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Módulo 1: Aproximación al campo de estudio de la Psicología Social.

• Discusión inicial para una aproximación al campo: tradiciones y


problemas actuales.
• Reconstrucción histórica del campo de la Psicología Social. Tendencias
hegemónicas y demandas socio-históricas. Aportes de otras ciencias
sociales.
• Supuestos epistemológicos, ontológicos y metodológicos de las
diferentes posturas en Psicología Social.
• Crisis y rupturas en lo socio-político que repercuten en la producción
de Psicología Social en América Latina. Desarrollos en América Latina y
Argentina de posiciones críticas de la psicología: la psicología
comunitaria y la psicología social operativa

IBAÑEZ GRACIA, T. (1990). Capítulos: La inexcusable exigencia genealógica;


Las grandes orientaciones teóricas tradicionales; Epílogo. En
Aproximaciones a la Psicología Social.
El propósito que guía esta obra es el de ayudar a hacer comprender cuál es la naturaleza del
enfoque psicosocial, cuáles son sus características y sus límites. Para conseguir este objetivo es
preciso investigar el proceso histórico a través del cual se fueron delineando los conceptos, las
orientaciones y los contenidos. Al rastrear con sentido crítico a la memoria histórica de la
psicología social, aparece como una disciplina problemática, estructurada por múltiples líneas de
tensión que la obligan a proceder a un constante examen crítico de sus propias fundamentaciones.
Dar cuenta de la psicología social es dar cuenta de una materia problemática que debe
acrecentar las inquietudes y el deseo de saber de quienes se acercan a ella, en lugar de
apaciguarlos y calmarlos.

PARTE I: LA CONSTITUCION Y EL DESARROLLO DE LA PSICOLOGIA SOCIAL


1. LA INEXCUSABLE EXIGENCIA GENEALÓGICA
La afirmación de que la psicología social tiene varios pasados abre un debate en cuanto a la
naturaleza del discurso histórico y en cuanto a la naturaleza de la causalidad social. Existen varias
formas de escribir la historia de una realidad actual, la forma en que se escribe una historia puede
afectar, con mayor o menos fuerza, la configuración misma del presente. La forma de relatar el
pasado influye necesariamente sobre el futuro, puesto que afecta el presente.
En este sentido, ninguna historiografía es ‘inocente’. Por ejemplo, la historia de la psicología social
publicada por Gordon Williard Allport en 1954 convertida en la historiografía estándar de la
disciplina, contribuyó probablemente a fortalecer la orientación positivista, individualista y
experimentalista de la psicología social. Los tópicos historiográficos establecidos por G.W. Allport
se daban por supuestos en casi todas las presentaciones históricas de la psicología social: la
investigación científica en la disciplina se inauguraba en 1897 con N. Triplett. La aparición
académica de la psicología social acontecía en 1908 con sus dos primeros manuales. La psicología
social tenía una rica ascendencia europea, pero en suelo americano había conseguido germinar,
florecer y dar sus frutos más científicos. La psicología social, además, había sido “descubierta” por
Auguste Comte.
Tuvieron que transcurrir muchos años antes de que se empezara a cuestionar cada uno de estos
tópicos. Si bien era cierto que la psicología social había conocido su más intenso desarrollo en
suelo americano, esto no podía interpretarse más que como el resultado lógico de un proceso
mucho más general de americanización del conjunto de las ciencias sociales. Además, era muy
aventurado situar en Auguste Comte el descubrimiento de la psicología social. La presentación que
hacía Allport de la postura de Comte adolecía de múltiples sesgos y considerables errores fácticos.
Quedó al descubierto la función ideológica desempeñada por los principales puntos de referencia
históricos elegidos por la persona a quien se encargó presentar la historiografía oficial de la
disciplina. El relato de Allport se quedaba en una ejemplificación típica de la llamada historia
whiggish, es decir, de una historia escrita por los vencedores y orientada a “producir una historia
que no es sino la ratificación e incluso la glorificación del presente”. La historiografía whiggish
trata de legitimar el presente buscando en el pasado la confirmación de las creencias y de los
valores actuales. Así por ejemplo, en vez de conceder un relieve particular al año 1908, Allport
hubiera podido elegir muchas otras fechas para ilustrar la aparición de los primeros tratados de la
psicología social.
En lugar de fomentar la impresión de una nítida y brusca irrupción de la psicología social en el
mundo académico, emergiendo desde la psicología y desde la sociología, lo que hubiera
enfatizado con la elección de fechas más remotas, es la confusa, lenta y multifacética emergencia
de la disciplina.
Pero es evidente que de esta forma no se hubiera podido dotar a la disciplina de una legitimación
positivista.
Las elecciones históricas de Allport fueron las que fueron y la autoconsciencia histórica de los
psicólogos sociales resultó de esas elecciones. El experimentalismo de Triplett y el positivismo de
Comte constituían puntos de referencia perfectamente adecuados para caracterizar esa psicología
social estadounidense. El problema es que la versión historiográfica de Allport engendraba efectos
prescriptivos, legitimando históricamente una determinada concepción de la psicología social.
Estos efectos fueron tanto más potentes cuanto que la aceptación acrítica de la historia elaborada
por Allport se vio fuertemente favorecida por dos factores nada desdeñables: el desinterés
mayoritario de los psicólogos sociales por la historia en general, y por la historia de su propia
disciplina en particular, y la constante reedición del texto de Allport a lo largo de las sucesivas
nuevas ediciones.
Una ciencia sin memoria está a la merced de las fuerzas del día. La historia de la psicología social,
concebida como un análisis crítico del pasado para alcanzar una mejor comprensión del presente,
aún queda por escribir. Quizás el rechazo del “mito de origen” construido por Allport constituya un
primer paso en esa dirección.
En cuanto se resquebraja la fe positivista, se impone con claridad, la idea de que las disciplinas
científicas, lejos de constituir productos naturales, son el resultado de un conjunto de prácticas
sociales, históricamente situadas y propias de una sociedad determinada. Se torna imprescindible
calibrar con la máxima atención la naturaleza de las determinaciones sociales que incide sobre
ellas y que conforman sus características. Las formas de conocimiento que caracterizan hoy por
hoy la psicología social no pueden ser entendidas adecuadamente mientras sus orígenes sociales
permanezcan ocultos.
Entiendo que una de las huellas dejadas por la crisis que se manifestó en el seno de la disciplina
durante los años setenta es precisamente la emergencia del interés por la historia de la psicología
social. La reflexión crítica sobre las características dominantes de la psicología social, así como el
malestar expresado en relación al estado actual de la disciplina, condujeran lógicamente hacia una
preocupación por estudiar la trayectoria que había conducido a la psicología social hasta ese
supuesto impás teórico y metodológico, tomando consciencia de que “las formas presentes tienen
su particular naturaleza en virtud de su pasado, con lo cual la comprensión del presente exige la
comprensión de su génesis.
Se suele decir que el interés prestado a la propia historia constituye un indicador fiable del grado
de madurez alcanzado por una disciplina. La psicología social empieza a evidenciar, desde hace
algunos años, que está alcanzando una fase de madurez. Desde los principios de los años setenta,
se acumulan indicios de un creciente interés por la historia de la disciplina.
Entiendo que la preocupación por la historia sólo se torna realmente fructífera cuando deja de
ceñirse a una preocupación meramente historiográfica. Lejos de encerrar la historia en un museo,
se trata de utilizarla como un instrumento para forjar el futuro de la psicología social esclareciendo
su presente. De lo que se trata es de realizar un análisis historiográfico que constituya a la vez un
análisis contextualista y un análisis crítico. Contextualista porque no se puede entender
adecuadamente la psicología social si no se la sitúa en el amplio movimiento de ideas que tardó
varios siglos en fragmentarse para dar paso a las diversas disciplinas que constituyen las actuales
ciencias sociales humanas. Cada una de estas disciplinas sigue guardando las huellas de un pasado
indiferenciado. Es precisamente en el lento proceso de diferenciación disciplinar donde residen
algunos de los factores explicativos actuales de las características de esas disciplinas. Las
posibilidades de acceder a la inteligencia de la psicología social quedarían sin dudas mermadas por
el hecho de desarrollar una historia separada para esta disciplina, perdiendo de vista el fondo
común que la vincula con las restantes disciplinas que forman parte de su contexto de
conocimiento. El presente es el fruto del pasado y se puede afirmar incluso que el pasado,
transformado y sedimentado, late en el presente y que sigue teniendo en este sentido, una plena
actualidad. El presente emerge del pasado pero no está preinscrito en él. La genealogía consiste
en indagar el pasado desde el punto de vista del presente con el propósito de hacer que el
presente sea inteligible. La historiografía debe ser contextualista en el sentido de que debe
abarcar el tronco común de la reflexión sobre lo social, pero el contextualismo sería muy
insuficiente si se redujese a una historia de las ideas. Es preciso atender a las condiciones sociales
que incidieron en la conformación última de la psicología social. No se pueden negar
acontecimientos como la Revolución francesa, ni procesos sociales como la industrialización de las
sociedades europeas, ni tampoco coyunturas históricas tales como el auge del período militar
industrial de Estados Unidos.
Además de ser contextualista, pretende ser una historiografía crítica. En primer lugar, porque una
de las principales funciones que asigno a la investigación histórica consiste en poner al descubierto
los supuestos implícitos y las tomas de partido enmascaradas que subyacen en muchas delas
formulaciones que se dan por sentadas en una disciplina. En segundo lugar, pretendo indicar
simplemente cierta distanciación con las formas académicamente dominantes de la psicología
social (la psicología social mainstream), o por lo menos mostrar idéntica receptividad hacia las
posturas alternativas.

2. LAS GRANDES ORIENTACIONES TEORICAS TRADICIONALES Y SUS CORRESPONDIENTES


TEORIAS DE MEDIO ALCANCE

2.1Las orientaciones socio-conductistas


El conductismo metodológico de Watson influenció en la psicología sociales representada por
Allport consiguiendo prevalencia en el interés por la conducta observable y la operacionalización
de los conceptos. Esto, dejó paso a las versiones menos radicalmente positivistas del conductismo.
En este sentido, Berkowitz y Bandura investigaron sobre el fenómeno de la agresión. Estas
investigaciones recalcan la importancia de los factores situacionales y las cuestiones o indicaciones
simbólicas que se hallan en una situación para desencadenar o facilitar la manifestación de
conductas agresivas. Bandura, desarrollaría una influyente teoría del aprendizaje social. Otros
aportes fueron: facilitación social (Zahonc), atracción interpersonal (A.Lott y B. Lott), conductismo
radical (Skinner), la teoría de la evolución (Darwin) entre otras.
Por encima de sus diferencias y controversias internas, las distintas orientaciones conductistas
comparten una misma convicción de que la conducta social se adquiere a través del proceso de
condicionamiento, instrumental o clásico. Su propósito es explicar las conductas sociales en
términos de los principios generales del aprendizaje para dar cuenta del conjunto de la conducta
humana. Es decir, predecir la conducta social a partir del conocimiento de eventos situacionales
y de la experiencia previa que haya tenido la persona con esos eventos.

2.2 Las orientaciones socio-gestálticas


La llegada masiva a EE.UU, durante los años 30, de psicólogos alemanes formados en la tradición
de la Gestalt, permitió que se estableciera un foco de influencia alternativo al que representaba el
conductismo. En efecto, su concepción molar de los procesos psicológicos, frente al
elementarismo del enfoque conductista, y su énfasis sobre la actividad constructiva del ser
humano, frente al determinismo ambientalista de los conductistas, hacían de la psicología un
instrumento más adecuado para elaborar los fenómenos psicosociales. Otros tres factores
contribuyeron a la extensión e influencia del gestaltismo:

• Adscripción de la Gestalt a la tradición experimentalista, la preservo de críticas positivistas


• Énfasis sobre el carácter activo del ser humano, lo que estaba en consonancia con el
pensamiento de los EE.UU.
• Resonancias fenomenológicas redundaban en la debilitación de los determinismos
socioestructurales.

En efecto, se acentuó el aspecto fenomenológico, el interés por los aspectos cognitivos internos,
el reduccionismo psicologista e individualista, experimentalismo, el anti- historicismo y el
acercamiento con el interaccionismo simbólico.
La teoría del campo (Lewin) parece reconocer el carácter determinante del entorno, ya que
presenta al individuo como un ser inmerso en un campo de fuerzas, cuya composición ultima
decide la manera en que actúa la persona. Lo que realmente importa para predecir la conducta no
es tanto la forma en que una persona ha llegado a una determinada situación, sino la propia
situación tal y como esa persona la vive en el momento presente. Esta teoría se apoya en el
concepto de sistema pero adoptando una perspectiva dinámica que considera los sistemas en un
estado de permanente tensión. Estos mismos conceptos constituyen elementos nucleares de la
otra gran fuente de inspiración de las teorías de la herencia cognitiva, es decir, de la teoría del
equilibrio estructural (Heider). Ambos autores consideran que para poder explicar la conducta no
es suficiente con tomar en cuenta las características de la situación, sino que también es necesario
conocer la forma en que la persona constituye psicológicamente esa situación.
Otro autor importante es Asch, que contribuye con sus estudios a la formación de las
impresiones, según la cual la percepción presenta propiedades estructurantes de la
representación de la realidad y esta modulada por factores subjetivos. Años después, estudio el
fenómeno del conformismo social, que marco una generación de investigaciones de la presión
social del grupo y sobre los procesos de influencia desembocando en otros trabajos.
2.3 Las orientaciones psicoanalíticas
El propio fundador de la escuela psicoanalítica desarrollo su peculiar análisis de algunos
fenómenos psicosociales, publicando textos sobre la génesis del hecho social, las características de
la cultura y la psicología de las masas.
La influencia del psicoanálisis se dejó sentir esencialmente a través de tres corrientes:
Los neo-freudianos se inspiraron básicamente en la crítica que Adler dirigió al biologismo de Freud
y a su excesiva centración sobre la libido. Autores como Kardiner, Fromm, Horney, Sullivan,
Erikson, analizaron la relación entre persona y sociedad, otorgando mayor importancia a los
factores culturales de la sociedad. A través de Kardiner, los neo-freudianos, incidieron en el
desarrollo de la antropología cultural.
Los freudo-marxistas provinieron de la escuela de Frankfurt, como es el caso de Marcuse y
Adorno, y a través del trabajo realizado por este último sobre la persona autoritaria se ejerció la
influencia más visible de esta corriente en la psicología social.
Los post-freudianos recalcaron la relativa autonomía del yo respecto de las otras instancias de la
personalidad, desembocando en el Ego Psychology que no tendría mayor influencia en la
psicología social.
La orientación psicoanalítica nunca ejerció una influencia preponderante en la psicología social.

2.4 La orientación de la teoría del rol


El concepto de rol social es esencial dentro de la psicología social. Es un buen candidato para
proporcionar un punto de articulación teórica entre sociología y la psicología social.
Mead utilizó la noción de rol para dar cuenta de la socio génesis de las personas. En efecto, la
capacidad de adoptar la posición del otro y de articular hacia sí mismo desde esa posición, es
decir, en definitiva el proceso de toma de rol, constituye según este autor uno de los
mecanismos básicos de la socialización y de la interiorización de las normas sociales, a la vez que
proporcionan un instrumento para construir su propia identidad.
Linton contribuyó a desarrollar la teoría del rol mostrando la importancia que revisten los roles asi
como los diversos estatus, asignados o adquiridos, que ocupa el individuo en el seno de una
sociedad para configurar las bases culturales de la personalidad. Hubo diversas investigaciones
sobre roles sociales, como por ejemplo: naturaleza de roles sexuales, juego de rol, conflicto de rol,
entre otros.
En una obra de Goffman, se encuentran los planteamientos que formulan las consecuencias de la
metáfora dramatúrgica implícita en el proceso de concepto de rol.

2.5 Las orientaciones del interaccionismo simbólico


Esta corriente constituye una rica corriente psicosociológica que se contrapone a la psicología
social individualista, nutriéndose de: Mead, James, Dewey, entre otros.
Blumer, en 1937, bautizó a esta corriente con el nombre que lleva, quien se convirtió en su
portavoz más visible y la define en base a tres premisas:

a. El reconocimiento de que lo propio de los seres humanos radica en actuar en relación con los
objetos a partir del significado que éstos representan para ellos. Es importante entender cuál es la
definición subjetiva que da a la situación el propio individuo. Es decir, que la génesis de los
significados se ubica en la propia interacción.
b. El significado de los objetos emerge a partir de las interacciones que el individuo teje con sus
semejantes. No se trata de que los demás nos enseñen cuál es el significado, ni que los demás nos
transmitan, sino que son las propias personas quienes lo construyen o reconstruyen, a través de
sus interacciones sociales. Este punto de vista, guarda una evidente relación la tesis de Vigotsky
acerca de la anterioridad de lo interpsicológico sobre lo intrapsicológico, apunta dos supuestos
básicos:

• Reflexividad: propiedad esencial del ser humano. Para que la interacción social pueda
desarrollarse, es necesario que el individuo tenga la capacidad de situarse en la posición
de los demás y de contemplarse a sí mismo como objeto para los demás.
Nociones capitales: significados compartidos, de intersubjetividad y de propositividad de
la conducta.
• Actividad de la construcción de conocimiento: se construye a través de la intervención
concreta de las cosas. Ésta proporciona un feed- back o una información en retorno. El
conocimiento de lo social se adquiere, a través de la propia actividad desplegada por el
sujeto en el transcurso de las interacciones sociales. Esta idea apunto al ser humano como
un agente activo y también marca la diferencia entre el interaccionismo simbólico y las
orientaciones cognitivas.

c. El carácter activo del agente humano.

La construcción del significado de una situación no transcurre exclusivamente en la cabeza del


individuo, sino que resulta de un proceso de negociación personal a través del cual se va
perfilando el significado compartido de la situación. Entonces, el significado no está
exclusivamente en las cosas, tampoco constituye una aportación ya hecha proporcionada por los
demás o por el propio individuo, sino que se construye en la interacción a través de la
negociación activa.
El interaccionismo centró sus temas de investigación en torno a la constitución de la identidad
social, la temática de roles, el lenguaje y la comunicación.
Las investigaciones de Goffman no pueden presentarse como una pura expresión de este enfoque.
Sin embargo, sus estudios naturalistas, a cerca de la manera en que las personas desempeñan sus
papeles y utilizan sus recursos simbólicos durante las interacciones cotidianas, han contribuido a la
problemática.

Orientación Orientació Principales Principales aportes teóricos


n aportes
Principales Metodológicos
autores
referentes
Socio - Floïd Explicar las La conducta social se adquiere
conductistas Allport conductas fundamentalmente a través de un proceso de
Hull sociales en condicionamiento
Spence términos
de aprendizajes,
válidos
según los
conductistas
para
dar cuenta del
conjunto del
conjunto de la
conducta
humana
Socio - Kurt Lewin Adscripción a Aspecto fenomenológico:
gestaltis Fritz Heider una Acercamiento con el interaccionismo simbólico.
tas Solomon tradición Interés procesos cognitivos
Asch experimentalist internos: el individuo
a que la Interpreta/construye la realidad.
preservó de Reduccionismo psicologista e
muchas Individualista.
críticas Ahistoricismo: centración sobre el aquí y
positivistas ahora
Teoría de campo (Lewin)
Teoría del equilibrio estructural (Heider)
Estudios sobre la formación de las impresiones
y conformismo social (Asch
Psicoan Sigmund Relación persona sociedad otorgando mayor
alíticas Freud importancia a los factores culturales de la
Neofreudia personalidad (Neofreudianos)
nos: Escuela de Frankfurt: Adorno trabajó sobre la
Abraham personalidad autoritaria (Freudomarxistas)
Kardiner, Relativa autonomía del yo respecto a otras
Erik Erikson instancias de la personalidad (Postfreudianos)
Freudomar
xista
s:
Theodor
Adorno
Postfreudia
nos
Teoría George Noción de rol para dar cuenta de la sociogénesis de
del rol Herbert las personas.
Mead La capacidad de adoptar la posición del otro y de
Ralph actuar hacia sí mismo desde esa posición: proceso de
Linton toma de rol, que constituye uno de los mecanismos
Erving básicos de la socialización y de la interiorización de las
Goffman normas sociales, y proporciona un instrumento para
construir la propia identidad.
Abordaje de temas como: naturaleza de los roles
sexuales, diferencia “toma de rol” y “juego de rol”, y
conflicto de roles.
Interacc El IS se Afinidades con a- reconocimiento de que lo propio de los seres
ionismo nutre de: la humanos consiste en actuar en relación con los
Simbóli George H. etnometodologí propios objetos a partir del significado que éstos
co Mead a y la etnografía representan para ellos. Para explicar la conducta
William humana es menester entender cuál es la definición
James subjetiva que da a la situación el propio individuo
(énfasis sobre la dimensión fenomenológica de la
John realidad). El significado de los hechos emerge a partir
Dewey de las interacciones sociales que el individuo teje con
Escuela de sus semejantes. Son las propias personas
Chicago quienes construyen o reconstruyen el significado de
Quien la las cosas a través de sus interacciones sociales. Este
define punto de vista
en apunta a dos supuestos básicos:
base a tres reflexividad: os actores sociales no son
premisas: radicalmente ajenos a los otros, sus
Herbert actuaciones respectivas se articulan entre sí.
Blumer Es necesario que el individuo pueda
contemplarse como objeto para los demás.
Actividad en la construcción del conocimiento:
el conocimiento se construye a través de la
intervención concreta con las cosas. Esta
intervención
proporciona un fedback, o una
nformación en retorno. El conocimiento social
no se adquiere si no es a través de la
propia actividad desplegada por el sujeto en el
transcurso de las interacciones sociales. Idea
que apunta a una concepción del ser humana
en términos de agente activo.
Cestructuración activa de la realidad: el actor
selecciona, comprueba, suspende, reagrupa y
transforma los significados a la luz de la
situación en la que se halla y en función de la
orientación de su acción. La
construcción de significado resulta de un
proceso de negociación interpersonal a
través del cual se va perfilando el significado
compartido de la situación. El significado no
está en las cosas, sino que se construye en la
interacción a través de una negociación activa

EPÍLOGO
El autor ha intentado aportar elementos para ayudar a la comprensión de lo que significa la
psicología social en tanto que institución social comprometida con la producción, organización y
sistematización del conocimiento en un campo delimitado de la realidad social.
Es necesario sortear los escollos de la historia wighish y emprender una genealogía critica que
permita entender el presente en termino de sus condiciones de constitución histórica sin
privilegiar aquellas orientaciones que, se han convertido en las orientaciones vertebradoras de la
configuración actual de la disciplina.
La americanización de la psicología social ha tenido un impacto esencialmente reduccionista sobre
la disciplina afectando simultáneamente:
• al campo sustantivos de los fenómenos abarcados por la psicología social
• a la fundamentación epistemológica de la disciplina
• a su apertura interdisciplinar
• a las raíces históricas y a la pluralidad cultural de la psicología social
• al propio concepto de lo ‘social’
• al ámbito de las metodologías disponibles

a. Reducción del campo sustantivo de la psicología social


Aunque la psicología social naciera como disciplina intersticial entre la psicología y la sociología,
esto no implicaba en absoluto que sus unidades de análisis tuvieran que ser de un tamaño
intermedio entre las unidades de la psicología y las de la sociología. Por ejemplo: el estudio de las
motivaciones pertenece tanto al campo de la psicología como al de la psicología social.
Tampoco significaba que los fenómenos por tal disciplina estudiados tuvieran que ser fenómenos
residuales en el sentido de no pertenecer ni al campo de la psicología ni al de la sociología. Sin
embargo, la tónica dominante en psicología social consistió en ceñir el alcance de la disciplina a los
estrictos límites marcados por una situación de la disciplina intersticial. La psicología social redujo
paulatinamente su ángulo de miras hasta hacerlo coincidir prácticamente con el impacto de los
factores sociales sobre el individuo.
Se individualizó lo social y se desocializó lo individual legitimando una insostenible dicotomía entre
individuo y sociedad.

b. Reducción de la fundamentación epistemológica


La psicología social se constituyó en un contexto de tensiones epistemologías, donde las
perspectivas positivistas positivistas coexistían con las tendencias historicistas, realistas, entre
otras. El horizonte epistemológico se fue restringiendo hasta dejar predominante a la racionalidad
analítica del empiricismo positivistas. Entonces, el interés recayó en el control y la predicción.

c. Reducción de la apertura interdisciplinar


El dialogo inicial que la psicología social tenía con otras disciplinas se fue conviertiendo en un
diálogo casi exclusivo con la Psicología en general, lo que implicó la perdida de la posibilidad de
enriquecerse con perspectivas diversificadas y amplias, y también poder incidir con los
conocimientos producidos desde otras disciplinas.

d. Reducción del trasfondo histórico y del pluralismo cultural de la psicología social


Durante varias décadas la psicología social sólo existió en suelo norteamericano. Esto trajo como
consecuencia:

• Limitar el caudal de formulaciones teóricas que alimentó la emergencia y la constitución


de la psicología social como disciplina específica, reduciéndose a simples aportaciones.
• Sensibilidad de la psicología social ante circunstancias ideológicas y problemáticas
culturales de su medio ambiente, entonces, se convirtió en una disciplina hecha a la
medida de los problemas y características de la sociedad norteamericana, perdiendo
oportunidades de diversificar sus producciones.

e. Reducción del propio concepto de lo social


La amplia y diversificada, pero difícilmente operacionable, dimensión social de los fenómenos
humanos tendió a equipararse con objetos concretos cuyas características pudieran ser
manipuladas con el rigor de una ciencia basada en el control y la predicción. Lo social, entonces, se
limitó a designar simplemente a los demás.

f. Reducción metodológica
La reducción epistemológica trajo como consecuencia el hecho de que casi todos los sistemas de
incentivación articulados por la disciplina para “recompensar” a sus miembros, descansaran sobre
la realización de investigaciones experimentales. Promociones académicas, recursos para la
investigación, reconocimientos institucionales; eran función esencialmente de las investigaciones
publicadas y las revistas sólo aceptaban textos con resultados estadísticamente significativos. De
esta forma, el método experimental tendió a constituirse como el método de validación
cuasiexclusivo de los conocimientos psicosociales.
En definitiva, la configuración contemporánea de la psicología social se realizó a través de una
serie de reducciones que dejaban al margen de la disciplina muchas otras opciones teóricas y
procedimientos prácticos. Se ha manifestado una clara tendencia a superar esos reduccionismos y
a abrir la psicología social a horizontes más plurales en todos los aspectos mencionados. La
diversidad de perspectivas y planteamientos solo puede contribuir a enriquecer nuestro
conocimiento social.
Dentro de un marco plural cada investigador puede desarrollar sus propias opciones y situarse en
la orientación precisa que le parezca más convincente.
Las vías más provechosas para la disciplina pasan por tres cuestiones esenciales:
- La reformulación de lo social
La dimensión social no puede definirse en términos de una tipología de objetos. No es la
naturaleza del objeto sino el tipo de relación en que está prendido quien quien le confiere su
dimensión social.
Lo “social” posee una consustancialidad con lo simbólico. No aparece hasta el momento en que se
constituye un mundo de significados compartidos entre varias personas. Es este fondo común de
significaciones el que permite investir a los objetos con una serie de propiedades que no poseen
de por sí, sino que son construidas conjuntamente a través de la comunicación y que se sitúan por
lo tanto en la esfera de los signos. Lo “social” es distinto de lo colectivo e incluso de las relaciones
interindividuales y de las actuaciones conjuntas.
Por su vinculación con la dimensión simbólica y con la construcción y circulación de significados,
cualquier cosa que denominemos “social” está íntima y necesariamente relacionado con el
lenguaje y con la cultura.
Lo “social” sólo existe en el marco y por medio de la intersubjetividad. Nada es social si no es
instituido como tal en el mundo de significados comunes propio de la colectividad de seres
humanos.
Lo “social” no radica en las personas, ni tampoco fuera de ellas, sino que se ubica precisamente
entre las personas, en el espacio de significados del que participan o que construyen
conjuntamente.
Lo “social” se construye efectivamente en la interacción entre las personas. La interacción de lo
que surge lo social se articula en torno a una serie de prácticas muy concretas, entre las cuales
figura la comunicación en un lugar privilegiado. El propio lenguaje conlleva una serie de
preinterpretaciones constitutivas. Los significados elaborados en el espacio intersubjetivo no son
ni mucho menos independientes del bagaje acumulado a través de la historia de la colectividad a
la que pertenecen las personas.
El ser humano se construye como agente social. Las personas son seres sociales
independientemente de la forma en la que se las trate. El ser biológico empieza a constituirse
como ser social en el preciso momento en que viene al mundo, y esta construcción se prosigue
precisamente a través de la comunicación que establece con los demás y a través de su
participación en el espacio de la intersubjetividad. Lo social no es algo que “incide sobre” la
persona o que la “condicione” de alguna forma, sino que es la sustancia misma con la que esa
persona está constituida como tal persona. El individuo, cuando lo reconocemos como persona es,
esencialmente, una entidad socialmente construida.
El individuo se construye como realidad social gracias a la reflexividad y mediante su participación
en la construcción de la intersubjetividad. El individuo es intrínsecamente un objeto social, y sería
absurdo separar individuo y sociedad como si se trataran de objetos distintos. Desde esta
concepción de lo social, las estructuras sociales tan sólo existen a través de su continua
producción por parte de los individuos a través de las prácticas que desarrollan y de los
significados que construyen, y los individuos sólo existen a través de su participación en las
estructuras sociales.
Son muchas las implicaciones que esta ampliación tiene para la psicología social. El lenguaje, la
comunicación y las actividades simbólicas adquieren un estatus particular en las prioridades de
investigación. El interés por el lenguaje implica así también conceder una importancia particular al
enfoque histórico de la cultura de los pueblos, e implica, a nivel metodológico prestar especial
atención a los aportes de la hermenéutica. El campo de la psicología social se extiende mucho más
allá de lo individual, para abarcar las prácticas sociales, la intersubjetividad, la construcción de los
significados sociales y la continua reproducción y transformación de las estructuras sociales a
través de las prácticas sociales individuales y colectivas. La difuminación de la dicotomía
individuo/sociedad obliga a la consideración simultánea de varios niveles de realidad. El hecho de
que lo social sea obra de los seres humanos y resulte de sus propias actividades de construcción le
otorga un estatus particular en cuanto a objeto de conocimiento.
- La redefinición de los supuestos epistemológicos
Además de considerar que el interés por el control y la predicción no debería primar sobre otros
intereses, como por ejemplo el de la comprensión, entiendo que la concepción verificacionista del
conocimiento y la teoría de la verdad como correspondencia con la realidad han dejado de
constituir un punto de referencia legítimo para la investigación científica. Frente a la epistemología
neopositivista es preciso recoger las aportaciones de la nueva filosofía de la ciencia y los aspectos
más interesantes de esas dos epistemologías contrapuestas, que son el realismo y el
neopragmatismo.
Realismo: resulta provechoso conservar la idea de que los fenómenos que observamos obedecen
a causas que radican en las estructuras de la realidad, y están conectadas con sus efectos
mediante relaciones necesarias. La realidad que describimos existe con independencia de nuestras
descripciones, aunque sólo pueda ser conocida bajo descripciones particulares. El realismo es
compatible además con la idea de que las causas pueden no producir necesariamente sus efectos
porque, por ejemplo, se ven neutralizadas con otras causas que actúan en la estructura de la
realidad. El realismo permite rehabilitar de esta forma el concepto de causas sociales e impide que
se disuelva la realidad de las estructuras sociales en el nivel fenomenológico de su percepción.
Neopragmatismo: resulta provechoso retener su anticartesianismo y la negación de la dicotomía
entre espacio mental “interior” y realidad “exterior”, así como su antiesencialismo.
Es preciso retener también su rechazo a todo fundamentalismo epistemológico. Es preciso aceptar
su crítica del conocimiento como espejo de la realidad y su concepción construccionista del
conocimiento científico. Se pueden considerar válidas también tanto su crítica de la epistemología,
y la correspondiente sugerencia de sustituirla por una sociología de la ciencia, así como su
consideración del diálogo racional.
La reconceptualización de la ciencia como producto y práctica social orienta la atención hacia los
ineludibles efectos sociales que el diálogo científico ejerce sobre la conformación misma de la
sociedad. Los conceptos y el lenguaje científico, sobre todo los que se elaboran en las ciencias
sociales, infiltran el lenguaje del sentido común engendrando nuevas formas de concebir el mundo
social y el propio ser social. Esto plantea la necesidad de considerar la psicología social no sólo en
términos de su “objeto”, sino también de sus “objetivos”: asumir el objetivo de la psicología social,
reconocer el sujeto, tiene sendas implicaciones prácticas y teóricas que van desde el moverse en la
cotidianeidad, hasta aceptar las escalas de valores como ingredientes contextuales de toda
situación.
La psicología social es científica si enfatizamos el aspecto de conocimiento organizado con la
función de producir interpretaciones sistematizadas de su campo de estudio. Como conocimiento
fundamentado socialmente, produce interpretaciones que alteran necesariamente, y en mayor o
menor grado, la propia organización social. Como psicólogos sociales somos personas que se
proponen de modo riguroso hacer transparentes ciertos procesos del vivir cotidiano que no
aparecen con claridad a primera vista.
La reinserción teórico-práctica del conocimiento científico en el seno de la sociedad reinserta
también ese tipo de conocimiento en el contexto más amplio del conocimiento humano,
difuminando de esta forma la tajante ruptura epistemológica introducida por el neopositivismo.
El conocimiento científico vuelve a compartir muchas de sus características con el conocimiento
elaborado por las propias personas en el transcurso de sus prácticas cotidianas.

DOMENECH M. e IBAÑEZ T (1998). La Psicología Social como


crítica.

En los años 70 Gergen reclama para la psicología social un nuevo lugar como ciencia histórica,
alejándose de las ciencias naturales positivistas, rechazando el método científico y la posibilidad
de establecer leyes sobre la conducta social. Apostaba por una compresión de la realidad social en
la que los mismos fenómenos estudiados son transformados por el desarrollo socio histórico. No
solo consideraba que las teorías psicosociales estaban determinadas y dependían del momento
socio histórico, sino que los conocimientos elaborados constituyen un factor de cambio de los
fenómenos estudiados.
El texto de Gergen aparecía en un momento clave en la formación de una nueva psicología social,
contribuyendo al clima de crisis que impregno en los años 70 y 80. Proceso de convulsión meta
teóricas y metodológicas que transcendían a una revisión habitual del cuerpo de conocimiento, y
constituía un cuestionamiento al sentido global de la propia disciplina.
Se acusaba a la psicología social de carecer de relación con la realidad social, llevando a cabo
investigaciones insustanciales y de poca relevancia, crisis que surge como como efecto retardado
de la crisis que enfrentaba el positivismo. Dando lugar a dos alternativas a seguir: a) continuar
dentro de la corriente dominante, la psicología social como ciencia positivista. B) abrir el paso a
una nueva corriente, la psicología social como critica.
Pareciera que la psicología social como critica solo se limita a desmantelar las creencias de la otra
corriente, sin aportar nada original. Sin embargo, hay una propuesta alternativa, ya que la
deconstrucción de algo siempre implica la reconstrucción.

