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ENCUENTRO 6

FE MADURA I
(Hoja exclusiva para líder)
PREGUNTAS PARA COMPARTIR EN EL EQUIPO

1. Describí qué es y qué no es la fe.


2. Nombrá tres motivos por los que necesitás activar el don de fe en tu
vida.
3. ¿Para qué sirve la fe?
4. ¿Qué ocurre si tu fe es pequeña?82 83
FE MADURA I
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera
que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que
recompensa a quienes lo buscan.
Hebreos 11.6
Todo en la vida cristiana tiene que ver con fe.

Recibís a Jesucristo y sos salvo por fe, te vas al cielo por fe, creés que la Biblia es
la Palabra de Dios por fe, fuiste justificado por fe, Dios te perdonó los pecados por
fe, creés en tu victoria por fe, crees que Jesús resucitó por fe, creés que el Señor
viene a buscar a su iglesia por fe, creés que viviremos eternamente con Él por fe.
Todo es por fe. El apóstol Pablo dice que lo que no es de fe, es pecado.
1. ¿Qué es la fe?

Hebreos 11:1 dice que fe es “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo


que no se ve”.

Certeza (hipostasis en el original), es una palabra legal, literalmente: “título de


propiedad”.

La fe es tener el título de propiedad. Pero no poseés título de propiedad de algo


que no existe sino de lo que existe, te pertenece y está en tu posesión.

¿Qué evidencia el título de propiedad?

El título de propiedad es mi fe puesta en las promesas de Dios que


me pertenecen.
• La fe es una semilla que Dios te da pero si no la sembrás no crece.

• La fe es una capacidad que Dios te da para que la siembres, la uses; no sirve de


nada tener fe guardada, hay que gastarla. El apóstol Juan escribe: “Esta es
nuestra victoria, nuestra fe”; es decir que la victoria es tener fe, si tenés fe, tenés
victoria.

En el lenguaje de Dios, fracasar no es equivocarse sino no tener fe. En el lenguaje


de Dios, victoria es tener fe.
• Fe no es opinión.

• Fe no es experiencia.

• Fe no es deseo.

• Fe es oír y decir lo que Dios dice que es. 84


• Fe no es repetir.

• Fe es creer que lo que Dios nos prometió es verdad.

La fe viene por oír la Palabra de revelación, si no oís la Palabra tendrás buenos


deseos, ganas, opiniones, experiencias, pero no tendrás fe. Porque la fe crece por
el oír y oír a Dios es ponerte de acuerdo con lo que Él dice. Dios quiere elevar tu
nivel de fe.
2. Tres enemigos de la fe:

• No tener sueños.

• Egoísmo.

• Incredulidad.
3. El don de fe

Los dones son capacidades sobrenaturales que Dios da para liberar el potencial y
alcanzar el éxito. Son las herramientas y recursos que de manera sobrenatural
vienen a nuestra vida a través de Espíritu Santo, para que las usemos y
alcancemos bendición.

¿Cómo activo el don de fe?


• Debo mantener la confesión de aquello que Dios me prometió

Tenés que mantener tu confesión aunque no la creas. Mantenela aunque las


circunstancias y todo lo que vivas te diga que no. El diablo sabe que si mantenés
tu confesión, él debe darte lo que te robó. Si te mantenés firme, él debe devolverte
lo que te quitó. NO cambies tu confesión. Si Dios te dio un sueño, declará: “lo haré
en su nombre”, “Todo lo puedo en Cristo”.

Y si el tiempo sigue pasando, y todo está desarrollándose opuesto a la palabra de


fe recibida; no importa, “mantené tu confesión”.

El apóstol Pablo dice que el espíritu de fe es el siguiente: “creí, por lo cual hablé”.

• Debo hacer lo que Dios quiere que haga, no lo que la gente quiere que haga

No le hagas caso a la gente que busca su propio interés, obedecé al Señor.


Cuando Dios te da una palabra, ponela en práctica; cuando te da una promesa,
creela y hablala y aunque el diablo te presione y sientas que te falta el aire, seguí
declarándola.
4. Fe para capturar momentos de fe

• Fe es para agradar a Dios

La fe no nos sirve para tener cosas. Dice la Biblia que sin fe es imposible agradar a
Dios. Yo uso mi fe para agradar a Dios y Él me da todo que necesito.

