Está en la página 1de 2

EN CONQUISTA: La Revista

No Puedes Cambiar

Apostol Lucas Márquez


En esta ocasión, quiero compartirles la historia de un matrimonio de avanzada edad que relata la Biblia en el libro de
Lucas. Quiero hablarles a todos aquellos que se han acostumbrado a algo en su vida y se han resignado de una manera
u otra a soportar lo que están viviendo. Quiero compartirles este principio: “No puedes cambiar aquello a lo que
te has resignado”.

Por Apostol Lucas Márquez En esta ocasión, quiero compartirles la historia de un matrimonio de avanzada edad que
relata la Biblia en el libro de Lucas. Quiero hablarles a todos aquellos que se han acostumbrado a algo en su vida y se
han resignado de una manera u otra a soportar lo que están viviendo. Quiero compartirles este principio: “No
puedes cambiar aquello a lo que te has resignado”.

“Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de
las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabeth. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los
mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabeth era estéril, y ambos eran ya de edad
“avanzada” Lucas 1:5-7

En Israel se consideraba que cuando una mujer no tenía hijos era porque estaba bajo maldición o estaba en pecado. Esto
sumado a la frustración de la mujer misma. Sin embargo, Zacarías era un hombre justo y ambos eran temerosos de Dios.
Este hombre, toda la vida le había pedido un hijo a
Dios. Pero hoy yo le pregunto a Usted, amado lector: ¿Cuánto tiempo se puede hacer una petición así? Es posible que
ya a los 50 años uno por sensatez deje de pedir engendrar un hijo y simplemente se resigne.

Esta historia nos confronta con actitudes nuestras. Quizás usted ha pedido durante mucho tiempo que algo ocurriese
en su vida y no ocurrió, por lo cual, hoy tenemos a mucha gente que dice como decimos aquí en Chile “A mí me tocó
bailar con la mas fea”. Este era el problema de Zacarías, hay
algo que el nunca pudo procesar y era el hecho ¿Por qué yo no puedo tener hijos?

Muchos de nosotros nos preguntamos: ¿Porqué yo no pude, por qué yo no, por qué él sí? Y nos pasamos la vida
aplaudiendo los éxitos y las victorias de otros y preguntándonos cuando nos irá a tocar a nosotros y a lo mejor, para
algunas cosas, ya se nos pasó el tiempo. “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina”. 2 Timoteo 4:2

Tenemos un Dios maravilloso que actúa en tiempo y fuera de tiempo, por ejemplo: si usted se casa y tiene 20 años,
usted está a tiempo para tener un hijo; sin embargo, si ya tiene 60 y no se ha casado, quizás ya está fuera de tiempo.
Pablo fue llamado a tiempo pero Elizabeth tuvo un hijo fuera de tiempo. Juan fue llamado a tiempo pero Lázaro fue
gloriosamente resucitado fuera de tiempo; llevaba cuatro días de muerto.

Quiero que retenga esto dentro de su espíritu y lo guarde dentro de Usted: para Dios nunca es demasiado tarde. Una
vez fui a ver una película que nos hacia reír mucho se llamaba “De vuelta al colegio” y trataba de un
hombre mayor que volvía a la universidad y se graduaba. Se imagina usted una viejita de 80 años embarazada, es algo
atípico, es una locura que sólo se le ocurre a Dios.

Aquello a lo que Usted se acostumbra, se convierte en un problema. Dice la Biblia que Zacarías entró al santuario porque
era costumbre. Es igual que cuando usted viene a la iglesia porque es costumbre, canta los coros porque es costumbre.
Entonces, esto quiere decir que hay costumbres
que son malas cuando pueden abortar la fe para algo nuevo. Las costumbres son abortivas a la fe. Usted se
acostumbra a algo y deja de lado la posibilidad de un milagro, de un cambio.