• La psicología positivista adopta los métodos de investigación de las ciencias


naturales, en donde los objetos existen con independencia del sujeto, la
realidad existe como algo independiente de la acción humana, y dentro de la
ciencia solo se estudia objetos concretos aprensibles a través de métodos
empíricos. La ps. Social como critica cuestiona la existencia de la realidad
como independiente del modo de acceso de los sujetos, no es posible
distinguir entre nuestra compresión del mundo y el mundo como tal. Lo que
tomamos como objetos naturales son objetivaciones que surgen de nuestras
convenciones y prácticas.
• La ps social positivista plantea una concepción representacionista del
conocimiento, solo es válido en la medida en que representa el objeto, es
decir que establezca una correspondencia entre el conocimiento y la realidad.
El error aquí es en creer que comparamos la realidad con su representación
por otro lado. En realidad, solo estamos comparando entre si dos
representaciones de la misma realidad.
• Para la psicologia social positivista el método es lo que debe hacer posible que
las condiciones de producción del conocimiento científico no lo determinen, el
resultado no debe estar determinado ni por las características del
instrumento, ni por el momento socio histórico, ni por el sujeto producto de
conocimientos.
• Los científicos sociales de corte positivista piensan que existe la posibilidad de
elaborar un conocimiento superior a cualquier otro tipo, y que ese
conocimiento es gracias a la correcta utilización de la ciencia. La ciencia, es un
proceso que garantiza la autonomizacion del producto respecto de sus
condiciones particulares de producción. Por eso la producción del
conocimiento científico debe ser un proceso sin sujetos, desde ningún lugar,
ahistorico y asocial.
• La producción de conocimiento requiere como garantía la constrastabilidad
empírica de los enunciados que genera. De este modo el conocimiento
científico se establece como un conocimiento eficaz, acumulativo y auto
corregible.
• La psicología social critica no puede pasar por alto las diferentes prácticas
sociales y culturales de producción de conocimientos. Afirmando que el
conocimiento es relativo, relativo a unas prácticas, a un contexto histórico y
cultural, implicando en los mismos los intereses científicos. Aceptar el
relativismo, supone rechazar todo principio trascendental, no creyendo en
una única verdad caracterizada por su poder absoluto. La psicología social
como critica se aboca al estudio de los procesos por los cuales se elabora el
conocimiento científico que tomamos por verdadero, demostrando el
atravesamiento por la estructura del proceso por el cual han sido generados.
• Desde la psicología positivista el proceso de sustracción de la verdad del
dominio público, tiene como consecuencias la ocultación de la implicación e lo
político en la producción de la verdad. Para esta disciplina la ciencia debe
estar alejada de la política.
• Al contrario, postula la necesidad de considerar la dimensión política de la
disciplina. El psicólogo social debe asumir el carácter de agente político, al
producir conocimiento sobre la realidad misma.
• La psicología social critica remarca la importancia de la interpretación, lo que
implica la recuperación de la metodología cualitativa que permite atender a
los significados subjetivos, situados y construidos que se dan en la interacción
humana.
• La psicología social critica es transdiscplinaria, integra planteamientos propios
de otras disciplinas, como la antropología, sociología, historia, ciencias
naturales, neurociencias, etc. (no interdisciplinaria no recoge la naturaleza
hibrida de la psicologia social critica, requiere su sustitución, que implica la
división del conocimiento entre disciplinas)
• Tiene carácter de metadiscurso, un tipo de discurso de alto nivel de
generalidad y abstracción que apunta a generar teorías que cuestionan las
asunciones dominantes de la cultura y propicien la reconsideración de todo
aquello que se presenta como evidente, generando nuevas alternativas.

MONTERO M. (Comp) (1994) Un Paradigma para la Psicología Social.


Reflexiones desde el quehacer en América Latina. En Construcción y Crítica
de la Psicología Social. La noción de paradigma
Definir que es un paradigma no ha sido tarea sencilla debido a su pluralidad de significados. Kuhn
es responsable de introducir al menos tres tipos de significados para la noción de paradigma: el
paradigma como una unidad metafísico filosófica; el paradigma como una entidad de tipo
sociológico, y el paradigma como artefacto o construcción de carácter más bien concreto.
Para este autor un paradigma es “una o más realizaciones científicas… que una comunidad
científica particular reconoce durante cierto tiempo como fundamento para su práctica
posterior…”. Además, un paradigma establece los criterios para la elaboración de las herramientas
apropiadas para resolver rompecabezas disciplinarios. Es una realización científica concreta que
como foco de entrega profesional es anterior a los diversos conceptos, leyes, teorías y puntos de
vista que pueden abstraerse de ella.
Por otra parte, para Mumné los paradigmas en psicología social específicamente derivan de
modelos del hombre, lo cuales se ubican a su vez en las concepciones de la ciencia o
metaparadigmas, cuyo referente último es el ámbito disciplinario entendido como un marco
epistemológico sustantivo.
Para Mumné, un paradigma es un conjunto coherente y relativamente autónomo de premisas
referentes a un determinado modelo del hombre, que proporciona un fundamento a diferentes
teorías de alcance medio, y eventualmente a varios marcos simplemente teóricos. Estas teorías o
marcos, obtienen su pleno sentido al tomar explícita o implícitamente dicho modelo como fuente
última de significado. Lo propio del paradigma será su carácter fundamentante, su condición de
modelo organizador y suministrador de una orientación epistemológica, un producto histórico en
cuanto es acumulativo. La posición de Mumné nos parece más clara de la de Kuhn, que no deja de
representar un punto de vista, que al partir de modelos de las ciencias naturales, continúa
sesgando la perspectiva de las ciencias humanas y sociales.
Entenderemos entonces como paradigma un modelo constituido por un conjunto sistemático de
ideas que presenta relaciones e interpretaciones acerca de la actividad humana, de sus
productores, de su génesis, de sus efectos sobre los seres humanos y sobre la sociedad, señalando
modos preferentes de hacer para conocerlos.

II. El paradigma dominante en la psicología


La psicología encuentra un panorama paradigmático en el cual las ciencias naturales en virtud de
un método (hipotético deductivo) ya sistematizado habían establecido modelos de interpretación
y conocimiento de la naturaleza. La posición intermedia de la psicología la llevaban a adoptar por
un parte, el modelo o paradigma metodológico de las ciencias naturales, y por otra, a adoptar
simultáneamente modelos o paradigmas de explicación de la actividad humana provenientes del
campo de la filosofía, ligadas sin embargo a corrientes filosóficas y sociológicas. Para lograr la
aplicación práctica de las segundas, su traducción en adquisición de conocimientos, faltaba crear
los modelos procedimentales, los artefactos, las construcciones metodológicas adecuadas a ellos.
Lo cual contrastaba con la productividad y eficiencia del modelo hipotético deductivo y con la
noción o paradigma de ciencia ligada a él.
Ese modelo será definitivamente adoptado por la psicología como paradigma de ciencia y
campeará en la disciplina haciendo sentir de manera dominante su influencia, hasta principios de
la década de los ’70 ’80, cuando se comienzan a sentir los atisbos de malestar e inconformidad, ya
que la visión del ser humano y las vías para estudiarlo son insuficientes. Un ejemplo fue el artículo
publicado por Gergen sobre la Psicología social como historia (1973).
El paradigma que dominado en la psicología se caracteriza de la siguiente manera:

1. Predominio del método hipotético deductivo (científico por excelencia), con la tendencia a
descalificar como ilegítimas a otras vías metodológicas.
2. Atemporalidad, predominio de estudios sincrónicos. Carácter histórico de hechos y fenómenos
como no científico.
3. Modelo metodológico experimentalista predominante. Las reglas relativas al control de
variables (que expresan dominio del investigador sobre la situación experimental) son vistas como
condiciones ideales y la vía más adecuada, segura, objetiva, válida, confiable para producir
conocimiento.
4. Clara separación entre el investigador y el sujeto de conocimiento. Investigador: activo,
controla, dirige, conoce los objetos y fines, inicia y finaliza la acción investigativa, que previamente
ha seleccionado o diseñado, sabe, es un experto, busca el conocimiento. Sobre el objeto de
investigación: se ejercen influencias, es sometido a la acción de determinadas variables, de él se
extraen u obtienen respuestas, acciones, reacciones; es pasivo y manipulable.
5. Los fenómenos psicosociales se rigen por procesos causales que actúan seleccionando pautas
de comportamiento de acuerdo con sus consecuencias.
6. Se reconoce la existencia de fuerzas sociales antagónicas, pero se supone una tendencia
teleológica: la necesidad de mantener un estado, de alcanzar un fin. Un postulado de este modelo
puede expresarse diciendo que conocido un fenómeno de él pueden deducirse sus causas. No hay
necesidad de introducir la dimensión histórica.
La inconformidad con este paradigma se venía haciendo sentir desde la década del ‘70. Aludimos a
las voces críticas dirigidas contra los postulados mismos del paradigma, contra una forma de ver la
ciencia, de hacer ciencia y de interpretar a los seres humanos en relación con su ambiente. El
surgimiento de la psicología comunitaria latinoamericana es un buen ejemplo. Esta rama de la
psicología se inicia en los ’70 en varios países latinoamericanos. Otro tanto va a suceder con la
psicología política, en la cual se da una evolución del paradigma dominante a un paradigma
coincidente con el que venía desarrollando la psicología comunitaria. La crisis de la psicología
social pro fin da frutos en el sentido de estructurar un nuevo paradigma.

III. El paradigma emergente


El paradigma que se ha venido construyendo durante las últimas décadas está constituido por los
siguientes postulados:

1. Carácter histórico de la psicología. Su objeto de estudio debe ser ubicado en el devenir, y está
constituido por hechos cultural y espacialmente anclados. Los fenómenos psicosociales se dan en
realidades específicas, teoría y método deben relacionarse con los cambios socioculturales.
Lo que supone:
a- la impredictibilidad de la conducta humana. Ya el hecho ocurrió y mientras se lo estudia, otras
cosas están ocurriendo, la situación se está transformando, es otra.
b- no se puede hablar de verdad. La psicología busca el conocimiento y este es histórico y
transitorio.

2. La realidad social como orientadora fundamental de los estudios psicológicos, lo que indica que:
a- la realidad es una construcción cotidiana.
b- la realidad social debe ser entendida desde una perspectiva dialéctica. Persona y sociedad se
construyen mutuamente.
c- la naturaleza de la realidad social supone un carácter simbólico. Se construye subjetivamente,
se comunica y por ende el producto es una realidad construida intersubjetivamente.
d-la psicología debe tomar en cuenta la realidad en la que se hace; tomar en cuenta la estructura
económica y social y sus efectos en la formación del ser social; ubicar la conducta en su contexto
social.

3. La psicología no es una ciencia objetiva a la manera de las ciencias naturales ya que su objeto es
diferente sus paradigmas provienen de modelos del hombre y no de modelos del mundo:
a- El método de la psicología debe apartarse de los cánones dictados para las ciencias naturales en
la medida en que estos pasan a constituirse en estructuras limitantes, y no asumir como modelo
fundamental el experimento. El método sigue el objeto y no viceversa, por lo cual debe ser
generado en función de la realidad estudiada.
b- No existe neutralidad ni en el modo de producción de conocimiento ni en los resultados que
produce.
c- Se abre la posibilidad y se reconoce la necesidad de producir métodos alternativos
(investigación, acción participativa, técnicas cualitativas, análisis de discurso…)
d- Se reconoce un nuevo rol para el psicólogo: el de agente y facilitador del cambio social, lo cual
supone una toma de consciencia de su inserción social y de los intereses históricos a los que sirve.

4. Los seres humanos poseen un carácter activo: son actores y constructores de su realidad. Por lo
tanto:
a- Quienes van a ser estudiados deben participar en la formulación de los objetivos de la
investigación, así como poder hacerlo en otras fases de la investigación.
b-Los sujetos de la investigación tienen derecho a conocer los resultados en tanto que
coproductores del conocimiento.
c- Se debe incluir la autogestión y participación en los modelos metodológicos.
d-La investigación psicosocial tiene dos sujetos: uno investigador externo y otro investigador
investigado, interno, proveniente de la situación investigada. Debe darse una relación horizontal,
ambos poseen conocimientos que deben ser objetos de intercambio.

5. Incluir en el estudio psicológico el punto de vista de los oprimidos, no hacer psicología


únicamente de la perspectiva del hombre promedio:
a-Los resultados de la investigación deben ser evaluados en función de sus efectos sobre la
realidad y no en función de lo que manifiestan sus realizadores.
b-La investigación está mediada por significados compartidos socialmente y construidos
culturalmente.
c- El estudio de las formas de consciencia y saber popular es parte del objeto de la psicología social
d-La psicología puede y debe incluir en su objeto formas de intervención psicosocial que tiendan a
fortalecer, rescatar y potenciar las virtudes y potencialidades de los desfavorecidos.

6. El conflicto es parte de la acción humana, su estudio debe estar incluido en el objeto de la


psicología:
a- Inclusión del estudio de la rebeldía y desviación
b- No privilegiar la normalidad
c- Reconocer e incluir en las teorías el interés político y la resistencia que se dan fuera de la
psicología.

7. Importancia del estudio psicológico de la ideología como fenómeno humano y producto


psicosocial, en el cual el individuo es sujeto tanto activo cuanto pasivo.

8. Necesidad de estudiar el cambio social en tanto producto de grupos y comunidades.

9. La psicología debe trabajar porque sus objetos de estudio, seres humanos, adquieran
consciencia y control sobre sus vidas y circunstancias vitales. Estudiar los procesos mediante los
cuales las victimas pueden devenir dueños de su destino.

10. Inclusión de los estudios sobre individuos y vida cotidiana:


a- Se reconoce el carácter generador de conocimiento del sentido común.
b- Los hallazgos y teorías de la psicología contienen, al igual que el sentido común, datos
contradictorios y conflictivos.

11. Carácter engañoso de la percepción, la cual se organiza dentro de interpretaciones mediadas y


mantenidas por el lenguaje.

12. Rechazo a la noción de progreso como elemento básico del paradigma de la psicología.

IV. Evolución, erosión y cambio de paradigmas


Cuando Kuhn hablaba de cambio de paradigma lo equiparaba a una conversión, interpretando ese
fenómeno de una manera que a nuestro parecer recuerda las “iluminaciones” religiosas. En tal
sentido, no habría revolución, ocurriría todo de una sola vez, y el nuevo paradigma emergería
también completo, “todo de una vez”. La propia lectura de Kuhn nos lleva a considerar que su tesis
no puede explicar el panorama paradigmático de la disciplina que nos concierne.
Si analizamos las características del paradigma emergente, podemos observar que algunas de ellas
se inician o tienen su fundamento inicial por lo menos treinta o cuarenta años atrás. Surgen ante
la dificultad o incapacidad del paradigma dominante para explicar satisfactoriamente ciertos
fenómenos bajo estudio, porque los modelos teóricos quedan cortos, porque los modelos
metodológicos no permiten asir el fenómeno a investigar, o porque ambos conjuntamente son
insuficientes. Un buen ejemplo es el de lo que hoy llamamos Investigación-Acción
Participativa o participante o participatoria. La Investigación Acción tiene sus inicios en uno de los
últimos trabajos de Kurt Lewin, es el primer planteamiento de un modelo metodológico de
acuerdo con el cual su autor quería corregir la separación entre proceso de investigación,
resultados e incidencia de éstos sobre el fenómeno o situación estudiada. Entre formulación del
problema y aplicación final un buen lapso puede haber transcurrido, y como la sociedad e
individuos que la crean son dinámicos, la aplicación se hace en un ambiente, grupo o fenómeno
que ya es otro, reduciéndose o desapareciendo la efectividad y aún la utilidad esperada. A Lewin
no se le escapó tal brecha entre estudio y acción y propuso hacer investigación acción. Un
procedimiento en el cual se fuese interviniendo a medida que se fuese investigando, acortando así
la distancia.
Durante los años ’60 y ’70 son muchos los trabajos que se realizan con el modelo de investigación
acción cada vez más rico y más preciso. Para entonces ya la psicología ha empezado a
incorporarlo. Los aires de un nuevo modelo que se había venido gestando en las ciencias afines
llegaban en un momento en que la psicología, por lo menos en una de sus ramas, la social, se
sentía incómoda, insatisfecha, a disgusto con el paradigma dominante. Pero es sólo en los ’80
cuando el elemento participativo es incorporado. El paradigma metodológico dominante coexiste
en perfecta salud con este nuevo, emergente, si bien en pie de guerra.
El proceso de evolución de las ciencias heréticas o disidentes o innovadoras; el proceso de lucha
entre paradigmas rivales; la existencia de vías paralelas; la propia ignorancia entre los grupos que
propician el cambio dentro de la comunidad científica de que se trata de un modelo nuevo; así
como sus vacilaciones, su búsqueda por vías falsas y calles ciegas, antes de encontrar el camino
que lleva con seguridad a la estructuración de un nuevo paradigma; la aceptación de un nuevo
modo de ver las cosas como ciencia
legítima; la erosión o desgaste explicativo del paradigma dominante: llegado a un punto el modelo
ya no puede explicar ciertas áreas, acceder a nuevas perspectivas.
La psicología social y, en particular, la psicología comunitaria y la psicología política demuestran
cómo formas alternativas vienen coexistiendo aún bajo la férula de un paradigma dominante.
Hablemos pues de erosión, agotamiento y cambio, no de revolución; pero aceptemos también la
crisis y aun saludemos su existencia y reconocimiento como problema, de la consciencia de ella, de
sentirla es que no sólo surgen nuevas ideas, nuevos problemas, sino que los modelos emergentes
obtienen reconocimiento.

MOSCOVICI, S. (1984). Introducción al campo de la Psicología social, en


Psicología Social Vol.2
A. ¿Qué es psicología social?
a. Todo resultaría muy sencillo si pudiésemos decir sin duda: existe el individuo y existe la
sociedad. Todos aceptamos como algo indiscutible que estos dos términos estén separados. En
este sentido, el psicoanálisis se ocupa del individuo y el marxismo de la sociedad.
En cada individuo habita una sociedad: la de sus personajes imaginarios o reales. De los héroes
que admira, de los amigos y enemigos, de los hermanos y padres con quienes nutre un dialogo
interior permanente. Y con los cuales incluso llega a sostener relaciones sin saberlo.
La psicología social, se ha ocupado y sigue haciéndolo de un solo y único problema, porque se
produce el conflicto entre el individuo y la sociedad?
Siempre que la psicología social olvida este problema para estudiar en paralelo y con
independencia uno de otro, ya sea lo social o lo individual, como sucede actualmente en los
EE.UU, pierde su personalidad, convirtiéndose incluso en un apéndice, inútil, de otra ciencia.
b. 1ra fórmula: la psicología social es la ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad (de
la sociedad externa y de la que lleva dentro). Por ejemplo: las discusiones dentro de un grupo a fin
de llegar a una decisión.
¿Cuál es el objeto de la psicología social? No existe unanimidad en este punto. El autor formularia
como objeto central, exclusivo de la psicosociología, todos los fenómenos relacionados con la
ideología y la comunicación, ordenado según su génesis, su estructura y su función. A ellos se
refieren todos los fenómenos familiares de prejuicios sociales o raciales, estereotipos, creencias,
etc. El rasgo común es que expresan una representación social que individuos y grupos se forman
para actuar y comunicar. Es evidente que son estas representaciones las que dan forma a esta
realidad mitad física y mitad imaginaria que es la realidad social.
Los fenómenos de la comunicación social, designan los intercambios de mensajes lingüísticos y no
lingüísticos entre individuos y grupos. Se trata de medios empleados para transmitir una
información determinada e influir sobre los demás. Emplea intencionalmente la noción de
comunicación SOCIAL. Para indicar que incluye tanto los fenómenos de comunicación de masas de
influencia colectiva como los procesos lingüísticos y semánticos.
2da fórmula: la psicología social es la ciencia de los fenómenos de la ideología y de los
fenómenos de comunicación. A los diversos niveles de relaciones humanas: entre individuo, entre
individuos y grupos y entre grupos. Para cada uno, disponemos de un conjunto desarrollado de
conocimientos, teorías o experiencias que anudadas nos permiten comprender las actividades
mentales superiores y ciertos aspectos psíquicos de la vida social de los grupos.

B. La visión psicosocial
Ningún límite preciso separa a la psicología social de otros campos de la psicología. Tampoco hay
frontera precisa entre la psicología social y la antropología. Todas estas disciplinas comparten un
mismo interés por las interacciones humanas y los grupos humanos.
¿Cómo se distingue la psicología social de estas disciplinas?. Para responder a esta pregunta se
podría hacer un análisis histórico y lógico.
En realidad, nuestra disciplina, no se distingue tanto por su territorio como por el enfoque que le
es propio. Es, una manera de observar los fenómenos y las relaciones. Existe, en este sentido, una
visión psicosocial.
Conocemos por la manera con que el psicólogo, y el sociólogo, enfocan los hechos. Utilizan una
lectura binaria, que corresponde a la separación del sujeto y el objeto, que son dados y definidos
independientemente uno del otro. El psicólogo pone de un lado al ego( individuo, organismo) y del
otro el objeto. O bien, de una parte un repertorio de respuestas y de la otra el estímulo.
El esquema de la relación seria:

Sujeto individual (ego, organismo) objeto (medio ambiente, estimulo)

En sociología, encontramos un esquema muy similar. La diferencia radica en que el sujeto ya no es


un individuo sino una colectividad. Por lo que se refiere al objeto, posee un valor social,
representando un interés o una institución. Por otra parte, el objeto a veces está constituido por
otras personas, por otros grupos, que forman lo que denominamos entorno humano. En todos
estos casos nos encontramos ante un sujeto y un objeto diferenciados según criterios económicos
o políticos, éticos o históricos. En el fondo de la mayoría de las explicaciones y análisis presentimos
una manera de observar que se guía por el siguiente esquema:
Sujeto colectivo diferenciado según objeto diferenciado en social y no social
criterios económicos o históricos

b. Existe una visión psicosocial que se traduce por una lectura ternaria de los hechos y las
relaciones. Su particularidad consiste en sustituir la relación de los dos términos, entre sujeto y
objeto, heredada de la filosofía clásica, por una relación en clave de tres términos: Sujeto
individual- Sujeto social- Objeto (Ego- Alter- Objeto)

Objeto (físico, social, imaginario o real)

Ego Alter

Esta relación de sujeto a sujeto en su relación el objeto puede concebirse de manera estática o
dinámica, es decir, puede corresponder a una simple co-presencia o a una interacción que se
traduce en modificaciones que afectan el pensamiento y el comportamiento de cada individuo.
Se pueden distinguir dos mecanismos:

• Facilitación social: la simple presencia de un individuo o de un grupo hace que un


individuo prefiera o aprenda con mayor facilidad respuestas más familiares y las menos
originales. El individuo, expresa o retiene las respuestas dominantes, comunes a todos.
• Influencia social: un individuo sometido a la presión de una autoridad o de un grupo
adopte las opiniones y conductas de dicha autoridad o grupo.

La especificidad de la visión psicosocial: “Por el solo hecho de practicar la psicología social nos
hallamos fuera de la ontología objetivista, en la que no pondría en entredicho la investigación. Si la
psicología social quiere realmente ver nuestra sociedad tal cual es, no puedo partir de este
postulado que en sí mismo forma parte de la psicología occidental”. El desplazamiento operado
implica pasar de una concepción binaria de las relaciones humanas, a una concepción ternaria.
Esta visión, se encuentra concretada en las prácticas de la psicología social. En la mayoría de los
casos, se trata de prácticas de observación directa de relaciones o gestos, de reacciones afectivas
o simbólicas de los individuos entre ellos en una situación precisa. Ver es sin duda más importante
que escuchar.
¿Qué puede ser más necesario y permanente que una manera de ver las cosas? Eso me lleva a
hablar de prejuicios, que constituyen obstáculos epistemológicos, para alguien que desee
dedicarse a la investigación y práctica de la psicología social. Me parece útil precisar la naturaleza
de dichos obstáculos:

• Agregar un suplemento espiritual a los fenómenos sociales. Esto significa que se debe
explorar el aspecto subjetivo de los acontecimientos de la realidad objetiva. Por esta
última, se entiende la realidad económica y social.
Se comienza por analizar los aspectos del sujeto colectivo. Luego, se constatan las
diferencias con respecto a lo que debería pensar o hacer ese sujeto colectivo si obedeciera
a los amplios determinismos económicos o sociales, y para esto se invocan factores de
tipo subjetivo. Entonces nos volvemos hacia la psicología social y le pedimos que
comprenda lo que la gente piensa y siente y mida sus efectos.
• La psicología estudia una suma impresionan de fenómenos pero los estudia en el individuo
aislado, como si fuese autista. Nos damos cuenta en el laboratorio, de que el individuo por
estar aislado, no deja de pertenecer al grupo y a una clase social.
El psicólogo se cree obligado a volver a estudiar los mismos fenómenos en el seno de la sociedad,
después de haberlos estudiado en el vacío social. Encarga a la psicología social, a situar en el
contexto de la sociedad aquello que ha sido analizado fuera del contexto. Se le pide, que analice el
juicio social, la percepción social, etc. Vemos en la psicología social el medio de satisfacer una
carencia: llenar al sujeto social de un mundo interior y resituar al sujeto individual en el mundo
exterior, es decir, social.
El carácter original e incluso subversivo de su enfoque consiste en cuestionar la separación entre
lo individual y lo colectivo, en contestar la participación entre psíquico y social en los campos
esenciales de la vida humana. En realidad, la psicología social analiza y explica los fenómenos que
son simultáneamente psicológicos y sociales.

C. Las diversas teorías que nos ocupan


La psicología social no es reconocida. No solo no se la reconoce, sino que se la tiene al margen de
las ciencias humanas. Así, su difusión se encuentra restringida y su enseñanza reducida. Este
enfoque se guía por las teorías y observaciones precisas de las relaciones entre los individuos y los
grupos en un medio social determinado. Con la ayuda de los productores de sus investigaciones,
los psicosociólogos tratan de explicar la naturaleza de dichas relaciones e inventar prácticas para
cambiarlas.
Para empezar, podemos definir a una teoría como: un conjunto de proposiciones ligadas
lógicamente que clasifican y explican un conjunto de fenómenos. Sirven para prever
comportamientos o efectos inobservados. Toda teoría comporta intuiciones e imágenes que a
menudo conservan un carácter implícito.
Lo que impresiona de la psicología social es la diversidad desde el punto de vista lógico, el hecho
de que los análisis y las explicaciones no se sitúen en el mismo nivel. Esto significa, que no
podemos emplear el mismo criterio para compararlas.
En psicología social, y en este manual, se encontraran tres tipos de teorías que conviene distinguir:

• Las teorías paradigmáticas, proponen una visión global de las relaciones y


comportamientos humanos. Ej.: Teoría del campo de Lewin: el campo comprende todas
las influencias conexas, afectivas e intelectuales que afectan un comportamiento
determinado cuando este se produce. El campo, se compone de regiones
interdependientes y sus principales compones son: el espacio vivido, la persona y el medio
ambiente físico y social. De esta forma, podemos analizar la manera psicológica con la que
las personas se representan en el mundo y actúan unos sobre otros. Así, se logra trasladar
la Gestalt, a los fenómenos sociales y proporcionar un lenguaje para describirlos.
• Las teorías fenomenológicas intentan describir y explicar la familia de los fenómenos
conocidos. Cada teoría responde a dos preguntas ¿Cómo? Y ¿por qué?, para relevar la
causa de un cierto número de efectos. Ej.: Teoría de Sheriff: quiere comprender por qué
individuos autónomos, provistos de juicio propio, convergen hacia un juicio común al
hallarse en grupo. La hipótesis es: la mayoría de los objetos sociales son ambiguos y es
esto lo que los distingue de los objetos físicos. Así, no tenemos criterios para evaluar la
verdad o el error. Para reducir la incertidumbre, unos se apoyan sobre el juicio de otras y
forman una norma común que decide, lo que es verdadero o falso, de manera arbitraria.
• Las teorías operatorias tratan de llegar a un mecanismo elemental, que explican un
conjunto de hechos, y prevén hechos nuevos y sorprendentes. Ej.: Teoría de la disonancia
cognitiva: Festinger, plantea que cuando una persona dispone respecto a un objeto de dos
cogniciones o dos representaciones acordes entre sí, hay consonancia y la persona siente
satisfacción. Por el contrario, dos cogniciones o representaciones que no son acordes, hay
disonancia y la persona es víctima de la ansiedad.

Los tres tipos de teorías coexisten dentro de la Psicología Social. Ninguna de ellas constituye un
tipo pura y cada uno podría incluso ser clasificada en varias rubricas. Cada una de ellas,
corresponde a un estado de las investigaciones en un campo y posee su propia fecundidad.

D. Los métodos de verificación de las teorías y de la observación de las realidades.


Dos métodos retendrán nuestra atención:

• El método de observación: la mejor manera de aprender algo sobre la vida de un individuo


y del grupo consiste en una investigación llevada a cabo sobre el terreno. Se intenta
registrar de manera precisa y sistemática las actividades realizadas por las personas
dentro de su marco normal. Toma notas o emplea videos, etc. Las hipótesis o las ideas
sugeridas pueden constituir una excelente manera de captar ciertos fenómenos en toda su
complejidad. Representa el mejor método para comprender la vida del individuo y del
grupo simultáneamente en varios capos y sus conexiones. Aplicada de manera rigurosa,
descubre esquemas de relaciones y acciones. El inconveniente es que las personas
sometidas a estas investigaciones generalmente saben que son observadas.
Una de las formas de observación más corrientes es sin duda la encuesta, para estudiar os
sentimientos, preferencias representaciones y acciones de la gente.
Muchos creen que la mejor manera de descubrir los fundamentos de las opiniones y
relaciones consiste en interrogar directamente a las personas de manera normalizada. La
encuesta mediante entrevista o el sondeo son las formas de observación más utilizadas. La
interpretación de los resultados de una observación constituye la parte más delicada,
depende de la finura de la descripción y del don de la persona que la lleva a cabo.
• El método experimental intenta provocar una serie de reacciones en condiciones
determinadas de antemano. La hipótesis del experimentador define simultáneamente
estas condiciones y la serie de reacciones esperadas. La investigación experimental
requiere de dos factores
- Variable independiente: el factor que el experimentador varía sistemáticamente.
- Variable dependiente: el comportamiento resultante de la manipulación experimental.

Para dominar la relación entre dos variables el investigador se ve obligado a trabajar en un


laboratorio.
Por otra parte, algo particular de la psicología social, se utilizan cómplices. Estos, son
individuos parecidos a los que participan en la experiencia y que deben hacer lo que hacen
los otros. El experimentador les ha pedido que respondan de cierta manera o que hagan
un cierto número de cosas.
Una experiencia de Psicología Social, es un espectáculo meticulosamente puesto en
escena que permite simular ciertas situaciones y fenómenos corrientes.
El sujeto ingenuo es el héroe anónimo, el único en verdad, de la Psicología Social.
Las experiencias de laboratorio pueden complementarse mediante experiencias sobre el
terreno en las que el investigador intenta manipular la variable independiente, aunque
trabajando en el marco normal. Estas experiencias, son difíciles de organizar y ejecutar.

La Psicología Social es probablemente la única ciencia social que recurre de manera predominante
a la experimentación. Numerosos psicosociólogos se rebelan contra esta tendencia y rechazan de
manera radical el espíritu que la anima. Han buscado métodos de recambio a fin de aflojar la
tenaza del laboratorio. También, se ha propuesto el juego de roles, en el cual, se pide a los sujetos
que describan su reacción a una situación determinada, sin confrontarlos directamente con ella.
Los dos métodos han sido concebidos y puestos a punto en la Psicología Social. Luego, se han
deslizado hacia otras ciencias sociales. Este manual, es el reflejo de la Psicología Social tal como se
la práctica. La Psicología Social es criticable y nosotros no dejamos de criticarla. Actualmente no
existe una psicosociología social que sea puramente clínica o de observación. Posiblemente, ha
sido la diversidad de métodos la que ha permitido a la Psicología Social trabajar a varios niveles de
realidad social y comprender fenómenos diferentes.

PAULIN, H. (Comp) (2013). Perspectivas teóricas contemporáneas en


Psicología Social Cuaderno del Campo Psicosocial Nº 3- 1a ed. Teorías e
intervenciones en Psicología social, – Sección 1 .pp1-62

“Es necesario aceptar que las propias ciencias sociales, y en especial la psicología social, deben
girar hacia sí mismas las armas críticas, considerándose a sí mismas como objetos de análisis
social y como prácticas sociales que se deben investigar” (Ibañez Gracia 1990)
PROPÓSITO DEL TEXTO: Realizar una periodización en el proceso histórico orientada por los
problemas que enfrenta la psicología social como disciplina, para enunciar su objeto de estudio, de
sus resoluciones provisorias y las prácticas sociales de conocimiento. Por otro lado, se hace
referencia a la importancia de la producción de conocimientos en investigación y extensión en la
universidad pública y la importancia del ejercicio personal, en los dominios de la vida cotidiana.

Campo de la psicología social


En la literatura existente en psicología social se puntualiza el interés por las diversas formas de
nombrar la relación entre individuo-sociedad. Existe, desde los inicios de la disciplina, una
relación- tensión entre lo individual y lo social, que se considera una dificultad para construir un
campo científico en esta disciplina, variando enfoques y perspectivas, según el momento socio-
histórico y el desarrollo de las ciencias sociales.
En la historia de la ciencia existe un debate sobre la importancia y modos de construir el
conocimiento científico a través de cambios discontinuos que se denominan rupturas
epistemológicas o cambios de paradigma.
La psicología social es parte de este debate y reconoce que es una disciplina problemática.
Necesitó para construir teoría, de la relación- tensión entre lo individual y lo social de otras
disciplinas y el proceso histórico, dio lugar a la coexistencia de paradigmas; Una construcción de
conocimiento que analiza la historia para entender la constitución de sujetos en relaciones de
poder.
Esto, puso en evidencia una gran desconfianza en la teoría y práctica psicosociológica que habría
operado en la normalización y corrección de los individuos y propone un trabajo crítico sobre las
herramientas conceptuales y metodológicas, como también, una reflexión acerca de las
implicancias éticas y políticas de las prácticas de los psicólogos.

Desarrollo de la disciplina
- Algunos precursores:
La creación de la psicología fisiológica experimental coincide con el primer Laboratorio de
Psicología creado por Wundt en 1879. Las ideas del creador tienen un antecedente importante en
la Psicología Social rusa, de corte etnográfico que estudia los procesos mentales como un
producto histórico y cultural, otorgándole relevancia al papel del lenguaje en la construcción del
pensamiento compartido.
También se reconocen como antecedentes a pensadores de otras disciplinas como la Filosofía, la
Política, Hobbes, Locke, Rousseau, entre otros.

1er PERIODO: INSTRUMENTALIZACION DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL


La denominación psicología social surge en el siglo XIX, bajo el signo de las nuevas clases sociales
producto de la revolución industrial que produjo transformaciones en la vida cotidiana. La fecha
de nacimiento de la disciplina está dada con la aparición de los primeros textos en 1908.
Una época cuyos “temas” problemas según Ibañez se presentan como: reproducción de la
sociedad, construcción social de la persona y la conducta colectiva en masa.
Se denomina a este momento “Instrumentalización de la ciencia, porque las disciplinas fueron
captadas para el servicio del capital haciendo cuerpos dóciles”
La Psicología Social resulta una fisura a la normalización y aborda cuestiones referidas a
“comportamiento en grupos y el desarrollo del espíritu de pertenencia al denominado orden
social.”