• Debo reconocer mis momentos de fe 85


Hay épocas en nuestra vida donde Dios va a soltar momentos de fe: va a poner
algo grandioso, algo glorioso para que lo tomes y superes tu nivel de revelación,
de crecimiento.

Es el kairos de Dios (Su tiempo), una oportunidad espectacular que aparecerá


delante tuyo y en la cual Dios te dará Su fe para que la tomes.

En Hebreos 11 leemos: “Por la fe Moisés salió de Egipto; por la fe Josué entró en


la tierra; por la fe Noé construyó un arca...”

¡Esos son momentos de fe, de desafíos grandes, de algo espectacular que


tomarás con la fe de Dios!

Lo mismo que Dios usa para darme fe, lo usa el diablo para
deprimirme.
Lo mismo que te motiva, te preocupa y deprime; lo que te atrae es lo que te aleja.
Eso ocurre en las parejas, lo mismo que les atrajo al principio con el tiempo es
causa de división. Dios puso un sueño para motivarte y hoy te dice que Él está en
control de tu vida y que lo lograrás.

Por eso cuando tomás tu momento de fe, cuando lográs algo glorioso, tenés que
tener cuidado a quien oís el día después, ante quien reaccionás.

¡Cuidá tu fe! Después de una gran conquista, de un éxito, al otro día,


inmediatamente el enemigo enviará la gente incorrecta para hacerte escuchar la
voz incorrecta y lograr así quebrar tu fe.

Quizás la pregunta que puedas estar haciéndote es:

• ¿Cómo hago para oír fe sin que pase a ser conocimiento?

• ¿Cómo mantengo mi fe pura, fresca y fuerte a través de los años sin volverme
legalista?

Practicándola: “Dios me lo dijo, lo creo, lo confieso y lo aplico”.


Dios tocará nuestras vidas para que seamos gente de fe, oigamos una palabra, la
creamos, la apliquemos y veamos los resultados en Él. Las Palabras del Señor son
espíritu y vida.

Jesús le dijo a Pedro y a sus amigos: “Síganme”. Los discípulos dejaron todo y al
instante le siguieron.

Eso es velocidad de reacción.


No esperes ver las cosas para declarar fe, oí lo que Dios te va a dar para que
cuando lo veas, declares: “ahí está la confirmación, esa es la señal, lo voy a tomar
en el nombre del Señor”. 86
Tu fe es para agradar a Dios y tal vez hoy está creciendo poco a poco, pero
vendrán momentos de fe gloriosos, oportunidades grandes y sobrenaturales,
donde te moverás con velocidad y adelantarás treinta, cincuenta y hasta dos
generaciones capturando esos momentos.
5. Fe para quebrar obstáculos

Cuando un obstáculo no nos permite alcanzar una meta nos sentimos frustrados.
Frente a ellos, podemos experimentar dos emociones diferentes: enojo o tristeza.

Para tener fe ilimitada debemos romper los siguientes obstáculos:

1. Debo morir a la gente para que nazca mi fe

No esperes nada de la gente, solo cunando tu espíritu capta esta revelación,


entrarás al nivel de fe inquebrantable.

Mientras sigas llorando por lo que te hicieron, por lo que te dijeron, por como te tra-
taron nunca tendrás fe indestructible. Mientras sigan lastimando tu corazón, ofen-
diendo, humillando, tocando la fibra íntima de tu ser no nacerá la fe
inquebrantable.

Fe inquebrantable nace cuando nadie toca tu corazón, la gente ha muerto y entrás


al nivel donde Dios te levanta. ¡Sé libre de la gente!

2. Debo potenciar mi fe con otras personas

Cuando nadie te lastime, podrás juntarte con tus compañeros de ruta y entre
ambos sumarán la fe que hará que hasta un paralítico se levante.

Cuando nos unimos y potenciamos en fe, ya no hay techo ni multitud que frene el
poder de Jesucristo.

Somos maravillosos porque Dios es grande y juntos podemos cargar con el que no
puede caminar para que sea uno de nosotros.

3. Debo usar mi fe para todo


La palabra VIVIR (del original “chayá”) significa:

• Disfrutar la vida: “El justo por la fe disfrutará la vida”. Para disfrutar de todo
necesitás fe.

