Movimientos involuntarios anormales: Los movimientos involuntarios anormales, también


denominados hipercinesias, En general (pero no siempre) se deben a trastornos en los ganglios de
la base.

Movimientos anormales provocados por un impulso incontrolable: Tics

Los tics son conductas motoras estereotipadas simples o complejas que se producen en respuesta
a una urgencia irresistible. Es característico que exista un control voluntario parcial de los mismos:
el paciente puede ser capaz de inhibirlos voluntariamente durante un periodo de tiempo breve.
Sin embargo, la supresión voluntaria incrementa la urgencia que impulsa al movimiento, y a
menudo conduce a una explosión del mismo. Los tics pueden ser “simples”, como el parpadeo, la
elevación de los hombros, las muecas, los gruñidos y la inspiración nasal breve. También puede
haber tics muy complejos, como los de vocalizaciones (ecolalia, coprolalia), saltos, patadas,
postura en cuclillas o toque compulsivo.

Corea El corea, un movimiento rápido e involuntario de una o varias partes del cuerpo que no es
estereotipado, se manifiesta como un fenómeno aleatorio. Pueden observarse movimientos que
cambian que cambian constantemente en distintas partes del cuerpo a intervalos regulares. Estos
movimientos coreiformes pueden ser sutiles, como el arqueo innecesario de una ceja o la
contracción de un ángulo de la boca.

Alteraciones extrapiramidales de la marcha:


Marcha parkinsoniana
Las alteraciones de la marcha en el Parkinsonismo son casi constantes. En fases
iniciales puede verse cierta tendencia a inclinarse hacia delante y ausencia de braceo en
la extremidad afectada. En fases moderadas de la enfermedad, la cabeza y los hombros
se inclinan hacia adelante, los antebrazos se mantienen parcialmente flexionados, las
muñecas están ligeramente extendidas y los dedos de las manos están flexionados en las
articulaciones metacarpofalángicas y extendidos en las interfalángicas. Puede
observarse el característico temblor de “cuenta de monedas” mientras el paciente
camina.

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