2do PERIODO: NORTEAMERICANIZACION DE LA PSICOLOGIA SOCIAL


A partir de la segunda guerra mundial comienza un periodo de gran desarrollo industrial, de
expansión colonizadora que requiere un llamado a la integración social. Desde el Estado se
producen campañas para investigar aspectos de la conducta, observables y medibles, ya que de
esta manera, podrían ser manipulables.
En este periodo se produce una psicologización de los problemas sociales. Así, se dio lugar a
elaboraciones de teorías en Psicología Social:
- Desde la teoría conductista se da importancia a las maneras en que los factores definen una
situación, desencadenan conductas.
- Desde la teoría gestáltica intentan superar las lecturas conductistas, tomando en cuenta aportes
de la fenomenología en la percepción que los individuos construyen de la situación.
- Desde el interaccionismo simbólico el significado social se construye en las interacciones entre
personas constituyendo los procesos de comunicación cotidianos la posibilidad de la construcción
de un orden social negociado.
- Desde el psicoanálisis se afirma que todo Psicología es social dado que en la vida psíquica el Otro
interviene regularmente como sostén, modelo y adversario. Aporta un carácter crítico-clínico y se
ubica como un proceso bisagra entre este periodo de auge del positivismo y la crisis.

3er PERIODO: CRISIS DE CONFIANZA DE LA PSICOLOGIA SOCIAL


En el contexto de la crisis internacional económica, se producen fuertes críticas a la Psicología
Social, sobre todo a la relevancia social de sus investigaciones, a la neutralidad política de los
psicólogos sociales y a la dificultad en recuperar aportes transdisciplinarios.
En este sentido, surge la Teoría de Representaciones Sociales (Moscovici) que posibilita entender
que las representaciones sociales, como forma de conocimiento cotidiano orientan
comportamientos y reconstruyen posiciones y relaciones del sujeto en sus grupos sociales. Esta
teoría, analiza el conocimiento del sentido común sobre la locura, la salud, entre otros.
Se reconstruye la Psicología Social ocupada de la vida cotidiana en instituciones, organizaciones y
comunidades. En toda la extensión de América Latina avanza hacia una Psicología Social Crítica
que analiza la realidad social desde y en la situación de la vida cotidiana y ubica los problemas en
la historicidad de los fenómenos sociales de opresión y marginación social y enfatiza la
importancia del estudio del conflicto y el cambio social.

4to PERIODO: LA PSICOLOGIA SOCIAL CAMPO DE PROBLEMAS


La supremacía del mercado en los modos de regulación social y las dictaduras militares
posibilitaron los juegos de poder de la libre empresa, despedazando las tramas sociales a través de
estrategias de miedo, amenaza y silenciamiento. En esta época, la Psicología Social fue perseguida
por subvertir el orden establecido.
En la restauración de la democracia se rediscute y resignifica la posición crítica, produciéndose una
crisis epistemológica. Se cuestionan supuestos en los discursos y reduccionismos de las disciplinas.
Por esto, se prefiere hablar de campo de la psicología social y no de objeto.
En este periodo abonan Teorías Construccionistas.

PICHON RIVIERE E. (1985). Aportaciones a la didáctica de la Psicología


Social. En El proceso grupal. Del psicoanálisis a la Psicología Social.
El encuadre Institucional.

Caracterización de la escuela. La escuela de la Psicología Social se define como una institución


centrada en el aprendizaje y fundamentada en un esquema conceptual, referencial y operativo, en
el campo de la Psicología Social.

El esquema conceptual referencial y operativo (ECRO): conjunto organizado de nociones y


conceptos generales teóricos, referidos a un sector de lo real, a un universo del discurso, que
permite una aproximación instrumental al objeto particular concreto. Este ECRO y la didáctica que
lo vehiculiza están fundados en el método dialéctico. Este, por el que se desarrolla la espiral del
conocimiento, implica un tipo de análisis que devela los principios opuestos, las tendencias
contradictorias, fuente configuradoras de la dinámica de los procesos. También, permite la
producción del conocimiento de las leyes que rigen la naturaleza, la sociedad, el pensamiento, tres
aspectos de lo real comprometido con lo que se denomina “hombre en situación” (objeto de
conocimiento, en una tarea que reintegre lo fragmentado por un pensamiento disociante que
oscurece las relaciones entre sujeto, naturaleza y sociedad.

Psicología Social. A la que se apunta se inscribe en una crítica de la vida cotidiana. Las ciencias
sociales encuentran su realidad en la profundidad sin misterio de la vida cotidiana. La Psicología
Social que se postula tiene como objeto de estudia el desarrollo y transformación de una relación
dialéctica, la que se da entre estructura social y fantasía inconsciente del sujeto.
Para el autor, el ser humano, es un ser de necesidades, que sólo se satisfacen socialmente en
relaciones que lo determinan. El sujeto es producido en una praxis. Si esa relación es el objeto de
la Psicología Social, su campo operacional privilegiado es el grupo, que permite la indagación del
interjuego entre lo psicosocial y sociodinámico a través de la observación de las formas de
interacción, los mecanismos de adjudicación y asunción de roles.
La Psicología Social como disciplina que indaga la interacción en sus dos aspectos: intersubjetivo e
intrasubjetivo, es significativa, direccional y operativa. Se orienta a una praxis. Su punto de partida,
entonces, es la práctica. La experiencia de esa práctica, conceptualizada como una crítica y una
autocrítica, realimenta y corrige la teoría mediante mecanismos de rectificación y ratificación,
logrando una objetividad creciente.
Solo la praxis, introduce inteligibilidad dialéctica en las relaciones sociales y restablece la
coincidencia entre representaciones y realidad.
El ECRO, es un instrumento interdisciplinario, articula aportes de distintas disciplinas, en la medida
en que resulten pertinentes al esclarecimiento del objeto de estudio.

La dialéctica emerge del campo mismo de la Psicología Social. Es una estrategia destinada a
comunicar conocimientos, y también a desarrollar aptitudes y modificar actitudes. La articulación
de lo informativo y formativo se cumple en construcción de un instrumento: ECRO, que ubica al
sujeto en el campo, le permita abordarlo a partir de elementos conceptuales, comprenderlo y
operar sobre él mediante técnicas adecuados. Nuestra dialéctica puede ser caracterizada como de
núcleo básico, interdisciplinario y grupal, instrumental y operacional.

Núcleo básico. En el campo de la educación de adultos, la transmisión de conceptos universales,


permiten aclarar el proceso de aprendizaje. El núcleo está constituido por estos conceptos
universales y el aprendizaje va de lo general a lo particular.

Interdisciplinaria y grupal. Lo interdisciplinario está considerado en dos niveles; aportes que


distintas disciplinas se integran en el ECRO, en la medida en que resultan pertinentes al
esclarecimiento del objeto de estudio, y el otro sentido, es la búsqueda de la mayor
heterogeneidad, lo cual, permite que cada miembro del grupo aborde la información recibida en
común, aportando un enfoque y un conocimiento vinculados con sus experiencias, estudios y
tareas. Esta misma, apunta a la ruptura de los estereotipos en la modalidad de aproximación al
objeto, que por carencia de confrontación, suelen potencializarse en los grupos homogéneos.

Instrumental y operacional. Como punto de partida, es importante, la ubicación del sujeto, su


inserción en un campo especifico (la situación grupal). Esta inserción en el campo grupal y la
instrumentación técnica deben ser extendidas a otros campos de la operación de la Psicología
Social

La noción de aprendizaje. Se caracteriza como la apropiación instrumental de la realidad, para


modificarla. Por adaptación activa, se entiende, aprendizaje de lo real, la relación dialéctica
mutuamente modificante y enriquecedora entre sujeto y medio. Aprender es realizar una lectura
de la realidad, no aceptación acrítica de normas y valores.
El enseñar y el aprender constituyen una unidad, que deben darse como proceso unitario.

Nuestro instrumento de trabajo. El grupo operativo.


Supuestos teóricos.
Como instrumento primordial de trabajo se adopta la técnica operativa del grupo, partiendo de
que el grupo es una estructura básica de interacción. Se define al grupo como el conjunto
restringido de personas, ligadas entre sí por constantes de tiempo y espacio y articuladas por su
mutua representación interna, que se propone en forma explícita o implícita una tarea que
constituye una finalidad.

La técnica operativa. Está centrada en la tarea, privilegia la marcha hacia el logro de sus objetivos.
Toda situación de aprendizaje, genera en los sujetos dos miedos básicos, dos ansiedades:

• Miedo a la pérdida del equilibrio ya logrado en la situación anterior.


• Miedo al ataque en la nueva situación en la que el sujeto no se siente adecuadamente
instrumentado.

Ambos miedos coexisten y cooperan para configurar, cuando su monto aumenta, la ansiedad ante
el cambio, generadora de la resistencia al cambio. Esto se expresa en dificultades en la
comunicación y el aprendizaje.
El esclarecimiento implica el análisis, del aquí y ahora, de la situación grupal, de los fenómenos de
interacción, los procesos de adjudicación y asunción de roles, las formas de la comunicación, en
relación con las fantasías que generan esas formas de interacción; los vínculos entre los
integrantes, los modelos internos que orientan la acción y los objetivos y tarea prescripta del
grupo.
La técnica operativa apunta a que el grupo constituya un ECRO de carácter dialectico, donde las
contradicciones relativas al campo de trabajo deben referirse al campo mismo de la tarea grupal
(praxis).

Itinerario del grupo y relaciones cotidianas. El grupo operativo es la primera instancia de aporte
de lo cotidiano. Tienden a reproducirse relaciones cotidianas. Este técnica facilita, a través de la
confrontación de esos modelos internos en una nueva situación de interacción y en el análisis de
sus condiciones de producción, la comprensión de las pautas sociales internalizadas que generan y
organizan las formas observables de interacción. La técnica operativa de grupo tiene por finalidad
que sus integrantes aprendan a pensar en una coparticipación del objeto de conocimiento,
entendiendo que pensamiento y conocimiento no son hechos individuales sino producciones
sociales.

La tarea de coordinador. Su rol específico es de: co-pensor. Su tarea consiste en reflexionar con el
grupo sobre la relación que los integrantes estableen entre sí y con la tarea prescripta. Cuenta con
dos herramientas:

• El señalamiento que opera sobre lo explícito.


• La interpretación, que es una hipótesis del acontecer implícito que tiende a explicitar
hechos o procesos grupales que no aparecen como manifiestos a los integrantes del
grupo, y que funcionan como obstáculo para el logro del objetivo grupal. Permite la
explicitación de lo implícito.

El equipo de coordinación (coordinador y observador) destaca las situaciones significativas que


desde lo explicito remiten como signo de formas implícitas de interacción.

El esquema de evaluación. La constatación sistemática de procesos grupales permitió construir un


modela que recoge las distintas formas de interacción grupal. La situación a evaluar es la actitud
ante el cambio, que modifica en términos de intercambio o resolución de los miedos básicos,
generadores de estereotipos.

A quienes está dirigida la escuela de la Psicología Social. Está abierta a todos aquellos que se
interesen en realizar un aprendizaje centrado en la comprensión de los fenómenos de interacción
y análisis del proceso social.

Campo de acción de la Psicología Social. La Psicología Social como disciplina y herramienta


técnica, instrumenta para abordaje, indagación, diagnostico, planificación y operación en los
distintos ámbitos en los que se cumplen procesos de interacción.
MODULO 2: Hacia una reconstrucción critica del campo de la Psicología
Social.
• De la noción de objeto discreto a la noción de campo de problemas.
Criterios de indagación, explicitación de herramientas.
• Del análisis disciplinar a un análisis multirreferenciado para estudiar los
fenómenos psicosociales.
• Supuestos o proposiciones teóricas del enfoque y perspectiva
psicosocial: relacional - histórico, reflexivo y transdisciplinario.

CORREA, A. (2013). Hacia la definición del objeto de estudio como campo


de problemáticas. En Notas para una Psicología Social como crítica a la vida
cotidiana.

La postura crítica en situación, nos conduce a la profundidad de la vida cotidiana, “las cosas
sociales solo son comprensibles si pueden ser reducidas a actividades humanas; y a éstas se las
hace comprensibles solamente mostrando sus motivos”, proponiendo problematizar las demandas
sociales en el ámbito de la vida cotidiana donde se despliegan las temas o textos de los sujetos en
la realidad.
La Psicología Social es una construcción provisoria de conocimiento que estudia (analiza,
comprende y aborda) la trama psicosocial (relacional, vincular) en un orden socio-histórico en
que se configuran representaciones sociales que enlazan sujetos y realidad, propuesta a superar
la lectura dilemática e ingenua de la relación individuo- sociedad, por una construcción en
desarrollo y transformación en la realidad de la vida cotidiana.
Los recaudos de su estudio son:

• Para construir es preciso deconstruir, es decir, producir una ruptura de la continuidad


producida en la cotidianeidad.
• Requiere explicitar los esquemas, “aprioris, supuestos, creencias” donde anidan los
saberes y las luchas históricas de su legitimación.
• Interroga las referencias que le han dado origen o fundación y pregunta su finalidad para
qué y por qué.
• Formula hipótesis a cerca del problema y construye problemáticas.
• Define los componentes centrales de la problemática y construye una grilla o esquema
conceptual.
• Selecciona los métodos que posibiliten generar nuevos dispositivos, analizadores y de
transferencia.

Componentes centrales e interrogantes claves.


Son los diversos elementos y propiedades desde donde es posible prever articulaciones y
proponer la “lectura”.
1. El ámbito donde se construye la trama: la vida cotidiana.
La vida cotidiana es el ámbito por excelencia de satisfacción de necesidades de los hombres
concretos. Todos nacen, crecen y se desarrollan en la vida cotidiana, configuran en ella una
imagen del mundo y de sí mismo. Es en ese ámbito, donde, de manera natural se incorpora un
modo de percibir los problemas, como si fueran naturales. Es también donde se establecen
contactos fundamentalmente antropocéntrico.
La realidad cotidiana es una imagen construida desde experiencias y vivencias en la interrogación
con el otro.
2. El ámbito de la vida cotidiana está entramado en un orden social-histórico.
El hombre existe en la sociedad y por la sociedad… y la sociedad es siempre histórica. Como tal es
una forma que da cuenta de una idea de orden/desorden. Dan o buscan dar sentido y coherencia
a una sociedad configurando las instituciones. Institución, significa: norma, valores, lenguaje,
tecnología, procedimientos, modos de hacer, de pensar de sentir. Un conjunto de significaciones
socialmente sancionadas por un colectivo. En lo cotidiano se manifiesta o se oculta lo instituido y
lo instituyente de diversas maneras. La lucha por la asignación de sentido se expresa a modo de
demandas sociales.
3. Proceso grupal y de socialización en la trama psicosocial en la vida cotidiana.
Nos incorporamos en la trama, a través, de procesos de interacción entre los diferentes “otros” en
proceso de regulación y tensión se constituyen las tramas y afectan la vida psíquica, como la vida
social.
Todo individuo es recibido por un mundo que le preexiste y es incorporado en su lógica. Llega a
constituirse en ser social (forma parte de un sistema cultural, simbólico e imaginario) y se
comporta de acuerdo a las exigencias sociales. El individuo, configura en contaos cotidianos una
identidad (social-individual-colectiva).
El nivel grupal de las estrategias socializadoras están estructuradas, y son estructurantes del
espacio socio histórico, toman aspectos específicos del sujeto y son potencial instituyente. El
trabajo en la trama, en los enlaces y desenlaces grupales. Harán comprensibles y cognoscibles el
argumento profundo de la vida cotidiana.
4. Las representaciones sociales condensan significados del mundo donde se vive y de sí.
Insistimos sobre el carácter social de las representaciones humanas. Ellas son producidos humanos
en ámbitos cotidianos. Estos “producidos a modo de obras” son ellas mismas interpretables, solo a
través de “textos” -orales y escritos-.
Las representaciones están fuertemente determinadas por la organización política, cultural y
económica, de las formaciones sociales en las que ellas elaboran sus textos, sus mitos, las
ideologías y todos los grandes sistemas de representación. Ellas dependen de sus situaciones
concretas en las que, individuos experimentan juicios y apreciaciones de la realidad, sus creencias
y saberes. De esta manera, se permite, interpretar, orientar comportamientos como también
posibilitan la incorporación de lo nuevo.
Las representaciones sociales se adquieren en la interacción, en un orden y una temporalidad que
varían según las circunstancias de cada vida individual.

Cuestiones metodológicas: Enfoque y perspectiva psicosocial.


¿Cómo trabajar en el encuentro/aproximación?
Algunas precauciones técnico-metodológico son:

• Distancia instrumental: mantener una situación de control de las propias emociones y


expectativas.
• Objetivar el sujeto objetivante: es hacer, hasta donde sea posible, explicito el punto de
vista del observador/investigador.
• Reflexionar o tomar conciencia de sí, como sujeto emergente (histórico-social-de
necesidades) como una práctica que hace a una ética y a una política en la vida cotidiana.

Enfoque y perspectiva.
El enfoque de la visión analítica psicosocial aborda la “realidad” como problemática abierta,
poniendo énfasis en la noción de proceso, abierto e inacabado y construido. El enfoque se
sustenta en un modo de “lectura” que implica un modo de pensar-hacer- ser en el juego incesante
de la acción.
Es en la construcción de esquemas y categorías de análisis donde va decidiéndose en un mismo
proceso la elección de la metodología. La metodología y sus métodos son resultantes de opciones
y decisiones acerca los diferentes caminos supuestamente más lógicos para leer la realidad desde
un enfoque. Según el esquema y su metodología, algunos aspectos de lo real adquieren más
visibilidad que otros.
Desde este enfoque se opera por interrogación, observación, y la escucha como criterio de
coherencia y consistencia.

La demanda social: el lugar de inicio de la indagación psico-social.


El malestar constituye un primer nivel de registro para acceder a la demanda, entendiendo que es
producida por una desproporción de las relaciones sociales que desestabiliza o desestructura
poniendo de manifiesto solo el borde de aquello que está en el centro como falta, como
necesidad. Cuando se pone de manifiesto la incomodidad es porque lo establecida esta
conmovido, tensionado o roto.
Analizar la demanda implica una línea metodológica para la reconstrucción del hecho. El trabajo
consiste, en deshacer lo hecho, observar, escuchar e interrogar. Así, se restablece la articulación
de acontecimientos, vivencias, contextos que expresan una intencionalidad y revelan las
condiciones concretas de existencia.
Diferentes niveles en la lectura de la demanda:

• Nivel empírico: la misma se presenta como malestar, queja o urgencia, con escaso nivel de
elaboración y trabajo de representación. Expresa obstáculos.
• Nivel de formulación: la misma presenta una mayor “razonabilidad” o cálculo. Plantea,
una lógica de costo/beneficio y manifiesta un “plan” o visualización más técnica de la
“dificultad”.

En síntesis, el camino propuesto, es en espiral, hacia adelante, detenerse, reflexionar y


nuevamente mirar y refrendar a los costados, atrás, al horizonte. Subrayando lo ya dicho:
Subrayando lo ya dicho:

• La realidad se nos muestra y ha de ser construida en objeto de estudio. Esto se plantea


como objetivación y logra existencia mediante un discurso.
• Al leer, analizamos, des-hacemos y accedemos a reconocer o descubrir, componentes,
funciones y representaciones.
• La interpretación implica formular hipótesis.
• A través del trabajo teórico de establecer relaciones entre teoría-hipótesis-teorías se va
reconstruyendo el problema en creciente grados de complejidad.

La observación.
No la observación como una simple recogida de información, sino como orientada a la elaboración
de un marco teórico.
Cuando se alcanza el nivel de la formación conceptual, la elaboración desde este punto de partida
en la dialéctica entre lo explicito/implícito entre lo subjetivo/objetivo alcanza un nivel de
convergencia metodológica.
Interesa acercarse a las condiciones que posibilitaron su emergencia, enfocando en el efecto de
sentido que ello desencadena promoviendo acciones e interpretaciones.
La observación requiere de contraste con las unidades de observación, dado que están en íntima
relación con la definición de problema a indagar, y los objetivos que se ha propuesto.
Es de remarcable significatividad para el enfoque psicosocial, la capacidad de observación de la
situación. Es importante definir criterios que permiten decidir la pertenencia de los fenómenos
que se han de tener en cuanto y disponer de categorización con los cuales pueden ser registrados.
La utilización de guías de observación sistemática presenta, inconvenientes especialmente el
riesgo de dejar escapar fenómenos importantes no previstos.

CORREA A y PAULÍN H. (2015).Psicología Social. Manual de Curso Ingreso


Psicología
“…es necesario aceptar que las propias ciencias sociales, y en especial la psicología social, deben
girar hacia sí mismas las armas críticas, considerándose a sí mismas como objetos ordinarios del
análisis social y como meras prácticas sociales que deben ser investigadas sin miramientos
particulares…” (Ibañez Gracia, 1990)

En “Notas para una Psicología Social como crítica a la vida cotidiana” escrito en 1999 y revisado en
una nueva edición en 2003, de autoría de miembros de la cátedra de la Facultad de Psicología se
realiza una propuesta de Psicología social Crítica para la construcción de conocimiento acerca de
los problemas, exigencias, tensiones sociales y la subjetividad en un proceso histórico. La
inquietud surgió ante la permanente dificultad de trasmitir a los lectores (en buena medida
estudiantes cursantes de la asignatura) la complejidad del problema de este campo de
conocimiento en instituciones, grupos, comunidades, movimientos sociales, otros, que requieren
aportes de diversas disciplinas en relación a temas/problemas de salud, educación, trabajo
seguridad entre otros. En efecto, dice Tomas Ibáñez Gracia en el Prólogo de su libro
Aproximaciones a la Psicología Social “es dar cuenta de una materia problemática que debe
acrecentar las inquietudes y el deseo de saber, de quienes se acercan a ella, en lugar de
apaciguarlos y calmarlos” (Ibáñez, 1990).

Desde los inicios de la disciplina ha sido y es preocupación en el conocimiento la relación-tensión


irreductible entre lo individual y lo social, considerándose como una dificultad, una aporía, una
oportunidad para construir el campo científico de la Psicología Social, variando enfoques y
perspectivas según, los momentos socio-históricos y el desarrollo de las ciencias sociales. En la
historia de las ciencias existió y existe un debate inacabado acerca de la importancia, la relevancia
y los modos de construcción del conocimiento científico, mediantes cambios discontinuos que se
nombran como rupturas epistemológicas El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo 203 (Bachelard,
1934) o cambios de paradigma (Kuhn, 1962). Estas son maneras diferenciar concepciones de
conocimiento, de la realidad, del sujeto y las subjetividades. La Psicología Social es parte de este
debate y reconoce que es una disciplina problemática, pues necesitó para construir teoría de la
relación-tensión irreductible entre lo individual y lo social de otras disciplinas – la psicología, la
antropología, la economía, la sociología, la política, entre otras- y, en el proceso histórico, dio lugar
a la coexistencia de paradigmas: el Paradigma hegemónico, inscripto en la tradición positivista con
un importante desarrollo después de la 2da. Guerra Mundial en Estados Unidos de Norteamérica
y, el Paradigma crítico, a partir de los años sesenta, con marcada fuerza en América latina,
histórico reflexivo y político; una construcción de conocimiento que analiza la historia para
entender la constitución de sujetos en relaciones de poder o, más precisamente aún, pensar las
relaciones de dominación y dependencia que fueron determinantes desde “la llamada conquista
europea” estableciendo diferencias de clase, etnias y género. Esta tensión entre paradigmas
produjo y aun insiste, un debate profundo en antropología, psicología, psicoanálisis, sociología,
lingüística, política y economía que puso en evidencia una gran desconfianza en la teoría y práctica
psicosociológica que había operado funcionalmente a la “normalización y corrección” de los
individuos y, propone un trabajo crítico sobre las herramientas conceptuales y metodológicas,
como también, una reflexión acerca de las implicancias éticas y políticas de las prácticas de los
psicólogos sociales (Paulín, 2013).

Algunos precursores La creación de la Psicología fisiológica experimental coincide con el primer


Laboratorio de Psicología creado por Wundt en 1879, en los esfuerzo de creación de un Estado-
Nación, en el siglo XVIII. Este autor en 1916 impacta a científicos con la presentación de Psicología
de los pueblos. Apuntes para una psicología histórica del desarrollo de la humanidad (10 tomos).
Trabajo de corte etnológico que estudia las formas de comportamiento colectivo, los procesos
mentales que trascienden a los individuos y que surgen por asociación en una comunidad cultural
y son importantes para la comprensión de procesos cognitivos superiores no cognoscibles por
introspección. Analizando la relación entre lenguaje y pensamiento. Estas ideas de Wundt, señala
Seidmann (2013) tienen un antecedente importante en la Psicología Social rusa
(aproximadamente 1860), una Psicología de corte etnográfico que estudia los procesos mentales
como un producto histórico y cultural, otorgándole especial relevancia al papel del lenguaje en la
construcción de un pensamiento compartido.

La fecha de nacimiento de la Psicología Social está dada con la aparición de los primeros textos en
1908. Desde entonces se definieron tendencias o tradiciones en Psicología Social más psicológica e
individual y otra más sociológica en la búsqueda de conocimiento de las relaciones sociales. Una
época cuyos “temas” problemas según Ibañez Gracia (1990) se presentan como el de la
reproducción de la sociedad, la construcción social de la persona y la conducta colectiva de masas.
En este sentido las estrategias institucionales estuvieron orientadas por la eficacia socializante de
formas distintas de gobierno mediante disciplinamiento de los cuerpos, como define Michel
Foucault para explicar cómo surge un modelo de institución, en el Estado-Nación. Se ha nombrado
a este momento “Instrumentalización de la ciencia, porque (las disciplinas) fueron captadas para el
servicio del capital haciendo cuerpos dóciles” (Correa de Jesús, Figueroa Sarriera y López, 1994) y
de esta manera contribuían a dar respuestas a principio del siglo XIX a la intensa transformación
de las ciudades en el proceso de industrialización, al aumento de la pobreza y enfermedades por
procesos migratorios, al escaso sentido de pertenencia. En este sentido, la Psicología Social dicen
los mencionados autores resulta una fisura a la normalización y aborda cuestiones referidos a
“comportamiento en grupos y el desarrollo del espíritu de pertenencia a un determinado orden
social” (Correa et al., p. 34. 2do. período: Norteamericanización de la Psicología Social A partir de
la segunda guerra mundial, el modelo de trabajo en serie -taylorista- se vuelve eficiente y
hegemónico, en términos de producción. Prometen pleno empleo a los trabajadores mediante
formas de relaciones contractuales con una idea de progreso y desarrollo de la tecnología que
garantizan el crecimiento económico y el papel del Estado es velar por ello. Es un período de gran
desarrollo industrial, de expansión colonizadora (desarrollismo) que requiere un llamado a la
integración social. Desde el Estado se producen campañas gubernamentales con proyectos de ley
que ponen énfasis en el trabajo de investigar aspectos de la conducta, en tanto son claramente
observables y medibles y, por lo tanto, podrían ser manipulables a los fines de alcanzar al máximo
de utilidades y ganancias. En este período se da énfasis a estudios cambios de actitudes y se
produce una psicologización de problemas sociales. Así las grandes orientaciones teóricas
“tradicionales” dieron lugar a elaboraciones de teorías en Psicología Social (Ibáñez Gracia, 1990;
Fernández Villanueva, 2003).

3er. Período: Crisis de confianza de la Psicología Social La crisis internacional económica a mitad de
los sesenta, se muestra por el decaimiento de las ganancias, subas de salarios, desigual desarrollo
tecnológico y la desconfianza de los trabajadores ante la crisis del Estado. La Guerra de Vietnam y
el cuestionamiento al sistema colonial, producen una sub-versión de lo establecido. En dicho
contexto se producen fuertes críticas a la psicología social, sobre todo a la relevancia social de sus
investigaciones, a la “neutralidad” política de los psicólogos sociales y a la dificultad en recuperar
aportes transdisciplinarios. En ese marco de controversias académicas y políticas surge en Francia
la Teoría de las Representaciones Sociales de Moscovici (1961) cuya relevancia posibilitó entender
que las representaciones sociales, como forma de conocimiento cotidiano que orientan
comportamientos y reconstruyen posiciones y relaciones del sujeto en los grupos sociales. Una
teoría que se expandió hacia diferentes campos disciplinarios con una diversidad de enfoques y
metodologías analizando el conocimiento de sentido común sobre la locura, la salud, los roles
sexuales, el SIDA, entre otros objetos sociales relevantes.

4to Período: la Psicología Social campo de problemas La creciente supremacía del mercado en los
modos de regulación social y las recurrentes dictaduras militares en América Latina durante largos
períodos de gobierno desde los mediados de los años 70 hasta mediados de los 80, posibilitaron
los juegos de poder de la libre empresa, despedazando las tramas sociales mediante estrategias de
miedo, amenaza, silenciamiento. Fue un largo período en el que la producción y los productores
de un pensamiento crítico, también en Psicología Social fue particularmente perseguida por
subvertir el orden establecido. Es en la restauración de la democracia, que se rediscute y
resignifica la posición crítica, produciéndose una profunda crisis epistemológica. Se cuestionan
supuestos en los discursos (oficiales) y reduccionistas de las disciplinas para tomar y pensar más
complejamente (Ardoino, 1990). Por ello, preferimos hablar de campo de la psicología social y no
de objeto discreto. Un campo como el del campesino, dice Ana Fernández (1992)
metafóricamente, pues sirve de lecho de semillas, donde brotan pensamiento y acción. En este
período abonan Teorías Construccionistas que se ocupan de explicar los procesos por medio de los
cuales las personas describen, explican y dan cuenta del mundo (incluidos ellos mismos) en el que
viven. Toma relevancia los asuntos del lenguaje en la construcción de la realidad, en las prácticas
sociales y los procesos de invención o creación de nuevos sentidos. Importancia actual de la
producción de conocimiento psicosocial. Aportes de las investigaciones e intervenciones en el
ejercicio profesional. “La Psicología Social, como todo ciencia, es una empresa colectiva e histórica
que no es independiente del resto de los saberes. Tampoco es independiente de las definiciones
que demos de ella los que nos incluimos en su quehacer. La reflexión sobre este quehacer es una
necesidad continua, incluso un deber, en la medida en que todo saber está en relación con unos
efectos de poder y es necesario preguntarse por las consecuencias sociales de dicho saber.”
(Fernández Villanueva, 2003, p. 243)

Desde la posición asumida se considera el objeto de estudio como campo de problema. Un modo
de pensar y construir el problema-objeto mediante interrogantes que se hacen con otros, sin
buscar respuestas únicas y mucho menos esenciales, sino avanzando por aproximaciones
sucesivas en situaciones cotidianas y explicitando hasta donde nos sea posible, los recaudos de
métodos (de hacer camino), la importancia de reconocer los aportes y referencias de distintas
disciplina; de analizar las experiencias y las implicaciones de los propios psicólogos como asimismo
los dispositivos a utilizar en la indagación psicosocial.

IBAÑEZ, T. (1992). Introducción. En (Páez d. Comp.) Teoría y Método en


Psicología Social
La tensión esencial de la psicología social

a) El sin sentido de las guerras metodológicas.


Intentar dilucidar los supuestos básicos sobre los que se sustentas los métodos de
Psicología Social y reflexionar críticamente sobre los problemas que se derivan de esos
supuestos, constituye una exigencia irrenunciable para cualquiera que quiera investigar
con seriedad. Pero la legítima preocupación por el método no debe transformarse en el
árbol que esconde el problema.
Hubo un tiempo en el que se afirmaba que la validez de los conocimientos científicos
resultaba pura y simplemente de la aplicación del método adecuado. Éste, garantizaba
objetividad, es decir, un simple instrumento, su neutralidad intrínseca se daba por
supuesta.
Más tarde, se osciló hacia el polo opuesto, ningún método podía ser considerado como
nuestro, ya que, todos presuponían una teoría, o un conjunto de teorías que posibilitaban
su construcción. Todo método era una teoría de actos.
No hay que confundir el hecho de rechazar la imposición de una determinada
metodología, como la única valida y el hecho de rechazar específicamente esa
metodología. Este, es fundamentalmente el problema que se quiere resolver, lo que debe
orientar la elección del método. Cuando se deja de hipostasiar (realidad absoluta) el
método y se abandona la creencia de que es el método el que garantiza la validez del
conocimiento, cuando se recobra la libertad metodológica, la tolerancia metodológica y se
puede afirmar que todo vale. Esta desmovilización metodológica no debe preocuparnos,
porque la naturaleza del conocimiento producido por el investigador no depende tanto del
método que haya utilizado, ni la teoría que adopte, como de la metateoría que haya
sustentado su actividad investigadora.
El conocimiento científico esta infraestructurado por l método utilizado y por las teorías
empleadas, dependiendo de los postulados metateórica que lo informan.
La dependencia teórica de los datos, y la dependencia metateórica del conjunto
datos/teorías conducen hacia el siguiente de los aspectos que quisiera exponer.
b) Hermenéutica, reflexividad e historicidad.
Los conceptos y las teorías se expresan siempre, en última instancia, recurriendo al
lenguaje natural. Siempre se tiene que recurrir en un momento u otro a la inescapable
vaguedad del lenguaje natural para expresar lo que se está haciendo, entenderlo y darlo a
entender. La dimensión hermenéutica atraviesa, no solamente operaciones de las ciencias
sociales, sino las operaciones de toda ciencia.
No hay, por una parte, unas ciencias que deban recurrir a la hermenéutica (las ciencias
sociales), y por otra parte, unas ciencias que pueden escapar de esa exigencia, sino que la
interpretación atraviesa todas las ciencias y toda interpretación opera con conceptos que
requieren el lenguaje natural para poder ser pensados, transmitidos y entendidos. Esta
imposibilidad de salir del lenguaje abre de par en par las puertas del conocimiento
científico a la masiva irrupción de las características básicas que marcan al lenguaje
natural: papel de las convenciones lingüísticas mas o menos transitorias y siempre
contingentes.
Una de las funciones de las ciencias sociales consiste en indagar los procesos de
producción de significados y en poner al desnudo los implícitos culturales que se esconden
tras lo que las trampas del lenguaje nos incitan a aceptar como propiedades universales y
como categorías naturales ahistoricas.
Para poder asumir esa posición, en primer lugar, el conocimiento científico constituye un
fenómeno plenamente social marcado, por lo tanto, por la historicidad y por la
contingencia propias de todas las practicas humanas. Esto implica, rebajar la ciencia al
rango de una simple practica social. En segundo lugar, aceptar las propias ciencias sociales
y en especial la Psicología Social, deben girar hacia sí mismas las armas de la crítica,
considerándose a sí mismas como objetos ordinarios del análisis social y como meras
prácticas sociales que deben ser investigadas sin miramientos particulares. Esto significa,
que la Psicología Social debe proceder a una constante deconstrucción de todos los
supuestos acríticamente asumidos que infiltran de forma subrepticia sus
conceptualizaciones, sus teorías y sus procedimientos.
el carácter reflexivo de las ciencias sociales debe ser asumido con todas sus consecuencias
si se quiere investigar con un mínimo de seriedad.
Hermenéutica y reflexividad nos llevan a recalcar la historicidad. No es fácil conseguir el
consenso de todos los científicos sociales sobre el carácter necesariamente histórico. Pero
es mucho más difícil conseguir que el reconocimiento de la historicidad de lo social no se
quede en una mera declaración carente de incidencia alguna sobre las prácticas
investigadoras. El hecho de que todo aquello que es histórico sea contingente, concreto,
particular e inseparable de sus condiciones de producción, imprime unas características
particulares de la ciencia (no dejan de ser producciones sociales e históricas) y a los
objetos sociales (puesto que los objetos naturales son temporales pero no históricos).
Estas características son muy importantes en las ciencias sociales, ya que presentan la
doble condición de ser fenómenos históricos que versan sobre fenómenos históricos.
Las propiedades presentes de los objetos sociales, en tanto que son objetos históricos, no
son desligables del proceso que los ha construido y no pueden ser explicados sin hacer
referencia a ese proceso. Son objetos contingentes, sus propiedades y su existencia actual
guardan una relación directa con las prácticas que los construyeron y con el contexto
histórico. La Psicología Social debe autodefinirse como una ciencia histórica y adecuar en
consecuencia sus procedimientos de investigación.
Cada objeto social es siempre particular y concreto, producto de unas prácticas y de unos
contextos que siempre son específicos (lo que no significa, que no pueda haber una
multiplicidad de reproducciones, réplicas o instanciaciones de un objeto determinado; el
criterio de unicidad se refiere al objeto en tanto que tal, no a sus expresiones sociales).
La Psicología Social debe asumir que los contenidos son propiamente formativos de los
procesos sociales, que los fenómenos sociales son dependientes de su contenido y debe
adecuar sus procedimientos de investigación.
c) El carácter productivo de las ciencias sociales.
Se podía afirmar que el poder y el saber están relacionados y por qué se podría declarar
que no existe entre ellos relación de exterioridad. Los conocimientos de las ciencias
sociales son intrínsecamente productivos. No es posible construir conocimientos
científicos sobre lo social sin que estos producen a su vez efectos sociales.
Se trata de una consecuencia lógica de la naturaleza parcialmente simbólica de la realidad
social. En efecto, esa realidad es sensible a producciones simbólicas y a las
representaciones que se forjan acerca de ellas, ya que parte de las características de la
realidad social están mediatizadas por los significados que les atribuimos. Cualquier
modificación e nuestra forma de ver la realidad social es susceptible de ser modificada.
Cualquier científico social que produzca conocimientos reconocidas y que aporte a su
campo, esta actuando como agente político capaz de incidir sobre la realidad social,
porque modifica nuestra forma de entenderla.
Existe una doble razón que impide considerar el conocimiento construido por los
psicólogos sociales como aldo aséptico, neutral y objetivo.