Zacarías entró a ese lugar como era su costumbre y de pronto sin previo aviso, sin ser parte del programa, se le aparece
nada más y nada menos que el ángel Gabriel. Si a usted se le apareciese un ángel como se le apareció a Zacarías y le
dijese: Pide lo que quieras… ¿Qué pediría usted? Talvéz titubearía y diría: ehhhh ¿puede volver mañana? Aquí
tenemos a Zacarías que se le rompe el ciclo normal de sus costumbres. A mi me encanta Dios porque El se mueve fuera
del protocolo. Dios nos rompe la agenda y se aparece en el momento en que menos lo esperamos para sorprendernos;
porque El tiene su propio horario.

Usted puede acostumbrarse al fracaso

Por ejemplo: Una mujer sorprende al marido con la amante, ella entra en un estado de ira, esilusión y decepción y le grita
al marido: ¡Te vas de la casa!, ¡No quiero verte nunca más!, ¿Qué te has creído sinvergüenza? Sin embargo, al final el
hombre le manda flores, la llama y la enamora y luego de dos años la mujer termina aceptando al marido y a la amante
en un triángulo amoroso incomprensible y uno dice: ¿Cómo es posible? Lo que ocurrió fue que ella se acostumbró.
http://www.enconquista.com Potenciado por Joomla! Generado: 2 July, 2011, 12:19
EN CONQUISTA: La Revista

Muchos se han acostumbrado a vivir con ciertos dolores. Usted se queja del dolor de cabeza, sin embargo, este es ya
su acompañante y usted ya está acostumbrado. Otros se han acostumbrado a deberle plata a todo mundo, por donde
van dejan deudas. El punto es: cuando usted se costumbra
a algo, ya no puede cambiarlo.

¿A qué está acostumbrado usted, qué cosas le están haciendo daño actualmente más sin embargo usted ya no
reacciona para provocar un cambio? Si usted acepta que su marido le pegue una vez y no hace nada, usted es
candidata para que le pegue toda la vida, si usted deja que la insulten una vez lo harán toda la vida.

Cuando usted se levanta un día y se enoja contra eso que le molesta y dice: ¡Cómo es posible que haya llegado a esto,
cómo pude soportar todo este daño!, No mas, se terminó!! Entonces Dios dice: ¿Será cierto lo que estoy oyendo? Muy
bien, ahora, hijo mío tu y yo estamos por fin de acuerdo. Ahora si yo comenzaré a moverme, ahora es cuando verás un
cambio en tu vida.

Ahora, ¿cómo nosotros construimos la victoria? Primero, tenemos que saber cuáles son las reglas del juego para
construir una estrategia y ganar la batalla. Tenemos que saber cómo se construye una victoria, un triunfo. Usted no va a
salir del problema, si no adquiere la revelación y el conocimiento, debe levantar su mirada para encontrar una salida.

¡Enójese! A nosotros se nos enseñó, que no debemos enojarnos por nada. Pero Pablo dice: Airaos, pero no pequéis.
¿Qué significa esto? Bueno, que hay cosas por las cuales usted tiene que comenzar a enojarse en su vida. ¡Esto no
puede continuar, no puedo seguir en esto, esto me hace daño! Debe enojarse y decir: Todo cambiará, me rebelo a
esto, necesito salir de ciertos hábitos malos, no me acostumbro a auto inferirme daño, al auto sabotaje, debo terminar
relaciones abusivas, amistades que me dañan, tengo que ser libre para la gloria del Señor.

Si usted vive en estos momentos en una casa con piso de tierra, está bien para comenzar; pero no debe quedarse allí,
tiene que ir elevando su nivel, estudiar, esforzarse y hacerse responsable en el nombre de Jesús. Recuerde;
‘’No puede cambiar aquello a lo que se ha acostumbrado.

“Si usted se acostumbra, pierde toda posibilidad de un milagro de cambio en su vida”.

En el nombre de Jesús; yo bendigo a cada persona, que haya recibido esta palabra, bendigo su vida, sus hijos, sus
matrimonios y oro para que Dios nos enseñe a convertir la iglesia en una escuela de la vida, que enseñemos
matrimonio, paternidad, que enseñemos a triunfar, a tener éxito en la vida, en cada área, en el nombre de Jesús.

http://www.enconquista.com Potenciado por Joomla! Generado: 2 July, 2011, 12:19

También podría gustarte