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Corrosión Galvánica
El proceso de corrosión galvánica es idéntico al de las reacciones en una batería
eléctrica, en la cual la corriente eléctrica se genera por la inmersión de dos
metales diferentes, llamados electrodos, en una solución química y conectados
entre ellos con un alambre conductor externo, que representa una trayectoria de
retorno de la corriente. La Figura 2.1 muestra los elementos de una celda de
corrosión galvanica. ¡Las flechas continuas indican la dirección del movimiento de
los electrones y las flechas discontinuas indican el flujo de la corriente!
Figuras No. 2.4c y 2.4d Creación de una celda galvánica con una pieza de
metal común en un electrolito no uniforme
Apoyada en términos del flujo de corriente convencional, la reacción básica de
corrosión galvánica es como se ilustra en la Figura No. 2.5, la corriente eléctrica
es generada por la inmersión de metales o aleaciones diferentes en un electrolito
homogéneo, o por la inmersión de un solo metal o aleación en un electrolito
heterogéneo.
La corriente viaja desde el ánodo, a través del electrolito, hasta el cátodo y retorna
a través del conector de la trayectoria de corriente (cable conductor). En la zona
del ánodo, donde se descarga la corriente dentro del electrolito, existe pérdida de
metal. Esta pérdida de metal es la corrosión. El control de la corrosión es el (los)
procedimiento (s) para reducir, eliminar o invertir el flujo de corriente, de tal forma
que se reduce o se elimina la corrosión.
2.1.2 Corrosión electrolítica
La celda de corrosión galvánica tratada en la sección previa, requiere de un
ánodo, un cátodo, un electrolito y un cable conductor para el retorno de la
corriente; las reacciones en esta celda generan una corriente eléctrica.
La estructura de una celda electrolítica es similar a la de una celda galvánica, pero
la celda electrolitica no genera una corriente eléctrica. En su lugar, la reacción de
corrosión se origina por una fuente de corriente directa colocada fuera de la celda.
El resultado final, sin embargo, es el mismo, esto es, la corrosión del ánodo.
La producción de una corriente eléctrica por aireación diferencial fue llevada a
cabo en el año de 1923 por el profesor Ulick R. Evans y por este motivo se lo
conoce como experimento de Evans. En la figura 5. se presentan los detalles del
mismo.
Dos muestras de hierro se conectan a través de un amperímetro, con el cero en el
centro de la escala, y se colocan en una solución de una sal, separadas por una
membrana porosa. Cuando se hace pasar aire u oxígeno hacia el compartimiento
de la izquierda, se puede observar el paso de una corriente eléctrica a través del
amperímetro y la corrosión del hierro situado en el compartimiento de la derecha,
en el cual precisamente no hay oxígeno.
Figura No. 2.5 Celda de corrosión galvánica donde se muestra la corriente de
flujo convencional y el movimiento de electrones.
La Figura 2.6 muestra una celda de corrosión electrolítica. Los cuatro elementos
básicos de la celda galvánica son aún necesarios: ánodo, cátodo, electrolito y un
conductor para retorno de corriente. Adicionalmente, se requiere de una fuente
externa de corriente directa, localizada dentro de la trayectoria de retorno de la
corriente para que se origine la reacción. Como la corriente es forzada a través de
la celda de corrosión por la fuente externa de corriente directa, la corrosión se
lleva a cabo en el ánodo.
Cuando la corrosión electrolitica se desarrolla accidentalmente en metales
expuestos al suelo o al agua, estas pueden dañarse severamente. En el área de
un sistema de distribución de agua, existen varias situaciones donde puede
originarse la corriente directa externa requerida para ocasionar corrosión
electrolitica.
Una celda de corrosión de dimensiones muy pequeñas (por ejemplo ( < 0.1 mm)
se conoce como celda de acción localizada o microcelda galvánica. Las celdas
locales o micropilas se dan, por ejemplo, en aleaciones multifásicas o en metales
con recubrimientos que presentan buena conductividad eléctrica o en inclusiones
de óxidos, sulfuros, carbón, etc. La acción de estas celdas a menudo conduce a
un ataque localizado, tal como picaduras o corrosión bajo tensión.
Figura No. 2.8 medición del voltaje de una celda con un voltímetro
Las reacciones químicas en una celda de corrosión galvánica varían dependiendo
de los materiales que forme la celda, con la evidente variación del voltaje de celda.