FERNANDEZ, A. (2007). Haciendo met-odhos. En Las lógicas colectivas.

1. Pensar problema: criterios de indagación


Se trata de elucidar los tránsitos de los universos de significaciones imaginarias sociales a las
singularidades de sentido, el la producción de subjetividad.
Interrogar por el cómo y no por el quién no constituye un mero detalle. Allí reside uno de los ejes
más fuertes del problema, que habilita a pensar desde una noción de subjetividad que implique la
indagación de sus procesos de producción más que de sustancias, esencias o invariancias
universales.
Pensar las cuestiones a indagar como campos de problemas atravesados por múltiples
inscripciones, implica un doble movimiento conceptual que abarca el trabajo sobre las
especificidades de las diferentes dimensiones involucradas y su articulación con las múltiples
inscripciones que las atraviesan. Se trata de pensar en un campo de problemas. Este criterio de
indagación, supone desdiciplinar las teritorializaciones disciplinarias, para poder demarcar las
cuestiones de otro modo. Es la forma en que aquí se busca pensar por fuera de las antinomias
clásicas: individuo/sociedad, sujeto/objeto, etc. Desdiciplinar implica procedimientos
elucidatorios: desnaturalizar los dominios de objeto instituidos sin por ello invalidar los
conocimientos que ellos han producido y producen. Supone, deconstruir las lógicas desde donde
han operado sus principios de ordenamiento, así como también, genealogizar, o al menos, realizar
algunos rastreos genealógicos que permiten interrogar los a priori desde los que un campo de
saberes y prácticas han construido sus conceptualizaciones.
Estos son los procedimientos de indagación para crear condiciones de posibilidad que permitan
construir programas que tiendan a conexiones que desborden los dominios de objeto
unidisciplinario. Pensar una noción de subjetividad más allá de los dominios de objeto
unidisciplinarios hace necesario no solo el aporte de diversas disciplinas sino demarcar las
cuestiones de otro modo. Pensar desde un campo de problemas se diferencia de la idea de objeto
de conocimiento. La producción de sus saberes y sus modos de indagación se inscribe no solo en
sus historicidades de hecho sino en la indagación critica de estos. Campo y no objeto.
Multiplicidad de miradas, en los saberes y prácticas. Entrecruzamiento en actos y discursos.
Campo rescata lo diverso como aquello que agrupa lo discontinuo, sin cultivar lo homogéneo.
Además, pensar problemáticamente es trabajar ya no desde sistemas teóricos que operan como
ejes centrales, sino, pensar puntos relevantes, que operan permanentemente descentramientos y
conexiones no esperadas; el problema no es una pregunta a resolver sino que los problemas
persisten e insisten como singularidades que se despliegan en el campo. La importancia de pensar
desde un criterio problemático radica en que sus posibles desarrollos mantendrán como ejes
preguntas abiertas que operan como recurrencias que en sus insistencias aspiran a delinear
método. Desde esta perspectiva, se piensa la problemática como una categoría y no como una
dificultad o incertidumbre pasajera.
Se trata de pensar- entendiendo pensamiento como un modo de experiencia- sabiendo que en el
camino de quiebre de sentidos comunes disciplinarios necesariamente se transitaran zonas
borrosas. El pensamiento como modo de experiencia supone pensar en el límite de lo que se sabe.
Se trata del desafío de hacer de una serie de preguntas, una problemática en el sentido de un
agrupamiento de problemas que se relacionan al interior de un campo abierto. Al volver una y otra
vez sobre lo mismo, van armando método. Se retoma aquí la aceptación griega del termino met-
odhdos: ponerse en camino, distanciándose de la idea moderna profesionalista del mismo, en
tanto repertorio de técnicas a implementar. En el camino se va armando método, trazando
circuitos de problematización recursiva.
Se presenta un programa de indagación conceptual, que se constituye por los puntos de
orientación que conducen una experimentación que desborda nuestra capacidad de previsión y
por tanto, se modifican a medida que se implementan. Indagación, alude a la forma específica de
construcción de un saber y a la gestión o ejercicio de adquirirlo y transmitirlo.
Pensar problemas, más que aplicar sistemas teóricos. En este sentido, Merleau-Ponty incita a no
sentirse intelectualmente cómodo con las propias evidencias.
Abrir interrogación, dar curso y no obturar la incomodidad, de modo que lo invisible opere
visibilidad, lo impensado se vuelva enunciable. Se intenta sostener una tensión, mantener una
incomodidad, como caución metodológica frente a la consolidación de certezas que en tanto tales,
corren el riesgo de dejar de operar como herramientas, para instituir regímenes de verdad. Se
trata, de establecer una demora que instale las condiciones de posibilidad de un pensar en un
campo de problemas; que habiliten un pensar como experiencia de elucidación e indagación; un
pensar, incomodo, desdisciplinario, que se construye y reconstruye permanentemente, que se
despliega en los límites mismos de lo que ignora y que instituye su rigurosidad metodológica
desde un criterio de problematización recursiva.

2. Hacia un criterio de problematización recursiva.


Desde esta perspectiva, esta propuesta de indagación conceptual no bajara con un marco teórico
elaborado previamente sino con un criterio de construcción de caja de herramientas. Dos
cuestiones básicas:

• La elaboración conceptual no tomara las teorías y/o los autores. Se trata de construir
instrumentos para pensar problemas.
• Su composición no puede realizarse más que gradualmente a partir de la elucidación de
situaciones específicas.
Pensar problemáticamente implica construir estrategias de pensamiento que eviten adhesiones u
oposiciones a los autores con los que se trabaja; supone interrogar los problemas que sus
teorizaciones han hecho posible.
Problematizar es abrir a la elucidación. Entendiéndola, como una labor propositiva, una
exploración acerca de, sujeta a revisiones y ajustes provisorios, aunque no por eso menos
rigurosos; se tratara de pensar sobre lo hecho mientras buscara conocer con mayor precisión eso
que, como hecho, deberá ser deshecho, para entender su irradiada composición. Los más
frecuentes en el estilo de trabajo que se ha conformado son:
• Las desnaturalizaciones de sentidos comunes disciplinarios
• Las desconstrucciones de las lógicas de la diferencia con que opera un campo de saberes y
prácticas.
• El rastreo genealógico de la construcción de las nociones de los cuerpos teóricos con que
se trabaja.
Lo que una teoría no ve, o no enuncia, no son sus eventuales errores o defectos, sino sus objetos
prohibidos, sus objetos denegados, sus impensables.
Por todo lo dicho, es necesario, el trabajo de pensamiento desde un criterio de caja de
herramientas. Esta misma, permite:

• Desmontar las teorías evitando su cristalización en cuerpos de doctrinas.


• Abrir visibilidad y enunciabilidad, permitiendo nuevas teorizaciones.
• Pensar problemas y no instituir sistemas
• Pensar sin anular los aportes unidisciplinarios pero relativizando efectos de verdad que
estos suelen instituir.
• Recuperar la potencia enunciativa de nociones teóricas que la certeza de sus sentidos
comunes disciplinarios pudiera haber erosionado.
La caja de herramientas, incluye el diseño de dispositivos de intervenciones grupales,
institucionales, comunitarias; entendidos como máquinas de visibilidad que crean condiciones de
posibilidad para la indagación de situaciones específicas.
Los conceptos de recursividad permanente, crean condiciones de posibilidad en ese pensar-hacer
en situación, para impedir la dogmatización teórica y la esterilización de las practicas. El resorte es
la caja de herramientas que habilita a pensar en situación.
Los criterios metodológicos se conforman con diversas estrategias de indagación que operan en
forma de problematización recursiva. Es decir, junto a producciones conceptuales que proporciona
la caja de herramientas construida a tal efecto, esas estrategias de indagación operan en los
dispositivos implementados; se analizan las situaciones que éstos instalan y este movimiento abre
a nuevos problemas a pensar, que generan la necesidad de reconfiguración permanente de la caja.
Así, la caja de herramientas, dispositivos en acción, elucidación de experiencias y reformulación
conceptual permanente constituyen el circuito de problematización recursiva.
No se trata, de una metodología que se defina a priori; sino que a partir de los problemas que
necesita pensar se desplieguen criterios y recaudos metodológicos en situación que van gestando
su propio estilo de indagación.
En síntesis, pensar problemáticamente, diseñar programas y trabajar con dispositivos a partir de
experiencias, es lo básico del texto.
MODULO 3: Sociedad, Instituciones y Subjetividad

• Las Instituciones de la sociedad en las tramas sociales y vinculares.


Concepciones y modelos teóricos que definen las instituciones.
Producción de la subjetividad entre sujeción y resistencia.
• La modalidad específica y transitoria de estructuración de la Institución
en lo histórico- social. Dispositivos de poder: tecnologías
gubernamentales.
• El Imaginario Social y el Poder: libertad, la fluidez y la reversibilidad de
las relaciones estratégicas.

BONVILLANI, A. (2012). Hacia la construcción de la categoría subjetividad


política. Una Posible herramienta y algunos lineamientos de significaciones
emergentes. En Subjetividad política: desafíos y debates latinoamericanos.
Se piensa la práctica de participación política de jóvenes en condiciones de pobreza como una
oportunidad existencial para la propia subjetivación.

Subjetividad Política: Horizonte Teórico

Se propone una subjetividad política en términos de cómo el orden socio-político produce las
subjetividades en sí, resultando este enfoque incompatible con la idea de dos esferas separadas
(subjetividad y política) que se juntan.

La subjetividad política se muestra como configuraciones subjetivas, la cual es una integración


relativamente estable que implica mantener una tensión entre la dinámica de la subjetividad y
cierta estabilidad. La subjetividad política no es un producto estático, sino un proceso que
configura una modalidad de acercamiento y lectura de la realidad.

Hablar de subjetividad política significa reconciliar al sujeto con sus capacidades de reflexividad.
Para Rancière, lo que se denomina tradicionalmente “política” él lo denomina “policía”, en la
lógica del orden a partir del cual se da forma institucionalizada al “estar juntos” como sociedad.
Este orden policial ha agraviado el principio de igualdad quitándoles la palabra e invisibilizando a
algunos para legitimar la palabra de otros.

“Tomar la palabra” para distanciarse de una identificación opresora, es un procedimiento


simbólico que se realiza a partir de la comprensión de que se pertenece a un colectivo que ha sido
despojado de la posibilidad de nombrarse a sí mismo, y con eso, adquirir visibilidad pública. La
categoría “subjetividad política”, pone en visibilidad de qué manera se tensionan la cuestión de la
subjetividad, la política y los procesos de inclusión/exclusión que operan en el marco del
Capitalismo en la actualidad.
Subjetividades Políticas Juveniles: Algunas Líneas de Significación

La socialización política de los jóvenes de sectores populares aparece habitada por la presencia
cotidiana de la actividad política territorializada, que interviene de distintas formas organizativas.

Se realizó un trabajo con un grupo de jóvenes que a pesar de los significantes negativos asociados
al término “piquetero”, ellos sostenían que los dignificaba en tanto les permitía una forma de
existir públicamente, en la sociedad. Este tipo de hecho, produjo en la argentina el efecto político
de “escuchar como discurso lo que no era escuchado más que como ruido”. Dotarse a sí mismo de
la identidad piquetera opera efectos subjetivantes.

Los discursos de subjetivación política que se escuchan con frecuencia entre los jóvenes del
movimiento remiten a un rechazo de ubicarse en la posición del dominado. Se busca construir
desde la subjetivación política un sentimiento de “nosotros” ya que se fabrica una trama colectiva
en el encuentro con el otro cuando se comparten los mismos sufrimientos y deseos de
transformación de la opresión. Este “nosotros” adquiere distintos sentidos. Es un sujeto colectivo
que actúa como escenario psicosocial pero además opera como soporte vincular en el cual
sostenerse.

La política aparece como un momento donde se desestabiliza la creencia que instituye el orden
policial respecto de una supuestas igualdad, por lo que implica poner en jaque aquella certeza en
la que se asume que la democracia representa un escenario común donde todos tenemos los
mismos derechos y condiciones de igualdad.

CORREA, A. (2016). Sociedad, Institución y Subjetividad. Ficha de Cátedra


El supuesto de conocimiento que nos orienta es la posibilidad de pensar la dimensión institucional
en una trama de relaciones psicosociales imbricadas en relaciones de poder, es decir, una trama
compleja de relaciones en interaccion e intercambio con tensiones, conflictos y luchas que
generan condiciones históricas materiales, simbolicas e imaginarias y configuran un cierto modelo
de orden social y sociedad con sus formas de organización, regulación y resistencias en un
momento histórico-social dado, por ejemplo la sociedad medieval, la modernidad, la
posmodernidad. Ellas nos preexisten y en ellas aprendemos a conocer el mundo pues nos
transmiten lo que es bueno y lo que no, lo que esta permitido y lo que esta prohibido, lo que hace
que sea legal por el derecho y legitimado por las costumbres. La dimensión institucional produce
subjetivida/es pues, las instituciones disponen discursos, practicas, acciones, emociones para que
constituyamos parte de su modo de organización.

La sociedad y las instituciones

Desde la sociología:

- Durkheim define a la sociología como el estudio de las relaciones de los individuos con
las instituciones-en términos de costumbres, representaciones colectivas, normas y
leyes- analizando los limites del comportamiento posible y como es posible convivir y
considera clave la función del derecho para ejercer el control social.
- Marx define la sociedad por el modo de producción: sus formas y relaciones de
producción y reproducción social que hace la historia. La sociedad es producto de la
acción reciproca de los hombres cualquiera sea su forma, según el modo concreto de
producción.
- Weber elabora una teoría acerca de la racionalidad que orienta las relaciones sociales
y establece categorías de fin y medios llegando para establecer la distinción entre
comunidad (lo comunitario) y sociedad (lo asociativo).

Desde estos pensadores de la modernidad, el conocimiento es una producción donde subyacen


reflexiones y aprioris filosóficos, jurídicos, antropológicos, políticos y existenciales acerca de las
formas del vivir y del morir, el bienestar, la libertad y la justicia que, van configurando lo social que
produce un lenguaje para designar, nombrar, comunicar en función de los contextos y necesidades
de las distintas épocas.

Desde la psicología social:

- Tomas Ibañez Gracia precisa dos rasgos relevantes de lo social, el carácter simbolico y
cultural por una parte y el carácter psicosocial. En cuanto al primero acentua el papel del
lenguaje siendo el carácter psicosocial de lo social lo relacional resultante de la
internalización de la experiencia en la interaccion humana en las practicas concretas e
históricas.
- Moscovici define lo social como fenómeno de la ideología y la comunicación que producen
procesos psicosociales de influencia y facilitación social en una cultura dada. Va a tratar de
analizar el conflicto entre el individuo y la sociedad indagando las representaciones
sociales en grupos y minorías activas es decir según la distribución de poder.
- Pichon Riviere define, la interaccion como proceso intersubjetivo y motivado por las
necesidades haciendo de la interaccion social un proceso eficaz, en tanto transforma y es
transformado. Habla entonces de lo social como proceso inter e intra subjetivo en
condiciones concretas en la cual se produce una modificación mutua hombre-naturaleza
dando forma dialéctica, de lo social, en tanto praxis humana.
- Castoriadis da visibilidad al carácter dinamico que se da por la dialéctica entre la
dimensión del sentido instituida, establecida por acuerdos, consensos, pactos y contratos
y la dimensión del sentido instituyente que transforma y convierte en momentáneo
cualquier orden y cualquier institución.

Estas teorías psicosociales nos permite afirmar que lo social es un producto producido y productor
de la acción humana y constituye al sujeto en agente social.

Nociones y concepto de institución

El diccionario de ciencias sociales dice, la institución es “aquello que da comienzo, lo que


establece, lo que forma” expresando la función de una institución en la sociedad de conservación,
mantenimiento y formación de una sociedad. Aparecen asi las instituciones como duraderas casi
inamovibles y como instrumentos de transmisión. La nocion institución designa al mismo tiempo
aquello que esta establecido, que mantiene y reproduce-lo instituido- y, al mismo tiempo, aquello
en movimiento incesante en el curso de los procesos de transformación psicosocial o procesos
intersubjetivos donde los sujetos cuestionan, resisten, interrogan y luchan-lo instituyente-.

Ambas nociones en tensión, instituido-instituyente, constituyen la institución que se presenta


como una unidad y propone un ideal de “orden” como un todo coherente y unificado que legitima
su existencia a través de leyes escritas, de normas y reglas que estructura maneras estables y
duraderas de las relaciones sociales y enmascarar las violencias.
Orígenes de las instituciones modernas

Las instituciones nos preexisten. Establecen la ley que pone un limite a las pulsiones humanas
constituyentes del sujeto. La institución siempre marca un limite que genera malestar y
sufrimiento institucional.

Desde el momento en que se instala la ley o un mandato social derivado de la costumbre o la


tradición, se elaboran y establecen reglas, normas, pautas morales que van a tratar de impedir que
se produzca el conflicto. Pero fundamentalmente, para que esta regulación se pueda llevar a cabo
en la practica concreta, las mismas tendrán que lograr la adhesión de los sujetos, para lo cual esta
regulación deberá contar con un programa o marco institucional que promueva y prometa un
proyecto.

Las instituciones crean sentimientos de pertenencia y fidelidad, sin que medie una clara y explicita
decisión de parte de los individuos. Reproduce lo establecido por la cultura, lo actualiza, mantiene
y/o transforma.

Señala Enriquez, Castoriadis, Lourau, las instituciones fabrican sujetos aptos para la vida en
sociedad, construyen la certeza de que se hace lo que se tiene que hacer; sabiendo además que
allí anida la resistencia, pues es posible hacerse de otra manera. Las instituciones son por ello
paradojales pues plantean en el seno mismo de lo establecido, la indeterminación, es decir,
aquello que no deja de agotar la posibilidad de nuevos sentidos.

Conceptos de institución para un análisis

Lourau señala que el concepto de institución esta en crisis pues oculta su contingencia. La
institución no es univoca sino que se presenta al mismo tiempo en su carácter universal es decir
que la institución se define por el valor de la norma considerada como universal; por su carácter
practico encarnado en las practicas en la vida cotidiana y, su carácter simbolico por las maneras en
que los sujetos se representan la institución.

Señala que el concepto de institución da cuenta de un movimiento dialectico entre:

• El carácter universal/o momento de universalidad, es el de la unidad positiva y racional del


concepto, siendo su contenido los valores, normas y sistemas culturales ya existentes.
• El carácter practico/o momento de la particularidad, que expresa la negación del
momento precedente. La norma encarna la realidad y el individuo es exhortado a
interiorizarlas y puede resistirse. Ya no es exactamente aquello escrito por la ley sino que
en la particularidad la ley y las normas son interpretadas y actuadas según las condiciones
materiales y simbolicas de la vida cotidiana. Este carácter practico inscribe a la institución
en un carácter de función y generadisputas de sentido y significados.
• El carácter simbolico/o momento de la singularidad expresa que sus contenidos y las
formas organizacionales y jurídicas para el logro de objetivos es una manera histórica de
cómo se presentan y representan las instituciones para los sujetos, en la sociedad que
habita.

El concepto institución resulta: A) Polisemico, acentua el momento de la universalidad. Consiste en


volver evidente, intocable y sagrado lo que no es sino contingencia política. B) Equivoco, pues
designa alternativa y simultáneamente lo instituido y los instituyente. Se presenta la institución
como permisiva, contenedora, sostenedora y al mismo tiempo, como represiva y expulsora y
forma parte del control social. C) Problemática, pues la institución no se presenta de manera
inmediata a la observación y al análisis. La institución emite mensajes falsos de sus proclamas,
discursos, exhortaciones y también emite mensajes efectivos mediante sus códigos y su
organización.

La institución designa al mismo tiempo, la norma universal (momento positivo) abstracto, ideal
(efectivo) que apela lo sagrado, al mito fundador, a la leyenda para que sostenga cierta idea o
ideal. Sin embargo la norma universal, en el momento en que se encarna en una época
determinada en la vida cotidiana, encuentra su negatividad mostrando la distancia entre lo
normado y lo legitimo; o señalando brechas entre la norma y las practicas sociales. Segundo
momento es la negatividad del momento positivo de la norma y se materializa por las acciones de
los individuos. El concepto institución, interpreta una lógica de movimiento incesante entre lo
instituido-instituyente en búsqueda de resolver la tensión anterior, institucionalizándose.

La existencia de los sujetos en las instituciones

Sin instituciones el mundo seria relación de fuerzas y funcionan para enmascarar la violencia
fundadora instaurando una violencia legal

Sistema o plano de análisis cultural:

- Ofrecen una estructura de valores y de normas, una manera de pensar, un modo de


aprehensión del mundo que orienta la conducta de sus diversos actores.
- Establecen una cierta cultura para facilitar la construcción de una obra colectiva.
- Desarrolla un proceso de fomracion y socialización de los diferentes actores.

Sistema o plano de análisis simbolico:

Una institución no puede vivir sin producir un conjunto de mitos unificadores, sin instituir ritos de
iniciación de pasaje y de realización, sin relatar o inventar una saga que ocupara un lugar en la
memoria colectiva. El rito institucional establece una diferencia entre quienes tienen las
características para ser dignos del ritual, y aquellos que jamás resibiran la legitimación del rito de
institución.

Sistema o plano de análisis imaginario

Toda institución va a producir sobre todo, un sistema imaginario sin el cual los sistemas simbolico
y cultural tendrían dificultades de establecerse para sostener deseos de afirmación ante la
fragmentación social.

Los sentidos como dimensión colectiva.

Castoriadis analiza la dimensión colectiva en la producción de sentido que da entidad a las


instituciones en una sociedad, son las significaciones imaginarias sociales socialmente
sancionadas.

Para castoriadis toda actividad humana es con anterioridad a su función productiva una acción
humana cuyo nucleo no es el fin (racionalidad) sino el sentido. De ninguna forma es posible hablar
de ser humano extra social o asocial ya que, solo es posible pensar y hablar del hombre, como ser
social. El ser social del hombre, es su humanidad, esta presente con anterioridad a la posibilidad
de concebir al individuo y se da en el lenguaje y las instituciones.
Castoriadis afirma que el hombre es ser social y por ende ser político, la reflexión y la deliberación,
son actividades creativas y productivas que posibilitan la continua renovación de lo dado.

Las significaciones imaginarias sociales producen significados y sancionan socialmente unas


significaciones y otras no; socializa y opera sobre esas significaciones para que recaiga sobre un
campo de conductas y hagan ser, es decir, que produzcan subjetividades. Cuando se producen
significaciones imaginarias con potencia para organizar sentido-es decir instituir- fabrican sus
artificios y/o dispositivos para apuntalar la legitimidad de la fuerza de coerción mediante procesos
de socialización que induce a generar posiciones de sujeto que interioriza e inviste los sujetos.

Dispositivos: discursos y practicas en relaciones de poder

El dispositivo, son un conjunto de elementos teoricos y practicos, discursivos y no discursivos que,


ubicados estategicamente en relaciones de poder, disponen posibilidades de hacer o no hacer, de
ver y no ver, mediante operaciones tácticas que estimulan la autonomía o la dependencia y
sumisión en las relaciones sociales.

El poder se ejerce y mediante este ciertas acciones modifican otras y estructuran su posible campo
de acción. La relación adecuada del poder no es la violencia ni el consenso sino el gobierno en el
sentido amplio de guiar la posibilidad de dirigir y poner en orden un resultado posible. El poder no
es sustancia, es relación en las que algunas personas intentan dterminar las conductas de otros y
donde hay poder hay resistencia. El poder se ejerce únicamente sobre sujetos libres y solo en la
medida en que son libres, enfrentados a un campo de posibilidades donde pueden tener lugar
diversas conductas, acciones y diversos comportamientos.

Foucault dice que existen fundamentalmente donde tipos de técnicas de gobierno: las técnicas de
soberanía, las disciplinarias y las técnicas de seguridad.

La disciplina encierra, fija limites y fronteras, mientras que la seguridad garantiza la circulación. La
disciplina impide, la seguridad permite, incita, favorece y solicita. La disciplina es centrípeta,
concentra y encierra; la segurida es centrigufa porque lo que hace es ampliarse para integrar
incesantemente nuevos elementos en el arte gobernar.

La técnica disciplinar, lo que hace es confinar o recluir a los enfermo y separarlos de los que no
están enfermos que son quienes componen la sociedad; es una técnica de encierro, al igual que la
fabrica o la escuela.

Las técnicas de seguridad funcionan en un espacio abierto, calcular el diferencia de normalidad


con relación a los niveles de riesgos existentes en la sociedad, de manera que se establece una
curva de normalidad con la cual comparar todos los grupos sociales.

Con las técnicas de seguridad se tiene la capacidad de analizar todas las diferencias en relación con
la norma y se establece asi un cuadro que dibuja las diferentes curvas de normalidad mediante la
determinación del riesgo.

Existen dos procesos de normalización diferentes. La disciplina distribuye los elementes a partir de
un código, de un modelo, de una norma que determina lo que esta permitido y lo que esta
prohibido, lo que es normal y lo que es anormal. La seguridad procede por una gestión diferencial
de la normalidad y del riesgo; traza una cartografia de esta distribución de diferencias, y la
operación de normalización consiste en poner a jugar los diferenciales de normalidad los unos con
relación a los otros. Una diferencia fundamental entre seguridad y disciplina, es que la seguridad
interviene sobre el acontecimiento, es decir, interviene sobre el tiempo, sobre lo que esta
sucediendo. En el régimen disciplinario, la diferencia es que tenemos un espacio-tiempo. El poder
se ejerce sobre el individuo, sobre su cuerpo, se regulan los gestos del individuo de una manera
disciplinaria, o sea que se regula el tiempo.

La técnica de seguridad es una técnica que se ejerce sobre las cosas que están sucediendo, es
decir, deja que las cosas se desarrollen, que se desenvuelvan. Mientras en la sociedad disciplinaria
se predetermina el tiempo y el espacio, en la sociedad de control o de seguridad se hace surgir el
espacio y el tiempo desde el interior; por consiguiente, los dos conceptos de libertad son muy
diferentes.

FERNÁNDEZ, A. & DE BRASSI, J.C. (1993). De lo imaginario social a lo


imaginario grupal. En Tiempo histórico y campo grupal. Masas, grupos e
instituciones
La unidad de una sociedad, en el plano de la subjetividad colectiva, se mantiene a través de la
consolidación y reproducción de sus producciones de sentido. (Imaginario social): sentidos
organizadores (mitos) que sustentan la institución de normas, valores y lenguaje, por los cuales
una sociedad puede ser visualizada como una totalidad. Los instrumentos para hacer las cosas, en
particular para hacer individuos; se alude así a la construcción que, a partir de la materia prima
humana, da forma de los individuos (producción de subjetividad).

III. Poder e Imaginario Social


La cuestión de lo Imaginario social es inseparable del problema del poder. Ocupa un lugar central
en el cuadro de la vida social.
Ubicar a naturaleza social de poder supone interrogar sobre la inscripción de sus dispositivos no
sólo en la organización de una sociedad y sus instituciones, sino también su inscripción en la
subjetividad de hombres y mujeres. Si el poder, según Spinoza, es la capacidad de afectar en
mayor grado que se es afectado. Pensar el pode como dispositivo permite articular cuestiones
generales de su ejercicio con análisis más particularizados o más puntuales sin perder de vista sus
ramificaciones en el conjunto del universo social.
Si los actos de fuerzo producen poder, a partir de allí el discurso del orden y el imaginario social
consolidan las condiciones reproductivas del poder producido, es decir, garantizan la continuidad
del poder conquistado o instituido.
Existen tres elementos básicos que hacen que el poder función:

• La fuerza o violencia
• El discurso del orden
• El imaginario social
Concurren como instancias diferentes, pero no independientes. Están articuladas entre sí,
agrupadas e intersectadas dentro del dispositivo en forma variable.
El discurso del orden es un espacio de racionalidad. Pertenece al ámbito del conocimiento, de la
teoría y las representaciones racionales. Se incluyen en este dominio la moral, la filosofía política y
la religión aisladamente o en conjunción como el segmento jurídico del discurso del orden al que
suministran los últimos fundamentos, los referentes divinos o seculares. El discurso del orden es el
topos de legitimación de este sistema, lugar de emisión de los enunciados normativos y de las
reglas de justificación.
Los dispositivos de poder exigen también practicas extradiscursivas; necesita de soportes
mitológicos, emblemas, rituales que hablen a las pasiones y en consecuencia disciplinen los
cuerpos. Este universo de significaciones (Imaginario Social) hace que el poder marche haciendo
que los miembros de una sociedad enlacen y adecuen sus deseos al poder. El imaginario social
interpela emociones, voluntades, sentimientos, sus rituales promueven las formas que adquirirán
los comportamientos de agresión, de temor, de amor, de seducción que son las formas en que el
deseo se anuda al poder. La función del Imaginario Social es fundir y cincelar las llaves de los
cuerpos para el acceso a la ley y la continuidad y reproducción del poder.

III. Instituido- Instituyente

Si se recurre a la diferenciación que establece Castoriadis entre imaginario social efectivo


(instituido) e imaginario social radical o instituyente puede interferirse que las connotaciones que
da E. Mari del imaginario social pertenecerían a las significaciones imaginarias que consolidan lo
instituido y en tanto tal anudan los deseos al poder; en esta dimensión los universos de
significaciones imaginarias sociales operan como organizadores de sentido de los actos humanos
estableciendo las líneas de demarcación de lo licito y de lo ilícito, de lo permitido y lo prohibido, lo
bello y lo feo, etc.

Lo imaginario efectivo es lo que mantiene unida a una sociedad.

Aquello que mantiene unida a una sociedad es su institución, dice Castoriadis, es decir, el proceso
por el cual la sociedad se instituye como totalidad; la institución de normas, valores y lenguaje no
son solo herramientas o procedimientos para hacer frente a las cosas, sino mas bien son los
instrumentos para hacer las cosas; en particular para hacer individuos.

La urdimbre inmensamente compleja de significaciones orienta y dirige toda la vida de los


individuos concretos que corporalmente constituyen una sociedad. Dios, dioses, polis, ciudadanos,
esclavos, nación, estado, dinero, tabu, virtud, hombre, mujer, padre, hijo, hoy son lo que son en
virtud de las significaciones imaginarias sociales que los hacen ser esto. Estas significaciones son
imaginarias porque están dadas por creación e invención, es decir, no corresponden a elementos
estrictamente reales, y son sociales porque solo existen siendo objeto de participación de un ente
colectivo o anónimo.

En el termino imaginario social, lo imaginario remite a otro orden de sentido; ya no como imagen
de, sino como capacidad imaginante, como invención o creación incesante social-histórica-
psíquica, de figuras, formas, imágenes, en síntesis, producción de significaciones colectivas.

Una sociedad es también un sistema de interpretación del mundo, es decir de construcción,


creación, invención de su propio mundo; en tanto tal puede percibir como peligro cualquier
desmentida a su sistema de interpretación del mundo.

Las transformaciones de sentido, lo instituyente, operan siempre con la resistencia de aquello


consagrado, instituido que, hasta tanto no sea trastocado, opera como régimen de verdad.

No hay sociedad sin mito. El mito es para Castoriadis un modo por el que la sociedad catectiza
como significación el mundo y su vida en ese mundo; de otra manera sus “individuos” estarían
privados de sentidos. Los mitos que una sociedad instituye son cristalizaciones de significación que
operan como organizadores de sentido en el accionar, pensar y sentir de los hombres y mujeres
que conforman esa sociedad, sustentando a su vez la orientación y legitimidad de sus
instituciones. El desorden social se despliega cuando aparecen nuevos organizadores de sentido.

Es decir que los nuevos organizadores de sentido y las practicas sociales que los hacen posibles
refieren a lo imaginario social no instituido, radical, instituyente siempre, utópico a veces, que da
cuenta de la existencia de deseos que no se anudan al poder, que desordenan las practicas,
desdisciplinan los cuerpos, delegitiman sus instituciones y en algún momento instituyen nueva
sociedad.

El imaginario radical por un lado, establece la relación entre imaginario social, deseo y producción
de utopías y por otro instala la cuestión del poder en el centro mismo de la producción de
subjetividad. Si las utopías dan cuenta de deseos que no se anudan al poder habrá que pensarlas
ya no como aquello que advendrá en un futuro mejor, sino como actualidad radical, actualización
de deseo, denegación de finalidades, que opera resignificacion y produce realidad.

El conjunto de significaciones que lo imaginario social instituye con la modernidad en relación con
la familia se encarna en el cotidiano de todas y cada una de las instituciones de una sociedad;
sostienen las formas que el publico y lo privado adquieren para esa sociedad, delimitando el
conjunto de atribuciones, prescripciones y prohibiciones, lo bello, lo feo, etc. de tal periodo
histórico.

Los mitos sociales (imaginario efectivo o instituido) en tanto cristalizaciones de sentido son una
pieza clave en el sostenimiento de lo instituido,constituyen piezas claves en el disciplinamiento y
policiamiento de una sociedad.

La institución de las instituciones de una sociedad y su continuidad es posible no solo por las
condiciones materiales económicas que la producen sino por la eficacia simbolica de sus
mitologías, emblemas y rituales que la sostienen y reproducen.

• Los mitos sociales: violencia y eficacia.


Se intentara puntualizar algunos mecanismos a través de los cuales los mitos sociales logran su
eficacia en el disciplinamiento sociales y en consecuencia en la legitimación y el orden de las
instituciones que involucran.

