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Tema 5
Tema 5
El riesgo en la gestión
empresarial
Índice
Ideas clave 3
5.1. Introducción y objetivos 3
5.2. Importancia de administrar el riesgo 3
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
A fondo 17
Test 19
Ideas clave
Las empresas deben de correr riesgos para crear valor, pero tratan de evitar los que no
acarrean una ganancia que los compense. En este sentido, ninguna compañía está
expuesta a los mismos riesgos. Por poner un ejemplo, en función del tipo de negocio,
habrá directivos preocupados por el precio del petróleo o del cobre; mientras que a otros
les inquietarán más los cambios de los tipos de interés o de los tipos de cambio.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
En este punto, la primera pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué es importante
administrar el riesgo? Y la respuesta es clara: porque, en mercados de capitales
perfectos, las transacciones financieras emprendidas exclusivamente para reducir el
riesgo no crean valor (Fama, 1965), fundamentalmente por dos razones:
Por tanto, si la administración de riesgos afecta el valor de la empresa, debe ser por
«otras razones», no porque la reducción del riesgo sea valiosa en sí misma. Así,
siguiendo a Brealy et al. (2010) podemos señalar las siguientes razones por las que la
gestión de riesgos puede ser conveniente en la práctica:
Los bancos y los tenedores de bonos reconocen estos peligros. Ellos tratan de
vigilar los riesgos de la empresa, y antes de prestar dinero, pueden requerir que
esta contrate seguros o aplique programas de cobertura. Por lo tanto, la
administración de riesgos y una financiación conservadora son sustitutos, no
Hasta la década de 1990, la idea de que los analistas hieran distinción entre riesgos
«financieros» y «no financieros» era nada menos que una herejía. Un riesgo
financiero es la posibilidad de que ciertos eventos pueden afectar negativamente y
de manera inesperada a los resultados financieros de una empresa, ya sea mediante
la reducción del valor de sus activos o de los flujos de efectivo netos, o mediante la
reducción de sus ganancias. En ese momento, las formas más conocidas y más
ampliamente administradas de riesgo financiero eran de mercado, de crédito y riesgo
de liquidez. Pero está claro que hay otros riesgos de naturaleza más «física», que
también pueden tener un impacto financiero.
En este sentido, la definición de los distintos tipos de riesgos a los que se enfrenta
una empresa ha constituido -si no lo sigue haciendo todavía hoy- una de las
principales dificultades a las que se enfrentan los gestores. Por otro lado, en función
del riesgo al que se haga referencia (financiero o no), las empresas han acudido a
distintas entidades para minimizarlos. Por un lado, los riesgos financieros han sido
tradicionalmente asumidos por los departamentos contables mientras que «el
resto» se derivaban a las compañías de seguros.
Llegados a este punto, conviene tener claro dos elementos fundamentales. Por un
lado, comprender que una buena gestión del riesgo debe entenderse como un
proceso más dentro de la estrategia empresarial (aspecto que trataremos en
profundidad en el siguiente epígrafe) y, por otro, tener clara la importancia que tiene
identificar correctamente los riesgos a los que se enfrenta una empresa para poder
medirlos y minimizarlos (otro tema de la asignatura se hará cargo de este aspecto).
Los riesgos estratégicos pueden ser definidos como las incertidumbres (y las
oportunidades sin explotar) asociadas a la estrategia de una compañía. En este
Ventas
Rendimiento
Perfil de riesgo
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Beneficio
En este sentido, gran parte de la mitigación de los riesgos ya es connatural al día a día del
negocio. Por ejemplo, los bancos tienen cámaras blindadas tengan o no un sistema de
gestión de riesgos y esté o no integrado con los procesos de planificación estratégica. Así,
dichos costes no deberían ser incluidos en la inversión a realizar para integrar la gestión
de riesgos con la planificación. Sin embargo, sí deben incluirse los costes derivados de la
gestión del cambio, las nuevas herramientas a utilizar, la formación del personal clave,
los cambios en determinados procesos, las nuevas actividades del control, etc.
