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Los Ángeles

QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD?
Es una experiencia de vida, donde te
das la oportunidad de aprender, de
crecer, de vivir en paz, en armonía
contigo y con los demás, transmutan-
do constantemente. Permitiéndote
disfrutar tanto las cosas buenas como
malas.

Los ángeles y seres de luz son nuestro


equipo de trabajo en esta vida, son
parte de nuestra espiritualidad, nos
acompañan y guían constantemente.

La espiritualidad llena de compasión


la vida, es decir, permite comprender
el proceso propio y el de los demás,
libre de juicios. Invita a aprender
asumiendo los resultados de las deci-
siones sin culpa y con la claridad de
haberse convertido en una mejor per-
sona por lo que se ha vivido.

QUÉ ES LA FELICIDAD?
Es la capacidad de aprovechar todos los momentos de la vida, independiente si los momentos
vividos son felices o tristes. Si son momentos que nos dejan tristeza y dolor hay que verlos como
una oportunidad de aprendizaje, y avanzar, transmutando las emociones, para lograr acercarnos
a nuestra misión en esta vida.

La felicidad no es un destino al que se llega, sino una forma de viajar, por eso la manifestación y
Los Ángeles
liberación de las emociones también es importante. Solemos ocultar cuando tenemos pena, an-
gustia, etc., porque se le cataloga de algo malo. Sin embargo, los seres de luz dicen que este tipo
de sentimientos también son parte esencial de la experiencia humana, por lo tanto se pueden
aprovechar como guías, como aprendizaje hacia un nuevo camino que nos acerque a nuestra
misión.

Es por esto que los ángeles dicen:

La espiritualidad no es dejar de sentir,


es lo que haces con lo que sientes.
Podemos usar nuestras emociones para crecer,
aprender o para sentirnos víctimas y culpar a otros.
La elección es solo nuestra.
Entender que las emociones son guías nos ayudará a aprovechar todo lo que vivimos, pues si
aprendemos a entender el para qué de las experiencias todo tendrá sentido.

Enseñarles a los niños que las emociones son importantes, que no son ni buenas ni malas si no
que cada una cumple una función en nuestra vida, les ayudará a vivir conscientemente a cono-
cerse y crecer como ser humano, les ayudará a vivir con esperanza.

¿POR QUÉ NO PODEMOS VER A LOS ÁNGELES?


El Zóhar explica que si pudiéramos echar un vistazo a los planos superiores y a la vasta infraes-
tructura cósmica de ángeles que lo componen, perderíamos la razón. El hecho es que no tene-
mos la capacidad de ver a los ángeles porque, nosotros que somos de carne y hueso, estamos
inmersos en el mundo de los sentidos. El mundo de las preguntas nos limita y reduce nuestro
campo de visión pues coloca un marco restrictivo en torno a nuestras percepciones.
Además la invisibilidad del mundo angélico nos sirve como forma de protección. No queremos
ver a los ángeles porque, si lo hiciéramos, nos estaríamos enfrentando a la completa verdad so-
bre nosotros mismos.
Los Ángeles
Nos enfrentaremos cara a cara con nuestro Tikún (corrección), con lo que los sabios lla-
maron brutalmente la “basura” de nuestra naturaleza: las capas y capas de negatividad
acumulada, creadas durante esta vida y nuestras vidas pasadas cada vez que actuamos de
forma egocéntrica, cada vez que fuimos insensibles o lastimamos a alguien. Cada uno de
estos actos egoístas permanece en nuestra alma como capa de basura.

Al final, son los ángeles los que determinan lo que vemos


y lo que no vemos.
Y siempre vemos aquello
que necesitamos ver a cada momento.

¿POR QUÉ INVITAR A LOS ÁNGELES A TU VIDA?


Cada vez más personas se sumergen en el mundo angélico, hablando de ellos, contando sus
experiencias, publicado trabajos inspirados en estos seres.

Los ángeles se pueden manifestar de diversas formas,


dependerá esto, de la sensibilidad de cada persona.

Algunos seres son complejos, están relacionados con los secretos, los misterios del fundamento
del Universo. Otros traen alivio, sanación, en el momento adecuado, mientras que otros nos
enseñan virtudes como la honestidad, humildad, alegría, etc.
El interés por los ángeles puede estar de la mano del despertar de la gente frente al materialis-
mo, el egoísmo, el distanciamiento de Dios producto de nuestro ego. O simplemente, es Dios
quien está enviando más ángeles para ayudar a la evolución espiritual del hombre.