- En primer lugar operan por la repetición insistente de sus narrativas: se gestiona a


traves de formas reticulares y difusas, produciendo discursos que, con pequeñas
variaciones de enunciabilidad, según los focos institucionales, sostienen al infinito una
misma trama argumental. Repetición argumental y multiples focos en la gestión de sus
enunciados crean los caminos de su eficacia simbolica.
- En segundo lugar, se instituyen como universos de significaciones de formas molares,
totalizadoras, esencialistas que estipulan no solo lo que debe ser una mujer o un
hombre sino lo que es. En tal sentido esta voluntad totalizadora opera violencia
simbolica.
La invisibilizacion de lo diverso no solo deja sin lugar a la singularidad, sino que, a través de estos
discursos molares, unversalidades, se invisibiliza el proceso socio-historico de su construcción.

Otra de las características de lo totalizador de sus enunciados es que, en tanto sus principios son
establecidos como universales, es decir, para todos los hombres y mujeres, deniegan las
estrategias biopoliticas que operan en forma muy diferente según las clases sociales o grupos
étnicos o culturales que conforman una sociedad.

- Por otra parte operan por deslizamientos de sentido que vuelven equivalentes
cuestiones muy disimiles. En el mito mujer-madre no es lo mismo decir que para ser
madre se necesita ser mujer, que para ser mujer se necesita ser madre; sim embargo
esta ecuación de gran eficacia simbólica en nuestra cultura ha vuelto equivalentes
ambos términos de la ecuación.
Estas cristalizaciones de sentido, los mitos sociales, al instituir un “real”, pero vivido por los
actores sociales como la realidad objetiva, organizan las formas de los lazos sociales, es decir que
institucionalizan tanto las relaciones materiales como las subjetivas de las personas. Por lo tanto,
prescriben en forma explícita e implícita como deben ser desde los contratos laborales hasta las
relaciones sentimentales entre géneros sexuales; son, por ende, una verdadera fuerza material del
campo social.

Los mitos sociales obtienen su eficacia simbólica a través de la repetición, insistencia de sus
tramas argumentales, que se multiplican en innumerables focos del tejido social. A través de
enunciaciones totalizadoras y totalizantes, deslizamientos de sentido, producción de invisibles y
eliminación de contradicciones, gestionan su violencia simbólica.

IV. Los grupos y la producción de significaciones imaginarias.

Un grupo no solo es tributario de las producciones de significación mas generales que la sociedad
instituye; si fuera pertinente hablar de un imaginario grupal habría que pensar en las figuras y
forma que ese numero numerable de personas inventa a lo largo de su historia común, para dar
cuenta de sus razones de ser como colectivo. Un grupo se instituye como tal cuando ha inventado
sus significaciones imaginarias.

El termino ilusión, ha sostenido y sostiene dos líneas de significación: ficción o engaño de los
sentidos y quimera, sueño, esperanza. Puede observarse que, aun cuando una conceptualización
acentua una de las líneas de significación, la otra no desaparece, por lo que podría decirse que
ambas líneas se despliegan en una tensión por la cual aquella que aparece como predominante
soporta la insistencia que ejerce la otra en su latencia.

LAZZARATTO, M. (2007). Las Técnicas de Gobierno. En Biopolítica.


Estrategias de gestión y agenciamiento de creación.
Primera Parte

Foucault sostiene que para comprender cómo funcionan las relaciones de poder es necesario
distinguir entre relaciones de poder propiamente dichas, relaciones de dominación y técnicas de
gobierno. Las Relaciones de Poder propiamente dichas son relaciones diferenciales de fuerzas.
Presentan una asimetría entre ellas, pero esta asimetría no es necesariamente negativa. Una de
las fuerzas en juego siempre quiere conducir a otra, por lo que las relaciones son móviles,
reversibles y modificables. Pero a pesar de ello, en las relaciones de poder siempre hay libertad. A
diferencia de la violencia, donde no hay libertad ya que trata a los otros como objetos. Al
introducir la violencia, se genera una Relación de Dominación, donde la relación ya no puede
invertirse porque se pierde la libertad. En una relación de poder, aquel sobre quien se ejerce el
poder es reconocido y puede reaccionar e intervenir. El poder es definido como la capacidad de
estructurar el campo de acción del otro.

Para Foucault la forma de analizar las relaciones de poder en la sociedad es partiendo de una
libertad estratégica y no de una relación de dominación. Hay que situarse fuera del Estado para
poder observar cómo se da la relación de fuerzas que tienen un margen de libertad que están
institucionalizadas en el Estado. El Estado se constituye como una capacidad de intervenir en estas
relaciones y de crear con ellas instituciones, a través de tecnologías gubernamentales.

La relación entre economía y política se resuelve mediante técnicas y dispositivos que no


provienen ni de la política ni de la economía, sino desde “afuera”. Este afuera es lo que Foucault
denomina “el gobierno de los hombres”, o sea las Técnicas de Gobierno. Estas son el gobierno y
las tecnologías humanas que el Estado moderno heredo de la pastoral cristiana y que el
liberalismo modificó y convirtió de “gobierno de almas” a “gobierno de los hombres”

Foucault habla de gobierno en términos de dispositivos de regulación y control, aplicando esta


idea a la relación entre economía y política. Hace referencia a que en la modernidad, el “arte de
gobernar” ya se da en sujetos económicos, los cuales ya no tienen derechos sino que tienen
intereses.

El sujeto de derecho y el económico dan lugar a procesos diferentes. El primero integra el


conjunto de sujetos de derecho por una dialéctica de la renuncia. El sujeto económico, por el
contrario, se integra a los hombres económicos por una multiplicación de los intereses, no
renuncia a sus intereses sino que persevera en sus intereses egoístas.

Foucault sostiene que las relaciones entre estos ámbitos no se pueden llevar a una unidad y que el
liberalismo propone una técnica de gobierno que trata de resolver esta situación. Dicha técnica se
aplica sobre lo que él llama “la sociedad civil” o “lo social”, ligado a esto, está el nacimiento de las
ciencias sociales. Pero esta sociedad civil no es autónoma, sino que es una técnica de gobierno. El
entrecruzamiento entre estos tres problemas (económico, político y las técnicas de gobierno)
constituyen el liberalismo, el cual, para Foucault, es el arte de gobernar que asume al mercado
como una manera para hacer inteligible la sociedad. Sostiene que existen dos tipos de técnicas de
gobierno, las técnicas disciplinarias y las técnicas de seguridad (o de control), a ellas se añade un
tercer tipo, las técnicas de soberanía. Las tres coexisten sólo que en cada época una prima sobre
las demás.

Las técnicas de disciplina, por un lado, encierran, quitan la libertad, determina lo que está
permitido y lo que no. En tanto que las técnicas de seguridad permiten la libertad, traza una
cartografía de esta distribución de diferencias y la operación de normalización consiste en poner a
jugar los diferenciales de normalidad.
Segunda Parte

Surgen así dos conceptos diferentes de libertad. Por un lado, en el régimen disciplinario, el control
del espacio se da mediante un encuadramiento, el poder se ejerce sobre el cuerpo del individuo,
delimitando el espacio por donde habita el individuo, se regula su tiempo. En el régimen de
seguridad se interviene sobre el acontecimiento, se permite surgir el espacio y el tiempo desde
adentro del individuo, es decir, el Estado moldea como va a ser la conducta del individuo desde el
inicio.

Debido a esto, surge la pregunta acerca de ¿en cuál sociedad hay más libertad?, ya que en las
sociedades disciplinarias el sujeto es libre en el espacio y tiempo delimitado por el estado, pero en
las sociedades de control, el individuo puede actuar libremente, pero sus acciones ya estaban
controladas. Se puede decir entonces que las sociedades disciplinarias se controlaban de forma
superficial, sólo el espacio y el tiempo. En cambio, en las sociedades de control se moldea la
subjetividad.

Se retoma el concepto de auto-valorización, haciendo referencia a que el tiempo cambio. Antes se


trabajaba más tiempo, pero el tiempo libre era real. Hoy en día, se trabaja menos tiempo, pero el
tiempo libre debe ser ocupado en otras cosas.

ENRIQUEZ, E. (1989) El trabajo de la muerte en las instituciones. En La


institución y las Instituciones. Estudios psicoanalíticos.
El análisis de las instituciones revela su carácter paradójico.
Las instituciones, en la medida en que inician una modalidad específica de relación social, en la
medida en que tienen a formar y socializar a los individuos de acuerdo con un patrón especifico y
en que tienen la voluntad de prolongar un estado de cosas, desempeñan un papel esencial en la
regulación social global. Su finalidad primordial es colaborar con el mantenimiento o renovación
de las fuerzas vivas de la comunidad, permitiendo a los seres humanos ser capaces de vivir, amar,
trabajar, cambiar y tal vez crear el mundo a su imagen. Su finalidad es de existencia, no de
producción. La familia, la Iglesia, el Estado, los conjuntos educativos y terapéuticos, pueden
considerarse legítimamente como instituciones, porque plantean todos los problemas e la
alteridad, esto es, de la aceptación del otro en tanto sujeto pensante y autónomo por cada uno de
los actores sociales que mantienen con él relaciones afectivas y vínculos intelectuales. Las
instituciones, que sellan el ingreso del hombre a un universo de valores, crean normar particulares
y sistemas de referencia que sirven como ley organizadora, también de la vida física, mental y
social de los individuos. Para hacerlo, favorecerá la manifestación de pulsiones con la condición de
que se metaforicen y metabolicen en deseos socialmente aceptables y valorados. Dado que la
emergencia de símbolos tiene la función de unificar la institución y garantizar su poder sobre la
conciencia y el inconsciente de sus miembros.
En toda institución se pone al descubierto la mirada de lo divino, de quien permitió la existencia
de la armonía en el mundo, nos dirigió un discurso de amor, y exige a cambio nuestro amor hacia
él y hacia los otros. La significación ultima, manifiesta al tiempo que enmascarada, del mensaje
institucional, es la presencia integra, atronadora, de Eros, que vincula a los seres humanos entre sí.
Eros puede favorecer la identificación mutua, introducir una cohesión o una colusión definitiva,
haciendo funcionar a la institución como una comunidad de negación.
La institución se convierte en un modelo de comunión, de calor, de intimidad, de fraternidad. Las
relaciones entre los seres humanos se consideran fraternales.
A partir del momento en que una institución vive bajo el modelo comunal, tiende a evitar las
tensiones o a mantenerlas en el nivel más bajo posible. Funciona como un sistema que se
caracteriza por una autorregulación simple. Que permite la preservación de estados estables y por
el constante aumento de la entropía (rechazo de la creatividad). Siguiendo a Green, podríamos
decir que promueve un narcisismo de muerte. Tánatos se despliega en el lugar mismo donde
parecía dominar Eros.

2. Las instituciones son lugares que no pueden impedir la emergencia de lo que estuvo en su
origen y contra lo cual surgieron a la existencia: la violencia fundadora. Pese a los esfuerzos que
las instituciones ponen en práctica para encubrir las condiciones de su nacimiento, son y siguen
siendo herederas de uno o varios crímenes. Si bien renunciaron formalmente a la violencia de
todos contra todos, instauraron la violencia legal. Esta, al definir la esfera de lo sagrado y lo
profano, al enunciar las prohibiciones, al desarrollar el sentimiento de la culpabilidad, se enuncia
no como violencia sino como ley estructural. La ley prohíbe lo que los hombres serían capaces de
hacer bajo la presión de ciertos instintos. Lo que la naturaleza prohíbe y castiga no necesita ser
prohibido y castigado por la ley. La violencia institucional no se reduce a la violencia legal.
Las instituciones no favorecen la indagación de la verdad sino las luchas por el poder, esto implica
que esperamos encontrar en las relaciones de grupo manifestaciones de irrealismo, de clivaje, de
hostilidad, de suspicacia.
Si admitimos que la institución, no instaura una pantalla suficiente como para impedir que sus
miembros se sientan mutuamente invadidos por las proyecciones de unos y de otros, y que
experimenten un sentimiento de intrusión de psique y desecamiento de sus pensamientos y
emociones; que difícilmente logra que sus miembros acepten la necesidad de controlar y
simbolizar la separación dado que ellos tienden a negarla o a fijarla en lucha por el poder y en
agresividad.
Resulta urgente una reflexión sobre el trabajo de la muerte en a las instituciones. Esa reflexión ha
de elucidar las metamorfosis, los procesos de sustitución, desplazamiento y metaforización que
hacen que la institución juegue siempre a quien pierde gana, que la muerte puede estar presente
fuera del lugar que se tendería a asignarle, etc. De este modo, tenemos que tratar de poner un
poco de orden para no caer en lo insensato, aun cuando sepamos de entrada que lo impensado, lo
innombrable, lo indecible tendrán siempre la última palabra.

I. LAS INSTITUCIONES, SISTEMAS CULTURALES SIMBOLICOS E IMAGINARIOS


Las instituciones, elementos de regulación social, global e imagen de lo divino que promete la
salvación, se presentan como:

• Sistemas culturales: Ofrecen una cultura, es decir, un sistema de valores y normas, un


sistema de pensamiento y acción que deben modelar la conducta de sus agentes ante los
individuos que les son confiados o que expresaron una demanda respecto a ellas.
Establecen cierta manera de vivir en la institución, una armazón estructural que se
cristaliza en determinada cultura, esto es, en atribución de lugares, roles, conductas
estereotipadas, costumbres, entre otros, que tienen que facilitar la edificación de una
obra colectiva.
Desarrollan un proceso de formación y socialización de los diferentes actores, para que
cada uno pueda definirse en relación con el ideal propuesto. El modelo real de
socialización puede ser muy diferente de los principios teóricos a los que se remite y de la
armazón estructural. El grado de contradicción o de complementariedad entre esos
diferentes momentos de la cultura, es un problema central.
• Sistemas simbólicos: Una institución no puede vivir sin segregar uno o varios mitos
unificadores, sin instaurar ritos de iniciación, de tránsito y de logro, sin darse héroes
tutelares, sin contar y/o inventar una historia que ocupara el lugar de la memoria
colectiva; mitos, ritos, etc, cuya función es sedimentar la acción de los miembros de la
institución, servirles como sistemas de legitimación, dando así sentido a sus prácticas y a
su vida.
No todas las instituciones pueden darse un sistema simbólico tan cerrado sobre sí mismo y
tan coactivo para sus miembros, buscan consciente o inconscientemente edificarlo.
Las instituciones sin historial tienen sus mitos, ritos y héroes, pero no necesitan evocarlos
constantemente.
• Sistemas imaginarios: La institución va a tratar de atrapar a los sujetos en la trama de sus
propios deseos de afirmación narcisista y de identificación, en sus fantasmas de
omnipotencia o en una demanda de amor, fortaleciéndose de poder y responder a sus
deseos en lo que tienen de más excesivos y arcaicos y de transformar su demanda en
realidad. Imaginarios también en tanto la institución les garantiza su capacidad de
protegerlos de la posibilidad de vacilación de su identidad, de sus miedos de destrucción,
de la angustia de fragmentación que suscita y alimenta toda vida comunitaria,
procurándoles las sólidas corazas del status, del rol y la identidad masiva de la institución.
Al prometerles tratar de responder a su llamado, tiende a sustituir con su propio
imaginario el de ellos. Aspira a ocupar la totalidad del espacio psíquico de los individuos,
que ya no pueden desligarse de ella e imaginar otras conductas posibles.

Los tres momentos culturales desempeñan un papel cargado de sentidos implícitos en la


vida institucional, y son indispensables para el establecimiento y permanencia de la
institución, porque garantizan la identidad a la que aspira todo conjunto social.
Las instituciones en tanto sistemas culturales, simbólicos e imaginarios, se presentan
como conjuntos englobantes, que aspiran a imprimir su sello distintivo en el cuerpo,
pensamiento y la psique de cada uno de sus miembros. Van a favorecer la construcción de
individuos que les sean devotos, en la medida que logren instaurarse para ellos como polo
ideal, y enfermarlos de ese ideal. Sin embargo, pocas veces lograrían sus fines de posesión
total y de formación de estructura clausurada: terminarían por engendrar un universo
conformista, repetitivo y dedicado a degradarse irresistiblemente y morir, salvo que se dé
una tregua persiguiendo la muerte da los otros.
Módulo 4: Socialización y prácticas de subjetivación en
instituciones y grupos.
• El proceso de socialización. Inducción, internalización y
constitución subjetiva. De los otros significativos al otro
generalizado.
• Socialización primaria, socializaciones secundarias y
constitución identitaria. Apropiación significativa de normas y
de roles en las instituciones y los grupos.
• Socialización, conflictos y resistencias. Socialización y
producción de sociabilidad/es emergentes.

BERGER, T. y LUCKMAN, P. (1994). La sociedad como realidad subjetiva. En


La construcción social de la Realidad.
Internalización de la realidad

A- Socialización primaria

Externalizacion, objetivación, internalización. Estos tres caracterizan simultáneamente a la


sociedad y a cada sector de ella, de manera que cualquier análisis que se ocupe sole de uno o dos
de ellos no llena su finalidad. Estar en la sociedad es participar en su dialéctica.

El individuo no nace miembro de una sociedad: nace con una predisposición hacia la socialidad y
luego llega a ser miembro de una sociedad. En la vida de todo individuo, por lo tanto, existe
verdaderamente una secuencia temporal, en cuyo curso el individuo es inducido a participar en la
dialéctica de la sociedad. El punto de partida de este proceso lo constituye la internalización: la
aprehensión o interpretación inmediata de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa
significado, o sea, en cuanto es una manifestación de los procesos subjetivos de otro que, en
consecuencia, se vuelven subjetivamente significativos para mi. La congruencia total entre los dos
significados, y el conocimiento reciproco de esa congruencia presupone la siginificacion.

La internalización en sentido general, constituye la base, primero, para la comprensión de los


propios semejantes y, segundo, para la aprehensión del mundo en cuanto realidad significativa y
social. Esta aprehensión no resulta de las creaciones autónomas de significado por individuos
aislados, si no que comienza cuando el individuo asume el mundo en el que ya viven otros, una
vez asumido puede ser creativamente modificado o hasta recreado. Esto presupone que el y yo
compartimos en tiempo en forma mas que efímera y una prespectiva comprehensiva, que vincula
subjetivamente series de situaciones entre si. No solo vivimos en el mismo mundo, si no que
participamos cada uno en el ser del otro.

Solamente cuando el individuo ha llegado a este grado de internalización puede considerárselo


miembro de la sociedad. El proceso ontogenetico por el cual esto se realiza se denomina
socialización y, por lo tanto, puede definirse como la inducción amplia y coherente de un individuo
en el mundo objetivo de una sociedad o en un sector de el. La socialización primaria es la primera
por la que el individuo atraviesa en la niñez. La socialización secundaria es cualquier proceso
posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores de mundo objetivo de su
sociedad.

La socialización primaria suele ser la mas importante para el individuo. Los otros significantes que
mediatizan el mundo para el, lo modifican en el curso de esa mediatización. La socialización
primaria se efectua en circunstancias de enorme carga afectiva. El niño acepta los roles y actitudes
de los otros significantes, o sea, que los internaliza y se apropia de ellos.

La identidad se define objetivamente como ubicación en un mundo determinado y puede


asumírsela subjetivamente solo junto con ese mundo. El niño aprende que el es lo que lo llaman.
Cada nombre implica una nomenclatura, que a su vez implica una ubicación social determinada.

Las apropiaciones subjetivas de la identidad y del mundo social son nada mas que aspectos
diferentes del mismo proceso de internalización, mediatizados por los mismo otros significantes.

La socialización primaria crea en la conciencia del niño una abstracción progresiva que va de los
roles y actidudes de otros específicos, a los roles y actitudes en general. Esta abstracción de los
roles y actitudes de otros significantes concretos se denomina el otro generalizado. Su formación
dentro de la conciencia significa que ahora el individuo se identifica no solo con otros concretos, si
no con una generalidad de otro, o sea, con una sociedad. La formación dentro de la conciencia del
otro generalizado señala una fase decisiva de la socialización. Implica la internalización de la
sociedad en cuanto tal y de la realidad objetiva en ella establecidad y al mismo tiempo, el
establecimiento subjetivo de una identidad coherente y continua. La sociedad, la identidad y la
realidad se cristalizan subjetivamente en el mismo proceso de internalización. Esta cristalización se
corresponde con la internalización del lenguaje.

Cuando el otro generalizado se ha cristalizado en la conciencia, se establece una relación simétrica


entre la realidad objetiva y la subjetiva.

La socialización prima finaliza cuando el concepto del otro generalizado se ha establecido en la


conciencia del individuo, ya es miembro efectivo de la sociedad y está en posesión subjetiva de un
yo y un mundo. La socialización nunca es total y nunca termina. Esto nos presenta dos problemas
para resolver: primero, como se mantiene en la conciencia la realidad internalizada en la
socialización primaria, y, segundo, como se efectúan otras socializaciones en la biografía posterior.
B- Socialización secundaria

Internalización de “submundos” institucionales o basados sobre instituciones. Su alcance y su


carácter se determinan, pues, por la complejidad de la división del trabajo y la distribución social
concomitante del conocimiento.

La socialización secundaria en la adquisición del conocimiento específico de roles, estando estos


directos, o indirectamente arraigados en la división del trabajo. La socialización secundaria
requiere la adquisición de vocabularios específicos de roles, lo que significa, por lo pronto, la
internalización de campos semánticos que estructuran interpretaciones y comportamientos de
rutina dentro de una área institucional.

Los submundos internalizados en la socialización secundaria son generalmente realidades


parciales que contrastan con el mundo de base adquirido en la socialización primaria.

Los procesos formales de la socialización secundaria se determinan por su problema fundamental:


siempre presupone un proceso previo de socialización primaria; o sea, que debe tratar con un yo
formado con anterioridad y con un mundo ya internalizado.

Establecer y mantener la coherencia en la socialización secundaria presupone ciertos


procedimientos conceptuales para integrar los diferentes cuerpos de conocimiento.

En la socialización secundaria, las limitaciones biológicas se vuelven cada vez menos importantes
es las secuencias de aprendizaje, el cual ahora llega a establecerse en términos de las propiedades
intrínsecas del conocimiento que de adquirirse, o sea, en términos de la estructura fundacional de
ese conocimiento.

En la socialización secundaria suele aprehenderse en contexto institucional.

Los roles de la socialización secundaria comportan un alto grado de anonimato, vale decir, se
separan fácilmente de los individuos que los desempeñan.

El acento de realidad del conocimiento internalizado en la socialización primaria se da casi


automáticamente en la socialización secundaria, debe ser reforzado por técnicas pedagógicas
específicas, debe hacérselo sentir al individuo como algo familiar.

La socialización secundaria adquiere una carga afectiva hasta el grado en la inmersión en la nueva
realidad y el compromiso para con ella se definen institucionalmente como necesarios.
PAULIN, H. y TOMASINI, M. (2007) Inducción, apropiación y resistencia.
Discusiones sobre el concepto de socialización en las prácticas educativas.
Conciencia Social.
Socialización como inducción social

Se supone cierta equivalencia entre las normas sociales y las conductas de los individuos, quienes
interiorizan reglas y valores de su medio sociocultural y los siguen en sus comportamientos
cotidianos. Se supone que los individuos interiorizan las normas y valores imperantes en su cultura
y las utilizan a modo de instrucción que hay que seguir en la vida cotidiana.

La socialización como inducción ha sido también un supuesto fuerte de la psicología conductista


que ha pensado en un modelaje de la conducta basado en un esquema de sanciones y
gratificaciones y en la proposición de un aprendizaje por imitación de un modelo.

Ejemplos de esta visión sobre la socialización los encontramos en el discurso de directivos de


escuela media cuando en relación a las transgresiones o conflictos originados por los alumnos,
recontruimos un patrón de intervención con una secuencia generalmente constante que implica:

1. El supuesto de la existencia y el conocimiento de las normas por parte de todos los


miembros de la escuela.
2. Las transgresiones de los alumnos.
3. La puesta de sanciones.
4. La búsqueda de reflexiones de los alumnos por parte de los educadores.

El primer ítem resulta en esta secuencia una condición necesaria. Simultáneamente comienza aquí
un proceso de interpelación que se presentar como una instancia cuyo objetivo es que el alumno
reconozca, recapacite, tome conciencia, se haga cargo de las consecuencias que le acarrea la
transgresión, el énfasis esta puesto en las consecuencias que la sanción puede generar para el
sancionado.

Socialización como interjuego de inducción/imposición y apropiación/recreación.

La socialización entendida solo como inducción social es una posición por demás debatida en
ciencias sociales, y los principales puntos en discusión son:

A. En las perspectivas que siguen los trabajos de Piaget, Mead o Vigotsky, con mayor o
menos énfasis en los procesos individuales o sociales, se jerarquiza la actividad
constructiva del sujeto en vez de pensar en mecanismos casi automaticos de reproducción
de las normas y reglas que rigen los comportamientos. Se abandona la idea de
equivalencia entre normas y conductas y se orienta la mirada teorica hacia el terreno de
las versiones de uso de las reglas por parte de los actores para interpretar los significados
de la construcción social de las normas.
B. Habermas señala que el funcionalismo reifica los objetos culturales, a los cuales trata
como uno mas de los elementos de una situación dada y con ello soslaya aspectos
centrales de la vida simbolica. La particularidad de las normas y las reglas es que solo
pueden ser entendidad o generadas por via de la participación en procesos de
comunicación y su condición de determinantes de la acción se constituye por media de la
apropiación interpretativa que hacen los actores de los contenidos culturales recibidos.
C. Las prespectivas funcionalistas y culturales han definido la socialización como una forma
de integración social o cultural unificada que se sostiene mayormente sobre un
condicionamiento icc y se basan en el supuesto de una unidad del mundo social tanto
alrededor de la cultura de una sociedad tradicional como de una economía generalizada.
En vez de pensar que nos socializamos en un mundo sociocultural homogéneo, es posible
sostener que el sentido de las reglas y las estrategias de acción se elaboran en un dialogo
conflictivo con otros, en el cual se ponen en juego expectativas normativas diversas y
contradictorias.

Desde otro marco de comprensión de la socialización resultan fértiles dos categorías conceptuales:
resistencia y apropiación.

En cuanto a los procesos de resistencia de los alumnos de la escuela, Felicity Hayness evidencia la
importancia de las “normas globales” que aparecen en los grupos de alumnos, muchas veces sin
ninguna discusión ni reflexión, que son cumplidad en parte por costumbre y en parte por un deseo
de “encajar” en el estilo comportamental de los pares.

Según nuestros propios análisis las manifestaciones de resistencia de los alumnos cobran
especificidad también en relación a las frecuente oposición al trabajo pedagógico propuesto o
impuesto por los educadores. También se observa en la fuerte recurrencia de los pedido de
sanciones por un abanico interminable y cotidiano de actos indisciplinarios leves relacionados con
la evitación y alteración de las tareas y actividades propuestas por los docentes en las clases y
hasta con las fugas del establecimiento.

Por otro lado la categoría de apropiación nos permite enfocar la mirada en la actividad de los
niños y jóvenes en la internalización de lo social, que es reconstructiva y no meramente
reproductiva, y el papel de los adultos de mediación en este proceso.

El proceso de apropiación implica individualización, es decir, procesos personales, que se dan


entramados en procesos mediadores aportados por otros significativos para el sujeto, lo que lleva
a entender esta instancia como acción intersubjetiva.

Este modo de entender a la apropiación como proceso central de la socialización pone de relieve
el papel de los adultos y de los jóvenes y sus relaciones con las instituciones y sus ordenes
normativos, en la socialización de las nuevas generaciones.
PAULIN, H. (2014). Socialización, sociabilidad y subjetivación. Tres
categorías claves para el estudio de la subjetividad en Psicología Social
La socialización

Las teorías funcionalistas y culturalistas conciben a la socialización, fundamentalmente, como un


proceso de integración social a partir de la internalización de un individuo de valores, normas,
creencias y corporalidades mediante un condicionamiento inconsciente y desde el supuesto de
una unidad del mundo social carente de diversidad cultural.

La teoría de socialización de Talcott Parsons postula que la sociedad puede ser pensada como un
sistema funcional compuesta por tres subsistemas, el social, el cultural y el de la personalidad. El
cultural organiza normativamente las interacciones del subsistema social por vía de ciertas
orientaciones culturales de valor que proporciona a los sujetos.

La socialización consiste, entonces, en un proceso de construcción de conformidad inducido por


vía de la motivación al actor a que cumpla las expectativas y prescripciones de rol orientadas
culturalmente expresadas en las interacciones sociales cada vez más diferenciadas en el mundo
moderno.

Mead construye una teoría de la socialización cuyo logro central es la identidad personal y social
del individuo. Coloca el proceso de comunicación como conjunto de acciones significativas
intencionales de los individuos en las que los otros significativos señalan, mediante sus opciones
de valor, expectativas y actitudes, las premisas culturales transmitidas a las nuevas generaciones.
Ese proceso se completa con la internalización de dichos valores, expectativas y actitudes por
parte del individuo socializado, a modo de una aprehensión significativa, es decir, principalmente
mediante la función simbólica del lenguaje. En la interacción comunicativa de la socialización se va
constituyendo en el niño un sí mismo (self) primero como objeto de significación de los otros (mi)
para abrir paso a intereses y aspiraciones propias (yo).

Berger y Luckman siguen a mead para formular su planteo en torno a la socialización como el
proceso de “inducción amplia y coherente del individuo en el mundo objetivo”. La socialización
primaria o familiar se realiza en circunstancias de enorme carga afectiva con sus figuras parentales
lo que se constituirá en motor de la identificación del niño con sus otros significativos. Esta
culmina luego de la constitución del otro generalizado medeano: una abstracción de roles y
actitudes correspondientes a los otros significantes que formar parte del grupo de referencia
sociocomunitario del infante. Este logro conlleva el aprendizaje de pautas culturales, roles sociales
y la comprensión del mundo desde el punto de vista de sus otros significativos.

Las socializaciones secundarias, implican la internalización de submundos institucionales en los


que, “su alcance y su carácter se determinar, pues por la complejidad la división del trabajo y la
distribución social concomitante del conocimiento.
Plantean que los devenires de la socialización dependen del grado de articulación o ruptura entre
los mundos de la socialización primaria y secundaria, lo cual impacta en la construcción de
identidad personal y social de los sujetos.

En el análisis de las socialización secundarias será importante reconocer aquellos conflictos que se
producen entre el conjunto de exigencias sociales, mandatos institucionales e imperativos
familiares a los que los sujetos deben responder, preservando en mayor o menor medida sus
identidades, expectativas y aspiraciones.

Hemos definido a la socialización desde una perspectiva psicosocial como un interjuego entre la
inducción/imposición y la apropiación/recreación considerando tres supuestos contrapuestos a la
concepción funcionalista de la socialización: a) una concepción activa del sujeto en relación con la
acción social como practica significativa, b) el papel de la intersubjetividad y c) la consideración de
la diversidad del mundo social.

Socialización, familia y escuela

Dubet y Martuccelli analizan como paradoja de la escuela la formación simultanea de actores


sociales integrados a un orden normativo escolar (y social) y, a la vez, su pretensión de formar
sujetos críticos y autónomos. Proponen la hipótesis de la experiencia social planteada por, como
conjunto de tres lógicas de acción: a) la interiorización de normas o roles como socialización, b) el
desarrollo de una subjetividad personal en forma de gustos y de intereses que conduce a los
individuos a establecer una distancia con su socialización como subjetivación y c) la actuación
instrumental cifrada por un cálculo de utilidad de inversión en las tareas escolares con vista a
proyectos futuros considerando sus recursos y recorrido escolar previo como estrategia.

En los primeros años de la escuela primaria la lógica predominante es la socialización, en la


enseñanza secundaria se daría la emergencia de conflictos de otro orden al comenzar a desplegar
los sujetos jóvenes su subjetividad entre sí y con los adultos. Al final de la escuela, los jóvenes se
ubicarían más como estrategas actuando instrumentalmente por la obtención de sus titulaciones.

En el caso de la institución familiar, la familia llamada tradicional se concibe como una alianza
entre familias que asegura las herencias económicas y la firme regulación de los sujetos a través
de una diferenciación de los roles sexuales y las generaciones. Por otra parte la familia llamada
nuclear, caracterizada por la presencia de convivencia de un matrimonio heterosexual
monogámico y sus hijos en un espacio domestico de convivencia “el hogar” en la que coinciden
“privadamente” la práctica sexual y la procreación, vino a constituirse en el modelo ideal de la
familia en la historia occidental de los últimos dos siglos. En el modelo de la socialización clásica
que venimos analizando está implícito este modelo naturalizado de familia, que se ha construido
como “normal” y como referencia para determinar las desviaciones, patologías y
disfuncionalidades familiares las cuales explican supuestamente porque no se cumple
correctamente con la función de integración social en ciertas situaciones sociales construidas
como problemáticas.
La subjetivación

Para Dubet y Martuccelli, la subjetivación comprende una posibilidad de trabajo activo del
individuo sobre las prescripciones de rol que lo inducen a comportarse de determinada manera en
los distintos momentos de su vida.

Para Weiss la subjetivación implica un abanico de procesos, aspectos y modos de comprender la


construcción de subjetividad que son subrayados de distinta forma por diferentes autores y
recorridos disciplinarios en ciencias sociales:

1) La interiorización de normas y valores: entendida como proceso sociocognitivo e histórico


cultural que las psicologías piagetiana y vigotskiana, respectivamente, enfatizan en el
papel constructivo y protagónico del individuo. Aquí los sujetos no siguen mecánicamente
reglas y pautas sociales si no que las interpretan para situarse en forma activa frente a las
relaciones con el mundo social.
2) La reflexión sobre las expectativas y actitudes sociales de los otros generalizados: la
capacidad de reflexionar es logro de un procesos de constitución subjetiva que en la teoría
psicosociológico del self, Mead desarrolla no solo para comprender la integración del niño
a su grupo familiar y luego a las instituciones de la modernidad, si no también indicar la
capacidad de iniciativa del yo frente a distintas demandas.
3) La agencia como capacidad de actuar de yo que implica poder: Giddens va a definir a la
agencia como la capacidad humana de obrar y reflexionar a partir de las rutinas y
certidumbres de la vida cotidiana para alterar las condiciones materiales y simbólicas que
les preceden, es decir, ser autores de alguna dirección del curso de sus actividad social con
cierta capacidad de maniobra.
4) La construcción identitaria como trabajo narrativo sobre sí mismo: es más que un simple
devenir de los relatos, una necesidad de subjetivación e identificación, una búsqueda
consecuente de aquello-otro que permita articular, aun temporariamente, una imagen de
autorreconocimiento.
5) La apropiación de la cultura: alude por un lado “al sentido de naturaleza activa
transformadora del sujeto y a la vez del carácter coactivo, pero también instrumental, de
la herencia cultural”
6) La emancipación de las orientaciones e imposiciones de valor y las emergencia de pautas,
reglas y moralidades propias y alternativas a las dominantes: Weiss alude a los planteos de
la subjetivación entendida como la emancipación personal de las estructuras de
dominación por la via de la acción de los sujetos colectivos y los movimientos sociales
obreros t feministas, por ejemplo.
7) La resistencia como resto y exceso frente a la sujeción: podemos incluir el análisis de
Foucault sobre la subjetivación al indicar el significado deferente que le otorga a dicho
proceso según sea considerado en términos de positividad y negatividad con respecto a la
sujeción o emancipación de los sujetos.
La sociabilidad

Simmel se refiere a las formas lúdicas de asociación, es decir, las relaciones entre sujetos, mirada
como modos de ser y estar con otros, analizando los múltiples afectos del dar y recibir y
suponiendo un abanico de relaciones estables y pero también fugaces, más allá de formas de
regulación social como el estado, las instituciones y la familia que se analizan.

