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Edad media

Voltear atrás y conocer sobre la Edad media, me conlleva a pensar en la nula evolución
que hemos tenido como seres humanos. Es una realidad que la evolución desde la edad
media ha sido notoria en la tecnología e industrial, sin embargo, no hemos evolucionado
emocional ni espiritualmente, así el cristianismo se haya instaurado fuertemente desde
esta época.
Esta época marco un antes y un después en la historia, por lo que se vivió
mundialmente. Y como ya sabemos las crisis generan grandes cambios, algunos
“buenos” y otros “malos”. Pero, así como sucede, con las crisis personales, sino se sana
realmente la herida se va a volver abrir y repetir la historia, pero esta vez, en otro
tiempo y espacio.
Pudimos notar como para los seres humanos la principal manera de resolver un
conflicto o afrontar una crisis, fue simple y llanamente: la violencia; y hay algo cierto de
la violencia, es un círculo, es decir, no tiene un final. Esta forma ha sido adaptada para
nosotros hasta la actualidad (guerras de armas, guerras biológicas) y es parte de la
realidad de todos desde que somos muy pequeños. (peleas de padres, en el colegio,
gritos, golpes, etc).
Por otra parte, la instauración del cristianismo fue altamente significativa, se
fomentaron los mandamientos, a los cuales debíamos cumplir al pie de la letra. Sin
embargo, no fue, ni es enseñada de la manera correcta. Debido a que las personas
encargas de fomentar la fe, no se preocuparon por enseñarla de la manera espiritual,
sino, como una historia que contar y como leyes que cumplir.
Entonces, aquí vienen las dos partes resaltantes descritas anteriormente. Si la fe y la
espiritualidad que tanto quisieron los cleros de la edad media hubiese sido enseñada de
manera espiritual, tal vez el ser humano hubiera buscado otra manera y otros motivos de
resolver sus diferencias.
Por otro lado, un punto importante, es hablar acerca del “poder” y lo que ha generado en
el ser humano. Esta etapa de la historia está llena de lucha de poderes, y si hablamos
más profundamente de lucha de egos. Cuando una persona siente el poder de hacer algo,
lo más probable es que llegue a concretar ese acto. Porque el poder te da seguridad.
¿Pero como hacemos para que el poder no se apodere de nosotros, valga la
redundancia?
Es otro punto para tocar, que tiene que ver más con la profundidad y con la capacidad
de raciocinio que había en la época, dónde las personas eran más instintivas y menos
racionales que ahora, dónde aún no se preguntaban a cerca de ellos mismos y el mundo
interno que lleva cada persona, ya que para que el poder no se adueñe de nuestros
pensamientos y nos haga sentir como seres ilimitadamente fuertes y dueños de la razón,
la solución más cercana es conocerse.
Tercera cuestión que se puede relucir en la edad media es la libertad. ¿Las personas
realmente eran libres? ¿Existió en algún momento el libre albedrío? La respuesta es NO.
En esos tiempos existía lo bueno y lo malo, blanco y negro, Dios y diablo, cielo e
infierno, no había un punto medio, por ende, la capacidad de elegir era por la emoción
más frecuente en estos tiempos: el miedo.
Entonces, el hecho de elegir por miedo, nos hace esclavos de nuestros pensamientos,
pensamientos que nos hunden y muchas veces nos dimensionan como seres incapaces
de resolver algo. Pero elegir por que eso que vas a elegir es realmente lo que quieres, es
lo que te hace libre.
Los tres puntos, el cristianismo vs la violencia, el sentimiento de poder y la cuestionada
libertad, me ha generado la duda de que como seres humanos nos urge un avance social,
¿pero que se puede hacer? Para mí, la solución más cercana a cada uno de nosotros es
conocernos, aceptarnos y de ahí conocer cuales son nuestros límites de violencia, de ego
y de miedo.

Brenda Lamela Sialer.

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