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SIGNIFICADO DE LA PALABRA SHAMBALLA

3. Que evoque respuesta del lejano y brillante centro.

A dicho centro damos el nombre de Shamballa. Las letras que lo


componen son, numéricamente las siguientes: S.H.A.M.B.A.L.L.A. o
1.8.1.4.2.1.3.3.1. La palabra es igual al número 24, que a su vez es igual a 6.
Llamaré la atención sobre el hecho de que la palabra contiene nueve letras y,
como saben, el nueve es el número de la iniciación. La meta de todo proceso
iniciático consiste en permitir al género humano comprender la voluntad o
propósito de la Deidad e identificarse con ella. El 6 es el número de la forma o
manifestación, siendo el agente o medio a través del cual llega dicha
comprensión, y por su intermedio se desenvuelve la conciencia a fin de llegar
a ser la base del proceso superior instituido en la tercera iniciación. Iniciación
que está estrechamente vinculada con el tercer centro mayor, Shamballa. Es el
tercero desde el ángulo de la percepción y comprensión del hombre, pero el
primero desde el ángulo de la Deidad Misma. Nuevamente, siendo el 6 el
número del sexto rayo, es, por lo tanto, el número del idealismo y de esa
fuerza impulsora que hace ir adelante a la humanidad en el sendero, la cual
respondiendo a la visión, se esfuerza por ascender hacia la luz. En realidad es
devoción a una meta invisible, que está perennemente adelante, y a un
indesviable reconocimiento del objetivo. Como toda cualidad divina, tiene
análogamente su contraparte material, por eso el 666 es considerado el número
de la Bestia o materialismo, el número que predomina en los tres mundos
antes del proceso de reorientación y expresión del idealismo y propósito
desarrollados. El tercer aspecto se expresa por medio de un extremo
materialismo, de allí los tres seis. Un antiguo libro sobre la ciencia de los
números describe al iniciado como "el que experimentó y expresó el 666 y
halló que era cero; descartó un 6 y se convirtió en 66 y así se encontró en el
CAMINO; luego descartó nuevamente un 6 y se convirtió en el 6 perfecto -la
forma, instrumento y expresión del espíritu".

El número 24 es muy interesante, pues expresa el 12 doble el zodíaco


mayor y menor. Así como el número 6 manifiesta espacio, el número 24
expresa tiempo, y es la clave del gran ciclo de la manifestación. Clave de toda
apariencia o encarnación cíclica. Sus dos cifras definen el método de
evolución; 2 es igual a la cualidad amor-sabiduría, actuando de acuerdo a la
Ley de Atracción, y conduce al hombre de un punto de realización a otro;
1
mientras que el 4 indica la técnica del conflicto y el logro de la armonía por
medio de ese conflicto; el 4 es también el número de la Jerarquía humana "Y
el dos es el número de la Jerarquía espiritual. Técnicamente hablando, hasta la
tercera iniciación, el iniciado se "ocupa de la relación entre el 2 y el 4; cuando
éstos están colocados uno al lado de otro significa relación, y cuando están
colocados uno arriba del otro, el iniciado pasa del 4 al 2". Es innecesario decir
que mucho más podría explicarse acerca de estos guarismos, pero lo antedicho
es suficiente para demostrar la exactitud de la ciencia esotérica de los números
-no la ciencia de los números tal como se la entiende hoy.

Quisiera que observaran que la palabra "Shamballa" está compuesta de


sonidos que pertenecen a la línea de voluntad, poder o energía de primer rayo
de las nueve letras; seis pertenecen a la línea de fuerza de primer rayo,
1.1.1.3.3.1. -espíritu y materia, voluntad e inteligencia. El dos corresponde a la
segunda línea de fuerza, 4 y 2. El número 8 inicia siempre un nuevo ciclo o
continuación del número 7, número de la perfección relativa. Es el número de
la conciencia crística; así como el 7 es el del hombre el 8 es el de la Jerarquía
y el 9 el de la iniciación o de Shamballa. Recuerden que, desde el ángulo de la
Jerarquía, la tercera iniciación es considerada como la primera gran iniciación.

Estas observaciones preliminares están destinadas a impartir mucha


información esotérica a quienes comprenden que los números dan la clave de
la forma Y del propósito de la vida, velado por la forma. En la tercera
iniciación mayor, la tercera planetaria (en realidad la primera iniciación solar),
el discípulo liberado por primera vez -solo y sin ayuda- invoca al centro más
elevado de nuestro planeta, Shamballa. Esto lo hace porque, por primera vez,
consciente v comprensivamente, registra el aspecto vida (que su alma puso en
actividad por medio de la forma) y vibra con la mónada. Dicho registro le
permite hacer contacto con el "lejano y luminoso centro", fusionar su
voluntad individual con la voluntad divina y colaborar con el aspecto
propósito de la manifestación. Ha aprendido a actuar por medio de la forma;
se ha dado cuenta, como alma, de la divina forma en sus muchos aspectos y
diferenciaciones; comienza así a recorrer el camino del desarrollo superior,
cuyo primer paso es el contacto con Shamballa, lo involucra la fusión de la
voluntad de su yo y la voluntad superior con la Voluntad de Dios. .

En la tercera iniciación permanece ante el Único Iniciador, el Señor del


Mundo, y "ve brillar Su estrella", y oye el sonido que -citando El Antiguo
Comentario:

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"...surge desde ese punto central de poder, donde se unieron la sustancia
y la vida externa, donde el espíritu lanzó reciamente el grito que impelió
a la forma a satisfacer la necesidad superior; donde la energía surgió y se
fusionó con la fuerza y (al fusionarse) por ese medio tuvo su origen la
música dentro de la esfera de fusión y creación.

El hombre sólo oye el sonido lejano, y no lo conoce por lo que es. El


discípulo oye el sonido y ve su forma Quien permanece por tercera vez en la
cima de la montaña oye una nota clara, sabe que es la suya, la nuestra, la
vuestra y, sin embargo es una nota que nadie ha emitido”.

LOS RAYOS Y LAS INICIACIONES – Alice A. Bailey

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