EL VIAJE DE LA VIDA
Cuando estamos en el vientre de nuestra madre, sabemos todo, porque aún somos parte de la
Luz. Cuando nacemos nuestro ángel guardián nos da un golpecito, con este olvidamos casi todo
lo que sabíamos. Pero como somos inocentes, estamos totalmente desbloqueados, aún segui-
Los Ángeles
mos cercanos a la Luz, de hecho muchos ángeles positivos nos rodean y nos otorgan ventanas
al mundo de las respuestas.

El reconocido kabbalista Rav Áshlag explica que estas ventanas a la luz ayudan a los niños peque-
ños a crecer; por eso ellos obtienen placer tan fácilmente. Esa alegría que sienten es la Luz, y de
hecho es esa misma Luz la que hace que los niños crezcan. Sus ventanas están abiertas y dejan
que la Luz entre. Pero esto es hasta que entramos a la pubertad.

La pubertad es el momento en que empezamos a colocar activamente tapices, velos, cortinas y


persianas en nuestro sendero. Por eso cuando llegamos a la adolescencia y la adultez nos resulta
tan difícil obtener el mismo placer que experimentábamos cuando éramos niños. Porque en rea-
lidad, la pubertad es la edad de la responsabilidad. Es entonces cuando la responsabilidad pasa
a ser nuestra.

Nuestra percepción es una función de nuestra conciencia. A medida que nuestra comprensión
aumenta, también aumenta nuestra sensibilidad para recibir a los ángeles. A medida que alcan-
cemos una conciencia superior, podremos leer las pistas y decodificar los mensajes del mundos
superiores. Podremos ver lo que ahora es invisible.

En el momento en que fallecemos, cuando nuestra vida pasa ante nuestros ojos como una pelí-
cula, nuestros intereses propios desaparecen, la negatividad se evapora y el amor pasa a ocupar
el primer lugar. Es entonces cuando tenemos la claridad de un ángel. Vemos aquello que hicimos
bien y lo que hicimos mal. Reconocemos que es posible que debamos regresar para corregir una
falla personal, que tal vez no hemos logrado, por muy poquito, nuestra corrección. Entendemos
que cuando odiamos a alguien nos estamos lastimando a nosotros mismos. Comprendemos la
causa y el efecto con la obviedad resplandeciente.

Sin embargo, no tenemos que esperar hasta el día de nuestra muerte. Podemos obtener claridad
y ser ciudadanos que respetan las leyes del Universo en este momento.

La paradoja es que, por un lado, necesitamos la ayuda de los ángeles, su asistencia, su protección
y sus bendiciones; y por otro lado, somos infinitamente poderosos. De hecho, se ha dicho que
los humanos son seres potentes que están ocupados pensando que son hormigas.
Ángeles de la Guarda
LIBRE ALBEDRÍO

A diferencia de los ángeles los humanos son criaturas llenas de dudas. Los ángeles no dudan;
ellos no pasan los días intentando controlar su “verdadero yo”. No se confunden. No ven un tra-
bajo o una relación como un escalón para conseguir otro mejor. Los ángeles no deben ganarse
su plenitud; ellos están contentos de cumplir su misión específica.

¿Significa esto que los ángeles no gozan de libre albedrío? Al igual que muchos otros aspectos
de los ángeles, esto también es paradójico; la respuesta es: sí y no.
Como nosotros, los ángeles tienen poder de elección, pero ellos disponen además de algo que
nosotros no tenemos: la ventaja de la perspectiva. Ellos no tienen cortinas, por lo que saben que
es Luz y que es oscuridad. Después de todo, si pudieras ver cuál es el camino hacia la plenitud
¿Por qué ibas a tomar otro camino? Los ángeles se encuentran tan cerca de la Luz que pueden
ver las ramificaciones de sus acciones.

Los humanos somos diferentes de los ángeles. En el juego de la vida que jugamos aquí en la
Tierra, debemos tener en cuenta las cortinas y, en especial, el velo del tiempo. ¡El tiempo es un
desafío porque es el velo entre la causa y el efecto!
Ángeles de la Guarda
Vivimos en un mundo de causa y efecto.
Nada sucede al azar, nada es por que sí.
No existen las casualidades ni los accidentes.
Nuestros sentidos finitos son los que hacen que parezca así. Pero...
Por qué perdemos la visión de la verdad?
La respuesta es el tiempo.
Los ángeles no viven en el escenario ilusorio del tiempo, por lo tanto no se dejan confundir por
éste. Aunque el tiempo nos imposibilita a los humanos percibir la relación de causa y efecto en
nuestras acciones, también nos permite gozar del libre albedrío, un privilegio del que lamenta-
blemente muchas veces abusamos. Y esta es la naturaleza y la limitación de nuestros sentidos
físicos.
La buena noticia es que el libre albedrío nos da el poder de superar nuestra naturaleza. Cuando
decidimos enfrentar nuestro carácter egocéntrico (elevándonos así a un estado más angelical)
obtenemos una recompensa, porque hemos hecho una buena elección.
Estos efectos positivos son acumulativos, no solo para nosotros como individuos, sino también
para toda la humanidad.