Figura 2. De la gestión por silos a la integración de los riesgos con la estrategia. Fuente: PwC
Por otro lado, los riesgos operacionales están gestionados habitualmente desde los
mandos intermedios y las unidades funcionales, centrándose principalmente en los
requerimientos regulatorios aplicables a cada sector específico (por ejemplo, la circular
1/2014 de la CNMV, en la que se establece una estructura de control en las entidades
que prestan servicios de inversión basada en tres pilares: cumplimiento Normativo,
gestión de riesgos y auditoria interna) y en los riesgos laborales y medioambientales.
Estos riesgos suelen materializarse a nivel interno (por ejemplo, a lo largo de la cadena
de suministro) y pueden llegar a tener un impacto potencial relevante en la capacidad de
una compañía para alcanzar sus objetivos de negocio.
Los riesgos emergentes tienen su origen en factores exógenos críticos y afectan, no solo
a una compañía en concreto, sino también al entorno macro y microeconómico en
general. Su gestión se basa muchas veces en la contratación de seguros y el diseño y
desarrollo de planes de contingencia. Sin embargo, al tratarse de elementos difícilmente
controlables por una compañía, cabe la posibilidad de que el consejo y la dirección no los
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considere lo suficiente en su agenda sobre la estrategia. Por tanto, estos riesgos deben
incluirse en la planificación a través del análisis de escenarios para no dejarlos fuera de
las variables que deben de ser controladas para alcanzar los objetivos de negocio.
El reto es integrar los sistemas de gestión de riesgos con la estrategia (con el diseño, la
planificación y la monitorización de esta). Para ello, el consejo y la alta dirección deben
considerar los siguientes aspectos clave en forma de pregunta:
¿Qué escenarios de riesgo han sido considerados para probar nuestros planes?
Frecuentemente es difícil identificar todos los impactos y causas potenciales de
problemas que pueden afectar a una compañía. En cualquier caso, la consideración
de los riesgos clave para el negocio debe derivar en un análisis de escenarios en el que
¿Se han asignado los indicadores clave de seguimiento y medición del valor a cada
riesgo?
Es importante ponerse en los zapatos de los accionistas y otros grupos de interés para
entender cuáles son los riesgos que ellos consideran más relevantes para el valor que
les aporta la compañía. Así, es necesario saber transmitir a cada stakeholder cuáles
son los riesgos clave y cómo pueden llegar a impactar en la capacidad de generación
de valor. Animar a la alta dirección y al consejo a entender los impactos de los riesgos
en los indicadores clave se seguimiento puede ser una tarea ardua. Sin embargo, si
las palancas de valor del negocio son bien entendidas, determinar el impacto
potencial de los riesgos es relativamente sencillo.
Figura 4. Secuencia de actividades en un sistema de riesgos integrado con la estrategia. Fuente: PwC
Fama, E.F. (1965). Random Walks in Stock Markets. Financial Analyst Journal, 51(1),
55-59.
Accede al vídeo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://www.youtube.com/watch?v=Lot8aNbTE3E
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Este segundo recurso referencia a una tesis doctoral en la que, a través de un estudio
de caso, se plasma la implantación de un sistema de gestión del riesgo aplicado a un
proyecto carretero. Evidentemente, no hace falta leer toda la tesis en profundidad
(pese a no ser extensa), sino que la tarea consiste en identificar las fases que se
siguen, así como los elementos que es necesario identificar para implantar un sistema
integrado de gestión del riesgo.
Accede al documento a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.bib.uia.mx/tesis/pdf/015426/015426.pdf
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10. Los riesgos emergentes suelen materializarse a nivel interno (por ejemplo, a lo
largo de la cadena de suministro).
A. Verdadero.
B. Falso.
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