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Concebir una arquitectura cognitiva no uniforme: un aporte a la explicacién psicolégica Juan Fernando Adrover! Anibal Duarte? Escaneado con CamScanner ‘Facultad de Psicologia - UBA / Secretarta de Investigaciones / VIll Anuscio de Investigaciones / Aro 2000 NOTA Este trabajo fue escrito en homenaje a Angel Riviére. Nuestro objetivo fue dar testimonio de la profunda influencia de su trabajo en los integrantes del Programa de Estudios Cognitivos (Facultad de Psicologia, UBA), en particular, y de su influencia en la comunidad psicdlogos, educadores y terapeutas argentinos, en general. Nos parecié que el mejor modo de hacerlo era difundiendo algunas de sus agudas y brillantes ideas, que eran siempre el producto de una rica investigacién empirica conjugada con su formidable capacidad de anilisis y de sintesis de las lineas de pensamiento més importantes en la psicologia actual. El primer autor de éste trabajo era dirigido en sus estudios de doctorado por Angel Riviere y el segundo ha tenido con éste un fluido contacto como director del Programa de Estudios Cognitivos. RESUMEN En este trabajo se resumen algunas de las ideas de Angel Riviére acerca de la arquitectura de la mente humana, Se plantea la nocién de una arquitectura no homogé- nea y diferenciada, que comporta miltiples tipos de representaciones. En funcién de esto se sefiala la necesidad integrar, para la explicacién de los fenomenos cognitivos, dife- rentes enfoques explicativos que superen las limitaciones del paradigma computacional- representacional clasico. Finalmente se distinguen de modo genérico cuatro tipos de Sunciones cognitivas, a partir de criterios tales como existencia o no de pre-programa- cién genética, su cardcter modular o dependiente de procesos centrales, las demandas que genera su ejecucién y aprendizaje sobre la atencién y la consciencia, entre otros. Seria imposible identificar en unas pocas lineas los aportes de Angel Riviére a la psicologia cognitiva. Estos han sido realizados en diversos dominios 0 areas investigacién (e.g., razonamiento, competencias mentalistas, sistemas de representacion mental, entre otros) y han supuesto tanto el establecimiento de datos empiricos de indudable relevancia teérica, como la formulacién de modelos explicativos de esos fenémenos. Asimismo, el trabajo de Riviére ha supuesto un andlisis siempre esclarecedor y agudo de los propios Presupuestos y metapostulados del paradigma de la psicologia cognitiva, y de sus relacio- nes, diferencias e influencias reciprocas con otros enfoques para el estudio de la mente. La estrategia que seguiremos aqui, a fin de no incurrir en una simplificacién o una mera enume- tacién abstracta de sus aportaciones, seré centrarnos en un aspecto especifico (aunque de implicaciones generales) de sus ideas acerca de la mente, a saber: la concepcién que man- tenia acerca de la arquitectura de la mente humana. Entendemos que es esta articulada concepcién Ja que le ha permitido integrar y organizar datos provenientes de diferentes Ambitos o dominios de investigacién, y recuperar los aportes tedricos decisivos de los enfoques -a menudo disimiles- que los han producido. Para Riviere la arquitectura funcional de la mente no es uniforme, las distintas funciones y capacidades mentales suponen estructuras computacionales (y no 7 Escaneado con CamScanner computacionales) multiples y diferenciadas. Esto implica que diversos. Procesos y fenéme- nos cognitivos requieren explicaciones que suponen la interaccién entre variables de dis- tinta naturaleza, incluso, que estan basadas en formas y criterios de explicacién diferentes. De este modo, aun cuando el desideratum explicativo del paradigma computacional- representacional (C-R) sea definir las representaciones simbélicas intencionales y discre- tas que, computadas (i.