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Efesios 5 RV60 15
Vean, pues, con diligencia cómo viven, no como necios sino como sabios,
16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17Por tanto,
no sean insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
NVI
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Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios,
sino como sabios, 16 aprovechando al máximo cada momento oportuno,
porque los días son malos. 17 Por tanto, no sean insensatos, sino
entiendan cuál es la voluntad del Señor.
TLA
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Tengan cuidado de cómo se comportan. Vivan como gente que piensa
lo que hace, y no como tontos. 16 Aprovechen cada oportunidad que
tengan de hacer el bien, porque estamos viviendo tiempos muy malos. 17
No sean tontos, sino traten de averiguar qué es lo que Dios quiere que
hagan. 1
1 Sociedades Bíblicas Unidas. (2002; 2003). Traducción en lenguaje actual; Biblia Traducción en lenguaje actual
(Ef 5:15–17). Sociedade Bíblica do Brasil.
2 Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 724). Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial
CLIE.
Leer vs 3-4 ss
En sentido bíblico, un “necio” no se llama así por alguna limitación
intelectual, sino debido a la incredulidad y las obras abominables que esta
actitud traen como consecuencia (Sal. 14:1; Ro. 1:22).
El necio vive separado de Dios y en contra de la ley de Dios (Pr. 1:7, 22;
14:9), por eso no puede comprender la verdad (1 Co. 2:14) ni su
condición verdadera (Ro. 1:21, 22).
Es indiscutible que los creyentes deben evitar esa actitud y nunca
comportarse como necios (vea Lc. 24:25; Gá 3:1–3)3
Leemos en Romanos 12:2 No se hagan conforme a este siglo, sino transfórmense por
medio de la renovación de su entendimiento, para que comprueben cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Ahora ¿Cuál es la voluntad del Señor? Siguientes versos nos dan una idea.
1 Pedro 4:1-2 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, ustedes también
ármense del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el
pecado,
2
para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los
hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
Y si hemos llegado hasta aquí, sin duda Dios tiene un plan para nosotros.
Vivamos en la voluntad de Dios