Para Maffesoli el concepto de sociabilidad destaca un revivir de la comunidad, un actuar juntos


guiado más por la emoción que por la razón, el predominio de un paradigma estético en la
sensibilidad colectiva y la importancia de elementos lúdicos y dionisiacos en el vibrar juntos de un
neo-tribalismo. Considera a la socialidad como el motor de la vida social, ya que en ella se expresa
el juego de la diferencia y el dinamismo social existentes en la sociedad, llevando a la solidaridad
de base, o sea a partir del espacio que aproxima a los habitantes de un mismo lugar y permite la
estructuración comunitaria fundada en el afecto, los conflictos y las pasiones de los diferentes
elementos que la constituyen.

Para Martuccelli la sociabilidad incluye un sistema de reglas para construir una relación con otros,
pero se encuentra actualmente resquebrajada por diferentes grietas como por ejemplo: a) las
tensiones subjetivas entre la adhesión a la comunidad de origen y a expresarse individualmente, b)
la demanda de singularizarse a partir de las nuevas formar de relacionarse entre los sujetos
géneros y c) un malestar cultural que se vislumbra como crisis del sentimiento de solidaridad hacia
los otros en las sociedad posindustriales.

Juventudes y sociabilidades

Las sociabilidades pueden pensarse como procesos múltiples, a partir de relaciones, intercambios
y significaciones sobre el estar juntos y convivir donde los sujetos son activos en dichos procesos
de participación social construyendo la sociedad no solo a partir del desempeño de roles en las
instituciones como había planteado la concepción de socialización de corte más estructural
funcionalista.

Como plante Weiss se puede destacar el papel de la experiencia de la sociabilidad juvenil en la


escuela como un espacio de búsqueda, a veces de encuentro con otros significativos, y en los que
se construyen regulaciones y reflexividad sobre sus preocupaciones, además del aprendizaje de
conocimientos, roles y del establecimiento de estrategias escolares.

La sociabilidad juvenil, es decir, la participación en los grupos que conforman el proceso identitaria
y las formas de apropiarse de un espacio social es muchas veces obstaculizada y negada por el
orden escolar. Las diversas formas de practicar la sexualidad, las identidades de género, la
ocupación del espacio de la ciudad y el barrio, la comunicación en las redes sociales, los gustos
musicales y estilos juveniles son criterios de agrupación/distinción entre los jóvenes y se
constituyen en un campo de disputa simbólica en el cual se definen a sí mismos.
Las sociabilidades permiten construir identidad social, entendida como algo complejo y
contradictorio porque el actor se construye en varios niveles de la práctica, de los cuales cada uno
tiene su propia lógica y remite a tipos específicos de relaciones sociales.

Dubet y Martuccelli señalan agudamente como el amor y la amistan van a constituirse en


relaciones de sociabilidad claves en la subjetividad adolescente. En la amistad, a partir del pasaje
de ciertas pruebas: la construcción de la confianza y la confidencia que establece un carácter
conflictivo en las relaciones de aceptación y critica del otro como amigo. En el amor, también las
pruebas se juegan en la emocionalidad de querer ser amado y reconocido versus el temor al
abandono o la indiferencia.

Síntesis

SOCIALIZACION: proceso de integración de las nuevas generaciones a la sociedad no exento de


contradicciones y conflictos entre distintas versiones de sociedad que se tratan de inducir. Implica
un conjunto de prácticas de transmisión de valores, saberes y pautas de interacción que ofrecen
certeza y que son apropiadas en forma significativa por los sujetos, a la vez que les procura ciertos
soportes identitarios que serán puestos en cuestión en el transcurso de sus biografías.

SOCIABILIDAD: conjunto de prácticas y vínculos asociativos que incluyen la reunión entre sujetos
que se visualizan como pares, en torno al disfrute compartido y los afectos, la participación
informal en redes de ayuda y solidaridad que se activan en situaciones críticas y se constituyen en
formas de convivir cotidianas atravesadas y en tensión con las lógicas de las instituciones más
formalizadas.

SUBJETIVACION: ya se por el énfasis puesto en los procesos activos de conocimiento y


aprehensión de la realidad, la capacidad de reflexión de las expectativas y orientaciones
normativas que permitan al actor tomar distancia al rol y construir sus estilos de actuación, la
posibilidad de apropiación y agencia como capacidades humanas de emplear recursos simbólicos
de la cultura para construir su identidad y las iniciativas de emancipación y logro de autonomía
personal y colectiva, la noción de subjetivación conserva un hilo en común: un devenir subjetivo
que aloja una capacidad de autonomía relativa, en una práctica social y cultural activa, entramada
en intersubjetividad, que proyecta a los sujetos en el futuro de sus horizontes de vida.
Módulo 5: Conocimiento social en la vida cotidiana.

• Constitución y función de categorías psicosociales en la construcción


social de la realidad como conocimiento de sentido común. Opiniones,
actitudes, prejuicios, estereotipos.
• El sentido común como conocimiento cotidiano: teoría de las
representaciones sociales. Procesos socio-cognitivos en la constitución
de las representaciones sociales: objetivación y anclaje.
Representaciones hegemónicas, polémicas y emancipadas en relación
con las minorías activas.
• Enfoques metodológicos en la investigación de las RS.: estructural,
cultural y sociogenético

GONZALEZ PEREZ, M. (2001). La teoría de las representaciones sociales. En


Significados colectivos procesos y reflexiones teóricas
Definición del concepto de RS

Las RS se construyen a través de una forma particular de conocimiento: el sentido común, el cual
se genera a través de una actividad comunicativa en la que la interacción constante de individuos y
grupos construyen, comparten y dotan de sentido a la realidad social.

De acuerdo con Jodelet las particularidades sobresalientes de las RS son: su vitalidad, su


transversalidad y su complejidad. La vitalidad se expresa en el hecho de que los estudios sobre RS
están en auge, pudiéndose apreciar esta situación en la cantidad y calidad de los trabajos. La
transversalidad hace referencia a la interdisciplinariedad que provoca el concepto de RS, ya que se
ubica, en un punto articulador de diversos campos de investigación en el que confluyen la
antropología, la sociología, la ciencia política, la psicología social, etc. La complejidad de la teoría
se hace patente al observar los distintos enfoques para abordar su estudio: desde la aproximación
a las representaciones a través del análisis de procesos propiamente sociocognitivos, hasta el
impacto de las representaciones en el funcionamiento del sistema social.

Sobre las finalidades y funciones:

✓ De acuerdo con Moscovici, las RS participan en la integración de conceptos nuevos en


nuestra red de conocimientos previos, haciendo familiar lo extraño.
✓ Según Di Giacomo las RS se erigen como modelos de interpretación que guían las acciones
de los individuos.
✓ Por su parte, Páez, nos dice que las RS cumplen funciones de clasificación, orientación,
interpretación y justificación de los comportamientos.
✓ Jodelet índice que las RS participan en la difusión de conocimientos, en el desarrollo de
los individuos y las colectividades, en el fortalecimiento de las identidades individuales y
sociales, en la expresión de los grupos y en la transformación de la sociedad

Para Martínez y Gracia las principales características son:

✓ Las RS son una expresión del pensamiento natural, no formalizado ni institucionalizado, y


diferente, por tanto, de las ideologías y de las ciencias.
✓ Para que una creencia se determine en RS debe centrarse en objetos sociales.
✓ Una representación es social si es compartida por un grupo.
✓ La RS incluye como elementos intrínsecos una guía para las interacciones.

Moscovici se refiere a tres tipos de RS que verían según el tipo de relación que predomine entre
los miembros del grupo: 1) Representaciones hegemónicas, que dado su carácter coercitivo y
predominante se asemejan a las representaciones colectivas. Su rasgo principal es que
ampliamente compartidas por los miembros de un grupo altamente estructurado; 2) Las
representaciones emancipadas son aquellas que son compartidas por subgrupos que tienen un
contacto más o menos cercano y que poseen un cierto grado de autonomía de los elementos que
interactúan en la sociedad y 3) Las representaciones polémicas que surgen de las relaciones
conflictivas y polarizadas entre diversos grupos de la sociedad.

Procesos sociocognitivos participantes en la construcción de RS

La objetivación

Se activa para dotar de materialidad a un concepto abstracto. Es encarnar el pensamiento,


otorgarle una imagen a una entidad intangible para hacerla real. Infinidad de conceptos científicos
e ideologicos que circular como RS en nuestra vida cotidiana, recibieron su soplo de vida al ser
objetivadas. “La objetivacion descansa en la producción de simbolos, siendo estos esenciales para
la comunicación social. Comprende tres fases:

✓ Construcción selectiva: proceso a través del cual los grupos sociales criban el nuevo
concepto a representar. Su función principal es la de filtrar todos los rasgos del concepto
que sean admisibles a las normas y a la cultura del grupo, apartando, al mismo tiempo, a
los elementos incomodos o desagradables.
✓ La esquematización estructurante: se construye, con todos los conceptos seleccionados
del concepto a representar, un esquema figurativo que expresa gráficamente y de manera
sintetizada las relaciones que entablan los componentes principales de la RS, con el fin de
facilitar su uso y expresión.
✓ La naturalización: consiste en humanizar el esquema figurativo que ha sido adquirido por
un determinado grupo social. Imprime en los elementos de la representación una
existencia fáctica, de tal forma que se les dota de una naturaleza particular. Con la
naturalización los conceptos originalmente abstractos culminan su transformación en RS
tangibles y por lo tanto reales.

El anclaje

Tiene como finalidad integrar el concepto objetivado dentro de nuestra red de conocimientos
previos, ya que ninguna RS puede existir si no esta anclada en un sistema de RS que le otorga un
sentido determinado. En el anclaje se observa una constante dinámica de modificación de las RS
ya que los conceptos a representar son sometidos a transformaciones de ajuste a las categorías
que les darán alojamiento, pero también las RS preexistentes se modifican con la nueva inserción.
Intervienen dos mecanismos activos:

✓ La clasificación consiste en insertar el concepto objetivado en una categoría previamente


establecida. El concepto a integrar es comparado con el prototipo que representar a la
categoría. La inclusión de una representación dentro de una categoría prototípica leva
implícita una valoración positiva o negativa de esa nueva representación. La clasificación
puede realizarse siguiendo dos caminos diferentes: A) Generalización, se reducen las
distancias entre el prototipo y el concepto y se elige una característica que es utilizada
como categoría general y B) Particularización, se mantiene una distancia entre el prototipo
y el concepto, poniendo a este ultimo bajo escrutinio.
✓ El nombramiento consiste en proporcionar una etiqueta a la nueva RS. Al dotar de un
nombre al concepto, se le esta confiriendo un sentido y una genealogía que la ubica
dentro del fondo común de representaciones al que todos podemos acceder. Al nombrar,
sacamos del anonimato a aquel concepto abstracto o no familiar que nos intriga dada la
imposibilidad de poder referirnos a el. El concepto nombrado pasa a ser compartido por
los grupos que lo valoran de la misma forma y hacia el que tendrán una actitud social
similar.

La RS como producto

Como productos socioculturales las representaciones, y mas concretamente sus contenidos,


pueden analizarse, de acuerdo con Herzlich, acudiendo a tres dimensiones:

✓ La actitud: puede ser considerada como la evaluación positiva o negativa que el sujeto o el
grupo tiene del objeto a representar.
✓ La información: que poseen los grupos del objeto de la representación es posible
analizarla en términos de calidad y cantidad. Ibañez considera que el grado de información
que un grupo tiene de la RS esta estrechamente relacionado con su inserción social, ya
que según el nivel socioeconómico se facilita o dificulta el acceso a los diversos medios de
comunicación social. Otro factor que incide sobre la cantidad y calidad del conocimiento
presente en la representación, es la forma como el grupo social se aproxima al objeto a
representar, ya sea a través de un medio de comunicación o de un contacto directo.
✓ El campo de representación: hace referencia a la manera como se integran
jerárquicamente los elementos de la representación. Aquí también la ideología de los
grupos determina la composición y la organización de los elementos y define cual estará
en el núcleo central.

JODELET, D. (1983) Cap.13 "La representación social: fenómenos conceptos


y teoría." En MOSCOVICI. Manual de Psicología Social.
Representación social: constituye la designación de fenómenos múltiples que se observan y
estudian a variados niveles de complejidad, individuales y colectivos, psicológicos y sociales.

El concepto de representación social aparece en sociología, ciencia en la que sufre un largo


eclipse. Pero su teoría va a ser esbozada en psicología social, no sin antes haber realizado una
desviación por la psicología infantil.

La noción de representación social

Las representaciones sociales se presentan bajo formas variadas. Imágenes que condensan un
conjunto de significados; sistemas de referencia que nos permiten interpretar lo que nos sucede, e
incluso, dar un sentido a lo inesperado; categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los
fenómenos y a los individuos con ellos. Y a menudo, cuando se les comprende dentro de la
realidad concreta. Una manera de interpretar y de pensar nuestra realidad cotidiana, una forma
de conocimiento social.

Lo social interviene de varias maneras: a través del contexto concreto en que se sitúan los
individuos y los grupos; a través de la comunicación que se establece entre ellos; a través de los
marcos de aprehensión que proporciona su bagaje cultural; a través de los códigos, valores e
ideologías relacionadas con las posiciones y pertenencias sociales específicas.

Así pues, la noción de representación social nos sitúa en el punto donde se interpretan lo
psicológico y lo social. Antes que nada concierne a la manera como nosotros, sujetos sociales,
aprendemos los acontecimientos de la vida diaria, las características de nuestro medio ambiente,
las informaciones que en el circulan, a las personas de nuestro entorno próximo o lejano. En pocas
palabras el conocimiento de sentido común. Este conocimiento se constituye a partir de nuestras
experiencias, pero también de las informaciones, conocimientos y modelos de pensamiento que
recibimos y transmitimos a través de la tradición, la educación y la comunicación social. Se trata de
un conocimiento práctico.
En 1961 Moscovici considera que este mismo conocimiento constituye el eje central de una
psicología del conocimiento. Producción mental social, como la ciencia, el mito, la religión y la
ideología, se distingue de ellos, no obstante, por sus modos de elaboracion y funcionamiento en
sociedades caracterizadas, como la nuestra, por el pluralismo de las doctrinas y las ideas, el
aislamiento y el esoterismo de la ciencia, la movilidad social, etc.

El hecho de que la representación social constituya una forma de conocimiento implica el riesgo
de reducirla a un acontecimiento intraindividual, donde lo social tan solo interviene de forma
secuandaria. El hecho de que se trate de una forma de pensamiento social entraña el peligro de
diluirla en fenómenos culturales e ideologicos.

El concepto de representación social designa una forma de conocimiento especifico, el saber del
sentido común, cuyos contenidos manifiestan la operación de procesos generativos y funcionales
socialmente caracterizados. En sentido mas amplio, designa una forma de pensamiento social. Las
representaciones sociales constituyen modalidades de pensamiento practico orientados hacia la
comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. En tanto que tales,
presentan características especificas a nivel de organización de los contenidos, las operaciones
mentales y la lógica.

Elementos para acotar la nocion de representación social.

La representación social se define por un contenido: informaciones, imágenes, opiniones,


actitudes, etc. Este contenido se relaciona con un objeto: una trabajo a realizar, un acontecimiento
económico, un personaje social, etc. Toda representación social es representación de algo y de
alguien.

Del hecho de representación

El acto de representación es un acto de pensamiento por medio del cual un sujeto se relaciona con
un objeto. Representar es sustituir a, estar en lugar de. La representación esta emparentada con el
símbolo, con el signo. No existe ninguna representación social que no sea la de un objeto, aunque
este sea mitico o imaginario. Representar es re-presentar, hacer presente en la mente, en la
conciencia. La representación es la reproducción mental de otra cosa: persona, objetos,
acontecimiento material o psíquico, idea, etc.

Las metáforas teatral y política permiten avanzar en la comprensión del concepto, pues, señalan
aspectos fundamentales de la representación social: sus aspectos de significado, de creatividad, de
autonomía. La representación teatral permite que un publico vea actos y escuche palabras que
hacen presente algo invisible: el destino, la muerte, el amor, la incomunicabilidad, etc.

La representación mental, social, conlleva igualmente este carácter significante. No solamente


restituye de modo simbolico algo ausente, sino que puede sustituir lo que esta presente.

El aspecto de imagen, figurativo de la representación es inseparable de su aspecto significante: la


estructura de cada representación, dice Moscovici, aparece desdoblada, tiene dos caras tan poco
disociables como el anverso y reverso de una hoja de papel: la cara figurativa y la cara simbolica.
Los estudios sobre las representaciones sociales emplean el termino imagen en un sentido
totalmente diferente, ya se como figura, conjunto figurativo, es decir, constelación de rasgos de
carácter concreto o bien en sus acepciones que hacen entrar en juego la intervención
especificante de los imaginario, individual o social, o de la imaginación.

Del análisis del hecho de representar se desprenden cinco características fundamentales de


representación:

❖ Siempre es la representación de un objeto


❖ Tiene un carácter de imagen y la propiedad de poder intercambiar lo sensible y la idea, la
percepción y el concepto.
❖ Tiene un carácter simbolico y significante.
❖ Tiene un carácter constructivo.
❖ Tiene un carácter autónomo y creativo.

… a la construcción de una representación social.

Ópticas que constituyen diversas maneras de formular como se elabora la construcción


psicológica y social que es una representación social.

- Una primera óptica se limita a la actividad puramente cognitiva a través de la cual el sujeto
constituye su representación. La representación presenta dos dimensiones. Una
dimensión de contexto: el sujeto se halla en situación de interaccion social o ante un
estimulo social y la representación aparece entonces como un caso de la cognición social,
tal como es abordada por la psicología social. Una dimensión de pertenencia: siendo el
sujeto un sujeto social, hace intervenir en su elaboracion ideas, valores, y modelos
provenientes de su grupo de pertenencia e ideologías transmitidas dentro de la sociedad.
- Un segundo enfoque pone el acento sobre los aspectos significantes de la actividad de la
actividad representativa. Se considera que el sujeto es productor de sentido, que expresa
en su representación el sentido que da a su experiencia en el mundo social. Cuando es
propia de sujetos que comparten una misma condición social o una misma experiencia
social, la representación frecuentemente se relaciona con una dinámica que hace que
intervenga lo imaginario.
- Una tercera corriente trata la representación como una forma de discurso y desprende sus
características de la practica discursiva de sujetos situados en la sociedad. Sus propiedades
sociales provienen de la situación de comunicación, de la pertenencia social de los sujetos
que hablan y de la finalidad de su discurso.
- En la cuarta óptica es la practica social del sujeto la que es tomada en consideración. El
sujeto produce una representación que refleja las normas institucionales derivadas de su
posición o las ideologías relacionadas con el lugar que ocupa.
- Para el quinto punto de vista, el juego de las relaciones intergrupales determina la
dinámica de las representaciones. El desarrollo de las interacciones entre los grupos
modfica las representaciones que los miembros tienen de si mismo, de su grupo, de los
otros grupos y de sus miembros.
- Finalmente, una ultima perspectiva, mas socializante y que hace del sujeto el portador de
determinaciones sociales, basa la actividad representativa en la reproducción de los
esquemas de pensamiento socialmente establecidos, de visiones estructuradas por
ideologías dominantes o en el redoblamiento analógico de relaciones sociales.

Construir lo real, encarnar el pensamiento

Moscovici puso de manifiesto dos procesos principales que explican cómo lo social transforma un
conocimiento en representación y como esta representación transforma lo social. Estos dos
procesos, la objetivación y el anclaje, se refieren a la elaboración y al funcionamiento de una
representación social, pues muestran la interdependencia entre la actividad psicológica y sus
condiciones sociales de ejercicio.

La objetivación: lo social en la representación

En este proceso, la intervención de lo social se traduce en el agenciamiento y la forma de los


conocimientos relativos al objeto de una representación, articulándose con una característica del
pensamiento social, la propiedad de hacer concreto lo abstracto, de materializar la palabra. La
objetivación puede definirse como una operación formadora de imagen y estructurante.

La objetivación implica varias fases: a) selección y descontextualización de los elementos de la


teoría, b) formación de un núcleo figurativo: una estructura de imagen reproducirá de manera
visible una estructura conceptual. Las nociones claves que configuran dimensiones existenciales
son visualizados en el núcleo a través de sus posición por encima y por debajo de una línea de
tensión en la que se encarnan el conflicto, la contradicción en forma de presión represiva, el
rechazo que da lugar al complejo, c) naturalización: el modelo figurativo permitirá concretar, al
coordinarlos, cada uno de los elementos que se transforman en seres de naturaleza.

El anclaje: la representación en lo social

Este segundo proceso se refiere al enraizamiento social de la representación y de su objeto. La


intervención de lo social se traduce en el significado y la utilidad que les son conferidos.

El anclaje implica otro aspecto. Este aspecto se refiere a la integración cognitiva del objeto
representado dentro del sistema de pensamiento preexistente y a las transformaciones derivadas
de este sistema, tanto de una parte como de la otra.

El proceso de anclaje situado en una relación dialéctica con la objetivación articula las tres
funciones básicas de la representación: función cognitiva de integración de la novedad, función de
interpretación de la realidad y función de orientación de las conductas y las relaciones sociales.
El proceso de anclaje se descompone en varias modalidades que permiten comprender: 1) como
se confiere el significado al objeto representado, 2) como se utiliza la representación en tanto que
sistema de interpretación del mundo social, marco e instrumento de conducta, 3) como se opera
su integración dentro de un sistema de recepción y la conversión de los elementos de este último
relacionados con la representación.

PAULIN, H. (2013). De las actitudes a las representaciones sociales. En


Notas para una Psicología Social como crítica a la vida cotidiana.
Presentar a la teoría de las representaciones sociales con relación a otro constructo teórico como
el de la actitud radica en el convencimiento de que la primera surge, desde su autor original en
Psicología Social Serge Moscovici, con la pretensión de formular una construcción teórica que
tratara de superar las limitaciones de la segunda.

Para Allport la actitud se definía como: “estado nervioso y de preparación, organizado a partir de
la experiencia, ejerciendo una influencia directriz o dinámica sobre las respuesta del individuo ante
todos los objetos o situaciones con los que se ve confrontado”.

Actitud, entonces, se conceptualiza como una disposición interna del individuo respecto del
objeto, se reserva a un estado particularmente estable de una situación a otra, es adquirida y tiene
que ver con todo lo que evoca el sujeto.

Breckler propone una definición más amplia de actitud, compuesta por tres elementos:

-Componente afectivo: sentimientos favorables o desfavorables.

-Componente cognitivo: juicios, creencias, conocimiento e información.

-Componente conativo: tendencia a la acción.

Se puede definir actitud como organización psicológica de orientación negativa o positiva ante un
objeto. Su carácter definitorio es el de la estructuración evaluativa de un conjunto de respuestas y
tiene dos funciones: de regulación (selección de las manifestaciones u orientaciones de la
conducta) y dinamizante y motivacional (mediante la carga afectiva que se le supone).

Actualmente se considera que los estudios de las representaciones sociales se basan en tres
dimensiones analíticas:

-Información/opinión: suma de conocimientos sobre un objeto social, ya sea en términos


cuantitativos o cualitativos. Por información se entiende el conjunto de conocimientos que el
grupo posee sobre un objeto social.
-Organización: del contenido de las representaciones en torno a un nucleo figurativo. También se
define como campo de representación que designa a la imagen, modelo que subyace al objeto de
representación.

-Actitud: considerada como una dimensión evaluativa positiva o negativa hacia un objeto de
representación. Orientación global con relación al mismo en la vida cotidiana. Se entiende como
dimensión afectiva que expresa la orientación evaluativa y actitudinal, positiva o negativa hacia el
objeto representado, lo cual imprime a las representaciones sociales un carácter dinamizador y
orientador de las conductas.

Estas tres dimensiones son un intento de Moscovici de avanzar en la definición teórica de una
representación social que permita el abordaje metodológico de los fenómenos que este concepto
plantea explicar y describir. Son dimensiones operativas para orientar la investigación empírica y
no deben tomarse como una modelización teórica de su estructura.

CASANOVA, M. La teoría de la tipificación como fundamento de la


construcción del sentido común. Weber, Schutz y Bauman. En Notas para
una Psicología Social como crítica a la vida cotidiana.
Dilthey:

Los hechos de la V.C. solo pueden ser intuidos y para lograrlo es necesario estar impregnado del
espíritu de la época. Intuir es comprender, reconstruir en mí los estados psíquicos de los otros.

-El problema que plantea este método para la sociología es el de la subjetividad, en el sentido del
investigador, plantea el problema de la imposibilidad de reconstruir reglas que permitan a dos
investigadores unificar criterios de comprensión de un mismo fenómeno.

Dos posibles soluciones para analizar la V.C. en sociedad:

Weber: si lo que vamos a analizar es la acción humana, definimos acción; toda conducta
subjetivamente significativa, toda conducta que para el propio individuo tiene un significado. Para
que haya una acción, el actor debe reconocer el motivo, si no, es una conducta. Para que una
acción sea social, su significado o sentido debe estar orientado por la conducta de otros.

Shutz: Teoría de la tipificación.

La interpretación del mundo se da mediante las experiencias propias o recibidas, a las cuales se
denomina “conocimiento disponible”. Esta configuración, funciona como clase de interpretación
anticipada para situaciones similares posibles en el futuro.
Los modelos de acción que se activan frente a estas situaciones similares, y que nos permiten
movernos eficazmente en la V.C. se denominan tipificaciones. El medio tipificador por excelencia a
través del cual se transmite el conocimiento socialmente derivado es el vocabulario, el lenguaje.

JODELET, D. (1991). La representación social: Un área en expansión En Sida:


Imagen y prevención D. Páez, J. Romo; A. Vergara (Comp.)
Las representaciones sociales nos orientan en la manera de designar y definir conjuntamente los
diferentes aspectos de nuestra realidad diaria, en la manera de interpretarlos, influir sobre ellos y,
en caso contrario, tomar una posición ante ellos y defenderla. Con las representaciones sociales
hacemos referencia a fenómenos observables directamente o reconstruidos por un trabajo
científico. Estos fenómenos han llegado a ser, después de algunos años, un objeto central para las
ciencias humanas.

Las representaciones sociales circulan en los discursos, en las palabras, en los mensajes, en los
medios de comunicación, cristalizadas en las conductas y las disposiciones materiales o espaciales.

Las representaciones se vinculan a sistemas de pensamientos más amplios, ideológicos o


culturales, a un estado de conocimientos científicos, como a la condición social y a la esfera de la
experiencia previa y afectiva de los individuos.

Las representaciones son expresión de los individuos o grupos que la forjan dando al objeto
representado una definición específica.

Aproximación a la noción de RS
Las RS son fenómenos complejos, siempre activos y determinantes en la vida social. Son una forma
de conocimiento, socialmente elaborado y compartido, con una orientación práctica y orientada a
la construcción de una realidad común en un conjunto social.

Podemos reconocer generalmente que las RS, en tanto que sistemas de interpretación que rigen
nuestra relación con el mundo y con los otros, orientan y organizan las conductas y las
comunicaciones sociales. Las RS intervienen en procesos tan variados como la difusión y la
asimilación de conocimiento, el desarrollo individual y colectivo, la definición de las identidades
personales y sociales, la expresión de los grupos y las transformaciones sociales. Las RS engarzan la
pertenencia social de los individuos con las implicaciones afectivas y normativas, con la
interiorización de las experiencias, de los modelos de conducta y de pensamiento, socialmente
inculcado o transmitido por la comunicación social. Son abordadas a la vez como el producto y el
proceso de una actividad de apropiación de la realidad exterior al pensamiento y la elaboración
psicológica y social de esta realidad.

Representar o representarse corresponde a un acto de pensamiento por el cual un sujeto se


relaciona con un objeto. Esto puede ser bien una persona, una cosa, un evento material, psíquico
o social, un fenómeno natural, una idea, una teoría, etc; este objeto puede ser tanto real como
imaginario o místico; en cualquier caso, la presencia del objeto es requerida siempre. No hay
representación sin objeto. La representación mental, da a ver este objeto, lo reemplaza, está en su
lugar, lo hace presente cuando el objeto está lejano o ausente. Es entonces la representación
mental del objeto que es sustituida simbólicamente.

El espacio de estudio de las RS


a) La RS es siempre representación de alguna cosa (el objeto) y de alguien (el sujeto). Las
características del sujeto y del objeto tienen una incidencia sobre las características de la
representación.
b) La RS tiene con su objeto un relación de simbolización, al ocupar su lugar, y de
interpretación, al conferirle significado.
c) Forma de saber, la representación se presentara como una modelización del objeto
directamente legible en, o inferido de, diversos soportes lingüísticos, comportamentales o
materiales.
d) Calificar este saber de practico se refiere a la experiencia a partir de la cual el es
producido, los marcos y condiciones en los cuales se da, y sobre todo al hecho de que la
representación sirve para actuar sobre el mundo y sobre los otros.

El papel de la comunicación
La comunicación juega un papel fundamental en los cambios e interacciones que propician la
construcción de un universo consensuado.

La incidencia de la comunicación es examinada por Moscovici a tres niveles: 1) A nivel de


emergencia de las representaciones cuyas condiciones afectan los aspectos cognitivos, entre estas
condiciones se encuentran la dispersión y el decalaje; 2) A nivel de procesos de formación de las
representaciones, la objetivación y el anclaje que dan cuenta de la interdependencia entre la
actividad cognitiva y sus condiciones sociales y 3) A nivel de las dimensiones de las
representaciones que hacen referencia a la construcción de la conducta: opinión, actitud,
estereotipo sobre los que intervienen los sistemas de comunicación de los mass media.

La comunicación social, bajo sus aspectos interindividuales, institucionales y de masas, aparece


como condición de posibilidad y de determinación de las representaciones y del pensamiento
social.

En fin la comunicación concurre a forjar representaciones que, apoyadas sobre una energética
social, son pertinentes para la vida practica y afectiva de los grupos. Energética y pertinencia
sociales que dan cuenta, al lado del poder performativo de las palabras y discursos, de la fuerza
con la que las representaciones instauran versiones de la realidad, comunes y compartidas.
Módulo 6: Acción colectiva y movimientos sociales en la vida cotidiana.

• Análisis crítico de la vida cotidiana: perspectivas teóricas y efectos en la


producción de sentido de lo cotidiano. Sujetos y condiciones concretas
de existencia. Efectos de sentido en la reproducción e innovación
social.
• Acción colectiva y vida cotidiana. Debates actuales: minorías activas,
movimientos sociales y procesos de innovación - cambio social.

BERGER, T. y LUCKMAN, P. (1994). Los fundamentos del conocimiento en la


Vida cotidiana. En La construcción social de la realidad.
La realidad de la vida cotidiana.

La vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres y para ellos tiene el
significado subjetivo de un mundo coherente. El mundo de la vida cotidiana no solo se da por
establecido como realidad por los miembros ordinarios de la sociedad en el comportamiento
subjetivamente significativo de su vida.

El método que consideramos más convenientes para clasificar los fundamentos del conocimiento
en la vida cotidiana es el del análisis fenomenológico, método puramente descriptivo y como tal
“empírico” pero no científico, el análisis fenomenológico de la vida cotidiana o más bien de la
experiencia subjetiva cotidiana, es un freno contra todas las hipótesis causales o genéticas, así
como contra todas las hipótesis causales o genéticas, así como contra las aserciones acerca de la
situación antológica de los fenómenos analizados.

El sentido común encierra innumerables interpretaciones pre-científicas y causi-cientificas, sobre


la realidad cotidiana, a las que dan por establecida.

Entre las múltiples realidades existe una que se presenta cm la realidad por excelencia, es la
realidad de la vida cotidiana, su ubicación le da derecho a que se llame suprema realidad. La
realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un orden de objetos
que han sido designados como objetos antes de que yo apareciese en la escena.

El lenguaje usado en la vida cotidiana me proporciona continuamente las objetivaciones


indispensables y dispone el orden dentro del cual estas adquieren sentido, y dentro del cual la vida
cotidiana tiene significado para mí. El lenguaje marca las coordenadas de mi vida en la sociedad y
llena esa vida de objetos significativos
La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededor del “aquí” de mi cuerpo y el “ahora” de mi
presente, el aquí y el ahora son se transforman en un foco de atención, más que el resto de la vida
cotidiana. Lo que aquí y ahora se me presentan en la vida cotidiana es lo realissimus de mi
conciencia, y la conciencia siempre intencional, y siempre apunta o se dirige a objetos. En realidad,
no puedo existir sin interactuar y comunicarme con otros, la vida cotidiana está dividida por
sectores cada uno vive su vida según el medio en el que se mueve, por eso se presenta como un
mundo que comparto con otros, un mundo intersubjetivo.

La estructura en todo momento a una facilidad con la que debo encontrar, es decir, con la que
debo tratar de sincronizar mis propios proyectos el tiempo en la realidad cotidiana es continua y
limitada, toda mi experiencia en la vida cotidiana se ordena por tiempo. La estructura temporal
sirve en la vida cotidiana no solo para imponer secuencias preestablecidas en la agenda de un día
cualquiera, sino que también se impone secuencias establecidas en la agenda de un día
cualquiera.

La realidad de la vida cotidiana abarca los dos tipos de sectores, en tanto lo que parece un
problema no corresponda a una realidad completamente distinta, en tanto las rutinas de la vida
cotidiana prosigan sin interrupciones, serán aprehendidas como no problemáticas. El sector no
problemático de la realidad lo sigue siendo solamente hasta nuevo avis, es decir, hasta que su
continuidad es interrumpida por la aparición de un problema.

Interacción social en la vida cotidiana.

La realidad de la vida cotidiana es algo que comparto con otros, es un intercambio continuo entre
mi expresividad y la de los demás, un ejemplo de ello es un saludo una expresión facial cuando veo
a alguien.

La situación cara a cara, es el prototipo de la interacción social y del que se derivan todos los
demás casos. En la situación cara a cara la subjetividad del otro me es accesible mediante un
máximo de síntomas, que yo puedo interpretar correctamente o no. Las situaciones en cara a cara
son sumamente flexibles, es difícil imponer pautas rígidas a la interacción. Por otra parte, yo
aprehendo al otro por medio de esquemas tipificadores.

La realidad de la vida cotidiana contiene esquemas tipificadores en cuyos términos los otros son
aprehendidos y tratados en encuentros cara a cara. Todas estas tipificaciones afectan
continuamente mi interacción.

La realidad social de la vida cotidiana es pues aprehendida en un continuum de tipificaciones que


se vuelven progresivamente anónimas a medida que se alejan de aquí y ahora de la situación cara
a cara. En un polo del continuum están con los que trato a menudo en situación cara a cara, mi
circuló íntimo y en el otro polo, están las abstracciones sumamente anónimas, que nunca pueden
ser accesibles en la interacción cara a cara.
La estructura social es la suma total de estas tipificaciones de las pautas recurrentes de interacción
establecida por intermedio de ellas, en ese carácter, la estructura social es un elemento esencial
de la realidad de la vida cotidiana.

El lenguaje y el conocimiento en la vida cotidiana.

La expresividad de la vida humana es capaz de objetivarse, o sea se manifiesta en productos de la


actividad humana, que está al alcance tanto de sus productores como de los otros hombres, por
ser elementos de un mundo común. La realidad de la vida cotidiana no solo está llena de
objetivaciones, sino que es posible únicamente por ella, lo cual obliga a la interrelación con los
semejantes, aunque a veces resulte difícil.

