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Jean-Pierre Deflandre
Tan pronto como se valida la estructura, se perforan algunos pozos para preparar la
explotación del sitio, pero también para permitir el monitoreo, tal como lo exige la
legislación nacional (Figura 6). En Francia, también es obligatorio supervisar los
acuíferos superiores y controlar la migración y el confinamiento del gas en los
yacimientos de almacenamiento, por lo que es preciso dedicar algunos pozos a
este monitoreo. Las instalaciones en la superficie corresponden a la compresión del
gas y al tratamiento y gestión del agua producida, con el fin de permitir la inyección
de gas desde la red de gas en el almacenamiento, así como su reinyección en la
red cuando sea necesario. Esto se hace principalmente en invierno. Dependiendo
de su tamaño, la instalación subterránea puede ser manejada por 30 a 50 personas,
pero también se apoya en numerosos empleos indirectos locales y otros servicios de
asistencia de la compañía.
La explotación comienza con la etapa inicial de llenado del yacimiento (Figura 7),
durante la cual se inyecta el gas en el almacenamiento por primera vez.
Generalmente, esto se lleva a cabo en primavera y verano, cuando el gas está
disponible; en este sitio en particular, esta etapa tarda aproximadamente dos años.
Este período es crucial para la validación del sitio. Luego, el sitio es monitoreado
meticulosamente con el fin de asegurarse de su potencial y de su seguridad. La
presión inicial corresponde a la presión del acuífero salino antes de la inyección de
gas. Esta curva representa la presión del fondo del pozo en función del tiempo. La
presión se disipa tan pronto como se detiene la inyección.
Pero después viene un proceso cíclico a largo plazo: almacenar gas en verano y
extraerlo para su consumo en invierno, con un período inicial de despliegue de
algunos años para alcanzar la capacidad máxima de almacenamiento (Figura 8).
Es interesante notar que el nivel máximo de presión se observa durante el llenado
inicial del yacimiento cuando el gas debe penetrar en el acuífero salino al mismo
tiempo que se abre paso a través del fluido presente. Una vez almacenados los
volúmenes de gas, la compresibilidad y los caudales de gas y la respuesta dinámica
del acuífero salino definirán el nivel de presión del fondo del pozo. Cabe señalar
que la cantidad de gas almacenado durante el periodo de máxima presión del
llenado inicial del yacimiento es inferior a la cuarta parte de la cantidad de gas
almacenado al final del verano de 1999.
Durante los primeros años de la explotación del sitio, todas estas medidas permiten
también optimizar el posicionamiento de los nuevos pozos de explotación. A causa
de la anisotropía intrínseca de los yacimientos y de la heterogeneidad asociada, el
aprendizaje y la mejora de la estrategia de desarrollo tarda un par de años. La
presión del yacimiento es un parámetro clave: cuanto más alta sea la capacidad
FIGURA 9: OBTENCIÓN DE DATOS DE REFERENCIA , UNA ETAPA CLAVE PARA EL MONITOREO A LARGO PLAZO Y LA INTERPRETACIÓN DE
LA MIGRACIÓN DEL GAS (F UENTE : A DAPTADO DE D EFLANDRE & H UGUET , 2002)
FIGURA 10: V ARIACIONES 2D DE IMPEDANCIA ACÚSTICA EN EL YACIMIENTO A PARTIR DE DATOS OBTENIDOS A TRAVÉS DE LA SÍSMICA
DE REPETICIÓN (F UENTE : ADAPTADO DE D UBOIS ET AL . 1998).
Conclusión
En conclusión, vimos que el almacenamiento geológico subterráneo de gas es una
solución madura que ofrece flexibilidad a la cadena de gas, especialmente en
Europa, donde la red está bien desarrollada. Las capacidades mundiales de
almacenamiento representan 424 000 millones de metros cúbicos, bajo diferentes
opciones de almacenamiento: principalmente yacimientos agotados, acuíferos
salinos y cavernas de sal.
Referencias
Cedigaz, Natural Gas in the World, Edición 2017, octubre de 2017.
CO2CRC: http://www.co2crc.com.au/