• Vivir felizmente: “Por la fe el justo vivirá feliz”. Una persona que no tiene fe es
desdichada.
• Florecer: “El justo por la fe florece”. La gente que está marchita no tiene fe.

• Estar animado: “El justo por la fe estará animado”. Vivir con miedo, con duda,
con incredulidad, desmotivado se debe a la falta de fe.
• Recuperar la salud: De diecinueve milagros registrados en los evangelios del
ministerio de Jesús, catorce fueron por fe. “El justo por la fe recupera su salud”. 87
• Vivir ininterrumpidamente: Para tener una vida larga, necesitás fe.

La fe es una semilla que debemos ejercitar todos los días.

¡Preparate! Demostrá que tenés fe y estarás listo para el cumplimiento de la


promesa.

Los tiempos de preparación no son perdidos sino invertidos.


Dios levantará una generación que será conocida por su fe.
6. Fe para atraer cosas grandes

El enojo de fe

No hay problema en enojarse, lo importante es que el enojo modifique nuestro en-


foque para cambiar las cosas y traer la bendición de Dios.

Jesús estaba enfurecido con la enfermedad, por eso sanaba a los enfermos.

Todo aquello que detestás, que te enoja es el llamado que Dios te hace para
destruir, sanar, bendecir y edificar.
• ¿Te enoja el legalismo? Liberá a las personas que están presas de él.

• ¿Te enoja la enfermedad? Orá por los enfermos, ungilos con aceite, batallá en su
contra, activá el don de sanidades que está en vos.

• ¿Te enoja lo que el diablo hace? Predicá a la gente y arrebatásela en el nombre


de Jesús.

• ¿Te enoja la droga? Coordiná grupos de auto-ayuda para liberar a los adictos.

• ¿Te enoja que las iglesias se dividan? Caminá en la unidad más sobrenatural
que has vivido hasta ahora.

• ¿Te enoja la pobreza? Prosperá.

Usá tu enojo para cambiar las circunstancias. El Reino de Dios lo arrebatan los va-
lientes, es decir, los enojados. Enojate contra todo lo que Satanás hizo en tu casa.

La fe te hace enojar por cosas grandes.


Detengámonos aquí un instante y escribí todas aquellas cosas o circunstancias
con las cuales estás enojado y en ese mismo renglón escribí lo que harás
peleando con el espíritu opuesto a tu enojo.

1) Me enoja_________A partir de ahora mi actitud será____________

2) Me enoja_________A partir de ahora mi actitud será____________

3) Me enoja_________A partir de ahora mi actitud será____________88


7. ¿Qué cosas hace la fe?

• La fe habla victoria

Dios nos pondrá en primer lugar. Serás el primero en tu profesión, vas a ser el
mejor en todo lo que hagas.

Vas a llegar primero, no importa cuántos caballos tengan los demás porque la
Palabra te mete en el futuro y te hace vivir el futuro antes que él venga.

Ya no seremos más cola, seremos cabeza, estaremos arriba, no pediremos


prestado sino que prestaremos y la gente dirá: ¡tierra deseable y bendecida por
Dios!
• La fe me vuelve terco

Si sos una persona terca, vas a lograr todos tus sueños.

¿Sabés cuando un discípulo es bueno? Cuando pide el doble de lo que tiene su


maestro. Yo escribí cuarenta y cinco libros, ustedes tienen que escribir noventa; yo
pisé noventa barrios, ustedes van a pisar ciento ochenta barrios. Un discípulo terco
no es el que dice: “dame la cobertura y vos sos mi mentor”, sino el que pide el
doble de lo que su mentor logró. ¡Sólo hace falta alguien terco y decidido a triunfar!

• La fe me hace sembrar

Lo que quieras cosechar sembralo primero. Acostumbrate a dar de lo poco que


tenés porque cuando lo das, Dios dice: “esta persona confía en mí, no le voy a
mandar lluvia sobre él solamente, voy a derramar lluvia sobre él, sus amigos, su
casa, su iglesia, su trabajo”. Lo que pidas, otros también lo van a recibir por la
semilla que has sembrado en momentos de escasez.