¢., transformadas o manipuladas) de acuerdo a un conjunto de Teglas, especifiquen de un modo secuencial y determinista qué operaciones realiza el siste- ma cuando lleva a cabo determinadas actividades, existe la posibilidad tedrica y empirica de que algunos fenémenos, que cabe reputar también como cognitivos, no puedan ser expli- cados a partir de este enfoque, requiriendo, por ejemplo, de la consideracién de procesos de interaccién dinimica del organismo y el entorno y de fenémenos emergentes de autoorganizacién cuyo anilisis en los tértninos del paradigma C-R simplemente, no s6lono es posible, sino que resulta irrelevante para'la explicacién de los mismos. Esto es, de la misma manera en que —en términos generales- la explicacién psicolégica supone un nivel de andlisis mas global respecto de aquel que se asume, por ejemplo, en neurociencia, permitiendo explicar fendmenos y realizar predicciones que resultarian imposibles desde el nivel inferior, hay fenémenos cognitivos que parecen no poder ser entendidos'a partir de os presupuestos explicativos del paradigma C-R en la medida en que: a) no serfanreductibles ~en tltima instancia~ a procesos de cémputo definidos sobre representaciones discretas (.e., fenémenos cuyas propiedades pueden no.ser computacionales, sino depender, por ejemplo, de propiedades intrinsecas al sistema biolégico que las constituye); yb) estén 0 no basados en representaciones computables, su explicacién en términos de las mismas no aporta una mayor inteligibilidad a los fendmenos, antes bien, puede constituirun nivel de anilisis inadecuado de ellos. Es importante sefialar que, a pesar de estas consideraciones, Riviére ha defendido la conveniencia de mantener un nivel de explicacién psicolégica que describa y establezca el conjunto de cémputos sobre representaciones (de diferentes formatos y niveles de abstraccién) que subyacen al coriiportamiento del sujeto y a las representaciones que conforman la consciencia, Ese conjunts de representaciones, reglas y procesos a los que aluden las explicaciones cognitivas’ setian prototipicamente no conscientes, y constitui- ian un nivel de andlisis diferente al de larneurociencia, por un lado, y al del “sujeto de atribucién de la psicologia natural”, es decir, a aquel identificado con los sistemas de cteencias y deseos y los contenidos fenomenolégicos de la consciencia accesibles me- diante introspeccién, por otro.’ Efi este sentido, ha sido un defensor de lo que Jackendoff (1987) ha denominado “mente computacional”, como estructura que media entre la “mente fenomenolégica” y las estructuris y ptoceésos neurales. No obstante, Rivigre (1991, 1995) ha planteado que teconocer la utilidad'y relevancia explicativa de identificar las representa~ ciones y los cémputos ~idealmente, los algoritmos- que subyacen a determinadas funcio- nes cognitivas, no implica un compromiso ontolégico con la concepcién de que el cerebro realmente compute tepresentaciones simbélicas individualizables. Que haya mantenido esta posicién, y el tipo de explicacién que aporta acerca del comportamiento humano, es 8 Escaneado con CamScanner Facultad de Psicologta - UBA / Secretara de Investigaciones / Vill particularmente destacable, ya que lo ha hecho siem Paradigma de procesamiento de la informacion hege teando formas no triviales o meramente eclécticas | Anuario de Investigaciones / Afio 2000 pre de un modo critico respecto del ménico en psicologia cognitiva, plan- le compatibilizar este enfoque con otros. las capacida- roductos de la interaccién con un entomo social a a, en particular, los procesos superiores del razonamiento y algunas funciones de la consciencia, estn mediados y andamiados por el lenguaje y otras herramientas culturales, las que constituyen una parte nuclear de la cognicién (Dennett, 1991; Clark, 1997; Frawley, 1997; Riviere, 1987, 1995), Esta idea, de raiz 'Vigotskyana, supone lanecesidad de superar el internalismo de las explicaciones cognitivistas clasicas, teniendo en cuenta en la explicacién cognitiva el apoyo en estructuras externas a la mente que constituyen parte del propio fendmeno a ser explicado. El nicleo fuerte de la idea es que no se trata s6lo de plantear la interaccién entre la mente e informacion externa, sino en consi- derar a estas estructuras externas como parte de lo mental (Clark, 1997; Frawley, 1997; Varela, Thompson y Rosch, 1991), desdibujando la distincién intemo/extemo. En todo caso, supone asumir que ciertas estructuras externas, sin perder su caricter de tales, en conereto: sin