Para celdas de corrosión fabricadas como parte de una batería diseñada para
generar corriente eléctrica, el potencial puede ser de varios voltios. Para las celdas
de corrosión que regularmente ocurren en los sistemas de tuberías de servicio de
agua, el voltaje generalmente es menor de 1.0 voltios, y comúnmente se mide en
milivolts (1000 mv = 1 V). El voltaje de celda es la fuerza impulsora que empuja a
los electrones a través de la trayectoria electrónica: así cuanto mayor sea el
voltaje, la corriente aumentará y la corrosión será más rápida.
2.2.2.3 Leyes de Ohm y Faraday
Los principios tratados en el párrafo anterior pueden expresarse
matemáticamente. La ley de Ohm establece que el flujo de corriente a través de
una trayectoria electrónica (cable conductor) es igual al voltaje aplicado (el
potencial de celda) dividido por la resistencia del circuito. De esta forma:
Donde:
I= E/R (2-1)
I= flujo de corriente
F=Potencial(V)
R=resistencia (Ohms)
La ley de Ohm se usa para determinar la relación entre tensión, corriente y resistencia
en un circuito eléctrico. E = I x R
Cuando se enuncia en forma explícita, significa que tensión = corriente x resistencia, o
voltios = amperios x ohmios, o V = A x Ω.
Los metales más nobles aparecen en la parte superior y, puestos en contacto con otros que
aparecen más abajo dentro de una disolución de electrolito, son capaces de corroerlos.
Las combinaciones de los dos metales más separados en la serie producen mayor
voltaje de celda a través de la trayectoria de retorno de la corriente cuando están
inmersos en el electrolito. El voltaje de celda y la resistencia de la trayectoria de
retorno de la corriente determinan que tan rápidamente fluye la corriente en el
circuito y, por lo tanto, que tan rápidamente ocurre la corrosión del ánodo. De este
modo, los metales que se encuentran muy separados en la serie galvánica
producen celdas de corrosión con una velocidad de corrosión alta, incluso cuando
la resistencia eléctrica de la trayectoria de retorno de la corriente es alta. Los
métales que se encuentran cercanos o juntos en la serie, producen celdas donde
ocurre poca o ninguna corrosión, ya que el voltaje producido rara vez es suficiente
para impulsar una corriente significativa a través de la resistencia de la trayectoria
de retorno de la corriente.
En la serie electromotriz o serie galvánica, la celda que muestra la máxima
corrosión, está formada con un anodo de magnesio y un cátodo de platino,
inmersos en agua de mar y conectados por medio de una trayectoria de retorno de
la corriente. La serie galvánica es válida en donde el electrolito es agua de mar.
Para agua dulce y suelo húmedo, existen pequeñas variaciones en el orden de los
metales, pero magnitud del voltaje de celda generado con electrodos de dos
metales cualquiera, varía considerablemente.
2.2.2.6 Materiales galvánicos en los sistemas de distribución de agua
En la mayoría de los equipos de los sistemas para agua, se pueden encontrar
partes fabricadas de acero, fierro fundido dúctil y gris, acero inoxidable, plomo,
latón, cobre y bronce. Muchos de estos materiales están expuestos únicamente a
condiciones específicas, por ejemplo, a aguas tratadas, etc., pero de ninguna
manera están exentos de sufrir problemas de corrosión.
Sin embargo, las combinaciones de estos metales en los sistemas de servicio para
agua son comunes, provocando graves problemas de corrosión, sobre todo donde
los servicios o tomas domiciliarias, válvulas o bombas se conectan a las tuberías
principales.
Por ejemplo, una válvula de cierre de latón conectada a un servicio de hierro
forjado, puede ser una fuente de corrosión considerable. Se entiende lo anterior
por la distancia que guardan en la serie electromotriz el latón y el hierro forjado.
Una válvula grande típica puede utilizar varios metales y aleaciones en su
construcción, con dos aleaciones regularmente usadas en la superficie de
exposición exterior, acero para las tuercas y tornillos y fierro fundido para el
cuerpo de la válvula.
Parecería que las dos aleaciones se encuentran muy cerca en la serie galvánica
para que ocurra la corrosión; sin embargo, la tendencia del acero para actuar
como un ánodo en una celda con hierro fundido se incrementa enormemente por
la diferencia en las áreas de contacto entre los pequeños tornillos y tuercas, y el
más grande cuerpo de la válvula y su cubierta de fierro fundido.