¿QUÉ ES EL ÁNGEL DE LA GUARDA?


Cada uno de nosotros tiene sus propios ángeles de la guarda. En el momento en que nacemos
es este ser el que nos da un golpecito entre la nariz y el labio para que olvidemos todo. Él nos
acompaña a lo largo de nuestra vida, nos ayuda cuando nos desviamos de nuestro camino. Nos
acompaña a lo largo del viaje de la vida, nos proporciona pruebas que nos ayudan a completar
nuestro proceso. Nos ayuda a obtener información más elevada, nos ayudan en la conexión. En
tiempos difíciles podemos contactarlo para obtener respuestas. En cada vida tenemos un ángel
guardián distinto, porque cada vida tiene su propio karma.

Los ángeles de la guarda son un selecto grupo que nos ayuda a cumplir nuestra misión, general-
mente son seres que conocemos de hace muchas vidas pasadas y nos van acompañado de forma
espiritual. De igual manera, todos aquellos seres queridos que ya han desencarnado, también se
pueden sumar como angel guardián.
Ángeles de la Guarda
Todos los seres humanos tienen por lo menos tres ángeles de la guarda, uno relacionado a nues-
tra fecha de fecundación, otro al del nacimiento y un último que es el encargado de ayudarnos
a volver al plano celestial.

Son importantes los ángeles de la guarda, ya que estos guardan en sí un gran poder de guía,
protección, como también es necesario conocerlos para poder generar conexión e incluso cana-
lizarlos.

Son por lo menos 72 nombres que van vinculados a días del calendario, debemos recordar
que estas fechas se han occidentalizado, lo que ha generado confusión y variados proble-
mas en el estudio de estos seres. Por esta razón es de suma importancia buscar muy buenas
fuentes a la hora de buscar los nombres sagrados.
Ángeles de la Guarda
ÁNGEL GUARDIÁN
Tu ángel guardián custodió tu alma hasta este mundo cuando naciste y te dejará cuando mueras.
Este ángel te acompaña en el viaje de la vida. El crea pruebas que te ayudarán a elevarte y te aler-
tará cuando estés desviándote del camino. Es tu maestro, tu amigo y tu inseparable compañero
espiritual en esta vida. Si vivimos en este reino físico, no tenemos respuestas solo preguntas. Hay
muchas cortinas que cubren la Luz y nos imposibilitan ver la verdad. Debemos adquirir acceso al
mundo de las respuestas para descubrir por qué estamos aquí. Cuando nos elevamos a un pla-
no espiritual más alto, esas preguntas desaparecen, pues se diluyen en el esplendor de nuestro
resplandeciente Universo, que está lleno de Luz.

Nuestro ángel guardián personal es quien nos eleva a ese lugar más alto. Cuanto más nos deja-
mos influir por él, más alto podremos elevarnos. Nuestro ángel guardián nos ayuda a alcanzar ni-
veles que no podemos lograr por nuestros propios méritos. Ellos hacen las conexiones y utilizan
su influencia para interceder en nuestro nombre. Actúan como nuestros abogados y negocian
para nosotros el mejor trato para nuestro crecimiento espiritual. Nos ayudan a abrir ventanas.
Si la vida de los ángeles lo precede todo, tener conciencia de los ángeles es tener conciencia
de la vida. Por lo tanto, una nueva fase se abre, en donde la conciencia se verá afectada por su
expansión, la vida de los ángeles se revelará como la vida misma detrás de las formas. Con su
amistad caminarás por este nuevo mundo, descubriendo nuevas cosas.

El planeta está a medio iluminar porque son muchos los misterios de la energía que la huma-
nidad no logra ver ni comprender. Los Ángeles Guardianes de la Humanidad están aquí, para
conducirnos a todos por los caminos de un mundo más iluminado que comenzará a mostrar
fases nunca sospechadas que ahora se develarán.

Por este motivo la amistad entre humanos y ángeles, en este momento de cambio y transición,
es una garantía que le permitirá a la conciencia del hombre la debida continuidad en el proceso,
que por ser de tan alto cambio, puede quedar cortada y perdida en un mundo de mayor inmen-
sidad.
Ángeles de la Guarda
LOS 72 ÁNGELES
Los 72 Nombres significan

los 72 atributos de Dios


y los 72 ángeles
que rigen el Universo
y circundan el trono
de Jehová.
Se acuerdan de la escala de Jacob que es-
taba compuesta, según la Biblia, por 72
peldaños, cuya cima, colocada entre los
rayos del Sol y de la Luna se disipaban en
la inmensidad de las moradas de la divini-
dad. Los 72 ángeles presiden las 72 partes
del cuerpo humano y sus nombres fueron
extraídos de los principales versículos de
la Escritura por magos y cabalistas.