dar lugar a una representacién interna y estilizada de las mismas, forman parte de los fendmenos cognitivos mismos, lo que comporta ir mas alld de considerarlas como informacién contextual con las que una mente estrictamente interna interactia, en la medi- da en que las internaliza. Creemos que la necesidad de concebir formas de integracién entre estos distintos enfoques deriva de —o se expresa en— su concepcién acerca de la arquitectura cognitiva humana. Una arquitectura estratificada y diferenciada, cuya inteleccién forma parte de la explicacién de las competencias y capacidades humanas, asi como también de sus sesgos y limitaciones. En esta arquitectura, hay un conjunto de estructuras innatas que constitu- yen rasgos definitorios e invariantes de la especie, producto de la evolucién filogenética, que establecen los limites de competencia del sistema cognitivo, como aquellos implicados enel tipo de estimulos sensoriales que podemos procesar, las limitaciones de la atencién y de la memoria; la velocidad de procesamiento, etc. Otros rasgos se definen a partir de un Proceso de desarrollo ontogenético a partir de la interaccién con los otros sujetos y con el medio natural y cultural, dando lugar a estructuras complejas que no pueden entenderse sin considerar el proceso de desarrollo que las ha generado (el razonamiento deductivo, Por ejemplo, constituye un ejemplo de este tipo de competencia). Riviére distingula entre diferentes “funciones” cognitivas, a partir de criterios tales como la ausencia © presencia de pre-programacién genética, el tipo de interacciones con el entomno necesarias para su 9 Escaneado con CamScanner desarrollo, su caricter modular 0 dependiente de procesos centrales, el grado en que suponen una arquitectura neural fija, etc. Las funciones tipo 1 apenas si requieren para sy funcionamiento de estimulos ambientales, estan especificadas genéticamente y SU arquij. tectura neural esté determinada (¢.g., reflejos arcaicos, constancias perceptivas). Estas funciones predominan durante los primcros meses de vida. Las funciones tipo 2 Necesitan de una interaccién mucho mas compleja con los estimulos del medio natural para desarrg_ Iarse, y suponen la capacidad de integracién de informacién proveniente de diferentes modalidades perceptivas (el prototipo de este tipo de desarrollo es la “nocién de objeto permanente”), son predominantes entre los 6 y los 18 meses de vida. Las funciones tipg 3 serian especificas de la especie humana y su periodo critico de desarrollo estaria compren. dido entre los 18 meses y los 5 afios aproximadamente. Requicren de un intercambio com. plejo con las otras personas, es decir, demandan el contacto y la interaccién intersubjetiva para su conformacién, Si bien su evolucién se produce a partir de estructuras cognitivas predefinidas de forma innata que median esa interaccién (seleccionando determinados patrones de estimulos, sesgando el procesamiento de la informacién recibida), es necesario el contacto continuado y rico con otras personas para su desarrollo. Entre estas funciones se cuentan el lenguaje, la capacidad de simbolizaci6n, y las competencias mentalistas, Los casos prototipicos serian el lenguaje natural y la teoria de la mente (i.e., la capacidad para atribuir estados mentales a las otras personas, y de comprender Ia relacién entre esos estados de creencia y deseo, y el comportamiento de las mismas). Es interesante destacar que éstos constituyen dos de los rasgos distintivos del proceso de hominizacién. Su desarrollo esta prescrito genéticamente, y su adquisicién no requiere de un esfuerzo cons- ciente y deliberado por parte del sujeto, ni de la implementacién de ‘un programa sistematico de ensefianza (las que constituyen caracteristicas distintivas de las funciones tipo 4). Las funciones tipo 3 estan basadas en estructuras neurales especificas, pero su desarrollo supone Ia plasticidad del cerebro, con las modificaciones y compensaciones de las que éste es capaz cuando se producen lesiones 0 alteraciones durante el periodo de conforma- cidn de las estructuras funcionales del cerebro. El autismo, como trastommo generalizado del desarrollo, estaria causado por un déficit en