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CÓMO PREPARARTE PARA UNA LACTANCIA MATERNA EXITOSA DESDE

EL EMBARAZO
La lactancia materna aporta numerosos beneficios tanto para la madre como para
el bebé. De hecho, la OMS recomienda que los bebés tomen lactancia materna
exclusiva hasta los seis meses.
Sin embargo, aunque la mayoría de mujeres quieren dar el pecho y amamantan a
sus recién nacidos al inicio, muchas se encuentran con dificultades y los porcentajes
de lactancia materna exclusiva a los seis meses se alejan mucho de los deseables.
¿Hay algo que podamos hacer ya desde el embarazo para tener una lactancia
materna exitosa?
El pecho cambia durante el embarazo
El pecho sufre cambios durante el embarazo para estar preparado para amamantar
cuando llegue el momento. La glándula mamaria, encargada de producir leche,
acaba de completar su maduración durante la gestación.
El pecho aumenta mucho de tamaño y la areola se oscurece; este cambio de color
ayudará al recién nacido a localizar mejor el pezón (recordemos que la visión del
recién nacido es muy inmadura). Además, ya desde la segunda mitad del embarazo
comienza a producirse el calostro, aumentando mucho su producción hacia el final
del embarazo y durante el parto. Es decir, todas las madres tienen calostro cuando
nace el bebé.
¿Es necesario preparar los pezones planos para la lactancia?
Muchas madres acuden preocupadas a la consulta porque piensan que con su
pezón plano van a tener problemas para amamanta y, desgraciadamente, muchos
profesionales creen que los pezones planos no son apropiados para la lactancia. El
único tipo de pezón que pueden generar dificultad e incluso imposibilidad de
amamantar es un pezón invertido verdadero, en el que las fibras que hacen protruir
el pezón son muy cortas o inexistentes. El resto de pezones (planos, falsos
invertidos, grandes, pequeños...) son perfectamente aptos para dar el pecho. Si
podemos hacer piel con piel tras el parto y que nuestro bebé mame en la primera
hora de vida, ese primer enganche espontáneo generará impronta y favorecerá la
lactancia materna.
Como el tema de los pezones planos o invertidos y la lactancia materna ha sido
motivo de preocupación a lo largo de los años, se ha analizado diversas técnicas y
tratamientos prenatales para hacer que protuyesen. Se han estudiado escudos
formadores de pezón, ejercicios de Hoffman (consistentes en realizar determinados
movimientos del pezón varias veces al día), bandas de goma, uso de jeringas e
incluso, la succión marital. Aunque son estudios de baja calidad, no parece que
ninguno de estos tratamientos haga que la lactancia materna tenga más éxito que
si no se hiciesen.
Así que, si una mujer tiene los pezones planos lo mejor que puede hacer es tratar
de hacer piel con piel inmediatamente tras el parto (siempre que sea posible) y
favorecer ese primer enganche espontáneo; si el bebé no lo logra por sí mismo,
puede buscar ayuda en algún profesional formado en lactancia materna. De todas
formas, el pezón suele protruir más según avanza la lactancia.
Cuidado de los pezones:
Si el examen muestra una mamay pezón normal no se requiere preparación
especial.
Indicaciones:
- Evitar el uso de jabones, lociones o cremas en el pezón y areola (porque
interfiere en secreción de glándulas de Montgomery).
- En caso de pezón corto o invertido, realizar ejercicio de Hoffman.

La extracción prenatal de calostro


Hemos comentado que el calostro comienza a producirse ya durante el embarazo.
Mediante la extracción prenatal de calostro se pretende hacer un pequeño "banco
de calostro" las semanas antes del parto de manera que, si nuestro recién nacido
necesita suplementos o la madre no puede estar junto a él durante las primeras
horas, pueda tomar ese calostro extraído durante el embarazo.
Esto ha sido muy estudiado en madres con diabetes, pero también podría resultar
útil en algunas situaciones en las que se prevea separación madre-hijo o baja
producción de leche: mujeres con hipoplasia mamaria, con síndrome de ovario
poliquístico (algunas mujeres con este síndrome tienen dificultades para
amamantar); bebés CIR (crecimiento intrauterino retardado), en los que se estima
un bajo peso al nacer o con alguna malformación que pueda dificultar la
alimentación; o cesáreas programadas o enfermedades maternas en las que se
crea que madre y bebé no podrán estar juntos durante las primeras horas tras el
nacimiento.
Con la extracción manual de calostro se libera oxitocina (al igual que durante las
relaciones sexuales o si amamantamos a otro bebé durante el embarazo, por
ejemplo), por lo que algunos profesionales se preguntan si no podría haber riesgo
de parto prematuro. Los últimos estudios señalan que es una técnica segura en
embarazos de bajo riesgo y puede aportar muchos beneficios. Además, suele
empezar a realizare en torno a la semana 36 o 37 de embarazo. Es importante que
la extracción prenatal e calostro sea guiada por un profesional sanitario y que se
interrumpa si aparece dolor o contracciones.
¿Qué necesito comprar si quiero dar el pecho?
Cuando me preguntan esto en la consulta mi respuesta inicial suele ser: "¡nada!";
pero lo cierto es que sí hay algunas cosas que pueden ser útiles. Los sujetadores
de lactancia son fundamentales (aunque es probable que los primeros días tras el
parto, por la sensibilidad de los pezones y la hinchazón del pecho, prefiramos no
llevar nada). También recomiendo tener ropa apta para la lactancia, diseñada
especialmente para tal fin o que facilite el acceso al pecho, por ejemplo, una camisa
o un vestido con botones delanteros; los recién nacidos hacen al principio entre 8 y
12 tomas diarias, por lo que es bueno que es pecho esté accesible. Es habitual que
el pecho gotee leche, especialmente las primeras semanas (a algunas mujeres les
sucede durante toda la lactancia y a algunas nunca). Para ello, viene bien
llevar discos dentro del sujetador (pueden ser desechables o de tela reutilizables).
Respecto al sacaleches, no suele ser necesario al principio. Si necesitáis porque el
bebé gana poco peso y hay que suplementarle, o porque el pecho está muy lleno y
el bebé no puede engancharse, podéis hacerlo de manera manual; de hecho, lo
ideal es que se enseñe a todas las mujeres a realizar extracción manual en el
postparto. Tan sólo en algunas situaciones especiales, como bebés prematuros que
necesitan estar ingresados o bebés enfermos que no puedan comer los primeros
días puede ser recomendable el sacaleches.

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