Toda persona puede reconocer cuál es su ángel personal de los 72 presentados por la Cábala Ju-
día. Basta con saber la fecha de nacimiento. Cada ángel brinda, bajo su protección, a la persona
escogida, algunas características y cada uno puede invocar a su ángel con un Salmo de la Biblia
(revisar en nuestro libro la Magia de los Ángeles).

El hecho que las personas protegidas por un cierto ángel de la Kabbalah muestran ciertas cuali-
dades o aptitudes, esto no quiere decir que eso se corresponda a la vida real, más bien son cosas
con respecto a las posibilidades ocultas de dichas personas. Es algo parecido a la distinción que
hace la psicología clásica entre temperamento y carácter de las personas. El primero se refiere a
las potencialidades y estructura innata de las personas: lo que podría ser; y el segundo a cómo
ese temperamento ha sido forjado a través de las circunstancias sociológicas, culturales o am-
bientales del individuo.
Ángeles de la Guarda
Cada cualidad de las personas dominadas por uno de esos ángeles es necesario verlas también
a la luz de la tentación de ser lo opuesto. Quien es inclinado a la compasión puede ser tentado
para ser un egoísta.

El ángel bueno haría inclinar a la persona hacia el Bien,


y el ángel caído o demonio, hacia el Mal.
Es la permanente lucha que se lidia en cada ser humano entre lo que le solicita el espíritu y lo
que le pide la carne, en expresión de Pablo de Tarso, entendiendo por carne la inclinación a la
maldad.

CIMENTACIÓN
Como los ángeles son mensajeros celestiales, y por añadidura, alados (más livianos, pues yacen
en dimensiones más elevadas), puede parecerte algo extraño que el primer paso para conectarse
con ellos se llame Cimentación. ¿No sería más lógico desprenderse de los cimientos? Contraria-
mente a lo que se pueda pensar, la cimentación es esencial para cualquier tipo de trabajo espiri-
tual, y te resultará sumamente útil también en tu vida cotidiana.

Cimentarse significa centrar la atención en el cuerpo y estar presente en el momento. Es el acto


de reunir todas tus energías (mentales, emocionales y físicas) y poner pensamientos y emocio-
nes en un equilibrio sereno y armonioso dentro del cuerpo. Cuando estás cimentado resulta
mucho más fácil centrar selectivamente la atención, ya estés trabajando en tu empleo o en un
proyecto, y visualizar u oír la voz de tu ángel.

Pasamos gran parte de la vida en piloto automático.


Tal vez hayas tenido la experiencia, durante un largo viaje al volante, de caer súbitamente en la
cuenta de que estás conduciendo. Has cubierto, diez, veinte kilómetros, quizás más, cambiando
de vías, haciendo señales y pisando los frenos cuando ha sido necesario, pero tu mente estaba
a “mil kilómetros de allí”.
Ángeles de la Guarda
De vez en cuando todos soñamos despiertos.
Cuando esto se torna habitual se le llama “dis-
tracción”. Sólo Dios sabe cuántas cosas hemos
guardado en el sitio incorrecto, cuántas citas
hemos olvidado, y qué errores hemos come-
tido cuando el cuerpo estaba presente pero
la mente en otra parte. Eso ocurre cuando no
queremos hacer lo que estamos haciendo.
Si no podemos apartarnos físicamente de una
situación, la abandonamos mentalmente.
Nuestra atención pasa a otros pensamientos,
otros tiempos, otros lugares. Es fácil detectar
a la persona que no presta atención, porque
su rostro tiene una expresión vacía: “Las lu-
ces están encendidas pero no hay nadie en
casa”.

Aprender a cimentarse,
a reunir y estabilizar
tus energías,
marcará en tu vida
una gran diferencia.
Te permitirá estar presente por completo, alerta y relajada, receptiva. Puedes comparar la cimen-
tación al amarrar un bote al muelle o plantar en tierra las clavijas para una carpa. Estar cimenta-
do es estar anclado, en conexión y a salvo.

