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Aprendiendo a ser feliz

Objetivo general: Enseñar a los niñ@s que la felicidad es posible en la medida


que se asumen los principios que Dios da.
Texto general: Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan
con pecadores, ni se juntan con burlones, sino que se deleitan en la ley del Señor
meditando en ella día y noche. Son como árboles plantados a la orilla de un río,
que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan
en todo lo que hacen. Salmo 1:1-3
Nota para el maestro: Enseñar el versículo lema durante el transcurso de todo
el tema, se sugiere ir aprendiéndolo por clases. Para los niños más pequeños
se puede enseñar una parte del versículo.

Tema 10: Dios me hizo para ser feliz

Objetivo: Motivar a los niños a vivir en un compromiso constante de vida cristiana

Versículo: ¡Alégrense! ¡Estén contentos, porque les espera una gran recompensa
en el cielo! Mateo 5:12

Textos de Apoyo: Mateo 5:12, 1 Pedro 4:14 al 19, Salmo 119:1, Juan 4. 34,
Hebreos 10:22, Jeremías 29:13, Salmo 37:4, Isaías 55:6, Amós 5: 14

Ideas Principales:
- Concluimos las bienaventuranzas con el texto de Mateo 5:12 que nos motiva
y nos llena de esperanza al saber que quienes se esfuerzan por vivirhaciendo
siempre lo que le agrada a Dios, tendrán una recompensa que va más allá
de la temporalidad y es la eternidad.
- Para lo anterior es necesario buscar espacios de relación con Dios, a través
de la oración, de su Palabra, del encuentro comunitario, que nos llevan a
encontrar razones cada día y que nos aportan para el crecimiento y
fortalecimiento de nuestra práctica cotidiana, teniendo solvencia, ante
cualquier circunstancia de la vida.
- Con este tema de las bienaventuranzas, podemos decir que Dios nos ha
llenado de recursos para ser felices, nos resta a nosotros disponernos y
comprometernos para obtener la recompensa de estar con Dios, en este
tiempo presente y en la eternidad.
- Dios nos pensó, nos diseñó y nos trajo a la vida para que seamos hombres
y mujeres plenos, felices, con capacidad para comprender las circunstancias
y con recursos para enfrentar todas las demandas de la vida.
- Para vivir felices se necesita disposición para escuchar a Dios, voluntad
para obedecerle y capacidad para vivir de acuerdo a su propósito eterno,
que incluye este tiempo presente. Llenar a nuestros niños y adolescentes
de estas razones, nos permite darles herramientas para que comiencen su
camino de trascendencia y se motiven de manera válida para establecer
una relación cercana y real con el Dios maravilloso que nos llamó a la vida
y nos invita a vivir en plenitud, una vida feliz y extraordinaria.

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