Un caso especial de objetivación, pero que tiene importancia crucial es la significación, o sea, la
producción humana de signos.

Para la interrelación son necesarios los signos puede distinguirse de otras objetivaciones por su
intención explicita de servir como indicio de significado subjetivo, los signos se agrupan en una
cantidad de sistemas así pues, existen sistemas de signos gesticulatorios, de movimientos
corporales pautados, de diversos grupos de artefactos materiales y así sucesivamente, los signos y
los sistemas de signos son objetivaciones en el sentido de que son accesibles objetivamente más
allá de la expresión de intenciones subjetivas ”aquí y ahora”. El lenguaje tiene origen en la
situación cara a cara, pero puede separarse de ella fácilmente. El posee la cualidad inherente de
reciprocidad que lo distingue de cualquier otro sistema de signos, en la conversación puede
sincronizarse sensiblemente con las continuas intenciones subjetivas de los que conversan.

Las objetivaciones comunes de la vida cotidiana se sustentan primariamente por la significación


lingüística.

El lenguaje es importante, el lenguaje que comparto con mis semejantes es esencial para cualquier
comprensión de la realidad de la vida cotidiana, se toma como referencia primordial, la continua
producción de signos vocales en la conversación puede sincronizarse sensiblemente con las
continuas intenciones subjetivas de las continuas intenciones subjetivas de los que conversan.

El lenguaje construye entonces enormes edificios de representación simbólica que aparecen


dominar la realidad de la vida cotidiana como gigantescas presencias de otro mundo. El lenguaje
es capaz no solo de construir símbolos sumamente abstraídos de la experiencia cotidiana, sino
también de recuperar estos símbolos y presentarlos como elementos objetivamente reales en la
vida cotidiana.

El conocimiento de la vida cotidiana se estructura en término de relevancia algunas de las cuales


se determinan por mis propios intereses pragmáticos inmediatos y otras por mi propia situación
general dentro de la sociedad. En le vida cotidiana el conocimiento aparece distribuido
socialmente vale decir que dientes individuos y tipo de individuos lo poseen en grados diferentes.
El conocimiento al menos en esbozo, de cómo se distribuye el acopio de conocimiento con alcance
social es un elemento importante de dicho acopio.
QUIROGA, A. (1986). Psicología Social y crítica a la Vida Cotidiana. Enfoques
y perspectivas en Psicología Social.
Enfoque bio-psico-social / Concepto de hombre.

Por su carácter de ser y de necesidades, su vida depende de que a partir de esas necesidades, y en
función de ellas, establecen entre sí relaciones en las que producen y en función de ellas,
establecen entre sí relaciones en las que producen, en una acción planificada y social que se
denomina trabajo, los bienes para satisfacerla.

El enfoque psicosocial considera al sujeto como emergente; producido en una complejísima trama
de vínculos y de relaciones sociales. Producido y emergente en tanto determinado, pero a la vez
productor, actor y protagonista.

Cotidianidad: el objeto, los medios y las formas de producción, axial como la inserción de los
sujetos en ese proceso productivo, la distribución de lo producido, y la relación que guarda lo que
se produce y su distribución con las necesidades de los hombres que constituyen una organización
social, determinan sus formas de vida, su cotidianidad.

Vida Cotidiana: espacio y tiempo en que se manifiestan en forma inmediata las relaciones que los
hombres establecen entre sí y con la naturaleza en función de sus necesidades, configurando sus
“condiciones concretas de existencia”.

Crítica a la Vida Cotidiana: La crítica implica una interpelación (cuestionamiento) a los hechos, su
problematización. Como consecuencia de la crítica, aparece la desmitificación, la recuperación de
ilusiones o ficciones en relación a los hechos. La crítica es un interrogar a los fenómenos y las
relaciones, en la búsqueda de sus leyes internas, de su esencia. Incluye conciencia y reflexión.
Romper con los mitos y la familiaridad acrítica.

MONTERO, M (2004). Actividad y resistencia en la comunidad. En Teoría y


práctica de la Psicología comunitaria.
Actividad y resistencia en la comunidad

Mayorías y minorías

Mayoría es muchos, minoría es pocos. Y los muchos, por serlo, pueden más que los pocos.

Parecería una paradoja: grupos menores en tamaña, compuestos por menor cantidad de
personas, dominan e incluso oprimen a grupos muchos mayores en cantidad. Mayoría en la
detenta y ejerce el poder, con independencia de su número. Minoría es el grupo al cual se priva
del ejercicio de determinados poderes, o se impide su acceso a las condiciones para adquirirlos.
Definido así, el concepto permite que se consideren mayoría tanto a los grupos de pocos
miembros como de muchos. Mayoría y minoría, entonces, son cuestión de poder y, como hemos
visto, el poder es una relación muy compleja que no depende solamente de la fuerza, si no de
muchos otros recursos, entre los cuales se encuentra la influencia social en sus diversos aspectos

El sesgo en las explicaciones teóricas

La identificación de necesidades, primer paso en todo trabajo psicosocial comunitario, revela no


solo un estado de carencias, vividas algunas como naturales, otras como problemas álgidos que se
manifiestan incluso durante el proceso, sino además la acción de complejos procesos de influencia
social tanto consciente cuanto inconsciente, así como del juego de fuerzas brutal y a la vez sutil,
que se establece entre la sociedad como totalidad mayoritarias y la comunidad como minoría que
puede plantear un movimiento social disidente.

El estudio de los procesos de influencia social, en situaciones naturales, suministra una visión mas
integradora del problema, en el sentido de que ambas perspectivas pueden coincidir en la
dinámica de las relaciones cotidianas.

La presencia del poder

Se supone que el poder reside exclusivamente en una fuente de influencia, cuyo sujeto receptor es
visto como mas o menos pasivo, según los autores, pero, en todo caso, como alguien que se
somete, identifica, obedece, adhiere o conforma.

Los procesos de influencia social no circular en una sola via, son dinamicos, móviles y en su seno se
produce constantemente un juego dialectico de presiones y oposiciones, en multiples sentidos.
Tanto en el caso de las mayorías como en el de las minorías esta presente esta tensión y
movimiento dialectico, y es esa nocion de poder, que muchas veces los psicólogos rehuyen tratar,
la clave de la comprensión del fenómeno de influencia social como una totalidad y no solo como
algo que es producido por uno u otro de los elementos involucrados en ella.

La influencia de la mayoría: procesos y efectos

La influencia de la mayoría se ejerce a través de la presión social, la amenaza, la represión política


y económica, la fuerza de la costumbre ligada a elementos histórico-culturales, la censura y los
mecanismos que sirven para oponerse al cambio: A) La psicologizacion consiste en la explicación
de la posición y el discurso sostenidos por una minoría, en función de atribuciones referidas a
características psicológicas de sus miembros; B) La denegación se define como la oposición a
conceder la minima verosimilitud a un hecho o una afirmación expresada por la minoría. Se ataca
en este caso no ya a las personas que emiten opinión, sino a lo que ellas dicen, a su discurso, a sus
razones, a las cuales se busca privar de razón, de racionalidad, acusándolas de ser incoherentes,
ilógicas, para asi desvalorizarlas y bloquear su posible influencia social y C) La sociologizacion,
tiene la función de atribuir la intención del contenido de las razones alegadas por una minoría que
choca contra las posiciones mayoritarias, a características de orden social, tales como la
ignorancia, origen étnico, religioso o de clase.
Lo paradójico de estos tres mecanismos es que ponen en evidencia a la minoría, que le dan
visibilidad al recalcar su carácter disidente, atípico y hacerlo público, impulsando la reflexión sobre
el.

La influencia de las minorías: procesos y efectos

La influencia de las minorías se ejerce a través de:

✓ La resistencia: La capacidad de resistencia de las minorías ha sido muchas veces


subestimada, lo cual puede ser una consecuencia de la necesidad de destacar los efectos
de la opresión. Esto puede producir un debilitamiento de la imagen de esos grupos que,
observados con atención pueden mostrar una sorprendente variedad de recursos que les
permiten mantener vivas sus creencias, sus costumbres y su identidad, desarrollándolas y
conservándolas incluso en medio de condiciones adversas. En tales caso se habla de
resistencia y en el campo de la psicología tal forma de comportamiento ha recibido el
nombre de resiliencia, termino proveniente de la palabra inglesa resilience, que significa
resistencia, capacidad de adaptarse, elasticidad, poder de recuperación. Lo que la
psicología quiere expresar es el poder de resistir a presiones y constreñimientos, y
también la capacidad de presentar la apariencia, conservando la esencia.
✓ La protesta: Es una forma de expresión del descontento, del malestar de grupos o
poblaciones. A taves de la protesta, la ciudadanía en general, o bien grupos específicos
dentro de ella, expresan su disentimiento y hacen publica su opinión sobre algún aspecto
o situación que causa su descontento. Klandermans establece cuatro paso en la
participación en movimientos sociales: 1) simpatizar con la causa del movimiento, 2) ser
blanco de los intentos de movilización, 3) tener la motivación para participar y 4)
participar concretamente. La protesta corresponde, entonces, a un momento en la acción
comunitaria en el cual esta necesita expresar su disconformidad con el estado de cosas.
Cuando la protesta responde a una necesidad sentida por una comunidad, su resonancia
puede llegar hasta los confine borrosos, expandiéndolos, de tan modo que algunos actos
pueden llegar a movilizar a casi toda la comunidad.
✓ El efecto de la conversión: Se aceptan ciertas ideas, debido a la influencia que se ejerce
socialmente, pero se rechaza o se silencia la mención de sus autores. La conversión es
entonces el resultado de la infección producida en la mayoría por las ideas de la minoría,
la misma a la que se rechaza y a veces incluso se difama, cuyo discurso se niega y a la que
se puede llegar a perseguir.

La dialéctica entre influencia mayoritaria e influencia minoritaria

La tensión entre las influencias de las minorías y de las mayorías es continua, no descansa nunca, y
en el momento es que uno de los polos de la relación baja su presión, el otro avanza
inmediatamente. Al mismo tiempo, la dinámica de la relación hace que las areas o ámbitos en los
que se enfrentan unas y otras cambien y se modifiquen en el tiempo por efecto de esas mismas
influencias. Por eso el proceso de concientización es tan importante.

El complejo proceso de concientización opera a través de dos principios: principio de realidad y


principio de posibilidad. Ambos principios deben tenerse en cuenta conjuntamente, pues el
predominio o la presencia exclusiva de uno solo puedo inducir a error. El principio de realidad que
se orienta por el conocimiento de las condiciones materiales de vida cuando estas son negativas,
puede llevar a la generación de sentimientos pesimistas y depresivos. Atender solo al principio de
posibilidad puede llevar a que las personas construyan castillos en el aire, planes fantasiosos y
quimericos, que al carecer de contacto con la realidad cotidiana, con los recursos a mano y con un
buen análisis de los recursos necesarios y de cómo conseguirlos, pueden ocasionar el fracaso,
generando frustración, desesperanza y apatía.

REGUILLO R. (2000). La clandestina centralidad de la vida cotidiana. En


Lindon, A. (Coord.) La vida cotidiana y su espacio-temporalidad.
La vida cotidiana se constituye en un lugar estratégico para pensar la sociedad en su compleja
pluralidad de simbolos y de interacciones ya que se trata del espacio donde se encuentran las
practicas y las estructuras, del escenario de la reproducción y simultáneamente, de la innovación
social.

La cotidianidad es ante todo el tejido de tiempos y espacios que organizan para los practicantes los
innumerables rituales que garantizan la existencia del orden contruido.

La vida cotidiana tiene su tiempo y espacio a contrapunto del tiempo y del espacio de excepción,
de los cuales extrae, sin embargo, la fuerza de sentido para explicarse a si misma.

Por un lado, lo cotidiano se constituye por aquellas practicas, lógicas, espacios y temporalidades
que garantizan la producción social, es el espacio de lo que una sociedad particular, un grupo, una
cultura considera como “lo normal” y lo “natural”; y por otro lado, la rutinizacion normalizada
adquiere visibilidad para sus practicantes tanto en los periodos de excepción como cuando alguno
o algunos de los dispositivos que la hacen posible entra en crisis.

La vida cotidiana es centralmente el escenario de la re-produccion social, esta indisociablemente


vinculada a lo que en un momento especifico y en una cultura particular se asume como legitimo,
normal, necesario para garantiza la continuidad. Por tanto, la vida cotidiana es histórica, no puede
pensarse al margen de las estructuras que la producen y que son simultáneamente producidas y
legitimadas por ella.

La vida cotidiana es simultáneamente habilitante y constrictiva. Sus mecanismos y lógicas de


operación, al ser rutinizadas, constriñen a los actores sociales, les imponen unos limites, fijan unos
márgenes y unos modos de operación, sin embargo hay una franja de indeterminación relativa
que deja espacio para la improvisación.

Modos colectivos de gestión

Para Michel De Certeau, la primera condición de la comunicación es de las redes sociales que
aseguran su dinámica y gestión. La primera condición de la vida cotidiana es esencialmente la
comunicación.

El sentido de las practicas cotidianas adquieren su pertienencia y relevancia cuando se verifica que
tras ese conjunto de rituales practico existe un colectivo que sanciona y legitima esas practicas.
Legitimación que se opera a través del acervo cognitivo y lingüísticamente disponible en una
sociedad.

Balandier, los discursos cotidianos tienen como función proteger contra el acontecimiento, es
decir, contra aquellos eventos disruptivos que trastocan el continuo de la vida cotidiana.
Protección que se opera mediante dos vías: de un lado, cerrar mediante la repetición y la sanción
del ámbito de lo normal cotidiano; de otro lado, mediante los dispositivos rituales que permiten la
transgresión oficial.

De acuerdo a la teoría de Bourdieu, las practicas (cultura en movimiento) y estructuras (cultura


objetivada) se articular mediante el habitus (cultura incorporada) en una dinámica garantizada por
las estructuras de plausibilidad, es decir, por las condiciones que hacen posibles las practicas.

No puede existir una vida cotidiana sin un discurso que la explicite y la fundamente, por lo que lo
social, lo colectivo tendera a restituir el sentido a través de una intersubjetividad que busque
nuevos postulados socioculturales asibles en el nivel de lo cognitivos-linguitico, para garantizar la
continuidad y sobrevivencia del grupo o sociedad. Esta búsqueda, puede reconocerse en dos
grandes tendencias. De un lado, en la reemergencia de ciertos discursos totalitarios o intolerantes
que interpelan la subjetividad mediante argumentos centrados en la recuperación de lo perdido.
De otro lado, el desdibujamiento de los referentes, al debilitar el significado compartido ha hecho
posible la emergencia de relaciones horizontales en las que es posible establecer una
comunicación centrada en la selección de códigos que tienen como base la definición en común de
la situación.

La vida cotidiana no es un contenido estático en el tiempo, sino un proceso dinámico y


necesariamente histórico. Su especificidad no está en las prácticas reiterativas, sino en los sentidos
que esas prácticas representan y en los modos en que son representadas, para y por los grupos
sociales en un contexto histórico y social.

El espacio y el tiempo, el desanclaje

El tiempo y el espacio son constitutivos fundamentales de la vida cotidiana. Organizan y marcan


para los actores sociales, los diferentes ciclos y lugares para el desarrollo de las prácticas.
El tiempo de lo cotidiano se constituye a partir de la relación entre una dimensión social y una
dimensión subjetiva. Puede hablarse de un tiempo social y de una temporalidad cotidiana definida
por los usos y los contextos.

Tanto el tiempo como el espacio en relación con la vida cotidiana, deben ser entendidos
simultáneamente como delimitaciones que equivale al tiempo social y como una movilidad que
refiere a las apropiaciones y usos diferenciales de tiempo y del espacio.

Las revanchas

Puede pensarse que en la vida cotidiana se articulan mediante las prácticas, unos micropoderes
que se enfrentan chapuceramente a la intención normalizadora del poder.

Se trata de pequeñas revanchas con las que los actores subvierten lo programado y afirman sus
existencia como autores al imprimir la huella de su propio hacer en las practicas socialmente
compartidas.

La reflexividad es la competencia del actor para pensar su propio pensamiento, para objetivar el
sentido de su estar y su actuar en el mundo o en otras palabras es la capacidad de referirse al
mundo en actitud objetivante.

Esta competencia reflexiva se inscribe en dos ámbitos, en el lingüístico y en el cognitivo. De una


parte se articular a lo que el actor en situación es capaz de decir sobre su propia acción y de otra
parte, a lo que el actor es capaz de comprender acerca no solo del curso de su acción sino de los
marcos y normas que la orientan.

RODIGOU NOCETTI, M. & LOPEZ, J. (2013) Los trapitos sucios no se lavan en


casa. Una Intervención callejera como estrategia política.
Movimiento feminista, política e intervención sociocultural en el espacio público

El movimiento feminista a mediados de los 60, puso en debate la división publico/privado a través
de la politización de aquellas cuestiones que se presentaban social y culturalmente como
personales. La crítica feminista a las fronteras establecidas entre mundo público y mundo privado
señalaba la desigual valoración de ambos mundos, donde el mundo público es “objeto de
reflexión, teorización y legislación, mientras que la esfera domestica (familiar y sexual) se trivializa,
aceptando como dato natural las relaciones patriarcales.

Uno de las estrategias que desarrolla el movimiento feminista latinoamericano para irrumpir en l
espacio público y en el mundo político, va a ser la creación de fechas claves, que van a ser
definidas y acordadas en encuentros y reuniones feministas en distintos puntos de América Latina.
Estas fechas claves van a organizar la lucha y la agenda pública feminista en el continente. En las
fechas claves confluyen distintas organizaciones y grupos feministas en acciones públicas, donde
se expresan demandas y reivindicaciones específicas en relación a esa fecha, matizadas por el
contexto social e institucional presente en cada país y ciudad.

Reguillo afirma que si bien los mecanismos y lógicas rutinizadas en la vida cotidiana, constriñen a
los sujetos, existe un margen que de acuerdo a su uso puede subvertir, desde dentro, el mismo
orden establecido. Refiere que si entendemos, siguiendo a Foucault, que a todo poder se opone
otro poder en sentido contrario, puede pensarse que estas acciones constituyen micropoderes
que se enfrentan a la intención normalizadora del poder patriarcal, afirmando su presencia e
imprimiendo un sentido particular en su practica política.

Basta de violencia hacia las mujeres. Una intervención feminista en el espacio publico

Una de las primeras lecturas que se pueden realizar de la intervención se refiere a las dimensiones
de tiempo y espacio. La intervención se realiza en una fecha clave para el activismo feminista y el
movimiento de mujeres, ya que constituye un hito histórico en la lucha contra la violencia hacia las
mujeres y es parte de las estrategias de visibilizacion de la agenda feminista. El espacio donde se
desarrolla la intervención en un lugar con una fuerte impronta política-institucional, la estrategia
de ubicar la intervención en dicho espacio constituye una interpelación al sistema judicial, y por su
intermedio al Estado, que permite, omite, o no sanciona, los crímenes contra las mujeres. La
intervención se desarrolla en la acera, espacio cotidiano para las personas que transitan el lugar.
La intervención irrumpe en dicha cotidianidad e interpela a estas personas, que, en su mayoría
acuden a tribunales.

La acción produce un trastocamiento en el tiempo y espacio cotidiano y en este sentido adquiere


visibilidad, habitando “lo publico” en un lugar cargado de significación política.

La acción de atravesar una soga y colgar ropa de mujeres con broches en la vereda de tribunales,
alude en principio a recuperar una acción cotidiana adjudicada a las mujeres pero en un momento
y lugar que no se corresponde con la acción. La ropa se cuelga cotidianamente en el espacio de lo
privado, aquí se sustrae esta acción y se la coloca en el espacio publico. Son las muertes, los
asesinatos, los abortos de mujeres y niñas, aquello que se busca ocultar y dirimir en el espacio de
lo privado, lo que exponen las activistas. Se cuestiona asi cierto orden cultural que avala que “los
trapitos sucios se lavan en casa”. Las diferentes prendas colgadas refieren a distintas mujeres
victimas, visibilizando las perdidas, el sufrimiento, las consecuencias de la violencia patriarcal que
se vive cotidianamente. Al misto tiempo la prenda remite a un cuerpo ausente, a un cuerpo que
no vestirá mas esta prenda. Un cuerpo que se hace presente, haciéndolo hablar, a través de la
primera persona del singular: “SOY”

La estrategia de intervención utilizada se inscribe dentro de los objetivos de visibilizar la violencia


hacia las mujeres, ante la persistente dificultad de reconocimiento de dicha problemática en
nuestras sociedades.

El volante que se distribuye en la intervención callejera apela al uso de la tercera persona del
singular.
En la intervención, las organizaciones y movimientos feministas retoman el termino femicidio,
produciendo una mirada diferente a la que significa violencia contra las mujeres como “crimen
pasional”, o como “una muerte mas”. Menos aun la remiten a “actos de locura” para explicar y
justificar los actos de violencia, como se presentaba hasta hace muy poco tiempo en la mayoría de
los artículos periodísticos que trataban el tema y en fallos de la justicia.

El movimiento feminista se ve interpelado a des-naturalizar sentidos socialmente instaurados


respecto de la violencia hacia las mujeres, de modo de poder entender otros sentidos sobre esta
problemática.

A modo de cierre

La intervención analizada se puede pensar como una estrategia que expresa, articular y potencia la
necesidad/deseo/voluntad de transformar la realidad opresiva de genero que permite y tolera la
violencia hacia las mujeres. El espacio publico es intervenido, al mismo tiempo que la vida
cotidiana de un espacio de la ciudad y de una institución como es la justicia. La intervención
trastoca las relaciones en el espacio publico y señala “la transformación en los modos de hacer
política”

MELUCCI, Alberto. (1999). Acción colectiva, vida cotidiana y democracia.


Centro de estudios sociológicos
Un componente que marca la posición del autor es la posibilidad de identificar el campo de
conflictos para explicar la forma en que ciertos grupos sociales toman acción, dado que supone
que los actores no son, en si mismo, conflictivos. Sino que remiten a diferentes maneras de
explicar teóricamente los conflictos: por una parte desde un enfoque estructural, por otra desde
un enfoque funcionalista y las nuevas elaboraciones.

Lo que debemos analizar es la forma que adoptan estos conflictos cuando se tornan
empíricamente visibles en una sociedad concreta y, en particular, en sociedades como las de
América Latina.

Remarca que las sociedad, en proceso de democratización, los conflictos se plantean no solamente
en la esfera de lo político sino también al acceso a la ciudadanía que va a dirimir estas cuestiones
también en los espacios de la vida cotidiana y en las experiencias individuales.

Acerca de las principales tradiciones teóricas


La acción colectiva es siempre el fruto de una tensión que disturba el equilibrio del sistema social.
La tensión produce creencias generalizadas que movilizan a la acción y buscan restablecer el
equilibrio del sistema. Esta acción es solo una reacción de asentamiento de los mecanismos
funcionales de un sistema y las conductas colectivas se vuelven fenómenos emocionales debidos
al mal funcionamiento de la integración social.
A. Freud: La acción colectiva responde a las necesidades primarias icc y la identificación con
el líder es lo que le permite existir a un grupo. El líder se convierte en superyó y atomiza la
dinámica colectiva
B. Park: El comportamiento colectivo es un componente fundamental del funcionamiento de
la sociedad además de un factor decisivo para el cambio. El comportamiento colectivo
representa una situación “no estructurada”. Es un factor de transformación y esta en
grado de crear nuevas normas.
C. Talcottt Parson (funcionalista): Las conductas desviadas son todas aquellas que infringen
las normas institucionalizadas y testimonian un desequilibrio en los procesos de
integración. La desviación es el síntoma de una patología. Las conductas colectivas derivan
siempre de una situación de desequilibrio y de escasa funcionalidad en los procesos de
integración del sistema social. Merton distingue en el comportamiento desviado y el
inconforme. El primero no pone en discusión su legitimidad, acepta los fines, no rechaza
los medios institucionales para alcanzarlos. El inconforme quiere cambiar las normas del
grupo, sustituir valores y normas que considera ilegitimas por unas nuevas fundadas sobre
una legitimación alternativa. El comportamiento inconforme ataca la estructura misma de
los fines.
D. Modelos sistémicos: Son los estímulos externos los que producen los desequilibrios en un
sistema social. Comportamientos anómalos que tienden a acelerar los procesos de
restructuración. El conflicto se eleva siempre al rango de efectos secundarios de los
procesos de adaptación.
E. Fundamento psicosocial: Una frustración de las expectativas colectivas se encontraría en
la base de las formas de expresión de los movimientos sociales.

Acción colectiva como construcción social


En el enfoque que estoy proponiendo, la acción colectiva es considerada resultado de intenciones,
recursos, limites con una orientación construida por medio de relaciones sociales dentro de un
sistema de oportunidades y resticciones. No puede ser entendida como el simple efecto de
precondiciones estructurales, o de expresiones de valores y creencias. Los individuos construyen
su acción mediante inversiones organizadas, activan sus relaciones para darle sentido al estar
juntos y a los fines que persiguen.

Los actores colectivo producen entonces la acción colectiva, porque son capaces de definirse a si
mismos y al campo de su acción.

Los individuos crean un nosotros colectivo, compartiendo y la laboriosamente ajustando por lo


menos tres clases de orientaciones: aquellas relacionadas con los fines de la acción, aquellas
vinculadas con los medios y aquellas referidas a las relaciones con el ambiente.

La forma organizada de la acción es la manera mediante la cual el actor colectivo busca darle una
aceptable y duradera unidad a ese sistema, que esta continuamente sujeto a tensiones.

Dimensiones analíticas básicas


La definición analítica que propongo de movimiento social y como forma de acción colectiva
abarca las siguiente dimensiones:

✓ Basada en la solidaridad, es decir la capacidad de los actores de reconocerse a si mismos y


de ser reconocidos como miembros del mismo sistema de relaciones.
✓ Presencia del conflicto, es decir, una situación en la cual dos adversarios se encuentran en
oposición sobre un objeto común, en un campo disputado por ambos.
✓ Ruptura de los limites de compatibilidad de un sistema al que los actores involucrados se
refieren, romper los limites significa la acción que sobrepasa el rango de variación que un
sistema puede tolerar, sin cambiar su estructura.
PARRA MARCELA (2005). La construcción de los movimientos sociales como
sujetos de estudio en América Latina, Athenea Digital
Introducción

¿Qué es exactamente ser críticos? ¿Qué significa construir un pensamiento crítico?

Foucault sostiene que el pensamiento crítico es “aquello que permite que uno se libre de uno
mismo, el esfuerzo por saber cómo y hasta qué punto podría ser posible pensar de manera
diferente, en lugar de legitimar lo que ya se conoce. Aprender hasta qué punto el esfuerzo de
pensar la propia historia puede liberar al pensamiento de lo que piensa en silencio, para así
permitirle pensar de manera diferente”.

El pensamiento crítico tiene que ver con poder volver sobre los propios pasos, sobre la propia
historia, sobre la propia mirada, con poder regresar hacia nosotros mismos en función de ver
como hemos sido constituidos para hacer posible el pensar-ser-hacer-nos de otro modo si eso
fuera necesario.

El pensamiento critico acerca de los movimientos sociales en America Latina, tendrá que ver con
volver la mirada hacia el proceso a través de cual lo que hoy llamamos movimientos sociales en
america Latina han ido constituyéndose como tales.

Entendemos por movimientos sociales al conjunto de luchas erigidas en contra del capitalismo y
en función de la construcción de un mundo mas justo, mas humanos y mas solidario que se dan en
un periodo y en un espacio determinado. Hablamos de movimientos sociales como sujeto de
estudio porque entendemos al otro como compañero de lucha y para enfatizar el carácter vivo y
dinamico de los procesos por los cuales nos interesamos y con los cuales nos queremos articular.

Movimientos sociales en America Latina: la construcción de un sujeto de estudio

La contraposición de lo antiguo a lo nuevo

Lo antiguo ha sido caracterizado como estando apoyado en análisis basado en la teoría de la


modernización y de la dependencia, por un tipo de política anclada en los actores tradicionales
que luchan por el control del estado, por una visión de la sociedad centrada en lo estructural y
definida en términos de clases sociales y por una idea del cambio social que enfatiza las grandes
transformaciones y que esta centrada en el objetivo de la toma del poder donde este ultimo es
concebido como un objeto a tomar y a poseer.

En america latina los análisis predominantes a nivel de los procesos sociales y políticos habían sido
realizados, primero, desde una perspectiva estructural-funcionalista y luego desde el desarrollismo
y la escuela de la dependencia. Mientras las teorías desarrollistas habían hecho hincapié en los
procesos de modernización, industrialización y aculturación planteando que lo que se movia en la
sociedad eran sectores sociales que paulatinamente iban cambiando su comportamiento de lo
tradicional a lo moderno, la escuela de la dependencia había centrado sus análisis en la estructura
y en el comportamiento de las clases sociales.

En la teoría desarrollista, la teoría de la dependencia, etc , los movimientos sociales habían sido
poco estudiados y mas bien concebidos como reflejos voluntaristas o como acciones determinadas
por el poder económico o estatal o por la acción partidaria. Dos supuestos habia implícitos en
estas teorías: el de concebir a los movimientos sociales como practicas subordinadas a los partidos
y el de implicar cierto reduccionismo estructural de las relaciones de clase, donde, si bien todo
actor esta formando parte de las relaciones de clase, es necesario reconocer que también existen
otras formas de relación.

Lo nuevo ha sido caracterizado por centrarse en los nuevos actores sociales y no tanto en las
estructuras, por pensar la transformación social en términos de pequeños cambios que se pueden
ir generando desde el aquí y ahora a través de las practicas cotidianas que tienden a la autonomía
y a través de la construcción de identidades sociales y por el énfasis en los elementos ideologicos y
culturales de la acción social.

El paradigma de los nuevos movimientos sociales se caracteriza por: 1) un modelo teorico basado
en la cultura que deja de lado la cuestión de la ideología como falsa representación de lo real; 2) la
negación del marxismo como campo teorico capaz de explicar la acción colectiva en la sociedad
contemporánea; 3) la eliminación del sujeto histórico predeterminado y el establecimiento de un
nuevo sujeto colectivo difuso, no jerarquizado, en lucha contra las discriminaciones de acceso a los
bienes de la modernidad y una critica a los efectos nocivos de esta; 4) una concepción donde la
política gana centralidad en el análisis y pasa a ser una dimensión de la vida social que abarca a
todas las practicas sociales; 5) el análisis de los actores sociales principalmente desde sus acciones
e identidades colectivas.

Las distintas influencias teoricas y categorías de análisis

La teoría de los movimientos sociales desde su doble paradigma: el paradigma de la identidad y el


paradigma de la movilización de recursos

Desde el primero se sostiene a la identidad como la principal variable explicativa de la acción


colectiva. Se hace énfasis en el proceso por el cual los actores luchan por constituir nuevas
identidades como medios para crear espacios democráticos y para crear una acción autónoma. Su
análisis recae sobre todo en los actores y en la acción colectiva.

Desde el segundo, se proponen nociones tales como la de estrategia, recursos, oportunidades


políticas, intereses, etc, para, desde ellas, entender los procesos de movilización social.

El paradigma de los nuevos movimientos sociales se caracteriza por la utilización de categorías


mas bien empiricas propias de las teorías de corto y mediano alcance que, si bien facilitan la
operacionalizacion de ciertos concepto, tienen un alcance explicativo menor que las grandes
teorías sociológicas o teorías de largo alcance. Una combinación cuidadosa de ambos niveles de
teoría nos ayudaría a realizar investigaciones que, partiendo de lo concreto y fenomenológico,
alcancen un nivel de análisis que puedan dar cuenta de las aspectos mas estructurales de lo social
asi como también a combinar los niveles micro y macrosociales de análisis.

Los desarrollos provenientes de las ciencias políticas y de la antropología

Scott se ocupa de las formas de resistencia que se dan en los espacios cotidianos, en los espacios
de lo que el llama la infra-politica y ofrece una perspectiva original en el estudio de las relaciones
de poder entre dominados y dominadores. Parte de la idea de que los actores sociales no reducen
sus intervenciones al escenario público sino que, mas alla de las formas aparentes de hegemonía,
existen desde dichos actores practicas cotidianas de encubrimiento linguistico, códigos ocultos,
formas de aprovechamientos del anonimato y de la ambigüedad intencional, etc, que constituyen
el arte de la resistencia.

Los estudios sobre conflictividad social clase obrera realizados desde una perspectiva marxista

Los aportes que consideramos indispensables rescatar desde el marxismo para el entendimiento
de los movimientos sociales son:

a) El énfasis en la unión teoría-practica desde donde decimos que no hay pensamiento critico
en términos de movilización social sin una practica concreta y transformación en dichos
procesos.
b) Un visión de totalidad desde la cual podamos mirar lo que ocurre en los espacios
microsociales de los movimientos sociales en relación a lo que ocurre a niveles mas
estructurales de la sociedad; lo fenomenológico, lo empirico y lo mas inmediato adquieren
profundidad solo si son entendidos dentro de los aspectos mas estructurales de la
totalidad social.
c) La critica a lo ideologico como desmantelamiento de una operación de poder que hace
aparecer a los intereses particulares de determinados grupos sociales como intereses
generales y universales.
d) El conocimiento como vinculación de los visible a lo invisible donde el desafio será vincular
aquellos aspectos mas visibles de la experiencia cotidiana de los movimientos sociales, es
decir, lo mas concreto, con las dimensiones y las lógicas menos visibles de la realidad
social, es decir, lo mas abstracto.
e) El reconocimiento de la centralidad de la explotación de la lógica de generación de
desigualdades de clases frente a otros ejes de dominación y opresión.
f) El carácter material de las ideas.
g) La relación dialéctica sujeto-estructura.
h) La modificación del mundo como modificación del sujeto.
i) La dimensión utópica como horizonte de sentido de nuestras practicas de transformación
social.
j) El concepto de fetichismo.
k) El entendimiento del análisis marxista.
l) La transformación de la realidad como condición para su conocimiento.
m) Una teoría materialista de la hegemonía.
n) El conflicto.

La influencia europea y norteamericana del post-estructuralismo, post-marxismo y post


modernismo.

La importancia de estas orientaciones viene dada porque de alguna manera actualizan los debates
marxistas que tanta influencia han tenido en el pensamiento y en los procesos
Módulo 7: Quehaceres en psicología social.

• Niveles de lectura: ontológico, epistemológico, metodológico y ético


político de las prácticas de intervención psicosocial.
• Prácticas y urgencias sociales. Demanda, encargo, reclamos y protesta
social. Experiencias, usos y reflexiones sobre las prácticas de la
psicología desde una perspectiva psicosocial. Procesos de trabajo en y
con comunidades, con instituciones del trabajo, de la salud, de la
justicia, de la educación y medios de comunicación en la actualidad.

La intervención grupal: finalidades y perspectivas para la investigación –


Margarita Baz
La intervención grupal exige al profesional que la sostiene una apuesta por el potencial de formas
colectivas de interrogación y transito subjetivo, por definición abierta a la creación y al
engendramiento de nuevos sentidos relativos a la temporalidad, la historia, los vínculos y las
instituciones que regulan el intercambio.

Las formas grupales de intervención psicosocial se desenvuelven es esa paradoja de sosten e


incertidumbre, de resistencias y deseo, de aperturas y encierros.