Cimentarse es simple, pero indispensable


para establecer una comunicación permanente con tú ángel.
Antes de comenzar, busca en tu casa un sitio donde te sientas muy cómodo, es decir el lugar don-
de ubicas tu altar. El sencillo rito de encender una vela, quemar una varilla de incienso, poner
Los Arcángeles
una flor fresca o llenar de agua un hermoso cuenco te ayuda a calmar la mente y a establecer un
estado de ánimo reflexivo para la cimentación. Al altar que ya tienes establecido, quizás te con-
venga agregar la imagen o la estatua de un ángel que te agrade. Cada vez que meditas y/o haces
los ejercicios en ese lugar, lo consagras. Entra y sal a conciencia y con respeto. Descubrirás que
tu lugar de meditación es como un templo. Almacenará la energía que creas al meditar, facilitán-
dote el vínculo con tu ángel cada vez que regreses. Una vez que tengas cierta experiencia en la
conversación con tus ángeles, puede llegar el momento en que te atraiga la idea de hacer estos
ejercicios al aire libre, en contacto con la naturaleza. Busca un sitio discreto, donde se siente la
energía y sepas que nadie va a molestarte. Sin embargo, al principio te resultará mucho más fácil
concentrarte adentro, donde puedas eliminar las distracciones.

Establecer contacto con los planos sutiles


de la inteligencia angélica consiste en escuchar.
Se requiere silencio y quietud. Busca un momento en que estés segura de no ser interrumpida.
Desconecta el teléfono, la radio y el televisor.
Reserva ese tiempo para aquietarte y aquietar tu ambiente. Durante los ejercicios de cimentación
no necesitarás anotar nada en tu cuaderno, pero quizás te convenga tenerlo contigo, para regis-
trar cualquier pensamiento o sensación que se presente después de hacerlos. El ejercicio en sí
te será dado en forma separado.
Busca zonas de tu vida en las que puedas no estar cimentada y piensa en el efecto que eso tiene
en tus relaciones, en tu trabajo y en otros aspectos. A medida que continúes practicando el ejer-
cicio, fíjate qué diferencia percibes cuando te conectas con la tierra y el cielo. Abrirte a tu ángel,
un ser que no vive en el mundo físico, es también cobrar conciencia de tu propio ser no físico.

Durante miles de años, en todo el planeta, curanderos y místicos han explorado el


cuerpo no físico, llamándolo cuerpo sutil o energético. Este cuerpo y sus sutiles campos
y órganos existe en el mismo espacio que el cuerpo físico y también a su alrededor.
El campo que emana del cuerpo físico recibe el nombre de aura.

Aunque es invisible para casi todos nosotros, los psíquicos y otras personas dotadas de visión
espiritual pueden ver dentro del cuerpo los centros de energía o chacras, así como el campo
energético de alrededor; también las plantas y los animales tienen cuerpos de energía sutil.
Ángeles de la Guarda
ORACIÓN AL ÁNGEL GUARDIÁN

Ángel mío
protector,
dame la fuerza
para realizar los propósitos de crecimiento interior
de colaboración y de servicio.
Mi voluntad es pura,
Potenciada con tu fuerza.
Ayúdame en las cosas cotidianas,
en las materiales y espirituales.

Desarrolla en mí tus dotes,


que yo vea mis defectos,
y que posea compasión y paciencia.
Guía mis pensamientos, los deseos,
las acciones hacia aquello que es más justo
para mi crecimiento espiritual
y dame la capacidad de aceptar.
Lo que no logro comprender.

CLASE 3
Los Arcángeles
UNA CUESTIÓN DE FE
Nunca pierdas la fe de tener acceso a la fuente de la vida y amor que te ofrece tu Ángel Guardián.
La voluntad es una parte de la fe, es ésta la que le permite al ser humano acceder a la fuente de
poder que mantiene firme el propósito de cada forma y su combinación.
La fe tiene una gran fuerza de impulsión, es ésta la que lleva al planeta a formar parte del mundo.
La fe aflora de la voluntad al bien. Contiene la fuerza del amor, que busca cumplir la voluntad
de Dios.
La fe mueve montañas, dijo el Maestro. Para nosotros, la fe mueve planetas y los coloca en una
órbita de mayor perfección. Por tanto, la fe es una varita mágica que te permite atraer los acon-
tecimientos necesarios para cumplir el propósito de tu vida.

¿Te das cuenta de que cuando crees en algo


lo estas impulsando a manifestarse?
Dime, ¿En qué pones tu fe? ¿Qué crees que sucederá en tu futuro próximo y lejano? ¿Te has pues-
to a pensar que lo que crees es lo que estas impulsando a la manifestación?

¿Crees en la fraternidad humana?


¿Crees en un mundo mejor?
¿Crees en un sistema económico mundial justo y equitativo?
¿Crees que se puede tener el gobierno perfecto?
¿Crees en tu hermano?
¿Crees en ti?