¿Tenés poco dinero? Sembrale a alguien. Todo lo que signifique escasez, será la
semilla más valiosa que tendrás para dar y así demostrarle a Dios que las cosas
no son tu fuente, tu Creador es tu única fuente.

8. Fe aplastante

La oración más poderosa que podemos hacer por alguien es que no le falte la fe.

Jesús no dijo: “he orado por ti para que no te falte dinero, que no te falte salud, que
no te falten sueños”. Dijo: “he orado por ti para que no te falte la fe”, porque si
tenés fe vas a recuperar todo lo que perdiste.

En este mismo instante orá sobre tu vida, sobre la de tus hermanos para que la fe
no te falte nunca y lo que perdiste vuelva otra vez a tus manos.

Nosotros nos reunimos para recibir una fe aplastante; para recuperar todo lo que el
enemigo nos ha quitado.

Aunque tengas poca fe Dios va a obraren tu vida.


Jesús declaró: “si tuvieras fe como una semilla de mostaza le vas a decir a la
montaña que se mueva”.

Semilla de mostaza era una expresión hebrea que quería decir algo pequeño, algo
insignificante. 89
Aquí Jesús está diciendo: “aunque tengas poca fe la montaña se va a mover igual”;
frente al dolor siempre uno tiene poca fe. Cuando frente a uno hay una montaña
grande, por ejemplo: un diagnóstico negativo, nuestra fe no será “mucha en una
primera instancia” sino poca, pero el Señor te dice: “no importa que tengas poca fe,
no te sientas mal porque aunque tu fe sea escasa Yo voy a obrar a tu favor”.

Dios va a completar esa poca fe que tenés para que puedas ver tu milagro.

Vendrán tres zarandeos a tu vida pero tendrás victoria.

Leemos en el Salmo 91 que escribió Moisés: “Aplastarás al león, aplastarás a la


serpiente y aplastarás a las fieras o al dragón”.

El primer zarandeo que vamos a tener: los leones. Ataques esperados, eso
simbolizan los leones. ¿Querés prosperar? Te van a atacar leones. ¿Querés
formar una familia bendecida? Te van a atacar leones. Cuando aparece un león
significa que serás atacado; esos son ataques esperados. Si tenés sueños
grandes tenés que esperar leones. Pero dice Deuteronomio 28: “te bendeciré en el
campo, te bendeciré en el hogar, te bendeciré en el camino, te bendeciré en el
trabajo, te bendeciré acá y te bendeciré allá”, no importa el lugar donde estés y no
importa dónde aparezcan los leones, El Señor te bendecirá siempre. Habrá leones
a nuestro alrededor pero también estará la bendición con nosotros en todo lugar.

El segundo ataque es inesperado: el de la serpiente. Una víbora siempre está


escondida. Moisés, mientras estaba en el desierto dijo: “vamos a tener ataques
inesperados, pero también los vamos a aplastar porque Dios está con nosotros”.
Vendrán situaciones que no esperábamos, esa deuda, esa enfermedad, esa
locura; pero así como hay ataques inesperados también recibiremos milagros
inesperados. Así como el enemigo se esconde en la piedra para pegarnos, así
Dios se esconde para aparecer sobre nosotros a través de la victoria.

Lo tercero son los ataques exagerados. Todos sufrimos alguno de estos tres
ataques: el ataque esperado, el ataque inesperado o el ataque exagerado.

Dice la Biblia que también vamos a aplastar a las fieras o dragones. Muchas
veces los ataques están en nuestra mente: el 48% de los miedos que tenemos no
van a ocurrir nunca; 30% de los miedos que nos asaltan tienen que ver con el
pasado; 12% de nuestros miedos tienen que ver con otros; y sólo el 10% son
miedos reales en nuestro interior… ¡ese diez por ciento lo vamos a aplastar en el
nombre del Señor!

Nunca olvides de dónde te sacó Dios, de dónde volviste: del dolor, de la deuda, de
la enfermedad, de la locura, del legalismo. El pasado quedará atrás, pero Dios no
te va a hacer olvidar el zarandeo vivido para que te mantengas humilde, en victoria
y puedas decir: “Gracias Señor porque si me trajiste hasta acá es para fortalecer
mi vida y todo mi alrededor”.

Dios va a usar todo tu dolor y lo va a transformar en fortaleza para


otros.90

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