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¿Qué harías tú?

Carlos y Sara son dos adolescentes que pertenecen a la Iglesia Pentecostal Unida de
Colombia. Ambos son hijos de padres cristianos y desde pequeños han asistido a las clases
de Escuela Dominical y a los cultos en la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia. Hoy, con
16 años cada uno, tienen diferentes amigos y se relacionan con ellos en diferentes
espacios: el colegio, el parque, el barrio, en clases de deporte, en la iglesia… Cuando se
encuentran con sus amigos que no son de la iglesia, Carlos y Sara sienten un poco de pena
en contestar a la pregunta que muchos le hacen ¿Ustedes son cristianos? A veces se ríen,
y no contestan. Otras veces dicen: “pues vamos porque nuestros papás nos obligan”. A
Sara algunas de sus amigas le preguntan: - ¿Y tú por qué vistes así? Y luego le afirman
“Eres aburrida.” Estas situaciones llevaron a Carlos y a Sara a tener una conversación.
Sentados en el parque empezaron: Carlos: - Oye Sara, he esta do pensando un poco lo que
nos han dicho nuestros amigos. Sara: - ¿Sobre qué Carlos? Carlos: - Sobre eso de ser
cristianos, la verdad es que yo no sé para qué soy evangélico, ni sé tampoco qué es eso de
ser Pentecostal. Además, en la Iglesia Pentecostal, hay muchas restricciones, ¿No lo crees?
Sara: - Es cierto Carlos, yo también he sentido lo mismo en estos días. Me he estado
mirando al espejo y no entiendo ¿Por qué no puedo vestirme de otra manera, más
moderna, más juvenil? Yo he escuchado que hay otras iglesias que no molestan tanto, y
pues a la final buscan de Dios, qué importa si es la Pentecostal u otra, ¿Verdad? Unos
jóvenes, que también estaban en el parque, escucharon la con versación de Carlos y Sara y
se acercaron a ellos… Joven 1: - Hola chicos, Dios los bendiga, los hemos escuchado hablar
y la verdad es que tienen razón… Yo también soy cristiano , asisto a la iglesia “jóvenes
prósperos ”, allí puedo ser y o, no tengo que olvidarme que me gusta tomarme unas
cervezas y a veces fumarme un cigarrillo , si yo quiero, pues Dios me dio libre albedrío y Él
siempre me perdona. Así que no importa cómo yo actúe. Joven 2: - Eso es cierto, yo
también soy cristiana, y voy a otra iglesia “siguiendo la verdad”. Allí me han enseñado que
lo más importante es sentirme bien conmigo misma y seguir mi corazón; por eso visto así,
me encantan las faldas cortas, mostrar un poquito no tiene nada de malo, “El hábito no
hace al monje”; además, hay que maquillarse y no estar tan 'paliducha'; así los chicos no
te van a ver, ni vas a conseguir novio. Los dos jóvenes: - Los invitamos a nuestras iglesias,
para que vean que seguir a Dios no debe ser así de aburrido como en esa iglesia a la que
ustedes van. ¿Cómo es que se llama? ¿Los encostalados? Jajaja. Miren, son las 6 de tarde,
ya casi empieza nuestro servicio, ¿Vamos? Carlos y Sara se miran el uno al otro, sin saber
qué hacer. ¿Qué harías tú? ¿Qué consejo les darías a Carlos y Sara? ¿Es aburrido ser
Pentecostal?

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