Te invito a que pronuncies estas mágicas palabras:


“Padre Santo, Señor del Amor,
inúndame con tu fuerza de Voluntad para que pueda creer siempre en la bondad.
Que aunque la forma me demuestre la fealdad, pueda creer en la belleza y el esplendor de la vida.
Que la muerte no me convenza de que existe.
Que la maldad no me impida amar.
Porque mi fe, nacida de Tu voluntad en mí, puede resistir y creer en la vida,
en el amor, en la libertad, en la justicia y en la verdad.
Padre, yo creo en ti”.
Los Arcángeles
ÁNGELES NEGATIVOS Y POSITIVOS
Si saltas al vacío (seas quien seas) la ley de
la gravedad tendrá efecto sobre ti, la com-
prendas o no. Es más que probable que
como consecuencia sufras dolores y daños
(o algo peor).

De la misma forma, los ángeles son paque-


tes de energía que te afectan, seas o no
consiente de su influencia. Aun cuando no
“creas” en ellos, seguirán teniendo un im-
pacto directo en tu vida. Los ángeles no son
entidades pasivas; ellos ejercen su energía.

Y he de aquí la primera lección:

¡ten cuidado!
Cada palabra dura,
cada acción negativa
contra otro ser humano
y cada impulso egocéntrico
negativo engendran
un ángel negativo
que te bloquea y entorpece.

Los ángeles negativos que creamos son la causa del caos y la destrucción. Ellos causan estragos
en nuestras relaciones. Los ángeles negativos te ciegan. Juegan con tu mente, haciéndote perder
tiempo, causándote frustraciones y dolor. Desgraciadamente la fuerza negativa tan solo está ha-
ciendo su trabajo. Pero también está la contraparte y he aquí pues la segunda lección:
Los Arcángeles
la Kabbalah enseña que no importa dónde te encuentres
ni lo que hayas hecho; también puedes crear ángeles positivos
que te bendigan y te ayuden en tu crecimiento.

Lo positivo es tan real como lo negativo.


Cuando ayudas a una persona en vez de perjudicarla, cuando compartes en lugar de tomar solo
para ti mismo, cuando te comportas de forma proactiva en vez de reactiva, cuando te conviertes
en la causa de tu vida y no solamente en el efecto de fuerzas externas, nacen ángeles positivos.

Si te detienes a pensar cuántas de estas fuerzas están naciendo a cada segundo, empiezas a com-
prender el poder que tienes para crear tu propia realidad.
El creador hizo este mundo de forma que nosotros tuviéramos el poder y estuviéramos a cargo.
Él lo creó para que tomáramos responsabilidad de nuestras vidas y nuestras elecciones.

¿POR QUÉ EXISTEN LOS ÁNGELES NEGATIVOS


Y POSITIVOS?
La Kabbalah nos enseña que nuestro propósito es encontrar la plenitud y convertirnos en los
dueños de nuestro propio Universo. A medida que completamos nuestra corrección individual
(tikún), que nos ha llevado a habitar en este mundo en primer lugar, regresamos a nuestro esta-
do original similar al de Dios.

Las fuerzas y los ángeles positivos y negativos, están allí para ayudarnos o desafiarnos en nuestra
búsqueda para reconectarnos con quien éramos, somos y deberíamos ser y con la plenitud que
esperamos de la Luz del creador. Este es el secreto que explica la razón de la existencia de los
ángeles.
Los ángeles son nuestro puente con el creador,
son la infraestructura de nuestro Universo,
una infraestructura que podemos controlar.
Los Arcángeles
Por eso los ángeles nos ayudan a ser la causa y los creadores de nuestro propio destino. Ellos
proveen un sistema de responsabilidad total. Cuando comprendemos la naturaleza de la inte-
ligencia de los ángeles, podemos aceptar por completo la idea de que nada en este Universo
ocurre por azar y que nosotros somos la causa de todo lo que sucede en nuestra vida.

ANGELOFANÍAS
Los ángeles son seres incorpóreos
pero a veces toman la forma de seres
humanos para llevar a cabo mandatos
divinos. En el Antiguo Testam­ ento apa-
recen por primera vez en el capítulo
3 del Génesis, como el Querubín que
guarda la entrada al Jardín del Edén
con una espada llameante.

Más tarde, en el capítulo 18, tres ánge-


les se le aparecieron al Patriarca Abra-
ham mientras éste estaba sentado en la
entrada de su tienda. En el capítulo 22
un ángel se le apareció a Abraham para
detener el sacrificio de su hijo Isaac;
y en el capítulo 28, Jacobo vió en sue-
ños una escalera que llegaba al cielo
por donde subían y bajaban una gran
cantidad de ángeles. Estas visiones de
los ángeles se conocen como angelo-
fanías y han tenido lugar, no solo en
la Biblia, sino en la vida real de infi-
nidad de personas. Uno de los casos
más conocidos es el del Papa Gregorio
el Grande, quien dijo haber visto al Arcángel Miguel descender sobre el mausoleo del Emperador
Adrián, durante una terrible plaga en Roma. El Papa interpretó la visión como una indicación de
que la plaga iba a terminar pronto, como efectivamente sucedió. Para conmemorar el milagro,
Los Arcángeles
Gregorio el Grande le cambió el nombre al mausoleo, el cual pasa a llamarse Castel Sant’Angelo,
o Castillo del Santo Angel, en honor a Miguel.