la estructuracién de estas funciones, originado en una alteracién (con base biolégica) de las competencias mentalistas (ver, p.c., Riviére y Nuiiez, 1996). Las funciones tipo 3-llegan a poseer algunas de las caracteristicas que Fodor (1983) atribuye a los médulos cognitivos, ‘Pero suponen un proceso de desarrollo, por mas que éste esté parcialmente preconfigurado o inscripto en las restricciones filogenéticas heredadas: “... el sujeto construye, hasta cierto punto, su arquitectura funcional, modularizando funciones y liberando recursos generales, para poder adaptase a un medio cultural cuya complejidad no se puede limitar de antemano” (Riviere, 1987, p39; Karmiloff- Smith, 1992, ha desarrollado una concepcidn congruente con esta posicién). Qué parte del trabajo en esa modularizacién o preconfiguracién se debe a la filogénesis y qué parte a la ontogénesis, asi como qué otras funciones pueden ser pasibles de tender a un funciona- miento en algun sentido “modular”, es una cuestién empirica y difiere segin el tipo. capacidades y de estructuras de conocimiento de que se trate. Las funciones tipo 4, 10 Escaneado con CamScanner Facuttad de Psicologta - UBA / Secratarfa de Investigaciones / Vill Anuario de Investigaciones / Aff 2000 general, serfan aquellas sobre las cuales no hay configuracién genética, aun cuando su desarrollo esté posibilitado por las estructuras cognitivas. Dependen de la interaccién cultural y de la ensefianza institucionalizada, las que tienen un papel estructurante en la organizacién del conocimiento a que dan lugar: la lecto-escritura, el conocimiento cientifi- co, como asi también ciertas formas de razonamiento y de formalizacién, constituyen este tipo de capacidades. Como hemos indicado més arriba, para Riviére, algunos rasgos definitorios de la consciencia y del sistema cognitivo humano suponen un desarrollo basa- do en funciones tipo 4, en las que la interaccién con un medio cultural, y con herramientas, s{mbolos y estructuras de datos externas, organizadas y administradas socialmente, tienen un efecto conformador a nivel cognitivo. Este marco general que distingue entre diferentes funciones cognitivas, permite organizar datos que parecen inicialmente contradictorios, como aquellos que se han establecido, por ejemplo, al tratar de definir el caracter innato 0 aprendido de determinados conocimientos o capacidades. De este modo, por ejemplo, la distincién entre funciones «3» y «4», puede explicar el éxito y Ia facilidad con que se adquieren el lenguaje y la teoria de la mente, y la dificultad relativa para comprender y dominar (y, por supuesto, ensefiar) las teorias cientificas que explican los fenémenos natu- rales, 0 los sistemas formales como la matematica o la logica, aun cuando la complejidad intrinseca de estos conocimientos sea, como minimo, comparable. En definitiva, si bien esto no ha sido mas que un resumen esquemitico de las ideas mucho mis articuladas y matizadas que Riviére ha desarrollado acerca de la arquitectura de lamente humana, es suficiente para transmitir la idea de que la arquitectura cognitiva no es uniforme y que, por tanto, los procesos y representaciones mentales tampoco lo son. Esta arquitectura no uniforme supone, ademés, que en la explicacién de la mente, tanto de lo que es y es capaz de hacer, como de cémo ha Ilegado a ser lo que es, es necesario suponer, para Jas distintas funciones y capacidades cognitivas, interacciones.-diversas entre predisposi- ciones y estructuras incorporadas a las invariantes de la especie por la evolucién filogenética, el proceso de desarrollo ontogenético y la microgénesis de los procesos computacionales que estudia preferentemente el paradigma C-R, teniendo en cuenta ademas que estos tres factores son el producto de una interaccién y evolucién tanto biolégica como cultural. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Belinchén, M., Riviére, A. ¢ Igoa, J. M. (1992). Psicologia del lenguaje: Investigacién y teoria. Madrid: Trotta. Clark, A. (1997). Being there: Putting brain, body, and world together again.Cambridge, MA: MIT Press, Trad. cast. de G, Sénchez Barberin (Rev. tec. de F. 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