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Introducción
Cascado/a: persona u objeto muy gastado, viejo o en mal estado. Que carece de fuerza.
Caña Cascada:
Muchos de nosotros somos fuimos como una caña, pero luego sucedió algo y fuimos cascados;
Y Ud. fue herido, doblado, apenas se sujeta por algunas fibras de la caña.
Pábilo: porción de una mecha por donde se enciende la vela o la antorcha.
Pábilo Humeante:
Antes éramos como una antorcha que ardía e iluminaba de fe, luego los vientos de las
tormentas de la vida fueron apagando el fuego, la rutina, el pecado que traía consigo el temor,
y así cada día el fuego fue apagándose.
Lo que antes era una llama, hoy es apenas una mecha que humea a punto de apagarse.
No hay fuego, pero aún queda la tibieza de la pasión que no se acaba en su totalidad.
En Mateo 12:18-20; Jesús no vino para condenar, ni quebrar la caña y mucho menos apagar el
fuego.
Juan 3:17
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino par que el mundo se
salvo por El.
Isaías 55:6
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Ejemplos Bíblicos de Cañas Cascadas y Pabilos Humeantes;
Un Leproso
Dos ciegos
Un hombre endemoniado
Elías conocía a Dios y oyó su voz como pocas personas lo han hecho.
Tenía tal autoridad espiritual que enfrento a 400 sacerdotes de Baal y los mato a todos.
Estaba tan lleno del Espíritu de Dios que se paseaba en carrosas de fuego, sin quemarse.
Elías se quebró.
1 Reyes 19:4 “Y él se fue por el desierto un día de camino y vino y se sentó debajo de un
enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo
mejor que mis padres”
Algunos siguen llorando bajo el árbol de enebro de Elías, demasiado cansados para
orar.
Cuidado con el cansancio y el desaliento, luego de una gran batalla.
Aquí es donde muchas veces somos vulnerables a pensamientos de desánimo y
condenación.
No estas orando como antes, no estás leyendo más tu biblia, no eres de testimonio, tu
naturaleza carnal no cambio después de todo, tu fuego se está apagando.
Cuando ya no puedes llevar la carga, descansa en Jesús.
1 R 19: 5 “Y echándose debajo del enebro se quedó dormido;”
Mt. 11:28-30 “Venid a mi todos los que estas trabajados y cargados y yo os haré
descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde
de corazón y hallareis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera
mi carga”
Levante y recobra tus fuerzas porque largo camino te resta.
1 R 19: 5b “y he aquí luego un ángel le toco y le dijo: Levántate y come; Entonces el
miró y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua y
comió y bebió y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo
toco diciendo: levántate y come, porque largo camino te resta”
¿Una palabra que te sacuda el alma? Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no
estaba en el terremoto.
Dios sabe exactamente que tipo de palabras necesitas oír cuando estas cascado y
humeante.
Elías necesitaba una voz suave y apacible: Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.
Jesús te dice, “No importa cuán herido te sientas, no permitiré que seas
quebrado. No permitiere que el fuego se apague. Mi espíritu va a soplar y tu
llama por mí volverá otra vez a encenderse.”