Entre los profetas que fueron visitados por los ángeles estuvieron Isaias, Ezekiel, Eliceo, Daniel y
Zacarias. Un ángel anunció el nacimiento de Jesús a la Virgen María y los após­toles Pedro y Pablo
fueron también visitados por estos mensajeros celestiales.

La Biblia solo menciona los nombres de tres ángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, pero se sabe que
sus números se cuentan en los “millones de millones”, según nos dice el profeta Daniel en el
capítulo 7 de su libro en el Antiguo Testamento. Muchos teólogos han intentado determinar cuán-
tos ángeles hay en existencia. Una adivinanza muy conocida pregunta cuántos ángeles pueden
bailar en la punta de una aguja. La respuesta es que todos ya que son puro espíritu y no ocupan
espacio alguno.

¿CUÁNTOS ÁNGELES SON?


Alrededor del siglo XIV un kabbalista hebreo calculó, siguiendo las reglas de la Gematría o nu-
merología cabalística, que existen 301,655,722 nombres arcangélicos en el Universo. Alberto
Magno también hizo sus cálculos y propuso que existían 6,666 legiones en cada coro de ángeles
y 6,666 ángeles en cada legión. Según estos cálculos existen más de cuatrocientos millones de
ángeles. Pero ninguno de estos números parecen ser muy acertados si consideramos que cada
estrella es un ángel según nos dice San Juan en Revelaciones y Clemente de Alejandría en su libro
la Stromata. La astronomía nos dice que existen millones de soles o estrellas en nuestra galaxia
solamente y billones de galaxias en el Universo. Esto tiende a indicar que si San Juan y Clemente
de Alejandría están en lo cierto, el número de ángeles en existencia es incontable. De manera que
con toda seguridad fue el profeta Daniel el que más acertado estuvo en el cálculo de los ángeles
cuando nos dijo que sus números se elevan a millones de millones.

Como los ángeles fueron creados en el momento de la creación, sus números son siempre los
mismos. La cantidad de ángeles que existe en nuestros tiempos modernos es la misma que exis-
tió al comienzo de la creación.

A pesar de la inmensa cantidad de ángeles que existen en el Universo, son muy pocos cuyos
nombres son conocidos. El profeta Enoch menciona los nombres de 150 ángeles en su libro pero
de otras autoridades eclesiásticas y no eclesiásticas se han podido recopilar muchos miles más.
Los Arcángeles
MACHO Y HEMBRA EN LOS ÁNGELES?

Muchas personas se preguntan si los ángeles son masculinos o femeninos. En tiempos moder-
nos se ha tratado de feminizar a muchos de los ángeles. Pero en realidad un ángel es una entidad
espiritual hermafrodita (así como el alma humana), creado en perfección total por Dios. Es pues
lógico deducir que el ángel es un espíritu asexual, sin características masculinas o femeninas,
una fuerza cósmica concentrada a través del poder creativo de Dios.

A pesar de esta hermafroditismo aparente de los ángeles,


siempre hay un género del cual se les desarrolla más
que el otro, esto lo podríamos entender desde la visión del Tao que
se dice que todos somos ying y yang a la vez,
pero depende de las energías en nuestro interior,
es como nos desarrollaremos en la materia (macho o hembra).
Los Arcángeles
Existen varias leyendas en la tradición Judea-Cristiana de acuerdo a las cuales han habido inti-
midades entre fuerzas espirituales como los ángeles y entre éstos y seres humanos. En el Talmud
se menciona la unión entre uno de los ángeles traidores de la prostitución, Eisheth Zenunim, y el
ángel Samael quien también cuenta entre sus varias cónyuges a la indomable Lilith. Las escrituras
también nos dicen que varios de los ángeles caídos tuvieron relaciones prohibidas con “las hijas
de los hombres” de cuya unión nacieron gigantes espantosos.