El mismo efecto se observa en las juntas mecánicas, tornillos y tuercas de fierro
fundido dúctil y gris, así como en otras estructuras dentro de un sistema de
servicio de agua, en donde una pequeña área de metal relativamente anódico se
encuentra en contacto con un área grande de metal relativamente catódico. Un
buen método para contrarrestar este efecto diferencia de áreas de contacto es
proporcionar la mayor nobleza en las unidades de metal más pequeñas. Por
ejemplo, un tubo de hierro dúctil se suministra con tornillos de unión de acero de
aleación conteniendo cobre, níquel y cromo. Esto previene efectivamente la
reacción de corrosión, incluso en electrolitos medianamente conductores.
La corrosión galvánica más severa ocurre donde se instalan dos metales que
están muy separados en la serie galvánica. Sin embargo, aún una pieza individual
de equipo metálico tiene ligeras variaciones en la composición de su superficie
metálica de un punto a otro. En un electrolito lo suficientemente conductor, esas
variaciones pueden producir celdas de corrosión galvánica microscópicas, las
cuales eventualmente pueden crecer y originar un mayor deterioro del metal.
Los daños causados por la corrosión afecta a la fiabilidad y la vida útil de los
edificios residenciales y comerciales, procesos industriales y sistemas de agua de
alta pureza; Sólo para nombrar unos pocos.
Los subproductos de la corrosión, que se describen habitualmente como un mal
sabor, olor o apariencia, afecta negativamente a la calidad del agua a medida que
fluye a través del sistema de tuberías. Esto puede tener algunos efectos adversos
en el sabor y la calidad de alimentos procesados y bebidas. Además, provoca
efectos indeseables en muchos procesos industriales y productos terminados.
2.2.3.1 Polarización
Conforme los productos de la reacción de corrosión se acumulan en el ánodo y el
cátodo, la diferencia de potencial entre los dos tiende a disminuir. Esto se llama
polarización.
El efecto de polarización es probable que sea mayor en el cátodo. Por ejemplo, el
gas hidrógeno puede literalmente cubrir la superficie del cátodo, tendiendo a
retardar el flujo de corriente. La capa de hidrógeno puede ser parcialmente
removida como gas hidrógeno que se combina con gas oxígeno, formando agua.
Esto es más notable en un cátodo grande, debido a que el hidrógeno se esparce
en forma tenue sobre una superficie de área grande. Por lo tanto, es menos
riesgoso tener un ánodo grande y un cátodo pequeño que lo contrario
Aun así, el ánodo puede llegar a polarizarse debido a la formación de una capa o
película de Óxido u otro compuesto que tenga el efecto de formar una barrera
entre el metal y su medio ambiente. Algunos metales se polarizan más fácil que
otros, por lo que la selección del metal debe ser una parte importante de la
ingeniería.
2.2.3.2 Pasivación
La pasivación es una condición en la cual un metal dado se comporta en la forma
de un metal más noble a lo indicado por su posición en la serie galvánica. Es una
condición de actividad electronegativa, donde los productos de corrosión iniciales
de ciertos metales proveen protección al metal base.
2.3 TIPOS DE CORROSIÓN ESPECÍFICOS EN SISTEMAS ACUOSOS
(CORROSIÓN ELECTROQUÍMICA)
Comúnmente se encuentran varias situaciones en los sistemas de servicio de
agua donde una combinación de factores ambientales, configuraciones físicas y
materiales de construcción, se complementan para acelerar la corrosión. Los
siguientes párrafos describen algunas de esas condiciones y sus efectos.
Corrosión Uniforme
Corrosión Galvánica
Corrosión por grietas
Corrosión por picaduras
Corrosión intergranular
Fragilización por hidrogeno
Corrosión a altas temperaturas
Corrosión por erosión y exfoliación
Corrosión microbiológica
Corrosión selectiva
Degradación de cerámicos y polímeros
Estos metales pueden depositarse directamente a partir del estado fundido (como
es el caso del galvanizado) o mediante el empleo de una celda electrolítica
adecuada. En este caso el material que se desea proteger actúa como cátodo y el
metal a depositar se puede encontrar en la solución electrolítica y también
formando parte del ánodo.
BIBLIOGRAFIA
CORROSIÓN ELECTROQUÍMICA. (2000). III. CORROSIÓN
ELECTROQUÍMICA.
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/079/
htm/sec_6.htm
SiELO. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1690-
46482010000200003
Corrosión - Concepto, tipos, ejemplos, prevención y oxidación. (2021). Retrieved 18 May 2021,
from https://concepto.de/corrosion/