Las practicas grupales enfrentan el desafio de ser recreadas en sus sentido de alternativas reales
para pensar y accionar “de otra manera” en el campo psicosocial, o simplemente acomodarse
como recursos de aplicación de las disciplinas “psi”.

Esclarecimiento de la nocion de intervención grupal


La idea de “lo grupal” remite a distintas significaciones, de las cuales considero importante
distinguir entre cuatro muy básicas:

1. Lo grupal como ámbito de la experiencia humana


2. Lo grupal como campo de saber
3. Lo grupal como nivel de análisis en la practica científica
4. Lo grupal referido a ciertos dispositivos de intervención e investigación
Estas cuatro ramificaciones remiten a los planos empirico, teorico, metodológico y técnico.

Cuando hablamos de lo grupal como ámbito de la experiencia humana nos estamos refiriendo a
los grupal como una dimensión empirica que es constitutiva de la fundación de la subjetividad;
todos los seres humanos somos, en tanto tales, “grupales”. Habría que pensar que lo grupal, esa
dimensión de el otro, los otros, que son también de alguna manera una parte de si mismo, aspecto
fundante de la condición humana, es esencialmente enigmático, es decir, no se accede a el por via
de una buena lectura ingenua, en cambio, nos confronta e interroga y demanda el estar abiertos a
la utilización creativa de un reservorio inmenso de experiencia que es patrimonio de cada uno de
nosotros.

Por otro lado, lo grupal como una línea de investigación y conocimiento científico, es decir como
un campo problemático que ha sido reconocido como pertinente para ser abordado por distintas
disciplinas.

Un nivel de análisis, en este caso estaríamos apuntando a un recorte metodológico para observar,
comprender y actuar sobre ciertos procesos de la realidad psicosocial.

Por ultimo, la acepción de “lo grupal” puede aplicarse a la descripción de dispositivos de


intervención e investigación, perspectiva que nos coloca frente a la idea fundamental de la
psicología no solo como una disciplina que puede aportar conocimiento y diagnostico, si no que
tiene una capacidad operativa, de acción a la vez que de investigación de las problematicas
psicosociales que son de su competencia.

Perspectiva adoptada ante la intervención grupal


Como punto de partida la ubico en el campo de la subjetividad, en tanto campo teorico que pone
de relieve la necesidad de problematizar la grupalidad y, en términos amplios, el vinculo colectivo,
y de esta manera abordar los retos de la comprensión de la experiencia humana, la cultura y la
sociedad, en forma tal que puedan superarse los viejos reduccionismos y las persistentes
antinomias que han poblado el pensamiento social, tales como las de individuo/sociedad y
subjetivo/objetivo.

Deseo hacer hincapié en el desplazamiento al que obliga del termino individuo a la nocion de
sujeto. El primero solo nos servirá de ahora en adelante para efectos puramente descriptivos; en
cambio, las nociones de subjetividad y sujeto, nos colocan ante los procesos de creación de
sentido y ante el estatuto de la condición humana, que es el pasaje de la naturaleza a la cultura,
mundo social histórico que consiste en tramas de significación desde las cuales se teje la
experiencia humana. La subjetividad se gesta en esa paradoja donde la función de sujetacion,
contención y sosten que provee el tejido social, es condición imprescindible de la subjetivación,
proceso de diferenciación sin el cual no entenderíamos la creación de cultura y de instituciones.

La dimensión de lo colectivo contiene varios planos: uno es el registro simbolico que nos funda
como humanos, campo de la regulación transindividual por excelencia representado por el
lenguaje; los otros planos están constituidos por las instituciones, que constituyen el campo
normativo, y por el territorio de la intersubjetividad, de la grupalidad propiamente dicha, del
intercambio

Modelo de intervención grupal


Elemento principales que constituyen el esquema de trabajo con el que abordamos la intervención
grupal. Empezare por su finalidad, su hipótesis básica y la premisa que sostiene.

El para que de una intervención es un interrogante necesario que debería ser invariablemente
reflexionado, tarea critica que brinda la condición básica, a partir de la cual los dispositivos
concretos utilizados se caracterizan por ser flexibles y operativos, donde distintas formas pueden
cumplir los principios metodológicos básicos.

Puedo decir que trabajo con un modelo de intervención que pretende promover las condiciones
para que colectivos diversos construyan miradas nuevas que sean esclarecedoras de los procesos
de la subjetividad que se verifican en los aconteceres de la vida cotidiana; esto apunta a
transformaciones en los posicionamientos subjetivos y a la apropiación de mejores recursos de
inteligibilidad de los vínculos que tejen las tramas simbolicas e intersubjetivas que los sostiene.

La hipótesis teorica que sostiene la acción de intervención es la invisibilidad relativa que


mantienen los procesos que nos constituyen como sujetos, muchos de ellos provenientes de
dimensiones icc.

El proceso grupal se establece con dos criterios básicos: la construcción del ámbito grupal y la idea
de aprendizaje como proceso, proceso no lineal si no tensionado siempre por tendencias
contradictorias.

También nos parece fundamental distinguir entre el método, las técnicas y las estrategias. El
método es “ayudar al grupo a pensar”.

El método se actualiza con tres estrategias básicas:

A. Propiciando que se pongan de manifiesto las concepciones, prejuicios, emociones, mitos y


valores con los cuales los integrantes del grupo se aproximan al campo grupal y a la tarea
propuesta.
B. Señalando y favoreciendo la modificación de distintos obstáculos epistemológicos y
epistemofilicos, como son, por ejemplo: los mecanismos de naturalización, las certezas,
los estereotipos y las disociaciones.
C. Interrogando sobre la tarea manifiesta, como forma de enlace de la vicisitudes grupales al
proceso de elaboracion de la experiencia.
El método se sustenta en dos condiciones básicas: la instalación de dispositivo y el nivel de
análisis. El dispositivo despliega roles diferenciados y encuadre de trabajo. En cuanto al nivel de
análisis, este apunta a sostener una mirada estrictamente grupal, apelando al sentido grupal de
toda participación o emergente. La estrategia diseñada para cada intervención grupal depende de
la evaluación de la demanda, de la tarea a realizar y del proceso mismo, asi como de las
situaciones de tipo practico.

Aplicación del modelo


La plasticidad es correlativa a la capacidad de escuchar la demanda, de mirar el proceso y de
atender las condiciones especificas que se presentan; en cambio, lo que permanece invariable es
el método, que, en otras palabras, es la nocion que el coordinador tiene de su función, de la
finalidad de su trabajo y de las formas de llevarlo a cabo.
Reflexiones finales
Al valor de contención que tienen los espacios grupales, a sus potencialidades terapéuticas-de
transformación no solo del sufrimiento individual si no como reconstitución del sentido de las
experiencias colectivas-debe añadirse su riqueza como estrategia formativa, como sustento de la
tarea educativa en el sentido amplio del termino, y su utilidad para la investigación, como
dispositivos que posibilitan la producción de materiales susceptibles de multiples miradas
analíticas.

MONTENEGRO Marisela y PUJOL TARRÈS, Joan. Conocimiento Situado: Un


forcejeo entre el relativismo construccionista y la necesidad de
fundamentar la Acción.
Intervención a partir de nuestro conocimiento de la realidad
En este trabajo quisiéramos apuntar algunas reflexiones en torno a la relación entre el
conocimiento de la realidad y las posibilidades de transformación social de esa realidad,
basándonos en las investigaciones relacionadas con el ámbito del conocimiento científico y de la
intervención social.

En el ámbito científico, el conocimiento ha sido tradicionalmente entendido como una forma de


acceder a lo real, una relación entre un sujeto que conoce y un objeto, externo a este, que puede y
debe ser reconocido.

En la referencia a los criterios objetivos a través de los cuales se puede ubicar un problema social,
se apela a los métodos de observación y medición científica validados como formas de
descubrimiento de la realidad. Estos acercamientos parten del supuesto de que, las condiciones
sociales están en la realidad y que es posible delimitarlas, conocerlas y tener conciencia de ellas
como problema. Estos modelos se basan en: 1) La idea de que existen condiciones sociales
determinadas en una sociedad; 2) Que estas condiciones son cognoscibles a partir de métodos de
investigación científica; 3) Que estas condiciones afectan a los individuos y grupos sociales
creando situaciones de malestar social y 4) Que es posible, a través de ciertas técnicas y recursos,
implementar intervenciones que solucionen el malestar causado por los problemas sociales.

Los criterios objetivos a través de los cuales se entiende y se actúa sobre la realidad se conforman
a través de conceptos como por ejemplo calidad de vida o bienestar social.

Cuando dudamos de la relación entre conceptos teóricos y realidad se desmorona la posibilidad de


un conocimiento valido generado a través de la investigación sistemática y, con ello, la
justificación de nuestra intervención.

Por su parte, las perspectivas participativas se basan en dos aspectos importantes: 1) la relevancia
social que debe tener la investigación e intervención en las ciencias sociales y 2) el conocimiento
esta mediado por los sujetos que lo producen, por lo tanto, no hay neutralidad ni en la forma de
conocer ni en el conocimiento que se produce. Esto trae como consecuencia la necesidad de
posicionamiento de quien investiga/interviene con relación a las personas con las que trabaja. En
las perspectivas participativas la apuesta que se hace es estar del lado de las comunidades y
grupos con los que se trabaja, estableciendo un compromiso explicito con esos grupos hacia la
transformación de sus condiciones de opresión.

Dentro del marco de las posturas teóricas marxistas, se asume la existencia de una realidad
opresora producto de ciertas condiciones históricas y prácticas sociales. Pero esta realidad esta
enmascarada por contenidos de conciencia que no permiten su adecuada representación por
parte de la mayoría de las personas. Esta realidad es cognoscible o bien a través de la reflexión
científica de las causas y mecanismos del mantenimiento de las relación sociales o bien a través
del dialogo entre personas que sufren directamente la opresión del sistema social e intelectuales
comprometidos/as con el cambio social.

La solución a problemas sociales concretos que afectan a las personas puede partir de la
conciencia de las causas de estos y del intento de transformación de las relaciones de dominación
que los sustentan. En las perspectivas participativas las personas afectadas por problemas sociales
protagonizan a través de su participación, la propia definición de aquello problemático y de las
vías de solución posibles. En el caso de las perspectivas participativas, el conocimiento de lo real se
adquiere en el dialogo entre interventores/as e intervenidos/as de lo cual se desprende que,
justamente por la diferencia de posiciones entre estos dos grupos y sus diferentes conocimientos
se puede acceder al conocimiento sobre la realidad.

La concientización se da cuando los miembros de la comunidad o grupo con el que trabaja el/la
interventor/a se dan cuenta de que las razones por las cuales están insertos/as en ciertas
condiciones de vida tienen que ver con las relaciones sociales y de producción asimétricas en
sociedades determinadas.

En resumen, las perspectivas participativas proponen una solución al problema de cómo actuar
sobre la realidad para transformarla: la realidad es producto de las relaciones asimétricas de poder
en la sociedad aunque esta oculta a través de los elementos ideológicos de conciencia que
enmascaran estas relaciones y las situaciones que se derivan de ellas. A través del dialogo entre
personas de la comunidad y profesionales comprometidos/as con el cambio social se puede
develar cuales son las reales relaciones de opresión a la que están sometidos.

El carácter construido del conocimiento y su dificultad para sustentar la intervención

Corrientes enmarcadas dentro del post-estructuralismo, el socio construccionismo o el programa


fuerte de la sociología del conocimiento científico han cuestionado la relación entre la realidad y
representación y la posibilidad de una mirada objetiva de la realidad. Los fundamentos de las
posturas objetivistas han sido puestos en cuestión y se afirma que todo conocimiento está basado
en ciertas relaciones sociales que lo producen y que está construido socialmente.
Vivian Burr dice que el sociocostruccionismo asume: 1) una actitud crítica hacia el conocimiento de
por sentado; 2) la especificidad histórica y cultural del conocimiento; 3) que el conocimiento es
sostenido por los procesos sociales y 4) que las descripciones o construcciones del mundo
sostienen algunos patrones de acción social y excluyen otros.

Según este enfoque, el significado es visto como algo que deriva de intercambios microsociales
incrustados en el seno de amplias pautas de vida cultural. Proponen que nuestros conceptos son
fundamentalmente producidos socialmente, a través del lenguaje, en comunicación con otras
personas.

En resumen, estas corrientes cuestionan, por un lado, la relación entre conocimiento y realidad en
el sentido de que no se asume la posibilidad de acceso a una realidad fuera de los discursos y
prácticas que la conforman; por otro lado, que las formas de construcción propias de la retorica
científica producen objetos, sujetos, practicas y subjetividades que, por ser avalados por las redes
de poder donde opera la institución académica, son difíciles de cuestionar, y por último, estos
desarrollos denuncian los efectos de control, clasificación y gobernabilidad que pueden tener las
tecnologías de intervención derivadas del conocimiento científico, sobre las vidas de personas y
colectivos en momentos y contextos específicos.

Intervenir a partir del conocimiento emergente en la articulación de conocimientos situados

Se reconoce que la realidad sobre la que se quiere incidir es relativamente independiente de las
acciones concretas de individuos puntuales y que muchas de las intervenciones son “paños
calientes” a la espera del necesario cambio estructural que genera el problema concreto sobre el
que se intenta intervenir. Al centrarnos en la persona, vemos sus acciones como consecuencia de
la estructura social a la vez que, cuando nos centramos en la estructura, apreciamos su carácter
histórico y humanamente producido.

Las perspectivas construccionistas, al situar en el mismo plano realidad social y lenguaje, apuestan
por la conciencia de la estructura social y la negación de una realidad “ahí afuera” que deba ser
descubierta. Hay que considerar la posibilidad de que las acciones institucionales no son
conscientes por igual para todas las personas involucradas en la interacción, probablemente, hay
factores institucionales de carácter histórico que en un presente dado, no forman parte del
conocimiento de las participantes. Siguiendo a Bourdieu podemos considerar que las relaciones
sociales no son puramente lingüísticas y subjetivas y que hay disposiciones estructurales que se
actualizan a través de la practica social. Para este autor, lo que existen en el mundo social son
relaciones objetivas que existen independientemente de la voluntad y conciencia de los
participantes, relaciones que, sin embargo no determinan la acción social.

La revisión crítica a la comprensión del conocimiento como forma de develar la verdad en su


vertiente de realidad transparente, visualizada gracias a las metodologías científicas nos lleva a la
erosión de un punto de vista privilegiado desde el cual es posible señalar cuáles son los problemas
sociales que ciertos agentes padecen.
En el caso de la intervención social proponemos que la definición de que aquello que es digno de
transformación sea hecha a partir de las articulaciones donde participen diferentes posiciones de
sujeto, incluyendo quienes están definidos/as como interventores/as, personas afectadas, grupos,
asociaciones y organizaciones preocupadas por la temática a tratar, instituciones, etc. y en las que
sea posible negociar construcciones de lo que puede ser visto de diferentes posturas como
problemático. Para la definición de lo que es necesario transformar es importante promover
conexiones donde se fijen significados a partir de dichas negociaciones.

Algunas implicaciones que pueden extraerse de la asunción de estas perspectivas en la


intervención social:

✓ Partiendo de estas premisas se hace necesario responsabilizarse por las formas de ver la
realidad social.
✓ Ofrece la posibilidad de expresar visiones parciales y encarnadas sobre los fenómenos a
tratar en contextos concretos de intervención desde lugares materiales y semióticos
contingentes y específicos.
✓ Se sostiene que la realidad y su conocimiento son contingentes a cada posición de sujeto.
✓ Desde su posición en la red de articulaciones, el/la profesional se involucran en la
articulación.
✓ Al asumir que cada agente, incluyendo el equipo profesional, tiene un conocimiento
parcial, se enfatiza en la búsqueda de puntos de acuerdo y de compromiso mas que la
revelación o la concientización.
✓ Lo que es definido como problemático involucra al proceso de articulación y de dar
significado tanto a posiciones de sujeto como a aquello digno de transformación.

MONTENEGRO Marisela (2011) Conocimientos, agentes y articulaciones.


Una mirada situada a la intervención social. Athenea Digital. Revista de
pensamiento e investigación social.
Una investigación sobre la intervención social puede tener muchas formas: puede evaluar un
programa concreto de intervención, puede reflexionar acerca de las características de colectivos
definidos como intervenibles o puede trabajar sobre problemáticas específicas. El ámbito de la
intervención produce espacios que buscan tomar acciones, desde las capacidades teóricas,
técnicas y profesionales, para transformar estados de cosas que son vistas como problemáticas.

Nosotros/as hemos elegido un camino algo distinto, nos hemos propuesto una investigación con
dos objetivos: 1) La revisión de desarrollos en las teorías sobre intervención social, para analizar
los conceptos y principios que fundamentan la idea de intervención social de algunos sistemas y
modelos de intervención; y 2) La construcción de una mirada para la reflexión sobre la
intervención social basada en discusiones en el ámbito de la definición de problemas sociales,
agentes de la acción de transformación y posturas sostenidas en torno al conocimiento.
En primer lugar, comenzamos a investigar desarrollos teóricos que trabajasen el tema del cambio
social.

En el pensamiento de la sociedad vista como sistema social se estudia la función que tienen
diversas prácticas sociales e instituciones en el mantenimiento de la sociedad. La intervención es
posible o bien para la integración de lo desviado a la norma general, o bien para hacer planes de
transformación con el objetivo de que ciertas instituciones puedan equilibrar los desperfectos del
sistema.

La sociedad planteada como sistema de dominación y autoridad de las tradiciones anarquistas,


como los desarrollos marxistas, muestra que la sociedad capitalista está basada en una serie de
relaciones de explotación. La transformación social debe tener como objetivo fundamental la
abolición de la propiedad privada y del estado como formas de explotación de las mayorías por
parte de una minoría dominante. La sociedad ideal se caracteriza por formas de auto organización,
bien sea en cooperativas de trabajo o en negociaciones entre individuos libres de la autoridad.

Ahora bien una vez estudiadas diferentes formas de comprender el orden y cambio social,
pasamos a analizar cuales ideas son fundamentales para la posibilidad de pensar en la
intervención social. Estas son:

✓ Cierto descontento con el orden social: para poder intervenir hacia la transformación
social es necesario pensar en que existe algún desperfecto con el orden social que debe
ser transformado.
✓ Posibilidad y deseabilidad del cambio social: la intervención social se basa también en la
idea de que es posible lograr cambios a partir de acciones humanas sistemáticas y,
además, que es deseable que ocurra dicha transformación.
✓ Acción colectiva: una de las bases de la intervención social es que la acción hacia
transformaciones concretas se haga colectivamente.
✓ El conocimiento como guía de la acción: el conocimiento guía definiciones de problemas y
de acciones hacia la transformación
✓ Intervención como dialogo entre diferentes actores: es necesario el dialogo entre estos
dos entes colectivos para poder lograr una acción efectiva de transformación.

Distinguimos dos grandes líneas de desarrollos en intervención social: 1) “Intervención social


dirigida” porque son intervenciones que mayoritariamente son planificadas y llevadas a cabo por
parte de quienes son definidos/as como profesionales o expertos/as y 2) “Intervenciones
participativas” porque explícitamente incorporan dentro de sus planteamientos la participación de
las personas afectadas en la solución de sus propios problemas y enfatizan en la importancia del
trabajo conjunto entre personas que intervienen y personas de las comunidades o grupos
afectados por los problemas sociales identificados.

• Intervenciones dirigidas
El diagnostico que se presenta es el de la desigualdad social. Hay colectivos que se encuentran
excluidos o en riesgo de exclusión de los recursos económicos, sociales y culturales de la sociedad.
Esta intervención se hace a partir de demandas sociales. La transformación social se da a través de
la injerencia en ciertos contextos definidos como problemáticos, a partir de la lectura hecha por
parte de los sistemas de intervención, de dichas demandas. La intervención busca adecuar o
normalizar los espacios problemáticos haciendo uso de los conocimientos y técnicas desarrollados
en los ámbitos científicos y de experiencia profesional. Las intervenciones dirigidas se plantean
integrar a colectivos con carencias.

Los principales agentes involucrados son, por un lado, el proceso, persona, grupo o institución que
necesita de una transformación; y, por otro lado, los sistemas de intervención definidos como
capaces de planificar y ejecutar acciones sistemáticas con la finalidad de provocar esta
transformación en el primero.

El cambio social deseable es lograr una mayor calidad de vida para las personas beneficiarias de la
acción interventiva. Se propone ayudar a integrar a quienes están excluidos/as –o en riesgo de
exclusión- a los mecanismos de la sociedad. La posibilidad de este cambio es a través de la
intervención en diferentes contextos locales.

Las intervenciones dirigidas están relacionadas con un marco funcionalista de entendimiento de la


sociedad porque no buscan una transformación de la sociedad en su conjunto sino atacar aspectos
que son vistos como problemáticos de modo que se puedan equilibrar los desperfectos
ocasionados por el sistema a través de mecanismos e instituciones sociales preparadas y
legitimadas para realizar esta intervención. Se busca incidir en los espacios y colectivos que tiene
problemas.

• Intervenciones participativas

Conceptualizan al grupo afectado por algún problema social como interlocutor y actor privilegiado
para la transformación social. Ellas hacen énfasis en que las personas que están afectadas por los
problemas sociales deben ser parte de la solución de aquellos problemas. El diseño, ejecución y
evaluación de los programas y acciones se hace a partir del dialogo entre aquellas personas que
intervienen y las personas afectadas por problemas concretos.

Los problemas sociales están definidos como producto de estructuras sociales donde se dan
relaciones de opresión de ciertos grupos sociales por parte de otros grupos. Para la solución,
parten de la necesidad de que las personas afectadas con problemas concretos deben tomar parte
en la solución de dichos problemas; se busca promover la participación de dichas personas en
trabajos en lo que, conjuntamente con profesionales comprometidos/as con la transformación
social, se busquen vías de acción para trabajar sobre estas problemáticas. El dialogo en el que se
comparten los diferentes conocimientos permite elaborar una comprensión de las formas de vida
de las personas con las que se trabaja y, al mismo tiempo, producir procesos de concientización en
el que estas personas se den cuenta de las relaciones de opresión que sostienen estas situaciones.
Los agentes sociales relevantes son, por un lado, las personas de la comunidad o grupo con el que
se trabaja y, por otro, los/as interventores/as o intelectuales comprometidos/as con los procesos
de transformación social.

Aunque el cambio social deseable sea la transformación de las situaciones de injusticia estructural
y asimetrías de poder presentes en la sociedad, se hacen intervenciones en escala micro social
para la transformación de situaciones que son vistas como problemáticas por los grupos con los
que se trabaja. Se plantea la posibilidad de la transformación social a pequeña escala.

• Una perspectiva situada para la intervención social

En primer lugar, para trabajar sobre la definición de problemas sociales acudimos a la literatura
que critica las formas en las que es entendido el conocimiento científico como representación fiel
de la realidad. Desarrollamos una forma alternativa de definir aquello que es necesario
transformar; ya que consideramos que una perspectiva situada para la intervención social debía
dar cuenta de los aspectos de las vidas de las personas, de las relaciones, discursos y prácticas
sociales que es necesario transformar.

La principal crítica que formulamos a las propuestas de intervención social estudiadas es que los
problemas sociales se definen básicamente a partir del conocimiento experto. En las
intervenciones dirigidas la definición de que es un problema social se da a través de la
lectura/definición de políticos y equipos de intervención de las demandas de diferentes entes
sociales. En las perspectivas participativas el concepto de ideología, en tanto contenidos de
conciencia que naturalizan/ocultan las relaciones de opresión, legitima ciertas lecturas de las
causas de las situaciones problemáticas en las que viven las personas de la comunidad.

En una perspectiva situada para la intervención social aquello digno de transformación se define
en fijaciones (temporales y precarias) de significados a partir de las articulaciones de diferentes
posiciones de sujeto. La definición de aquello digno de transformación se da en las alianzas,
negociaciones, posiciones contrarias, etc. de diferentes agentes sociales tales como equipo de
intervención, personas afectadas, asociaciones con intereses en juego, instituciones, etc. imbuidas
en relaciones de poder, autoridad y legitimación.

En las perspectiva situada para la intervención que hemos desarrollado cobra relevancia la noción
de “posición de sujeto” como concepto que, por un lado, critica la idea de sujeto unitario y
coherente y, por otro, trabaja con las posiciones que se construyen a través de articulaciones
enmarcadas en contextos sociales. En esta perspectiva, las posiciones de sujeto no solo se
referirían a la posición de interventor/a o intervenido/a, sino que se referirían a múltiples
posiciones que diferentes individuos o grupos pueden ocupar en dichas articulaciones.
PAULÍN, H. Y RODIGOU NOCETTI, M. (Comp.)(2002). Cuaderno del campo
psicosocial nº 1: Hacer/es en psicología social. Panel sobre Roles y Prácticas
en Psicología Social. Silvia Plaza, Andrea Pujol, Cristina Petit y Ana María
Correa
-Las nuevas perspectivas de la psicosociología: aporte para la construcción
del rol. Eugène Enríquez
-Interrogando el rol del/a psicólogo/a social y sus modos de construcción y
transmisión. Maite Rodigou Nocetti
-Psicología Social y escuela: supuestos y líneas de trabajo en los “problemas
de disciplina y convivencia” Horacio Paulín.
1) Hacer/es en psicología social. Panel sobre Roles y Prácticas en Psicología Social. Silvia Plaza,
Andrea Pujol, Cristina Petit y Ana María Correa

Psicología Comunitaria

-El nombre aparece por primera vez en EEUU en la década de los 60.

-Viene a constituir algún tipo de respuesta, a cuestionar la situación en la que se encontraba la


Psicología y en particular la Psicología Social y Clínica.

-Diferentes modalidades de incluir lo comunitario hacen referencia a diferentes estrategias que se


dan los sujetos, grupos, el Estado, tratando de responder a una situación particular histórica.

Hay dos grandes campos que otorgan una orientación y un perfil a las prácticas de los que
trabajan en la comunidad:

1. Ciencias de la Salud: Hay una fuerte articulación con el Estado y las políticas públicas. Se intenta
democratizar un servicio (de salud), se incluye a la comunidad, como población y sujetos que
puedan acceder en forma igualitaria y democrática al servicio público.

2. Ciencia Social: Sitúa a los equipos en la preocupación de acompañar, promover y producir la


posibilidad real de que la gente pueda autogestionar sus propias formas de vida. La propuesta de
Psicología Comunitaria de la Cátedra de Estrategias de

Intervención Comunitaria, se incluye en el campo de las Cs. Sociales, articulando desde allí con el
campo de la salud.

La Psicología Comunitaria tiene como objeto a los procesos comunitarios, es su foco de atención.

Los procesos refieren a la potencia de lo que viene siendo y de lo que aún no es:

-Lo previsible: Desde su trayectoria histórica con posibilidad de abordarlo como desarrollo de algo
que ya está.
-Lo no previsto: Lo no visto, lo no escuchado, a la emergencia de un nuevo acontecimiento, de
nuevos sentidos.

Con respecto a la Intervención: Si el proceso es desarrollo de algo que ya está, nuestra


intervención sería solo acompañar que algo exista, potenciar condiciones que den lugar a aquello
que aún no es, que se realiza en un encuentro con otros.

Lo Comunitario:

-Alude a Comunidad

-Aquello que es común o compartido.

-Da lugar a concebir a lo comunitario como homogéneo y armónico, con efecto de neutralización
y/o anulación de lo diverso, heterogéneo y del conflicto.

-“Sentidos y prácticas comunes”, se descuida los “Sentidos y prácticas diversos y múltiples”.

-La inclusión de ambos sentidos hace al pensamiento crítico.

¿Qué es lo compartido?

-La localización geográfica / territorial: Espacio delimitado donde la gente habita (comunidad).

-Las significaciones: el universo simbólico, manera de nombrar / nombrarse, mundo de relaciones


que se construye en la interacción (lo comunitario).

-La pertenencia a un territorio: Las personas habitan un espacio.

La Psicología Comunitaria de ocupa de los Procesos Comunitarios, y no solo de procesos en la


comunidad (espacio geográfico), no es suficiente la instalación de un equipo en el territorio.

Procesos Comunitarios: Aquí se produce un encuentro / desencuentro con el otro, el núcleo de


trabajo es lo relacional. Interesa saber que se mueve, que circula entre el equipo profesional que
interviene y el sujeto comunitario. Este “entre” es nuestro nudo de intervención, aquí se juega el
Proceso Comunitario.

Método: Investigación / acción participativa y participante. Manera de concebir y construir el


conocimiento, construcción histórico y social, y se realiza con el otro y en la acción.

Herramientas: Que permiten leer la organización comunitaria:

-Redes (de parentesco, sociales e institucionales).

-Grupos

-Organizaciones (formales e informales).

Se sostienen por personas que habitan un territorio social, significante y significativo,


configurando tramas relacionales, formas organizativas y de comunicación. La vida comunitaria
está viva. Hace anclaje en una matriz relacional inicial y básica: inclusión del otro sin que medie
ninguna organización instituida. Posibilidad que las personas tienen de compartir, convivir y
coexistir en un territorio dado. Las comunidades se organizan y construyen su propia forma de
colaboración.

Formaciones grupales o Instituciones, tienen como base y condición de su existencia, estas redes
en el proceso comunitario. Realizan para su emergencia, recortes de necesidades, objetivos y
acciones. El Psicólogo Comunitario debe mirar la red que sostiene cualquier grupo u organización
que se instituye como configuración diferenciada en ese territorio.

Abordajes en el Trabajo Comunitario:

-Externo: Programas ya diseñados fuera del territorio comunitario, buscando la inclusión de


beneficiarios y estableciendo la relación con líderes comunitarios.

-Interno: Proyectos diseñados desde la participación comunitaria, articulando con los procesos, las
condiciones, las necesidades, modalidades en la propia dinámica de las comunidades.

Momentos que organizan el trabajo, una vez situados en el territorio comunitario:

-Momentos de Ingreso

-Momento de despliegue y desarrollo del proyecto comunitario.

-Momento de cierre y devolución

Rol

-Es preferible llamarlo quehacer, hacer o prácticas.

-Se construye en tensión.

-Interesa saber por qué trabajamos, quien encarga nuestra tarea y a quien respondemos.

-Conocer la tensión entre la historia de la Psicología.

-Permite construir una manera de hacer en contexto y en situación, con estos sujetos y
comunidad, también con la dimensión ética.

2) Las nuevas perspectivas de la psicosociología: aporte para la construcción del rol. Eugène
Enríquez

Psicosociología

-Está en el centro de la cuestión de la → Democracia

→ Ciudadanía

→ Aparición del Sujeto

-Como conductas que viene generando acontecimiento, y que pueden hallar su forma en una
figura determinada.

-Desde el origen trató el problema de la democracia concreta.

-Nutrida de militancia.
-Tiene como motivaciones:

→ Rechazo a las injusticias

→ Preguntarse sobre los modos de dominación social

→ Creencia de sentirse responsable de su destino y creador en parte, de su historia y la de los


otros.

-Ha analizado la burocracia y la tecnocracia como sistemas mortíferos de poder.

-Psicosociólogo: Tercera instancia en la que el proceso facilita la apertura de constelaciones


coaguladas.

-Una de las funciones es la de analista de procesos.

Rol del Psicosociólogo:

1. Posee un SABER sobre los procesos, las pasiones humanas y el funcionamiento del
pensamiento. Y debe compartirlo con otros, por compartirlo puede desarrollar en el otro el deseo
de sublimación.

-Propone

-Comenta

-Reacciona

-Provee a las personas de un envoltorio sonoro que las envuelve y apoya.

(Como un chamán)

2. Como HOMO VIATOR (sujeto de pasajes) para permitir a los otros desplazarse en el espacio de
su propia vida: Representar nuevos roles, renovar sus inversiones y los objetos de esa inversión.

Debe contribuir inventando lugares de encuentro, espacios de convivencia y experiencia. Tiene


que transformar un sitio en privilegiado de juego y aprendizaje. Debe no solo representar, sino
hacer el juego (homo ludens). En es el creador, productor y participante de un espacio potencial.

3. Trabajar en las REDES DE INFLUENCIA, de las que son tomados los individuos y los grupos. El
trabajo del Psicosociólogo es:

-Identificar esas redes

-Comprender el lugar que ocupan en esas trampas

-Captar el rol que quieren hacerle jugar y que ellos quieren jugar

-Desarrollar estrategias provechosas.

-Frecuentemente, aceptar ser el mediador entre diferentes instancias, a fin de que c/u pueda
formular un diagnóstico más justo sobre las personas en cuestión, sobre su propia acción y sobre
las actitudes subyacentes.
-Ser el interviniente, ensayar, poner en comunicación esas instancias, ya que está en el centro de
estas

De consultor neutro → A hombre recurrente para todos.

4. Ser ANALISTA: Las conductas actuales son fruto de una larga historia. La labor es favorecer la
anamnesis, la reproducción de su historia individual y colectiva, a fin de que puedan escapar al
ciclo de la repetición.

El trabajo de rememorar favorece el nacimiento de un proyecto liberador en los grupos en


dificultades. Ayuda a darse cuenta que si el pasado ha existido, es posible cambiarlo y darle un
sentido diferente e integrarlo en la memoria, dándole fuerza de existencia y acción. De esta forma
se puede transformar el Imaginario Social. El trabajo es difícil si la represión ha sido fuerte.

El rol de reconstrucción de la memoria es esencial: Está en juego la capacidad de las personas de


desprenderse de aquello que les ahoga y asumir su voluntad y esperanzas.

-Trabajar con los grupos que tienen una historia, que pueden crear espacios que son tomados en
sus redes, que están en una búsqueda de verdad, pondrá su atención en los grupos abiertos a las
“comunidades”, en situación de desorganización y reorganización.

-La urgencia (en nuestra sociedad) es ayudar a los individuos a situarse como sujetos de una
historia individual y colectiva, a ser ciudadanos activos de una democracia, a inventar, a definirse
como creadores de la historia.

El Psicosociólogo:

Debe restituirles su existencia de seres completos, poseedores de múltiples pertenencias, y que


pueden jugar un rol en el funcionamiento global. Debe generar en las personas la comprensión de
las determinaciones múltiples a las cuales están sometidos, y los márgenes de libertad que les
son propios. Está enmudecido por una ética de responsabilidad.

-Tiene que favorecer (en cada individuo y en los grupos) la voluntad de encontrar en la sociedad
el lugar que le conviene y que responde a sus posibilidades reales actuales.

-Comprender mejor los fenómenos globales como las influencias sociales específicas para poder
compartir su análisis, permitiéndoles aprender mejor las situaciones en las cuales se encuentran.

-Tiene necesidad de una buena formación.

-Está interesado en los acontecimientos y movimientos que desorganizan y reorganizan lo social.


Es capaz de:

-Ligar los traumas psíquicos y los traumas sociales.

-Ver de qué manera los hombres habitan las estructuras y son capaces de reaccionar a las
situaciones.

-Señalar las necesidades de consenso y de algunos conflictos.

-Comprender mecanismos de rechazo, represión, canalización, sublimación de las pulsiones


amorosas y agresivas.
La Psicosociología atribuye más importancia a la dinámica histórica, así como a la dinámica
grupal y organizacional, sabiendo que en el interior de los grupos, de las organizaciones e
instituciones la historia se actualiza.

Objetivo: Hacer que cada uno, en cooperación con otros, pueda desarrollar los nudos en los cuales
se encuentra, tener de sí mismo y de los otros una visión realista e imaginativa. Que se pueda
conducir, como sujeto dirigido hacia la autonomía y creador de instituciones, en las cuales la
invención democrática encontrará su lugar de refugio.

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