En la inmortal obra, Paraíso perdido, del gran poeta inglés John Milton, el Arcángel Rafael describe
la unión amorosa entre los ángeles como “más suave que la suavidad”.Y el tercer Libro de Enoch
nos dice que cuando terminan de cantar el Triságono Divino, los ángeles, en su éxtasis celes-
tial, transforman sus esencias neutrales en esencias masculinas y femeninas. Inclusive, algunos
relatos del Zohar, dicen que en algunas ocasiones hay hasta más de dos ángeles en una misma
relación íntima. Pensando que antiguamente la poligamia era lo normal y el concepto de matri-
monio viene de la mano directamente de la religion misma.

El Zohar, la obra cabalística de más importancia, explica que los ángeles pueden transformar
su esencia y su forma según deseen. Pueden a veces adquirir una forma femenina y otras veces
masculina. Es decir, el ángel en sí tiene forma hermafrodita, pero puede adoptar uno de los gé-
neros si así lo desea. Esto puede explicar la unión relatada en el Génesis entre los ángeles caídos
y las hijas de los hombres. Estos ángeles no tenían forma corpórea pero la crearon, para de esta
manera poder tener estas relaciones prohibidas.

LOS CUATRO ARCÁNGELES


En la Biblia solo se mencionan los nombres de tres de los ángeles, Gabriel, Miguel y Rafael, quien
es mencionado en el Libro de Tobias y solo aparece en las Biblias católicas y ortodoxas. La Iglesia
Católica tiene tal respeto por estos tres ángeles que les ha adjudicado el 29 de septiembre en su
calendario de santos. A pesar de ser ángeles, que es una jerarquía espiritual mucho más elevada
que la de los santos, la Iglesia se refiere a ellos como San Gabriel, San Miguel y San Rafael.

La mayor parte de la información que tenemos sobre los ángeles proviene, como ya hemos visto,
de otras fuentes, entre las que están el Talmud y los Midrash hebreos y otras escrituras rabínicas
incluyendo la Kabbalah.
Los Arcángeles
Rafael, Miguel, Gabriel y Uriel están identificados con los cuatro elementos y los cuatro puntos
cardinales, los cuales rigen. Los elementos y los puntos cardinales forman una rueda, un círculo
de gran poder y magnetismo dentro del cual se encuentra el globo terrestre. El primer punto
cardinal es el Este, que es donde sale el Sol cada mañana, y corresponde al elemento aire, regido
por Rafael. Moviéndonos hacia la derecha dentro de este círculo cósmico, según las agujas del
reloj y del Sol, llegamos al punto cardinal del sur, el cual corresponde al elemento fuego, regido
por Miguel. Del Sur pasamos al Oeste, donde se pone el Sol por las tardes, que corresponde al
elemento agua y es regido por Gabriel. Y del Oeste pasamos al Norte, que corresponde al ele-
mento tierra y es regido por Uriel.

Cabe destacar que en algunos otros textos como el Libro del Ángel Raziel,
se hace alusión que los arcángeles van asociados a todos los elementos
y/o que estos van variando dependiendo de la necesidad humana.

Por ejemplo, las emociones van vinculadas con el agua


y se puede pedir la asistencia del arcángel Miguel
para no caer en ira descontrolada.
Los Arcángeles
Si visualizamos a la Tierra dentro de esta rueda solar, podemos ver que los cuatro arcángeles
están parados en los cuatro puntos cardinales del planeta en forma de cruz. Cada uno de los ar-
cángeles tiene sus propios colores, atributos y una apariencia especial según la antigua tradición
mística.

Rafael se viste de verde. Representa al amanecer y se describe como una adolescente muy bella de
ojos azu­les y cabellos rubios ondulados que forman una aureola dorada alrededor de su cabeza.

Miguel, que sigue a Rafael en esta rueda cósmica, se viste de azul y dorado, representa el calor del
mediodía. Miguel se describe como un hombre joven de unos 35 años de edad. Su piel es clara
con tonos bronceados, sus ojos son verdes y su cabello es rojo cobrizo como una llama, espeso
y ondulado y le llega hasta el cuello.

Uriel se viste de cuatro colores: rojo, dorado, ladrillo y violeta. Representa el atardecer. Su piel
es blanca, sus ojos castaños y su cabello castaño oscuro y en otras ocasiones es blanco, le pasa
de los hombros. Uriel es el único de los cuatro arcángeles que tiene barba. Su barba es clara,y
rizada pero no larga. Representa una edad entre los 25 años. En otras ocasiones se le ve como
una hermosa doncella, de cabellos rizados y color castaño que combinan muy bien con sus ojos
verdes esmeralda.

Gabriel se viste de blanco con reveses celestes. Representa a la noche. Aparenta una edad de al-
rededor de 25 años, su aspecto es más bien femenino. Su piel es clara, sus ojos azul verde y su
cabello rubio ceniza, le llega hasta los hombros.

Más adelante hablaremos de la forma de propiciar a estos grandes arcángeles.

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